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Gloryhole

Gloryhole
Desde hace mucho tiempo Betty mi compañera, me lo dejó claro.

– Con vos lo que sea, pero no deseo un tercero,” aunque le fascinaba la idea” (decía siempre que yo sacaba el tema del trio)

Pero la cuestión era quea mi me encanta que la idea.
Me excitaba la idea de observar su comportamiento con otro hombre.
Imaginar a mi compañera de aventuras en posición sumisa o gritando de placer a cuatro patas mientras otro macho se la cojia era algo que muchas veces me venía a la mente y me calentaba muchísimo y me ponía con la verga dura.
Ella es una hermosa!, súper amorosa
súper correcta, comprometida con el todo
Pero esas eran mis fantasías.
Y pienso que el motivo no es que no sintiese amor por ella, sino que todo lo contrario es el elixir de la confianza en lo que fantaseo y empáticamente expandir sus deseos, sentirse plena y con total libertad de crear una sexualidad llena de placer

Pienso que nada tiene que ver el sexo con el amor.
Yo amo a betty y aunque algunos puedan decir:
¿como puede decir que la ama, si desea compartirla?
Por eso, porque la amo, porque deseo compartir con ella los momentos más intensos de nuestras vidas.
Que cuando seamos muy mayores tengamos la sensación de haber tenido una vida sexual totalmente plena.

Yo jamás sería infiel a mi pareja.
Estas fantasías solo son con betty
Y creo que ella debería sentirse orgullosa de ser la mujer con la que su compañero tiene sus más obscuros deseos.
Todos sabemos de alguna que otra pareja que se ha roto por no contemplar las perversiones de uno de los dos. Entonces como no ser pleno en eso, debería estar escrito como placer, saber cómo en mi caso, escrito o hablado el deseo de tu compañera incluso que te haga saber que se llevaría a su cuerpo, a su boca.
No necesariamente se debe claudicar con todo, pero se pueden acercar posturas y llegar a acuerdos que, de alguna manera, satisfagan los deseos de los dos y eso es lo que nosotros habíamos pactado.
Por eso desde hace tiempo jugamos con vibradores realistas, dildos y demás juguetes que sugieren un tercero.
Muchas son las veces que mientras cojimos le he pedido que imagine a un tercero y aunque no le cueste entrar en el papel hace lo posible mamando un pene de impresionante realismo que compré para la ocasión.
betty es una mujer de 31 años muy bella.
Cuando la conoces por primera vez te enamoras de ella, de sus ojazos y de su cuerpo.
Sus pechos son hermosamente grandes perfectos conjuntamente con la simetría de sus caderas y cola un porque son muy apetecibles ante la mirada de muchos hombres.
A diario suele vestir de manera bastante convencional y cómoda y relajada con calzas que marcan su cuerpo en esplendor también, cuando sus labios muestran el color natural de su pasion, sus ojos embellecen aún más.
El sábado pasado fuimos a un templo
Betty estaba muy guapa.
sus calzas color negras que había escogido para ese dia ensalzaba sus caderas y
El top acababa justo sobre sus tetas dejando a la vista un poco de piel y por sobre eso una camisa roja a cuadras que le quedaba brillante ante su pelo largo negro.
– Estas preciosa (le dije mientras la besaba)
Ella, sonrió.

Fuimos a ver un musical que llevaba semanas insistiendo 
Allí nos bebimos una copa de cacao y durante la función nuestras manos se entrelazaban acariciándose.
Sobre las 22h fuimos a cenar por allí cerca.
La cena estuvo muy bien.
Charlamos distendidamente entre risas
Poco después le propuse ir a tomar algo a un local cerca de allí.
El local está es uno de esos sitios donde puedes hablar tranquilamente mientras te tomas algo 
Así estuvimos un buen rato, riéndonos juntos, intercambiando miradas y besándonos de vez en cuando.
Betty estaba distendida, fumamos uno, sin estar loca, si se le notaba algo más deshinibida.

– Mónica, deseas que vayamos a otro lado? (le pregunté)
– ¿A dónde? (dijo desconfiada y sonriendo)
– Tranquila…estaremos solos.
Me miró como la que no acaba de fiarse pero 
– ¡Vamos! (y estiró su mano hacia mi)
Pagamos, y nos fuimos

Fuimos paseando hasta un local

Es un local que tiene cabinas para parejas solas entre otros servicios.

Ella de mi mano miró la entrada del local y me dijo:
– ¿queres entrar aquí?

