Siempre le tuve ganas a mi vecina, no sé por qué. Será unpoco el morbo de saber que es la vecina, que vive justo enfrente. Ella, unapendeja, tendrá unos 22, 23 años. Sé que tiene un crío. Ni idea dónde estará elpadre, ni me interesa tampoco, ¿no? Yo tengo 33 años, yo 1,83 metros, porto unapelada divina. Un cuerpo bastante trabajado en el gimnasio pero con la buenapancita de quien sabe llevar su vida; o mejor dicho, quien quiere trabajar sucuerpo para estar sano. Ella una chica muy linda con algunos detalles de chapay pintura. Tetas chiquitas y medio caídas de amamantar. Un par de teclastorcidas, una tecla negra… Pero…
Esa burra
Esa burra
Esa burra que tiene… Rica se notaba, bien paradita… burra de chica de barrio.No puede fallar. Y bueno, 22,23,24 años… la energía de esa edad siempre puedesumar un punto.
Nunca tuvimos mucha comunicación, nunca fue más que un hola veci,chau veci, no más que eso. Ella me veía entrar con parejas, amigos, yo la veíaentrar y salir con muchas personas de su casa. No sabemos mucho de nuestrasvidas, solo sabemos lo que ve un vecino, ¿no? Pero siempre le tuve ganas ysabía que en algún momento las oportunidades aparecen.
Resulta que un día salgo a la calle y veo que estaba tratando de abrir lapuerta y no podía y una vecina de arriba le gritaba
- No, pero va así, probá asa...
- Uy, veci, se te trabó la llave. Pará, pará que te ayudo.
Cruce, rápido.
- A ver, déjame que pruebe un poquito.
Vi que ella había querido patear la puerta un poquito, mucho.
-No, veci, no hagas eso que te vas a romper!
- Es que no sé que más hacer!
Justo en la vereda del frente, veo que estaban trabajando con una amoladora. Ledigo
- Mirá, eso necesitamos, la amoladora. Pero no para la puerta. Cortamos lallave a la mitad, y con eso destrabamos la cerradura.
Desde arriba había dos vecinas más, la verdad que ni las había visto, mechupaban los huevos. Una de ellas decía, uh dale joya si lo arreglan, entoncesvamos a preparar los tererés.
-Uh, que lindo está el día para tomar unos teres.
Dije bajito, para que escuche solo mi veci.
- Si, por eso quiero entrar.
- Bueno, si querés, yo tengo para hacertere en casa.
Levantó la cabeza. La miré rápido y le guiñé un ojo. Lo entendió todo.
- Bueno, y si, cuando quieras invitarme.
- ¿sabes que no tengo tu número?
-Ah, bueno, pará que te lo paso.
Saqué mi teléfono y lo anoté.
Quedé como un héroe entre las tres chicas y dije
- Bueno chicas, chau chau hasta luego.
Al rato llego a casa y dije, le escribo.
- Que bueno veci si que pudiste entrar.
- Uh si re gracias, pero sabes que nos quedamos sin agua acá.
Mas bien no se me podía dar.
- Bueno a vení veci, cruzate y tomamos acá
Y se vino nomás. Traía una calza cortita bien en al cuerpoque se marcaba ese ojete hermoso, una remera viejita medio gastada, sin corpiño,se le notaban chiquitas las tetas como, lo había predicho. Quizá caídas pero sostenidaspor la remera.
-Gracias veci, que copado que sos
- La verdad es que las vi ahí que estaban afuera y dije las tengo que ayudar
- No, que ocupado, la verdad que no podíamos hacer nada, estabamos mediodesesperadas. ---- Bueno, vení vamos a tomar unos mates.
Y ella, muy rápido, me dice
- Quiero probar la bombilla.
Así, de una. En ese momento me cayó la ficha. La pendeja notenía mucho tiempo, estaba para un rapidito. Perfecto por mí.
- Bueno, vení, probala entonces.
Derecho vino. Empezamos a besarnos fuerte. Solita, me puso una mano en elpantalón y empezó a tocar, se encontró con la chota. Ya estaba así comomedio... Medio embobada, pero todavía no estaba de todo dura.
- Ah veci, que bien.
- No, no, no, no, jugá un poquito que todavía no terminó de crecer eso.
Así sin decirme nada más, sonrió y se arrodilló. Me bajó unpoquito el pantalón sacó la chota afuera y empezó a chuparla.
