Las Aventuras de Lupita capitulo 12
Mientras tanto allá en un lugar alejado y casi en penumbras de la feria solo alumbrado por la luna llena que majestuosa se asomaba esa estrellada noche, nuestra hermosa protagonista vivía una situación angustiante al tener que estar soportando al degenerado viejo de don pedro quien estaba fascinado y casi babeaba por las tremendas redondeces de la escultural jovencita y a pesar de tener ya 18 Años Lupita tenía ese aire de ingenuidad e inocencia que se desprendía de ella.
La tenia bien agarrada por ese fino y firme talle que estaba al aire, donde se apreciaba su vientre plano sin un gramo de grasa y coronado por su sexy ombligo que atrapaba hipnóticamente la atención.
El sátiro se la comía con los ojos mientras su mente maquinaba ideas perversas para con la hermosa nena. El degenerado viejo aprovechando la pasividad de la encamable jovencita la apretaba contra el haciéndola sentir su dura erección en su entre pierna de la mamasota.
Para acabarla de fastidiar, la tanda una tras otra de las románticas baladas parecía no tener fin, ante la desesperación de Lupita y deleite del viejo y de sus compinches que se agarraban la verga, sobándosela sobre su overol, al ver como su jefe se volvía cada vez más atrevido con la deliciosa colegiala con la que bailaba.
Luego le dijo el viejo sin despegar la mirada de los mamables senos de la jovencita con total morbosidad
–-¡Qué hembra tan infernal eres mamacita! desde que llegaste te hemos estado siguiendo, no pienso en otra cosa que en meter mi verga en ese divino culo- todo esto sin dejar de apretarla contra él, sintiendo ella la empalmada verga.
–-Por favor… don Pedro, no me falte al respeto, yo no le he dado motivos para que me diga esas vulgaridades-- dijo la curvilínea jovencita con voz tenue y tensa a la vez.
El viejo se aventó una terrorífica carcajada al escucharla, el escalofrío fue total, el miedo era insoportable, sus comentarios morbosos le asustaban más a cada segundo que pasaba, no sabía que hacer, ese viejo la tenía bien agarrada sin soltarla ni un segundo, no tenía muchas opciones.
Dueño de la situación el asqueroso viejo le dijo. –- ¡Pero si tú mamasota nos diste entrada para que te faltemos al respeto, zorra caliente vergas!
–-No… no… sé a qué se refiere señor-, dijo con voz muy quedita.
–-¿Ah no?... putita rica ¿no lo sabes? y cuando tú y la zorra de tu amiga se pararon a medio puente enseñándonos todo, sin dejar nada a la imaginación no es eso provocarnos y decirnos que quieren una buena verga de macho, me dejaste caliente desde que te vimos arriba del puente enseñándonos todo mi reina, dime no es eso provocar mamasota.
Lupita sintió que la cara le ardió al oír estas palabras del viejo, al mismo tiempo que el corazón le daba un vuelco, las impactantes palabras del asqueroso viejo fueron como un cubetazo de agua fría, ¿que podría argumentar en su favor? dijera lo que dijera esos horribles viejos no le creerían, el viejo tenía razón su acción en el puente la condenaba.
–-Que pasa zorrita ¿no me vas a contestar? –-¡Queeeeee no te oigo zorra dime tengo razón o no puta calienta vergas!
Solo el silencio de la voluptuosa jovencita fue más que obvio que no sabía, que no tenía que contestar toda las evidencias contundentes la condenaban.
–-El que calla otorga mi reina y tomándola del mentón la obligo a levantar la mirada diciéndole –“entonces vamos a disfrutar estas nalgotas y estas chichotas que ya me anda por mamarlas mamasota.
La chiquilla al mismo tiempo trataba de separarse de él, más de pronto una terrible sensación de pánico se apodero de la jovencita, cuando sintió que las manos que le estrechaban su cintura, bajaron hacia su redondo y respingado trasero y lo agarraron fuertemente; como la tela de la mini era muy delgada, sentía claramente como hundía sus dedos en sus duras nalgas y hacía tanta presión que la vergota del viejo la sentía más grande en su pelvis.
