Hola, les quiero compartir este fetiche que tengo.
Mi novia se llama Mónica, es morena clara, tenemos 20 años puedo decir con orgullo que conseguí una novia con un cuerpo muy lindo y bien formado, tiene tetas grandes y aunque no es muy culona cuando la pongo en cuatro tengo una visión muy hermosa de ella.
Su forma de ser diría que es inocente ante las perspectivas de las personas que la conocen, pero en privado es bastante putita, en el publico utiliza ropa algo suelta para que no se refleje su cuerpo para pasar desapercibida pero cuando quiere verse sensual y sexy solamente basta con ponerse un escote y a todos los deja con la boca abierta viendo las tetas que ocultaba
Fui de visita a la casa de mi novia, no teníamos ningún plan, solamente estábamos conviviendo y a veces una que otra manoseada porque estaban sus padres en su casa, con el pasar de los minutos ella me dijo que estaba ovulando y que estaba chorreando mucho fluido vaginal.
(lo voy a describir, aunque me imagino que ya saben cómo es eso, es de color blanco-amarillento muy espeso, El nombre correcto es "Moco vaginal" por su aspecto y consistencia)
En esos momentos no podíamos tener sexo, no solamente porque estaban sus padres si no por otros motivos más, asi que ese día me pidió que le pintara las uñas de los pies, debo confesar que tiene unos pies realmente bellos y que ha creado en mi una obsesión enfermiza por ellos. Ella sabe que me gustan mucho y por eso es que me pide ese tipo de favores: que le pinte las uñas. Yo lo hago encantado y me excita mucho ver como ella estira su pie y lo posa sobre mis piernas, y a veces me soba mi palo sobre el pantalón, siempre con una sonrisa pícara.
Después de haber terminado con sus dos pies, estuvimos un rato charlando de cualquier tema para que se le secaran; pero ya en ese momento tenía un calentón bestial.
Pasado un rato de hablar cosas picantes, me dijo que se iría a cambiar y que antes se iba a lavar allá abajo por aquello que les comenté. Fue en ese momento cuando me atreví y le pedí que antes de que se fuera, llenara su mano de aquellos espesos fluidos vaginales. Mi asombro fue que no se hizo pedir dos veces, e inmediatamente se paró y metió su mano dentro de su pantaleta.
Yo la veía sentado desde el sofá y ella parada hurgando en su interior, con la vista perdida como explorando sin ver hacia abajo. Sacó su mano a ver cuánto había pescado y me mostró una pequeña cantidad de aquel líquido pegajoso entre sus dedos. A ella le dio vergüenza, pero a mi me excitó demasiado. Ella escondió su mano y yo le dije que no la escondiera, que me lo mostrara. Insistía en que le daba vergüenza y yo por mi parte en que me gustaría mucho, y le mencioné que me gustaría olerlo. Ella, un poco insegura de mi propuesta, volvió a meter su mano dentro de su pantaleta y tardó un poco más en sacar mayor cantidad de líquido; me dijo que había mucho y que quería acumular una buena cantidad en su mano. Su cara era fenomenal: verle tocarse su cuca en busca de algo... era demasiado excitante. Finalmente sacó su mano y prefirió verlo ella primero... Su cara fue de asombro ante la cantidad que había acumulado en su palma de la mano. Yo no lo podía ver porque ella no me lo enseñaba, y hasta me dijo que mejor se iba, ya que le daba vergüenza y asco aquello, yo la detuve en seco para que no se fuera y que me dejara olerlo,
Ella insistió en que si estaba seguro de querer olerlo, que si no me daba asco, obviamente le dije que no, que era algo que quería hacer y que me excitaba mucho. Tenia mi palo tan duro como una piedra debido a aquella situación altamente morbosa. Fue entonces cuando me dijo: "bueno, cierra los ojos"; así lo hice y sentí como se acercó hacia mí y me dijo: "huele". Aquello olía a gloria... era el genuino olor a cuca, pero concentrado al 100%. Era ese olor que a cualquier macho altera y desespera, pero era todo un placer poder disfrutar de aquel aroma. Ella batía su mano lentamente cerca de mi nariz, y le pregunté si podía abrir los ojos... Su vergüenza ya estaba desapareciendo, tal vez porque notó que realmente disfrutaba de su aroma de hembra y también se habría excitado. Abrí los ojos y pude ver una masa blanco-amarillenta sobre tu palma de la mano y un poco más líquido entre sus dedos; toda su mano le brillaba como aquella sustancia. En realidad nunca pensé que esa fuera la contextura; creí que debía ser más resbaladiza, pero no, se mantenía adherido a su palma de la mano; parecía un pudín.