Que rico que la chupaba la vecina! La llenó de saliva, se la metía entera en laboca, la agarraba con una mano y le daba besitos a la cabeza… La verdad que medejó re caliente. Estuvo así un buen rato hasta que le agarré los pelos y dije:
- No, para vecina, yo te quiero coger primero.
Sonrió.
Parece que le gustó un poquito.
- No tengo mucho tiempo.
- Vos relajá, veci.
En ese momento la levanté, la puse de espalda a mi y le pegué una primera nalgadafuerte como para explicarle que iba a ser así, tal vez un poquito violento.
Le bajé la calza, la tiré un poquitopara atrás, me escupí la mano y empecé a tocarla.
La estuve tocando un rato largo así, le metí mucha mano,estaba muy mojada, empezaba a retorcerse…
- No acabes veci, que esto recién empieza.
Y acto seguido le meto otra nalgada, esta vez con la mano derecha Bien que lemarque
- ¡Ay! No. Me dijo:
- Me duele!
- Sí, lo sé.
Le pegué una vez más y me arrodillé detrás de ella.
Ahí me encontré una conchita muy caliente. Qué lindo que estaba eso.
- Ah, veci. Tenías ganas vos también.
-Te venía mirándo mucho, vecino. Te quería coger un poquito.
- Mirá qué lindo todo eso, ¿eh? No lo sabía.
Mientras tanto estaba metiéndole un poquito de dedo. La tocaba, la manoseaba.Luego le abrí un poco las piernas, le escupí la entrepierna y metí la cabeza. Claro,la lengua fue derecho a la conchita pero la nariz quedó un poco complicada y… esearoma rancio a ojete transpirado…Que sucio que puede ser uno, no?
Empecé a chuparle la concha todo lo que pude. Ella estaba como loca. Mientrastanto, con la mano alrededor de su pierna le tocaba el clítoris, se loacariciaba, Ella gritaba, se retorcía.
- Sí, sí… sí… Ay, no…, ay, pará… Ay, pará….
Sabía lo que se venía. Me puse a chupar así cada vez más intenso. No aumentandola fuerza Pero más intenso.
En un momento se retorció totalmente. Me sacó la mano. Ay, qué lindo cómo semojó, sentí todo su juguito pasar por mi lengua, por mi boca.
- ¡Ah! Me dejaste la barba empapadísima.
- ¡Ay, perdón vecino! ¡Qué rico todo eso!
- Mira que esto no terminó…
Yo estaba con la chota durísima. La seguí tocando un poco, para que selubrique, me puso un forno y así como estaba de espalda a mí, le apoye lachota, la hice pasar como pincelada un poco y sin mediar palabra, se la metí hastael fondo.
No tengo una chota muy grande, es tamaño estándar, como le digo yo, pero yocreo que en ese momento ella la sintió tanto, tan adentro que se volvió loca.
- Ay veci, si!!
Yo empecé con un juego, una embestida,una nalgada, una embestida, una nalgada
- Ay, vecino, sí, ay, sí
Ya se empezaba a retorcer toda. La agarré del pelo y tiré para atrás, asísacaba mas cola. Con la otra mano le seguía pegando. Que lindo como sonaba eseculo duro de negrita.
La estaba cogiendo muy dur, ella estaba retorciéndose.
- ¡Ay sí, si no! ¡Ay sí, ay sí! ¡Me gusta, me encanta!
Cada vez se retorcía más. Me empezó a apretar la chota muy duro.
- ¡Ay sí, sí, dale veci, largalo todo! Le decía yo.
- Ay, si, ay sii ay siiiii ayyy siii.
Acabó gimiendo, muy rico... Claro, después de acabar quedó recontra seca. Se sacóla chota de adentro.
-Mira que esto no termina, veci.
- Pará vecino! Dejame respirar un poco hijo de puta!
Me dijo, como me calentó eso.
Se acomodó el pelo un poquito, se arrodilló me sacó el forro y me dijo
- Si vecino dámela toda en la boquita.
Empezó un poquito a chuparla y un poquito a pajearme. Yo estaba re contra duropero quería seguir disfrutando.
- Ay si vecina, me gusta…sii….dale, Dale dale dale… Ay s vecina ay si meencanta Ay si vecina…
Ella me miraba, me clavaba los ojos, me estaba volviendo loco.
- Ay, sí, vecina. Ay, vecina. A ver, a ver cómo me recibis, ahhh
Me sonrió nada más. Me miró. Yo le acabé todo. La cara se la dejé blanca. Laboca llena, un poco en la frente, los ojos… Ella me sonrió y se chupó losdedos.
- Ay hijo de puta, estabas cargado.
