Esto pasó hace 40 y pico de años, con todos los tabúes que había en esa época, por lo que lo que puede resultarles una obviedad, en los 80 no lo era.
Mis padres se separaron cuando yo era chico, 7/8 años habré tenido. Mí papá se juntó con una mujer que tenía una hija - Claudia - un par de años más chica que yo.
Yo vivía con mi vieja, bastante lejos de lo de mi papá e iba a quedarme con él algunos fines de semana.
Siempre pegamos buena onda y con los años nos fuimos haciendo amigos casi hermanos.
Claudia era muy linda, pocas tetas pero muy caderona y piernuda y con una cola importante, bien carnosa...su parte menos agraciada era que era algo rellenita, ojo, no gorda, si no rellena.
Yo estaba terminando la secundaria y ella estaba en tercer año, llegado el fin de curso ella andaba mal en francés y yo cursaba particular en la Alianza Francesa, por lo que mí padre me pidió que la ayudase a estudiar.
El calor ya se hacía sentir y ese fin de semana me fui a quedar en lo de mí viejo y así poder ayudar a Claudia.
Era la hora de la siesta, papá y su mujer se fueron a descansar y Claudia y yo nos quedamos en el comedor a estudiar.
No sé si ella lo planeó pero algo se traía en mente. Tenía puesta una remera corta por arriba del ombligo, que le marcaba las tetas, y un pantalón de jean cortado a mitad del culo...la visión era hermosa.
Empezamos a estudiar y para marcarle algunas frases me puse detrás de ella. Podía ver sus pechitos y mientras le leía y marcaba en el cuaderno aprovechaba y le apoyaba la pija en el hombro.
Ella lo movía haciendo que el roce fuese evidente, pero no se corría ni decía nada.
Cuando yo la corregía ella se levantaba y me pegaba, el contacto era muy marcado.
En un momento ella me dice que tenía mucho calor, que fuésemos a su pieza y prendiésemos el ventilador, cosa que hicimos.
Cerró la puerta, prendió el ventilador y se tiró en la cama boca abajo... El culo sobresalía de una manera fabulosa. Me acosté a su lado boca arriba.
Claudia comenzó a preguntar sobre algunas chicas del colegio, si yo tenía novia o había salido con alguna y entre pregunta y pregunta acerqué mí boca y nos besamos.
Ella se acomodó encima mío y empezamos a "coger" con ropa, es decir hacíamos todos los movimientos pero sin desvestirnos ... Mis manos apretaban los cachetes de su culo sin parar de besarnos hasta que mí hermanastra subió su remera y aparecieron dos pechitos hermosos, con los pezones inflados.
Llevé mí boca hacia ahí y ella se retorció y comenzó a gemir ...
Agarró una de mis manos y la llevó hacia su concha. Desprendió el botón del pantalón y pude tocar sus labios totalmente mojados, con pocos vellos.
Mis dedos jugaban entrando y saliendo, hasta que apretó fuerte cerrando las piernas...estaba acabando.
Mí pija no tardó mucho en largar leche y Claudia se bajó y salió hacia el baño.
Yo quedé todo pegoteado esperando que ella volviera.
Vino, me besó y me alcanzó papel higiénico para que me limpie.
Mientras nos besábamos me dijo que quería dormir conmigo esa noche, que había conseguido de la mesita de luz de su madre un preservativo, por lo que podía quedarme tranquilo...
Nuestras piezas se comunicaban por una puerta interna, así que cenamos y cada uno se fue a su habitación.
A la madrugada Claudia entró y se metió en la cama conmigo, desnuda ...empezamos con besos y caricias y bajé a lamer su conchita. Creo que a la segunda o tercer lamida acabó, retorciéndose y apretando mi cabeza con sus piernas.
Me puse el forro y subí encima suyo a chuparle las tetas, fue ahí dónde me dijo que era virgen.
En realidad no lo esperaba, pero mi calentura no me llevó a pensarlo mucho.
Mientras la besaba acomode mi pija en su entrada...su concha era un río, por lo que ni bien apoyé la cabeza se fue deslizando de a poco, solo me detenía cuando ella me apoyaba su mano en el pecho.
En un momento sentí cómo dejaba de resistirse y calzó por completo, hasta los huevos.
Me acomodé un poco más encima y empecé a moverme más rápido.
Llevaba mi boca de sus tetas a la suya, Claudia me acariciaba el cabello.
Me dijo que iba a acabar de nuevo y me moví más rápido ...mi hermanastra cruzó sus piernas por detrás de mi espalda y acabamos juntos.
Nos quedamos abrazados unos minutos y cuando la saqué, había un hilo de sangre en el forro.
Lo envolví en una hoja de cuaderno y dentro de una bolsa que había en la mesa de luz para tirarlo al otro día.
Claudia me besaba por todos lados, tenía sensibles los pezones y le dolía cuando los besaba.
Mi pija estaba dura de nuevo y así como estábamos, volví a metérsela.
Ella se montó encima mío y se movía enterrandose la pija por completo, pero la cama hacia mucho ruido, así que tiramos el colchón al suelo y ahí la puse en 4 patas y la cogí bien fuerte.
Cuando estaba por acabar la saqué y le tiré la leche en la espalda.
Nos acostamos abrazados, totalmente transpirados y antes de que viniera el cansancio y el sueño volvimos a poner el colchón en la cama y Claudia se fue a su pieza.
Desde ese día cogimos todas las veces que pudimos, sobre todo el verano siguiente en que me fuí con ellos (mi padre, su madre y ella) de vacaciones a Piriápolis.