El viejo acariciaba las majestuosas curvas de las nalgas con las dos manos, introdujo sus arrugadas manos bajo la mini, la piel rugosa y áspera de sus viejos dedos no recordaban haber tocado algo tan suave, tan delicado como la piel de esa criatura.
–-Jooooodeeeeerr pero qué clase de culo tienes mamasota, eres una diosa-- las manos del viejo no paraban de estrujarle las nalgotas a la chica, se las masajeaba con las descascaradas palmas de la manos bajo la minifalda sintiendo la deliciosa piel desnuda y suave de la nena.
Ella, reaccionando, le daba de golpes en el pecho al viejo tratando de que la soltara, pero para el caliente y rudo sexagenario esos golpes eran caricias y seguía con su manoseo al formidable trasero de la colegiala, la muy corta minifalda y por ser de esas de vuelo facilita en mucho el manoseo del viejo.
–-Noooooo suuuéeelteeemeeee pooor faaaavor, no haaaaga esooo.
Pero el viejo estaba embrujado por ese trasero formidable, suave, duro, redondo.
–-Qué culote tan rico tienes mamasota, para meterte la verga una y otra vez.
Ella lo miraba a los ojos suplicándole con la mirada que parara, pero el viejo se seguía deleitando con esas espectaculares nalgas; estaba fascinado con la redondez y textura de ese par de juveniles y soberbias nalgotas.
Entonces las arrugadas y peladas manos se comenzaron a deslizar lentamente hacia arriba llegando pronto a la desnuda y breve cintura de la nena, pero no se detuvieron ahí y siguieron su delicioso viaje por la suave piel de la chica, con las claras intenciones de llegar a las redondas tetas de la jovencita; el rostro del viejo mostraba una mueca enfermiza, sus ojos se estaban poniendo vidriosos y hasta se le caía la baba y no era para menos imagínense tener varios meses en ayuno sexual y de pronto tener en sus manos un bombonazo de jovencita.
La aterrada colegiala entonces tomó las manos del viejo por las muñecas deteniendo por un momento su caliente avance a la altura de las costillas, en una reacción natural de defensa, pero para el rudo viejo esto no era nada, considerando que tenía mucha más fuerza que ella, para él eso no era obstáculo sino todo lo contrario, eran caricias el sentir las suaves manos de la chica en sus muñecas.
A continuación, el viejo inclinó su arrugado y barbudo rostro hacia el cuello de Lupita pegando su asquerosa boca mal oliente a cerveza y cigarro en el muy sensible y esbelto cuello de la nena; dándole una succión con los labios, sacó su asquerosa lengua y la pasaba por el muy sensible cuello de la voluptuosa jovencita, quien cerró los ojos ante las deliciosas sensaciones que la invadieron notando cómo se le erizaron todo los vellos de su cuerpo.
El viejo sintió claramente esta reacción en la piel de la chica porque sus manos continuaban sobre los costados de la nena y esbozó una media sonrisa siniestra, sabía que iba por buen camino con ese bombón de pendeja y continúo con más énfasis chupeteando el sensible cuello de Lupe, llenándola de múltiples escalofríos.
Suplicaba la mamasota, sabiendo que esas sensaciones que la empezaban a abrumar no llevaban a nada bueno; ahora que todavía no estaba entregada a esos placeres, se conocía muy bien y sabia adonde la llevaría todo eso si despertaba su ardiente temperamento, le horrorizaba visualizarse en una cama cogiendo con ese asqueroso viejo y sus compinches.
–-Estás muy buena mamasota y se ve que te encanta la verga, ahora te resistes, pero al rato vas a estar gritando de placer como una zorra.
La chica sentía cada vez más que ese viejo conseguiría sus propósitos al estar ella en desventaja, luchaba contra ese viejo que la forzaba y contra su propio cuerpo que poco a poco aceptaba las arremetidas de ese asqueroso viejo, notando que el asco y el rechazo a ese degenerado viejo disminuían y en su lugar se apoderaba de su cuerpo una agradable sensación de placer que, como una droga, luchaba por adueñarse de su voluntad.
El viejo, sonriendo, le miraba su carita espantada y viéndole esos gruesos y carnosos labios se le despertó un gran deseo de besarlos, entonces aferrado a la cintura de la colegiala trató de alcanzar esa deliciosa boquita con su asquerosa lengua.