Una vez dentro la luz era bastante tenue.
Sonaba música chill-out de fondo y el aroma era de una especie de canela o incienso.
Dentro pasamos por delante de unas cuantas cabinas algunas de ellas cerradas con un led rojo sobre la puerta que supongo significaría ocupada.
Nos dirigimos al mostrador del fondo donde había sentado frente a un ordenador un hombre que al vernos se sorprendió gratamente.
Nos sonrió, no sin antes obsequiar betty con un discreto repaso visual desde su posición que ella no pareció notar lo más mínimo.
– ¿Nos gustaría usar una cabina…cual podemos usar? (le pregunté)
– Depende lo que quieras hacer pareja… de la 1 y la 4 normales de la 4 a la 8 son glory hole
– Hombres solos 15 y las parejas son gratis (contestó con un sonrisa picara)
Betty que no pareció haber escuchado las indicaciones me seguía a la cabina que escogí.
Dentro de la cabina el espacio era bastante reducido, prácticamente rectangular y con un sillón de madera y cuerina marrón 
En un lateral de la tele había un pequeño habitáculo con toallitas húmedas 
La pared interior de la cabina, la que estaba frente a la puerta de entrada a la misma tenía dos orificios redondos pequeños separados.
En ese momento pensé que quizás deberíamos cambiar de cabina pero no
Me fijé en betty, y al darme cuenta de que ella no había reparado en ese detalle decidí quitarme la camisa y dejarla intentando taparlos lo máximo posible.
Ella, ajena a eso, se quitó también su camisa y lo dejó a un lado junto a la mía.
Y entre las dos apenas tapamos uno de los agujeros.
Después, curiosa por no haber estado nunca en un lugar así se sentó en aquella butaca y recostando su espalda me dijo:
– Es comoda (mientras acariciaba los reposabrazos )
Abrió relajadamente sus piernas y sabiendas que no podía ser observada y me miró.

Yo sin más preámbulos me agaché sobre ella y la besé en los labios.

Al incorporarme de nuevo me di cuenta que su cabeza estaba a la altura de la botonera de mi pantalón, algo que también ella apreció
betty, mirándome comenzó a desabrochar lentamente los botones de mi pantalón.
Acariciaba mientras mis huevos y mi verga que ante esa situación estaba a punto de reventar.
Ya solo que mi novia estuviese decidida a iniciar una relación en un lugar como aquel superaba mis expectativas.
Cuando me desabrochó el ultimo botón de mi pantalón me lo bajó hasta las rodillas, bajó después y cogiendo suavemente mi pija empezó a pajearme.
Durante un minuto betty me estaba masturbando en esa cabina sin pensar en nada.
Yo que deseaba tocarla le pedí que me deje sentar a mí. se levantó y aprovechó para sacarse los borceguos y de paso las medias colocándolas sobre las camisas.
Me senté en aquel sillón y Betty se puso a cuatro patas frente a mi polla.
Yo me quité los pantalones y entre excitado y nervioso miré la puerta de la cabina comprobando que habíamos echado llave y no tendríamos visitas inesperadas.
Eso hizo que me relajase del todo.
Betty a cuatro patas frente a mi comenzó a chuparme la pija lentamente.
jugaba con su lengua en la cabeza de mi pija
De vez en cuando repasaba el tronco con su lengua para volver a introducir aquel trozo de carne dentro.
Yo como podía acariciaba sus pechos.
Pero me resultaba difícil así que ella decidió levantar su top y se sentó sobre mí comenzando a besarme.
Yo, agarraba su culo con las dos manos, acariciándolo y apretándolo con fuerza.
Sabia que eso la ponía caliente
Aunque aún no la había penetrado ella estaba muy excitada y había empezado a gemir puesto que movía su cadera sobre la mía y eso le estaba provocando un placer increíble.
Metía mis manos en sus pechos para masajearlos, acariciarlos y besarlos.
Ella excitada.
gemia.
– Aaauuugh….
uuuugs.
– Ooooogh….
ooOOOgh…siguuee.
(me decía)
Sus gemidos eran evidentes y apreciables desde fuera de la cabina.
Estoy seguro que el loco del mostrador los estaba escuchando.
Pude notar sorprendido que una de las dos camisas movió un poco como si alguien intentase apartarla.
Era sin duda uno de los dos agujeros de la pared 
Llevábamos unos 3 o 4 minutos y Betty seguía besándome mientras continuaba moviendo su cadera bastante excitada.
Sin más preámbulos decidí meterle mi pija caliente que en cuanto la notó dentro empezó a cabalgarme.
– oooOOOGh…OOOgh.
OOOOGH.
(gemía)
– OOOOOGH…oooOOOGH.
De repente me quede atónito.
A espalda de betty en el orificio que antes había notado movimiento asomó la pija de un desconocido.
No se veía mas que eso, una pija blanca y depilada que asomaba lo justo para que saliesen también a la vista sus huevos.
Aquel miembro se encontraba en un estado de erección y no me cabía la menor duda del motivo por el que estaba allí.
Así que me decidí.
Incorporándome de pie pero sin dejar, en la manera de lo posible, de acariciar a betty hice que se levantara.
Una vez estábamos los dos frente a frente de pie comencé a besar el cuello muy suavemente.
Ella inclinó el cuello facilitándome que la besara y cerró los ojos disfrutando de mis besos.
Yo continué haciendo, a medida que la besaba poco a poco acompañaba con mis manos la cintura obligándola sutilmente a que se diese la vuelta y dándose de espaldas a mí.
Se colocó en una posición inclinada para facilitarme que yo la cojiera, algo que yo hice prácticamente en el acto.
Ella se apoyó con sus brazos en la pared y comenzó de nuevo a gemir con cada una de mis embestidas.
En su posición aún no podía ver la pija que asomaba por el glory hole.