Con aquel penetrante aroma se me hizo fácil volver a cerrar los ojos y seguir disfrutando de ese olor primitivo de hembra. Ella a veces me pegaba la sustancia en la punta de la nariz, y no tardó en hacerlo sin descaro, pero suavemente, por mis mejillas, mi barbilla y mis labios. Yo abrí mis ojos y la veía a ella directamente a sus ojos. Su cara mostraba una evidente excitación y morbo. Me empezó a embadurnar la cara con aquella sustancia... y yo me dejaba y giraba mi cabeza para que ella lo deslizara por todas mis mejillas, mi nariz, mi cuello. Ella lo volvía a recoger con su mano y con la otra mano me apretó los cachetes para forzarme a abrir mi boca; me sentía dominado y eso me gustaba. Con la boca abierta por el efecto de sus dedos sobre mis mejillas, llevó todos los espesos jugos que había recogido con su otra mano y los metió en mi boca y los frotaba contra mi lengua y paladar; yo le chupaba los dedos y su palma de la mano. En un tono bastante seco me dijo: "traga".
Yo cerré mis labios y acomodé aquella sustancia dentro de mi boca y la tragué completamente. "Quieres más?", me preguntó. Yo le respondí afirmativamente. Ella vio hacia los lados y sin ningún temor mayor se bajó los pantalones y sus pantaletas, e hizo que me sentara rápidamente en el suelo para que ella se montara sobre mi cara, apartara sus pelos, abriera su cuca con sus manos, y me ofreciera aquel nuevo y abundante manjar al cual se habían unidos los líquidos provocados por su excitación. lo mejor fue que en ningún momento sentí asco o repulsión, sino que por el contrario siempre lo vi como un alimento sexual insuperable. Ella restregaba su gran cuca peluda sobre mi cara de una manera desesperada, muestra de que estaba a punto de tener un orgasmo, fue un largo orgasmo, un orgasmo que me transmitió a mi y sin ni siquiera haberme tocado la vrga.
Yo derramé mi esperma dentro de mis pantalones y ella quedó exhausta sobre mi cara; pero se levantó rápido para evitar que alguien nos pillara, y se acomodó para irse, no sin antes meter su mano dentro de mi interior y llevar hasta su boca una buena cantidad de semen derramado sobre mi propio sexo.
Una experiencia que no lo cambiaria por nada en el mundo, Gracias por leer y comenten si tienen ustedes un fetiche que salga de lo comúnLes comparto otra foto de mi novia en modo putita
Mi novia se llama Mónica, es morena clara, tenemos 20 años puedo decir con orgullo que conseguí una novia con un cuerpo muy lindo y bien formado, tiene tetas grandes y aunque no es muy culona cuando la pongo en cuatro tengo una visión muy hermosa de ella.
Su forma de ser diría que es inocente ante las perspectivas de las personas que la conocen, pero en privado es bastante putita, en el publico utiliza ropa algo suelta para que no se refleje su cuerpo para pasar desapercibida pero cuando quiere verse sensual y sexy solamente basta con ponerse un escote y a todos los deja con la boca abierta viendo las tetas que ocultaba
Fui de visita a la casa de mi novia, no teníamos ningún plan, solamente estábamos conviviendo y a veces una que otra manoseada porque estaban sus padres en su casa, con el pasar de los minutos ella me dijo que estaba ovulando y que estaba chorreando mucho fluido vaginal.
(lo voy a describir, aunque me imagino que ya saben cómo es eso, es de color blanco-amarillento muy espeso, El nombre correcto es "Moco vaginal" por su aspecto y consistencia)
En esos momentos no podíamos tener sexo, no solamente porque estaban sus padres si no por otros motivos más, asi que ese día me pidió que le pintara las uñas de los pies, debo confesar que tiene unos pies realmente bellos y que ha creado en mi una obsesión enfermiza por ellos. Ella sabe que me gustan mucho y por eso es que me pide ese tipo de favores: que le pinte las uñas. Yo lo hago encantado y me excita mucho ver como ella estira su pie y lo posa sobre mis piernas, y a veces me soba mi palo sobre el pantalón, siempre con una sonrisa pícara.
Después de haber terminado con sus dos pies, estuvimos un rato charlando de cualquier tema para que se le secaran; pero ya en ese momento tenía un calentón bestial.
Pasado un rato de hablar cosas picantes, me dijo que se iría a cambiar y que antes se iba a lavar allá abajo por aquello que les comenté. Fue en ese momento cuando me atreví y le pedí que antes de que se fuera, llenara su mano de aquellos espesos fluidos vaginales. Mi asombro fue que no se hizo pedir dos veces, e inmediatamente se paró y metió su mano dentro de su pantaleta.