–-Nooo, déjeme...nooo-..viejo…degenerado…-- luchaba Lupita forcejeando y moviendo su cabeza para ambos lados, tratando de evitar que el asqueroso viejo le robara un beso de sus frescos labios.
Lupe sentía una impotencia tan grande; el viejo era demasiado fuerte para ella y el hedor a cerveza que provenía de su aliento era insoportable, su lengua asquerosa, en un momento en el forcejeo, lamieron los labios de la chica, los cuales ella mantenía muy apretados para evitar que el viejo metiera su asquerosa lengua entre ellos.
–-Deejeemee pooor faavooor don Pedro- y entonces sucedió lo impensable, el borracho viejo se cansó del forcejeo y la soltó un momento, tratando de agarrar aire; esto porque habían tenido mucho trabajo armando los juegos y casi no habían descansado, aparte de que habían estado tomando cerveza desde temprano sin parar ni un momento, y todo eso vino a repercutir en ese momento del forcejeo con la encamable colegiala.
La nena se desconcertó al sentir que de repente el viejo la soltaba y tratando de alejarse de él fue dando pasitos hacia atrás al mismo tiempo que se bajaba y se acomodaba la mini, ya que por el manoseo del viejo se le había subido hasta la cintura, hasta que se topó con la mesa de madera donde había estado recargada cuando llegó.
El viejo al notar esto se acercó de nuevo a ella no queriendo que la sabrosa presa se le fuera a huir, y puso sus dos sucias y peludas manos sobre la mesa a ambos lados de la nena, dejándola encerrada en medio de sus brazos y sin nada de espacio para maniobrar; él jadeaba tratando de agarrar aire.
Los otros viejos, divertidos por todo lo que estaba pasando, decían burlonamente.
–-Ja ja ja compadre, te salió respondona la palomita, jajajaja ya te cansó, si quieres te ayudamos ya estás viejo para estos trotes.
Lupita mientras tanto al ver que el viejo la tenía aprisionada con sus dos peludos y sudados brazos a cada lado de la mesa se dio vuelta dándole la espalda para que no viera que se sentía atrapada, Groso error, y se quedó quieta, petrificada, apenas y respiraba, el miedo la tenía paralizada.
El degenerado viejo sintió que la sangre le hervía de deseo y que nuevas fuerzas se reinyectaban en su seboso cuerpo al sentir lo cerca que estaba de la colegiala y ver las desprotegidas y tremendas nalgotas indefensas a sólo unos centímetros de él, sólo era cuestión de dar un muy cortito paso para sentir esas soberbias nalgas en su tieso miembro, esa espectacular visión le dio renovadas fuerzas para continuar su ataque a la indefensa Lupita.
El degenerado viejo veía con lujuria cómo la corta mini falda se levantaba por efecto del tremendo y respingado trasero de la adolescente, que muy apenas lograba cubrir, la verga la tenía como fierro por efecto de contemplar las suculentas curvas de la jovencita.
Eso lo hizo ponerse muy enardecido al tener la visión de esas pecaminosas carnes, donde se apreciaba claramente el pequeñito y sexy bikini que luchaba estirándose al máximo y que hacia resaltar aún más las duras y redondas nalgas.
-¡Qué culazo puta!, ahorita vas a sentir la verga de un macho caliente- dijo el abusivo viejo con voz carrasposa.
La nena seguía de espaldas, arrinconada, sollozando, entonces el viejo se comenzó a incorporar y sin despegar la vista del tremendo culazo que tenía al frente, se comenzó a despojar del overol cayendo al piso, dejando al descubierto un repugnante calzoncillo que alguna vez fue blanco y que cubría las partes asquerosas de ese desagradable hombre.
Se podía ver como el calzoncillo en la parte de enfrente la gran erección que tenía el degenerado viejo, parecía una carpa de circo, la tela del calzoncillo se podía apreciar claramente manchas de humedad, seguramente líquido pre seminal que el muy degenerado había secretado al estar manoseando a la sabrosa colegiala y sentir sus deliciosas curvas y firmes carnes.
Salvando la breve distancia que lo separaba de la jovencita y, sin poder esperar más el viejo, se abalanzó sobre ella apoyando su tremendamente erecto miembro en las redondas y duras nalgas de la jovencita.