- Para que te muestro el baño.
Ella entró, se lavó y salió ya arreglada.
- Bueno veci, me voy que tengo que seguir trabajando
Me dijo… Así que no saludamos. Un besito corto pero caliente. La acompañé hastala puerta, salió y cruzó caminando sin darse vuelta. Yo me quedé mirando eseprecioso ojete… la próxima vez se lo cojo todo…
Esa burra
Esa burra
Esa burra que tiene… Rica se notaba, bien paradita… burra de chica de barrio.No puede fallar. Y bueno, 22,23,24 años… la energía de esa edad siempre puedesumar un punto.
Nunca tuvimos mucha comunicación, nunca fue más que un hola veci,chau veci, no más que eso. Ella me veía entrar con parejas, amigos, yo la veíaentrar y salir con muchas personas de su casa. No sabemos mucho de nuestrasvidas, solo sabemos lo que ve un vecino, ¿no? Pero siempre le tuve ganas ysabía que en algún momento las oportunidades aparecen.
Resulta que un día salgo a la calle y veo que estaba tratando de abrir lapuerta y no podía y una vecina de arriba le gritaba
- No, pero va así, probá asa...
- Uy, veci, se te trabó la llave. Pará, pará que te ayudo.
Cruce, rápido.
- A ver, déjame que pruebe un poquito.
Vi que ella había querido patear la puerta un poquito, mucho.
-No, veci, no hagas eso que te vas a romper!
- Es que no sé que más hacer!
Justo en la vereda del frente, veo que estaban trabajando con una amoladora. Ledigo
- Mirá, eso necesitamos, la amoladora. Pero no para la puerta. Cortamos lallave a la mitad, y con eso destrabamos la cerradura.
Desde arriba había dos vecinas más, la verdad que ni las había visto, mechupaban los huevos. Una de ellas decía, uh dale joya si lo arreglan, entoncesvamos a preparar los tererés.
-Uh, que lindo está el día para tomar unos teres.
Dije bajito, para que escuche solo mi veci.
- Si, por eso quiero entrar.
- Bueno, si querés, yo tengo para hacertere en casa.
Levantó la cabeza. La miré rápido y le guiñé un ojo. Lo entendió todo.
- Bueno, y si, cuando quieras invitarme.
- ¿sabes que no tengo tu número?
-Ah, bueno, pará que te lo paso.
Saqué mi teléfono y lo anoté.
Quedé como un héroe entre las tres chicas y dije
- Bueno chicas, chau chau hasta luego.
Al rato llego a casa y dije, le escribo.
- Que bueno veci si que pudiste entrar.
- Uh si re gracias, pero sabes que nos quedamos sin agua acá.
Mas bien no se me podía dar.
- Bueno a vení veci, cruzate y tomamos acá
Y se vino nomás. Traía una calza cortita bien en al cuerpoque se marcaba ese ojete hermoso, una remera viejita medio gastada, sin corpiño,se le notaban chiquitas las tetas como, lo había predicho. Quizá caídas pero sostenidaspor la remera.
-Gracias veci, que copado que sos
- La verdad es que las vi ahí que estaban afuera y dije las tengo que ayudar
- No, que ocupado, la verdad que no podíamos hacer nada, estabamos mediodesesperadas. ---- Bueno, vení vamos a tomar unos mates.
Y ella, muy rápido, me dice
- Quiero probar la bombilla.
Así, de una. En ese momento me cayó la ficha. La pendeja notenía mucho tiempo, estaba para un rapidito. Perfecto por mí.
- Bueno, vení, probala entonces.
Derecho vino. Empezamos a besarnos fuerte. Solita, me puso una mano en elpantalón y empezó a tocar, se encontró con la chota. Ya estaba así comomedio... Medio embobada, pero todavía no estaba de todo dura.
- Ah veci, que bien.
- No, no, no, no, jugá un poquito que todavía no terminó de crecer eso.
Así sin decirme nada más, sonrió y se arrodilló. Me bajó unpoquito el pantalón sacó la chota afuera y empezó a chuparla.
Que rico que la chupaba la vecina! La llenó de saliva, se la metía entera en laboca, la agarraba con una mano y le daba besitos a la cabeza… La verdad que medejó re caliente. Estuvo así un buen rato hasta que le agarré los pelos y dije:
- No, para vecina, yo te quiero coger primero.
Sonrió.
Parece que le gustó un poquito.
- No tengo mucho tiempo.
- Vos relajá, veci.
En ese momento la levanté, la puse de espalda a mi y le pegué una primera nalgadafuerte como para explicarle que iba a ser así, tal vez un poquito violento.
