You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Le llené la boquita de leche a mi noviecita teen

Cuando recién empecé a salir con mi novia ella estaba terminando la secundaria, y yo era un poco mayor que ella. Sus padres me aceptaron, y al poco tiempo me dejaron quedarme a dormir, pero con ciertas condiciones, como por ejemplo que teníamos que dormir en habitaciones separadas. Era entendible, ella era la nena de la casa, y que papá o mamá no intenta al menos conservar un poco la castidad de su hija. Entonces, delante de los padres nos comportabamos muy bien, no queríamos echar nada a perder. Pero ella tenía su propia habitación, y ahí adentro teníamos margen para tocarnos y besarnos, siempre con la ropa más o menos puesta y atentos a que no llegara nadie.
Por suerte era en una planta alta, y se alcanzaban a escuchar los pasos en la escalera si alguien subía. Esa noche estábamos en su habitación, que tenía tele, y yo estaba esperando una pelea de boxeo, que ya estaba por empezar. Ella fue a la planta baja no sé con que excusa, y cuando subió se acercó a mi. Yo estaba sentado en un sofá, medio despatarrado. Ella manoteó un almohadón y lo puso frente a mis pies. La miré sin entender por un segundo hasta que se arrodilló entre mis piernas, me desabrochó el botón del pantalón y mientras me bajaba el cierre me dijo “mis papás están mirando tele abajo, re en la suya”. Metió suavemente sus deditos en la cintura de mi boxer y con ojitos inocentes me dijo “¿Querés que te haga algo?”.
Obviamente le dije que sí. “Bueno” me dijo, “pero no me mires, vos mirá la pelea, yo no te quiero interrumpir”. Miré al frente y sentí como tiraba para abajo el boxer, agarraba delicadamente mi pija y se la metía en la boca. Sentí el calor y la suavidad de su lengua mojada, y escuché los ruiditos de como empezaba a chupar. La miré, quería ver como me la chupaba, me excitaba mucho ver a mi pibita con mi pija en su boca.Le acaricié el pelito y le dije “que lindo lo que me estás haciendo, bebé” pero ella se sacó mi pija babeada de la boca, me miró, se puso el dedo sobre los labios húmedos y me dijo “Shhh, vos mirá la pelea”. Se la volvió a meter y siguió chupando.
Yo le hice caso, porque aunque la pelea era lo que menos me interesaba en ese momento, entendí que era su morbo, jugar a la putita servicial y chupársela a su novio mientras miraba la pelea, sin esperar nada a cambio. Varias chicas me han dicho que a esa edad, cuando hacés tus primeras chupadas, te da mucho morbo sentirte putita, más si estás en la casa de tus papás, que te tratan como una princesita, y que encima están presentes en casa. Entonces me prendí a ese juego morboso, y me quedé con la vista fija en el tele, pero sin entender mucho de lo que estaba pasando en la pelea, porque me distraía sentir que esta nena morbosita estaba prendida a mi poronga como un ternerito, chupando con total devoción.
Cada tanto miraba a la puerta, y prestaba atención a los ruidos de pasos, para asegurarme que no nos encontraran así los papás. Iba a ser una catástrofe si la encontraban prendida así a mi pija, y encima yo en pose de patriarca mirando la pelea. Pero evidentemente ella los conocía, había pasado a verlos y sabía que a esa hora no iban a subir. Entre el morbo y el placer que me estaba dando su boquita, pasados unos minutos empecé a sentir que la eyaculación no estaba muy lejos. Ella me masajeaba las bolas mientras chupaba como una putita hermosa, y yo le acariciaba el pelo.
Pronto sentí que no iba a aguantar más, entonces le avisé. Eramos novios hacía poco, ella no tenía tanta experiencia con chicos, entonces cuando me la chupaba yo le avisaba que estaba por acabar, y ella me terminaba con una paja, a veces haciéndome acabar en un pañuelito de papel. Pero esta vez solamente me respondió “shhhh, relajate, no pienso ir abajo y pasar por al lado de mis papás con un papelito lleno de leche”. Yo siempre la traté con respeto y amor, pero esto era lo que ella quería, que me relaje, la deje hacer y le llene toda la boquita de leche.
Entonces me relajé, me tiré un poco más para atrás en el sillón, y para hacerle honor a mi nena putita hermosa, fijé mi mirada en la pelea, mientras sentía que mi pija empezaba a convulsionarse y largar chorros de leche adentro de su boquita. Parece que la excitó más sentir que le estaba eyaculando en la boca, porque empezó a chuparme y masturbarme con más fuerza. Hasta que paró. La miré. Se sacó delicadamente mi pija de la boca, me miró a los ojos y, con una sonrisa, tragó.
“Te dije que no me lo iba a llevar en un papelito” me dijo, e inmediatamente se la volvió a meter a la boca.Yo iba sintiendo que su saliva se mezclaba con los restos de semen que salían de mi pija, que me daba lenguetazos y me succionaba, hasta que no quedó nada. Recién cuando mi pija comenzó a relajarse se la sacó de nuevo de la boca, babeada, limpita y reluciente, me subió el boxer, me abrochó el pantalón. Se notaba en su cara la felicidad de una fantasía cumplida. Sin decir nada se acurrucó al lado mío en el sillón. Sentí el olor a uva de su pelo.La abracé y en silencio terminamos juntos de ver la pelea.

3 comentarios - Le llené la boquita de leche a mi noviecita teen

masitasexxx +1
Como son las minitas! aunque chica e inexperta, hizo lo que quizo y se tomó la leche! ja!