Al haberse despojado del grueso overol de mezclilla y quedarse en calzoncillo solamente, la percepción de las agradables sensaciones al pegarse al curvilíneo cuerpo de la deliciosa chica se multiplicaron al 300 por ciento para beneplácito del degenerado
Sintiendo en su verga, al contacto con las nalgas, una placentera sensación que lo invadió como nunca antes había sentido, de unas ricas y duras nalgas que de tan combadas las sentía como algo tremendamente desquiciante.
Sus peladas y sucias manos le rodearon por el fino y breve talle que conformaban ese vientre plano casi perfecto, estrechándola hacia él y acariciando su suave abdomen, recorriéndolo, mientras el tieso miembro se hundía en el culazo de Lupita.
Ella, al sentir que el viejo se le arrimó y le apoyo su palpitante verga, abrió los ojos como platos y dio un respingo por la sorpresa de la acción del abusivo viejo.
Ella bajó sus manos y las puso encima de las manos del viejo que, aparte de deleitarse con las redondas nalgas punteándolas y repellándole su erecto miembro, disfrutaba de la tersa y suave piel del sexy abdomen de la nena; la chica puso sus manos encima de las manos del viejo tratando de parar esas mórbidas caricias a su juvenil cuerpo, pero sus finas manos eran arrastradas por las calientes y rasposas manos del viejo que no dejaban de recorrer la fina y tersa piel de la chica, al mismo tiempo que su trasero recibía una y otra vez las estocadas del viejo.
El viejo tenía tan gran erección que sentía que iba a romper el calzoncillo, su verga que estaba totalmente agitada, bramaba por entrar en esas exuberantes carnes.
–-Nooooo noooo- musitaba Lupita con esa voz aniñada y tratando de apartarse contorsionando su culazo, en un desesperado intento de parar los embates del viejo, logrando sólo que al viejo lo calentara más todavía ese movimiento.
Y poniendo su boca muy cerca de su oreja derecha de la chica le dijo.
–-Aaahh mamasota, te voy a culear, te voy a violar, te voy a llevar conmigo y nadie te encontrará, vas a ser mi mujer, perra calienta vergas, hasta que me harte de ti.
Con una habilidad que sólo se da cuando la adrenalina de la calentura se inyecta en el cuerpo, usando su apestosa boca y la rasposa lengua, el viejo luchaba contra el elástico del delgado tirante de la blusita de la chica, buscando un resquicio por dónde meter la lengua y así poder jalar el tirante por los hombros y deslizarlo por su brazo, con la intención de dejar desnudos los senos de la jovencita, cosa nada fácil ya que la blusa al ser elástica y muy pequeña se estiraba al máximo por las protuberancias de la niña y ambos tirantes estaban muy tensados.
–-Aaaaaaahhhhh…. Aaaaaaahhhh-- gemía la colegiala en cada nuevo repellón que le daba la vergota del viejo, ya que sin ninguna consideración hacia movimientos salvajes con su cadera de atrás para adelante y la punteaba fuertemente, sintiendo y absorbiendo el impacto las redondas nalgas de Lupita.
El viejo cada vez más desquiciado dirigió una de sus manos hacia arriba tratando de alcanzar los turgentes senos de la chica, ella muy angustiada al darse cuenta de sus intenciones, con sus dos manos las puso sobre la del viejo que subía haciendo fuerzas para detener la invasora, a sabiendas de que si esas manos llegaban a sus redondos senos y, peor aún, a sus hipersensibles pezones, todo acabaría para ella.
La reacción de ella es lo que quería el lleno de mañas y degenerado viejo, quien con un movimiento rápido atrapó ambas manos de la nena por las muñecas reteniéndolas férreamente, con una mano el viejo tenía más fuerza que la fina y delicada Lupe, neutralizándole ambas manos, ante la impotencia de ella; todo esto lo calentaba más, y dirigió hacia abajo la mano que le quedó libre, el elástico de la mini de la chica no fue obstáculo, fácilmente se introdujo y, deslizándose, bajó un poco más ante el horror e impotencia de la chica.
“Clik” se oyó y el tensado tirante izquierdo de la blusa, como si fuera una liga a la que se tensa y se suelta de golpe, salió disparado yendo a acabar sobre el seno semis descubierto de la jovencita.