Allí le hice el culo por primera vez, pero eso lo dejo para el próximo relato.
Mis padres se separaron cuando yo era chico, 7/8 años habré tenido. Mí papá se juntó con una mujer que tenía una hija - Claudia - un par de años más chica que yo.
Yo vivía con mi vieja, bastante lejos de lo de mi papá e iba a quedarme con él algunos fines de semana.
Siempre pegamos buena onda y con los años nos fuimos haciendo amigos casi hermanos.
Claudia era muy linda, pocas tetas pero muy caderona y piernuda y con una cola importante, bien carnosa...su parte menos agraciada era que era algo rellenita, ojo, no gorda, si no rellena.
Yo estaba terminando la secundaria y ella estaba en tercer año, llegado el fin de curso ella andaba mal en francés y yo cursaba particular en la Alianza Francesa, por lo que mí padre me pidió que la ayudase a estudiar.
El calor ya se hacía sentir y ese fin de semana me fui a quedar en lo de mí viejo y así poder ayudar a Claudia.
Era la hora de la siesta, papá y su mujer se fueron a descansar y Claudia y yo nos quedamos en el comedor a estudiar.
No sé si ella lo planeó pero algo se traía en mente. Tenía puesta una remera corta por arriba del ombligo, que le marcaba las tetas, y un pantalón de jean cortado a mitad del culo...la visión era hermosa.
Empezamos a estudiar y para marcarle algunas frases me puse detrás de ella. Podía ver sus pechitos y mientras le leía y marcaba en el cuaderno aprovechaba y le apoyaba la pija en el hombro.
Ella lo movía haciendo que el roce fuese evidente, pero no se corría ni decía nada.
Cuando yo la corregía ella se levantaba y me pegaba, el contacto era muy marcado.
En un momento ella me dice que tenía mucho calor, que fuésemos a su pieza y prendiésemos el ventilador, cosa que hicimos.
Cerró la puerta, prendió el ventilador y se tiró en la cama boca abajo... El culo sobresalía de una manera fabulosa. Me acosté a su lado boca arriba.
Claudia comenzó a preguntar sobre algunas chicas del colegio, si yo tenía novia o había salido con alguna y entre pregunta y pregunta acerqué mí boca y nos besamos.
Ella se acomodó encima mío y empezamos a "coger" con ropa, es decir hacíamos todos los movimientos pero sin desvestirnos ... Mis manos apretaban los cachetes de su culo sin parar de besarnos hasta que mí hermanastra subió su remera y aparecieron dos pechitos hermosos, con los pezones inflados.
Llevé mí boca hacia ahí y ella se retorció y comenzó a gemir ...
Agarró una de mis manos y la llevó hacia su concha. Desprendió el botón del pantalón y pude tocar sus labios totalmente mojados, con pocos vellos.
Mis dedos jugaban entrando y saliendo, hasta que apretó fuerte cerrando las piernas...estaba acabando.
Mí pija no tardó mucho en largar leche y Claudia se bajó y salió hacia el baño.
Yo quedé todo pegoteado esperando que ella volviera.
Vino, me besó y me alcanzó papel higiénico para que me limpie.
Mientras nos besábamos me dijo que quería dormir conmigo esa noche, que había conseguido de la mesita de luz de su madre un preservativo, por lo que podía quedarme tranquilo...
Nuestras piezas se comunicaban por una puerta interna, así que cenamos y cada uno se fue a su habitación.
A la madrugada Claudia entró y se metió en la cama conmigo, desnuda ...empezamos con besos y caricias y bajé a lamer su conchita. Creo que a la segunda o tercer lamida acabó, retorciéndose y apretando mi cabeza con sus piernas.
Me puse el forro y subí encima suyo a chuparle las tetas, fue ahí dónde me dijo que era virgen.
En realidad no lo esperaba, pero mi calentura no me llevó a pensarlo mucho.
Mientras la besaba acomode mi pija en su entrada...su concha era un río, por lo que ni bien apoyé la cabeza se fue deslizando de a poco, solo me detenía cuando ella me apoyaba su mano en el pecho.
En un momento sentí cómo dejaba de resistirse y calzó por completo, hasta los huevos.
Me acomodé un poco más encima y empecé a moverme más rápido.
Llevaba mi boca de sus tetas a la suya, Claudia me acariciaba el cabello.
Me dijo que iba a acabar de nuevo y me moví más rápido ...mi hermanastra cruzó sus piernas por detrás de mi espalda y acabamos juntos.
Nos quedamos abrazados unos minutos y cuando la saqué, había un hilo de sangre en el forro.
Lo envolví en una hoja de cuaderno y dentro de una bolsa que había en la mesa de luz para tirarlo al otro día.
Claudia me besaba por todos lados, tenía sensibles los pezones y le dolía cuando los besaba.
Mi pija estaba dura de nuevo y así como estábamos, volví a metérsela.
Ella se montó encima mío y se movía enterrandose la pija por completo, pero la cama hacia mucho ruido, así que tiramos el colchón al suelo y ahí la puse en 4 patas y la cogí bien fuerte.
Cuando estaba por acabar la saqué y le tiré la leche en la espalda.
Nos acostamos abrazados, totalmente transpirados y antes de que viniera el cansancio y el sueño volvimos a poner el colchón en la cama y Claudia se fue a su pieza.
Desde ese día cogimos todas las veces que pudimos, sobre todo el verano siguiente en que me fuí con ellos (mi padre, su madre y ella) de vacaciones a Piriápolis.
Allí le hice el culo por primera vez, pero eso lo dejo para el próximo relato.
0 comentarios - Desvirgué a mí hermanastra