– Ooooohg¡¡……oooogh¡……OOOOOOOoGh¡¡
– UUuunfff….
OOOOoooogH…OOOOOOOoooooHG¡¡
Mis huevos golpeaban sin piedad clítoris cada vez y ella gemía mas y más fuerte.

– OOOOOOOOOHGGG……OOOOOOOOOOOOOOOGH¡¡¡…
– SIIIIIIIGHH………….
OOOOOOOOGH¡¡¡¡¡¡
Estaba seguro de que la estaban escuchando en todo el local.

Entonces me decidí.

Sutilmente y sin dejar de penetrarla acerqué mi mano sobre la suya.
Ella me la agarro y su mano derecha se alzó con la mía.
Juntos y sin que ella fuese consciente de ello buscamos un roce con aquella pija extraña.

betty al notar aquel cuerpo extraño apartó la mano rápidamente.
Pero yo que seguía bombeando su concha intensifiqué mis movimientos y esta vez sí.
Betty recibiendo mi pija y gimiendo más fuerte aún agarró la verga que aparecía por la pared.
En un principio , solo la agarraba y gemía.
Pero al instante empezó a masajearla.
Algo que se escucho mediante un gemido masculino en el otro lado de la pared.
Ese hombre al notar el tacto de mi compañera en su pija aún se acercó más puesto que aquel miembro sobresalió un poco mas aún de la pared.
Era una pija muy parecida a la mía quizás unos cm más larga, pero menos cabeza, pero sabía que le encantaba.
Yo estaba excitadísimo.
Cuantas y cuantas pajas me habría echo viendo escenas parecidas.
Esposas o mujeres que acaban en estos lugares y realizando este tipo de cosas.
Y allí estaba mi compañera…moviendo la cintura para que me la coja fuertemente mientras con la mano estaba realizándole una paja a un tipo al que solo le asomaba la pija
las tetas totalmente liberadas, colgando y moviéndose al ritmo de mis arremetidas.

Betty gemía.

– OOOOOOOOOOOGH¡¡¡….
OOOOOOOOOOOGH¡¡¡¡¡.

– OOOOOGH¡¡…….
OOOOOGH¡¡….

El tipo aquel estaba disfrutando porque se movía…y gemía.

– UuuuuuuuuuUUUUFF¡¡….
UUUUOOGHH¡¡
– SIIIIIGHH¡¡….
OOOOOOOOOOGH¡¡
Los dos gemían a la vez.

Me acerqué a mi Betty leyendo su energía y le dije:
– Chupasela¡¡
 E inmediatamente acercó su boca a la verga del desconocido.
Al mismo ritmo de mis embestidas le fué entrando y saliendo aquel miembro en su boca

Al ritmo de mis embestidas ella se la chupaba ya sin ningún tipo de pudor.
Acariciaba sus huevos, masturbaba y le hacía una mamada mientras inclinada recibía mi pija. Por momentos dejaba de chupar para jadear y en momentos sutil vuelve a comérsela pero previo a metérsela en la boca la escupe y saliva mirando fijo como la verga de ese desconocido brilla con la saliva a la escasa luz que había.

De repente se escuchó.

– Que se gire, quiero cojerla tambien¡¡ (ella me miró y negó con la cabeza)
– OOOOOGH…voy a acabar¡¡ Grita el flaco
Así que decidimos que el desconocido acabara así.

Mientras seguía cojiendola, betty se inclinó todavía mas haciendo que sus pechos quedasen justo debajo de aquella pija
Continuaba masturbándola. pero ya no se la chupaba.
imagino que sintió la dureza de la pija a punto de eyacular.
Creo que quería que se acabará pronto.
El flaco cada vez gemía mas fuerte y entonces pasó.
Yo, aminoré la penetración a mi compañera para disfrutar de aquella escena. Ella también había ralentizado su masturbación y con los ojos cerrados, estaba permitiendo que un extraño acabara en sus tetas.

El soltó muchísima leche sobre betty
Tanta que ella tuvo que incorporarse un poco para no mancharse

Con esa visión acabe yo, lo disfrutó contorneando su cadera en mi pija, aún en su interior y disfrutando del calor de mi leche.
Después aquel tipo retiró la pija del orificio y Betty rápidamente hizo uso de las toallitas húmedas.
Estuvimos unos minutos más aún ahí y después nos marchamos.

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