Mientras tanto allá abajo del ombligo de la nena se desarrollaba otro drama, los sudados y temblorosos dedos por la emoción del viejo, ya estaban adentro del bikini de la nena y moviéndose como si fuera una araña buscaban la entrada de su rajadita ante la enorme desesperación de la curvilínea jovencita, quien se meneaba angustiosamente tratando de evitar esa profanación, el viejo le seguía agarrando sus manos por las finas muñecas dejándola indefensa y la otra mano con todo el camino libre y con paciencia buscaba su clítoris.
Lupita sabía que si el viejo se apoderaba de su sensible y muy perceptivo clítoris entonces si, adiós voluntad propia y bienvenido gozo, placer y disfrute a manos llenas.
Contoneaba y culebreaba todo el cuerpo y hacia las nalgotas para atrás en un vano intento de evitar que esa arrugada mano cumpliera su caliente misión.
Todo ese contoneo de la voluptuosa anatomía de la colegiala enardecía aún más al viejo depravado, sintiendo cómo ese redondo culazo se le repellaba una y otra vez a su erecto miembro llenándolo de deleites y placenteras sensaciones.
- Nooooo……nnooo..por…favor…nooo…Don…Peeedrooo…aaaaahhhhh.
El mañoso viejo le dio un mordisco en el cuello haciendo que la nena aflojara la presión que sus hermosas piernas le hacían a la mano. -Tu panochita esta húmeda y caliente zorrita, lo estás disfrutando puta-- le decía al oído el viejo, a la par que sus dedos se apoderaban del muy sensible clítoris de la colegiala.
Lupe cerraba sus hermosos ojos verdes y se mordía los labios de lado, al sentir como ese magreo la comenzaba a enardecer incontrolablemente haciéndole perder la razón enloqueciéndola, el viejo alternaba los masajes al cada vez más hinchado clítoris con dedeadas a la conchita virgen, le metía los dedos hasta tocar la delicada membrana del himen de la chica, con cuidado para no romperlo, ese privilegio quería que fuera para su verga.
Clik” sonó el segundo botón del tirante de la blusa de la nena al destrabarse saliendo volando hasta el techo, dejándole sus hermosos y redondos hombros desnudos.
El viejo entonces pudo sentir cómo aflojaba la chica sus manos que tenía retenidas, soltándolas, cayendo ambos brazos pesadamente a cada lado de la nena, sin ningún signo de querer seguir oponiéndose a sus deseos.
Completamente embelesado contemplaba esos espectaculares senos en toda su maravillosa desnudez, se erguían turgentes, redondos, macizos y provocadores; a pesar de su mediano tamaño la gravedad no les afectaba, se manifestaban totalmente levantados, los pezones de un color oscuro, hinchados por toda la turbación y el magreo.
-Qué buenas tetas tienes pendeja, vas a ver cómo me las voy a comer- y gruñendo como un animal salvaje, mete luego su lengua caliente y húmeda en la oreja de la colegiala, lamiéndosela como un poseído, llenándola de múltiples escalofríos que la turbaban enormemente, al mismo tiempo que le estrujaba una de las tremendas tetas y con la otra mano la seguía dedeando allá abajo sin tregua llenándola a la casi sin voluntad de múltiples estremecimientos e instintivamente arqueaba la espalda al sentir un placer infinito que salía de su interior.
–Mamazota, vas a ver qué culeadas te voy a dar, te voy a volver una puta en la cama y me voy a llenar las bolsas de billetes contigo, diosa.
Aquel lenguaje soez y vulgar la ponía más cachonda aún y subía el culote instintivamente Lupita para sentir aún más fuerte la vergota que la punteaba y empezó a contonear las caderas ya muy excitada, sentía que la sangre hirviendo le fluía como una corriente de aguas impetuosas.
Cerraba sus hermosos ojos verdes pues el gusto por todo eso iba en aumento cada segundo que pasaba, los latidos de su corazón se aceleraban por momentos y su estrecha y virginal rajada se humedecía por ráfagas, ella tenía sentimientos encontrados por que quería que todo aquello acabase, pero por otro lado deseaba que no tuviera fin.
