Hoy es miercoles, anoche después de cenar a mi amo le apetecía jugar conmigo, me levanto la cabeza, yo le baje la cremallera del vaquero, y libere su polla gorda, antes de meterla entera en mi boca, para recibir con orgullo el regalo de su elixir, la deguste, y me estremecí de placer.
Cuando sentí su calido liquido llenarme la boca, correr por mi garganta, no lo pudo soportar mas, y mientras tragaba, algunos hilillos blancos corrían por la comisura de mis labios hasta caer sobre mi pecho y mi polla, de esta en un descuido, me desconcentre ante tanto regalo generoso de mi amo y la leche salto de mi polla.
Era tarde, el solo hecho de haberme corrido, sin su permiso, es motivo de cruel castigo, termine atado a los pies de la cama, dos largas cadenas desde el cabecero, me tienes al borde, el culo ofrecido, como el me lo dejo, enrojecido por sus azotes, y mi único consuelo, es sentir el semen de mi señor resbalar desde el interior de mi ano, y correr por mis muslos siguiendo la ley de la gravedad.
El culo me escuece, se que me lo ha azotado con saña, pero al irse después de follarme salvajemente y correrse dentro de mi me dejo algo deseoso.
Oigo ruidos en el descansillo, el ascensor, pero viene gente, el reloj me dice que son las cinco menos cuarto, suena la cerradura de la casa, al cerrarse la puerta oigo pasos y varias voces, pero sobre todo le oigo a el, ya ha vuelto, por fin esta en casa.
Se acercan, se enciende la luz, al menos con mi amo vienen dos hombres más.
¿Qué les he dicho?, ¿esta bueno o no?
!Vaya mujercita!
Oigo que dice uno con voz madura, pero tosca.
El otro mientras me manosea el culo, y tantea el aguante de mis huevos tirando de ellos hacia abajo, comenta.
Además veo que lo tienes bien enseñado y tiene aguante.
Mi amo me levanta las nalgas y me vuelve a follar salvajemente, mira mis enrojecidas nalgas, y llamas a los otros, mirad, antes de salir lo he tenido que castigar, aquí están las marcas.
Los otros se acercan a mi lesionado trasero, mi amo gime, relincha y se vuelve a vaciar en mi.
Los otros al lado de mi amo, le acariciaban el cuerpo mientras me usaba, ahora, otro de los hombres ocupa su lugar, mi amo estaba enfadado conmigo, pero nunca me abandonaba, siempre cuidaba de mi, y antes de volver a sentir una nueva polla rompiéndome, oigo el rasgar del sobre, unos segundos y el tacto de algo suave que se hunde dentro de mi.
Mi amo se acerca a mi cabeza, me acaricia, me relaja.
Tranquilo, ya sabes que te cuido. Huelo su polla, su polla recién salida de mi culo, abro la boca, mi amo, me acaricia y me la deja lamer.
El otro hombre, se corre, el tercero se prepara y me folla también.
El tercero se corre, me ha cogido de las caderas, unas fuertes manos, toscas violentas y unas embestidas salvajes , después la calma, su cuerpo sobre el mío.
Mi amo recoge los condones, los anuda y me los restriega por la cara, por la nariz, mi culo, como siempre limpio preparado, pero huele a sucio, huele al semen de mi amo, y a mi lubricante natural mezclado con algún que otro escupitajo.
Mi amo sonríe, me suelta las cadenas del cabecero de la cama y me pone en pie.
Hoy dormirás en el baño, me dice entre risas, la cama la necesitamos nosotros.
Cuando sentí su calido liquido llenarme la boca, correr por mi garganta, no lo pudo soportar mas, y mientras tragaba, algunos hilillos blancos corrían por la comisura de mis labios hasta caer sobre mi pecho y mi polla, de esta en un descuido, me desconcentre ante tanto regalo generoso de mi amo y la leche salto de mi polla.
Era tarde, el solo hecho de haberme corrido, sin su permiso, es motivo de cruel castigo, termine atado a los pies de la cama, dos largas cadenas desde el cabecero, me tienes al borde, el culo ofrecido, como el me lo dejo, enrojecido por sus azotes, y mi único consuelo, es sentir el semen de mi señor resbalar desde el interior de mi ano, y correr por mis muslos siguiendo la ley de la gravedad.
El culo me escuece, se que me lo ha azotado con saña, pero al irse después de follarme salvajemente y correrse dentro de mi me dejo algo deseoso.
Oigo ruidos en el descansillo, el ascensor, pero viene gente, el reloj me dice que son las cinco menos cuarto, suena la cerradura de la casa, al cerrarse la puerta oigo pasos y varias voces, pero sobre todo le oigo a el, ya ha vuelto, por fin esta en casa.
Se acercan, se enciende la luz, al menos con mi amo vienen dos hombres más.
¿Qué les he dicho?, ¿esta bueno o no?
!Vaya mujercita!
Oigo que dice uno con voz madura, pero tosca.
El otro mientras me manosea el culo, y tantea el aguante de mis huevos tirando de ellos hacia abajo, comenta.
Además veo que lo tienes bien enseñado y tiene aguante.
Mi amo me levanta las nalgas y me vuelve a follar salvajemente, mira mis enrojecidas nalgas, y llamas a los otros, mirad, antes de salir lo he tenido que castigar, aquí están las marcas.
Los otros se acercan a mi lesionado trasero, mi amo gime, relincha y se vuelve a vaciar en mi.
Los otros al lado de mi amo, le acariciaban el cuerpo mientras me usaba, ahora, otro de los hombres ocupa su lugar, mi amo estaba enfadado conmigo, pero nunca me abandonaba, siempre cuidaba de mi, y antes de volver a sentir una nueva polla rompiéndome, oigo el rasgar del sobre, unos segundos y el tacto de algo suave que se hunde dentro de mi.
Mi amo se acerca a mi cabeza, me acaricia, me relaja.
Tranquilo, ya sabes que te cuido. Huelo su polla, su polla recién salida de mi culo, abro la boca, mi amo, me acaricia y me la deja lamer.
El otro hombre, se corre, el tercero se prepara y me folla también.
El tercero se corre, me ha cogido de las caderas, unas fuertes manos, toscas violentas y unas embestidas salvajes , después la calma, su cuerpo sobre el mío.
Mi amo recoge los condones, los anuda y me los restriega por la cara, por la nariz, mi culo, como siempre limpio preparado, pero huele a sucio, huele al semen de mi amo, y a mi lubricante natural mezclado con algún que otro escupitajo.
Mi amo sonríe, me suelta las cadenas del cabecero de la cama y me pone en pie.
Hoy dormirás en el baño, me dice entre risas, la cama la necesitamos nosotros.
1 comentarios - El castigo de mi amo