Yo la veía sentado desde el sofá y ella parada hurgando en su interior, con la vista perdida como explorando sin ver hacia abajo. Sacó su mano a ver cuánto había pescado y me mostró una pequeña cantidad de aquel líquido pegajoso entre sus dedos. A ella le dio vergüenza, pero a mi me excitó demasiado. Ella escondió su mano y yo le dije que no la escondiera, que me lo mostrara. Insistía en que le daba vergüenza y yo por mi parte en que me gustaría mucho, y le mencioné que me gustaría olerlo. Ella, un poco insegura de mi propuesta, volvió a meter su mano dentro de su pantaleta y tardó un poco más en sacar mayor cantidad de líquido; me dijo que había mucho y que quería acumular una buena cantidad en su mano. Su cara era fenomenal: verle tocarse su cuca en busca de algo... era demasiado excitante. Finalmente sacó su mano y prefirió verlo ella primero... Su cara fue de asombro ante la cantidad que había acumulado en su palma de la mano. Yo no lo podía ver porque ella no me lo enseñaba, y hasta me dijo que mejor se iba, ya que le daba vergüenza y asco aquello, yo la detuve en seco para que no se fuera y que me dejara olerlo,
Ella insistió en que si estaba seguro de querer olerlo, que si no me daba asco, obviamente le dije que no, que era algo que quería hacer y que me excitaba mucho. Tenia mi palo tan duro como una piedra debido a aquella situación altamente morbosa. Fue entonces cuando me dijo: "bueno, cierra los ojos"; así lo hice y sentí como se acercó hacia mí y me dijo: "huele". Aquello olía a gloria... era el genuino olor a cuca, pero concentrado al 100%. Era ese olor que a cualquier macho altera y desespera, pero era todo un placer poder disfrutar de aquel aroma. Ella batía su mano lentamente cerca de mi nariz, y le pregunté si podía abrir los ojos... Su vergüenza ya estaba desapareciendo, tal vez porque notó que realmente disfrutaba de su aroma de hembra y también se habría excitado. Abrí los ojos y pude ver una masa blanco-amarillenta sobre tu palma de la mano y un poco más líquido entre sus dedos; toda su mano le brillaba como aquella sustancia. En realidad nunca pensé que esa fuera la contextura; creí que debía ser más resbaladiza, pero no, se mantenía adherido a su palma de la mano; parecía un pudín.
Con aquel penetrante aroma se me hizo fácil volver a cerrar los ojos y seguir disfrutando de ese olor primitivo de hembra. Ella a veces me pegaba la sustancia en la punta de la nariz, y no tardó en hacerlo sin descaro, pero suavemente, por mis mejillas, mi barbilla y mis labios. Yo abrí mis ojos y la veía a ella directamente a sus ojos. Su cara mostraba una evidente excitación y morbo. Me empezó a embadurnar la cara con aquella sustancia... y yo me dejaba y giraba mi cabeza para que ella lo deslizara por todas mis mejillas, mi nariz, mi cuello. Ella lo volvía a recoger con su mano y con la otra mano me apretó los cachetes para forzarme a abrir mi boca; me sentía dominado y eso me gustaba. Con la boca abierta por el efecto de sus dedos sobre mis mejillas, llevó todos los espesos jugos que había recogido con su otra mano y los metió en mi boca y los frotaba contra mi lengua y paladar; yo le chupaba los dedos y su palma de la mano. En un tono bastante seco me dijo: "traga".
Yo cerré mis labios y acomodé aquella sustancia dentro de mi boca y la tragué completamente. "Quieres más?", me preguntó. Yo le respondí afirmativamente. Ella vio hacia los lados y sin ningún temor mayor se bajó los pantalones y sus pantaletas, e hizo que me sentara rápidamente en el suelo para que ella se montara sobre mi cara, apartara sus pelos, abriera su cuca con sus manos, y me ofreciera aquel nuevo y abundante manjar al cual se habían unidos los líquidos provocados por su excitación. lo mejor fue que en ningún momento sentí asco o repulsión, sino que por el contrario siempre lo vi como un alimento sexual insuperable. Ella restregaba su gran cuca peluda sobre mi cara de una manera desesperada, muestra de que estaba a punto de tener un orgasmo, fue un largo orgasmo, un orgasmo que me transmitió a mi y sin ni siquiera haberme tocado la vrga.
Yo derramé mi esperma dentro de mis pantalones y ella quedó exhausta sobre mi cara; pero se levantó rápido para evitar que alguien nos pillara, y se acomodó para irse, no sin antes meter su mano dentro de mi interior y llevar hasta su boca una buena cantidad de semen derramado sobre mi propio sexo.
Una experiencia que no lo cambiaria por nada en el mundo, Gracias por leer y comenten si tienen ustedes un fetiche que salga de lo comúnLes comparto otra foto de mi novia en modo putita
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