Enseguida los intrusos y experimentados dedos en estas lides del degenerado entreabrían los labios vaginales de la adolescente buscando afanosamente el delicado botón de su sensible clítoris y al encontrarlo recomenzar a frotarlo, ocasionando que la encamable jovencita se contorsionara y en su cara se dibujara un rictus de placer.
Aaaaaaahhhhh…p-pooorr…ffaaaaaaaaa….vvoooorrr…paaarreee..aaaahhh
El viejo sentía claramente como arqueaba su cuerpo por instinto la escultural jovencita y como esas carnosas y deliciosas nalgas se le re pegaba aún más para enorme gozo de su endurecido miembro que yacía visible bajo el elástico del calzoncillo, el vejete se había sacado la erecta verga por sobre el elástico del asqueroso calzoncillo y se internaba bajo la mini de la chica para su morboso placer.
La mano derecha del vejete totalmente apoderada de su clítoris dándole un masaje que estimulaba muy placenteramente al ya duro cartílago, la mano izquierda estrujaba ambos senos alternadamente y por momentos con las yemas de los dedos le daba un suave masaje a los durísimos pezones y la barbuda y sin dientes boca y lengua recorrían afanosamente todo el cuello y los desnudos hombros de la rica jovencita y por momentos se apoderaba del lóbulo de la oreja de la chica dándole suaves mordiscos , ella ladeaba su cabeza para permitirle al viejo más facilidad en su labor.
Todo eso la estaba matando de placer a la escultural jovencita, ella apoyaba sus suaves y delicadas manos sobre los peludos y sudados brazos del vejete a la altura de su muñeca de el, pero no para detener las acometidas del lujurioso viejo, si no que cerraba sus finas manos y le daba suaves apretones a esas sucias manos que le daban degeneradas caricias.
Su resistencia física estaba totalmente vencida, solo por momentos entre gemidos pronunciaba algunas palabras de que el vejete parara todo ese abuso a su escultural cuerpo. La colegiala sentía que su cuerpo empezaba a encenderse incontrolablemente, el fogoso temperamento de su cuerpo le ganaba la batalla a su mente que trataba de reprimir esas sensaciones, no tenía como resistir todos esos estímulos, era demasiado
La jovencita no cesaba de retorcerse pero ya no tanto por oponerse al abuso del viejo, sino porque sentía en su cuerpo un delicioso hormigueo desde su panochita, que se extendía por toda su curvilínea anatomía, haciéndola estremecerse, llenándola de un tremendo placer y gozo; dejando de luchar, se abandonó totalmente a los lujuriosos deseos del viejo.
Lupita comenzó a gemir de placer, ya entregada al viejo para su asquerosa satisfacción.
–-Ahhh ahhh ahhh ahhhhhh asii asiii oohh oohhhhhhhhhhhhhh.
Al viejo, al darse cuenta su reacción, se le dibujó una siniestra sonrisa en los labios imaginándose ya saciando sus más bajos instintos en su jugoso y suculento cuerpo que para esos momentos ya estaba a punto...listo para ser poseído a la par que pensaba.
–- Je je je…este arroz ya se coció, le voy a dar una culeada a esta pendeja que no lo olvidará nunca… je je je je.
La chiquilla no cesaba de jadear, ya sin ningún recato, dejando escapar todo ese fuego que trataba de contener y que le quemaba por dentro de su cuerpo, ella sentía cómo todo eso era mucho más que cuando se masturbaba en la soledad de su recámara; sentir las manos que la acariciaban, la estrujaban, la dedeaban; sentir esa apestosa boca cómo le chupeteaba el cuello y las orejas, llenándola de sensaciones agradables; sentir el erecto miembro del viejo cómo le punteaba sus nalgotas, excitándola; sentir ese miembro que estaba como fierro y saber que era por ella y sobre todo oler el sudor del viejo, oler ese aroma a hombre, a macho caliente…. todo eso la enardecía, no tenía comparación; de cuando se masturbaba sola, esto era definitivamente mucho más.
El viejo sentía la mano con que la dedeaba, totalmente empapada de los flujos de la chiquilla y le decía al oído:
–-Esta panochita tiene dueño de ahora en adelante zorra.
–- Oooohhhhhhh…si, siiiiii……don …….Pe..Pee…Peeedroo,… Uussteeed …es …su…su duuuueeeñoo…., al mismo tiempo que hacía para atrás su culo para sentir más fuerte las punteadas que le daba el viejo.