Le bajé la calza, la tiré un poquitopara atrás, me escupí la mano y empecé a tocarla.
La estuve tocando un rato largo así, le metí mucha mano,estaba muy mojada, empezaba a retorcerse…
- No acabes veci, que esto recién empieza.
Y acto seguido le meto otra nalgada, esta vez con la mano derecha Bien que lemarque
- ¡Ay! No. Me dijo:
- Me duele!
- Sí, lo sé.
Le pegué una vez más y me arrodillé detrás de ella.
Ahí me encontré una conchita muy caliente. Qué lindo que estaba eso.
- Ah, veci. Tenías ganas vos también.
-Te venía mirándo mucho, vecino. Te quería coger un poquito.
- Mirá qué lindo todo eso, ¿eh? No lo sabía.
Mientras tanto estaba metiéndole un poquito de dedo. La tocaba, la manoseaba.Luego le abrí un poco las piernas, le escupí la entrepierna y metí la cabeza. Claro,la lengua fue derecho a la conchita pero la nariz quedó un poco complicada y… esearoma rancio a ojete transpirado…Que sucio que puede ser uno, no?
Empecé a chuparle la concha todo lo que pude. Ella estaba como loca. Mientrastanto, con la mano alrededor de su pierna le tocaba el clítoris, se loacariciaba, Ella gritaba, se retorcía.
- Sí, sí… sí… Ay, no…, ay, pará… Ay, pará….
Sabía lo que se venía. Me puse a chupar así cada vez más intenso. No aumentandola fuerza Pero más intenso.
En un momento se retorció totalmente. Me sacó la mano. Ay, qué lindo cómo semojó, sentí todo su juguito pasar por mi lengua, por mi boca.
- ¡Ah! Me dejaste la barba empapadísima.
- ¡Ay, perdón vecino! ¡Qué rico todo eso!
- Mira que esto no terminó…
Yo estaba con la chota durísima. La seguí tocando un poco, para que selubrique, me puso un forno y así como estaba de espalda a mí, le apoye lachota, la hice pasar como pincelada un poco y sin mediar palabra, se la metí hastael fondo.
No tengo una chota muy grande, es tamaño estándar, como le digo yo, pero yocreo que en ese momento ella la sintió tanto, tan adentro que se volvió loca.
- Ay veci, si!!
Yo empecé con un juego, una embestida,una nalgada, una embestida, una nalgada
- Ay, vecino, sí, ay, sí
Ya se empezaba a retorcer toda. La agarré del pelo y tiré para atrás, asísacaba mas cola. Con la otra mano le seguía pegando. Que lindo como sonaba eseculo duro de negrita.
La estaba cogiendo muy dur, ella estaba retorciéndose.
- ¡Ay sí, si no! ¡Ay sí, ay sí! ¡Me gusta, me encanta!
Cada vez se retorcía más. Me empezó a apretar la chota muy duro.
- ¡Ay sí, sí, dale veci, largalo todo! Le decía yo.
- Ay, si, ay sii ay siiiii ayyy siii.
Acabó gimiendo, muy rico... Claro, después de acabar quedó recontra seca. Se sacóla chota de adentro.
-Mira que esto no termina, veci.
- Pará vecino! Dejame respirar un poco hijo de puta!
Me dijo, como me calentó eso.
Se acomodó el pelo un poquito, se arrodilló me sacó el forro y me dijo
- Si vecino dámela toda en la boquita.
Empezó un poquito a chuparla y un poquito a pajearme. Yo estaba re contra duropero quería seguir disfrutando.
- Ay si vecina, me gusta…sii….dale, Dale dale dale… Ay s vecina ay si meencanta Ay si vecina…
Ella me miraba, me clavaba los ojos, me estaba volviendo loco.
- Ay, sí, vecina. Ay, vecina. A ver, a ver cómo me recibis, ahhh
Me sonrió nada más. Me miró. Yo le acabé todo. La cara se la dejé blanca. Laboca llena, un poco en la frente, los ojos… Ella me sonrió y se chupó losdedos.
- Ay hijo de puta, estabas cargado.
- Para que te muestro el baño.
Ella entró, se lavó y salió ya arreglada.
- Bueno veci, me voy que tengo que seguir trabajando
Me dijo… Así que no saludamos. Un besito corto pero caliente. La acompañé hastala puerta, salió y cruzó caminando sin darse vuelta. Yo me quedé mirando eseprecioso ojete… la próxima vez se lo cojo todo…
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