El hermoso rostro de Lupita tenía esos bellos ojos verdes entre cerrados por las oleadas de placer que le llegaban en forma constante una detrás de otra y que le nublaban la razón, los húmedos labios abiertos gimiendo y jadeando, presa ya su voluntad del deseo y las placenteras sensaciones que le daba el sátiro viejo, ya no le importaba nada, tan solo saciar esa incontrolable calentura casi anormal que la invadía en toda su escultural anatomía y que la llevaban a actuar como la más puta de las putas.
–-Qué culo más rico tienes mamasota!! y estas chichotas están hechas para darme placer, puta barata, zorra!!.
–-Esos insultos prendían más a la deliciosa adolescente , llenándola de sensaciones indescriptibles, le excitaba sentirse humillada y en manos de ese sátiro, sentía cómo la erecta verga del viejo palpitaba en sus nalgotas como si tuviera vida propia, ella se sentía esclava, emputecida y ese sentimiento la hacía vibrar
–-¿Ya ves cómo te gusta nena?...todas son unas putas baratas, primero no quieren y después aflojan solitas… te voy a culear mamasota ¿quieres que te meta la verga?.
–-Ahhhhhhhhhhhh……siiii…..don..Peedroo…..métamela…..hágame su mujer.
Estaba irreconocible Lupita, ¿dónde había quedado aquella jovencita bien portada, limpia, de buenos sentimientos, nada vulgar y que detestaba todo lo pornográfico?, en otras circunstancias jamás hubiese dicho eso, pero en esos momentos el deseo, la calentura, la lujuria la tenían completamente dominada.
Entonces el vejete volvió su atención a los carnosos y húmedos labios de la chiquilla, quedando cautivado y recordando que no los había probado aún, es más, nunca había probado los labios de una jovencita tan hermosa y se llenó de ansias de poseer esos tentadores labios.
Ella se dio cuenta de sus intenciones al verlo venir sobre su carnosa boca, el horrible rostro arrugado y barbón del vejete y totalmente dócil y entregada volteo su rostro hacia atrás y dispuso a recibir esa apestosa boca sin dientes en sus finos y delicados labios.
–-Aaaahhhhhhh mamazota…., y le dio un beso espantosamente asqueroso; fundiéndose los dos en un fogoso beso, el viejo mancillando esos jugosos y frescos labios de la jovencita, introducía su lengua infestada de alcohol, en esa boca tan fina y delicada, avasallándola ella podía sentir en sus papilas gustativas los repugnantes ácidos y gases de la cerveza y el tabaco que el viejo le pasaba en ese asqueroso aliento putrefacto, ella ya no oponía resistencia alguna y toda mansa se dejaba hacer.
La invasora y larga lengua del vejete le exploraba hasta la garganta y ella respondía a ese asqueroso beso con verdadera pasión, sentía como esa lengua apestosa se movía con agilidad y destreza en su boca y ella quería sentirla recorriendo todo su escultural cuerpo; ese viejo fácilmente podría ser su abuelo, pero que en esos momentos sólo deseaba que fuera su macho, Lupita suspiraba disfrutando como la abusaba el viejo y lo abrazaba por los hombros derritiéndose como mantequilla por el caliente beso.
Ella en lugar de rechazar al asqueroso vejete alzo sus manos desde los hombros del viejo e instintivamente las dirigió a la parte posterior de la cabeza del viejo, introduciendo sus dedos en la maraña de canosos cabellos empezándole a dar un suave y delicioso masaje con las yemas de los dedos para deleite del viejo, lo que confirmaba que ella sí estaba disfrutando el momento sexual.
Sus bocas parecían una sola las lenguas se fundieron en una sola, sus flujos salivales se mezclaban...segregando aún más y era tal la cantidad que esta escurría como hilillos por entre las comisuras de las dos cavidades bucales
El viejo la besaba apasionadamente con su lengua enredada en la de ella intercambiando sus flujos salivales... y ella gimiendo...exhalando suspiros cargados de erotismo...de deseo carnal! , y el enardecido por el placer que le daba esa deliciosa chiquilla, a la par que sus manos bajaron a las humedecida panocha de la nena e, introduciéndose bajo la mini, las acariciaba y las estrujaba; podía sentir claramente como esa estrecha concha se contraían rítmicamente por el movimiento de pelvis de la chica hacia delante y hacia atrás como si estuviera cogiendo.
Gozaba el escultural trasero de la colegiala que estaba totalmente entregada, las arrugadas manos recorrían las tersas y muy suaves piernotas y el culo de la excitada chiquilla, se amoldaba perfecta a la verga del viejo que estaba a punto de estallar y palpitaba deseando penetrar ese culazo de infarto.
El viejo le jaló la minifalda hacia abajo con la colaboración de ella que alzaba las piernas para que la mini saliera sin dificultad, despojándola y quedando la nena solamente en su sexy bikini y sus botas a la rodilla; dejando a la vista de cualquiera que pasara sus bragas negras cubriendo la redondez de sus nalgas, mismas que mordían parte de la tela, y la hermosura de sus bien torneadas piernas.
–- Vaya culo que tienes puta, te voy a meter la verga zorra, le decía a la par que la dedeaba en su agujero posterior metiéndole el dedo pulgar una y otra vez y luego dos dedos los introducía y los movía en círculos tratando de dilatar su cerrado ano.
Lupita cerraba los ojos, abandonándose a todo lo que el degenerado viejo le quisiera hacer, era presa de sus deseos y de su fogoso cuerpo estaba tan sensible a todo ese magreo que una sola mano en cualquier parte de su cuerpo del vejete, le bastaba para hacerla temblar de deseo.
Ohhhhhhhh…diossssssss…..paaapiiii…..El desquiciante cosquilleo que le recorría la panocha la enloquecía haciéndola perder toda ecuanimidad; a estas alturas su virginal panochita palpitaba fuertemente como si el corazón se le hubiera estacionado allá abajo.
El viejo no dejaba de chuparle y llenarle de saliva los pechos y le decía.
–-¿te gusta puta?..Ahora vas a sentir lo que es culear, te voy a meter la verga.
–- Sssiii.sssii...ssiii....-gemía, indefensa, la chiquilla.
Mamaba sin tregua esas increíbles tetas como un niño hambriento, matándola de placer a la colegiala haciendo que le brotaran lágrimas abundantemente de sus bellos ojos verdes por tanto placer que le daba ese horrible viejo, ella sentía que por momentos le flaqueaban sus potentes piernas por el implacable ataque del viejo a su tan deseado cuerpo
A continuación el vejete la recargó en la pesada meza de madera y la dejo a espaldas de él y tomó el bikini de la chiquilla y, agarrando el elástico, lentamente comenzó a bajarlo sin recibir ningún tipo de resistencia, dejándola completamente desnuda, sólo conservaba Lupita sus botas como única vestimenta.
Ella era como un títere en manos del lujurioso mecánico quien podía hacer con ella lo que le diera su regalada gana; el viejo veía las redondas nalgas de la jovencita que estaba a punto de culear y se relamía los labios al saber que le esperaba un inmenso placer.
Así detrás de ella el viejo la empujo suavemente sobre la meza, dejando a la jovencita de la cintura para arriba sobre la superficie de la misma con sus redondas tetas aplastadas por su mismo peso de ella, quedando la muchacha en forma de una L.
La vista era impresionante de esas rotundas y majestuosas nalgas redondas alzadas, pecaminosamente desafiantes y en la plenitud de sus 18 años, el viejo no podía abstraerse de mirar ese carnoso y erguido par de nalgotas que, con las piernas completamente derechas sin flexionar, engrandecían más ese gran culo.
El viejo con cara de sádico agarro su tieso miembro de respetables dimensiones, como de unos 23 centímetros de larga, gruesa en su circunferencia, llena de venas palpitantes y la empezó a tallar contra esas nalgas de concurso.
CONTINUARA--- EN EL PROXIMO CAPITULO NUESTRA LUPITA VA A EXPERIMENTAR NUEVAMENTE NUMEROSOS ORGASMOS EN MANOS DE UN VIEJO PERVERTIDO LLAMADO PEDRO Y POR SEGUNDA VEZ EN SU VIDA UN GRUESO Y PAPITANTE MIEMBRO INGRESARA POR SU AJUSTADO ANO.
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