Semanas previas a que pase lo que todos suponen, Juli comenzó a plantearme la posibilidad de organizar una cena en casa con su amigo Sebastian. Yo sé que, si me dice de organizar algo solo con Sebas, es porque están pensando en garcharme. Sino me dice que viene Seba con la mujer. La mujer de Seba es otra onda totalmente diferente, y jamás supo que nosotros teníamos encuentros sexuales con su pareja. Por eso, si Juli me dice que viene Seba a cenar, es sinónimo de “fiesta”. No somos de organizar algo todos los fines de semana, somos más bien de cada tanto. Creemos que está bien la onda, pero no nos gusta abusar. Por eso, como hacía ya varios meses que Juli no organizaba nada, el indicio me dio a pensar que este fin de semana venia de trio.
No soy de planificar ni mentalizarme mucho. Menos si me lo dicen un lunes y la planificación es para el sábado, así que casi que me olvide de lo que había hablado con Julian.
Esa semana, alrededor del miércoles o jueves, me llama una de mis amigas más cercanas para decirme que ese sábado iba a estar Paula, una amiga nuestra de la facultad y que desde hace tiempo vive en Europa, por lo que estaban organizando una cena de bienvenida. Obviamente le dije que contara conmigo sin acordarme de la posible fiesta que estaba organizando Juli. De todos modos, si me hubiese acordado, le hubiera pedido a Juli que lo organizara para otro día ya que a Paula hacia bastante que no la veía.
La semana transcurrió sin mayores novedades, y cuando llega el viernes le comento a Juli que al otro día iba a salir a cenar con mis amigas. En ese momento es cuando Juli me recuerda que el sábado iba a venir Seba a cenar a casa, pero que me quedara tranquila que ellos pedían una pizza y se tomaban unas cervezas solos.
Ese sábado fue como cualquier otro. A la mañana actividades familiares, a media mañana mi marido y mi hijo se fueron a un asado que tenían en el campo de deportes del colegio ya que los padres habían organizado un partido de futbol. Como la asistencia de las madres no era obligatoria, y yo tengo mis sábados ya organizados, seguí con mi rutina habitual.
Al mediodía gimnasio, después almuerzo en algún restaurante de la zona y a primera hora de la tarde peluquería. Como no se me hizo muy tarde aproveche a hacer lo que nos gusta hacer a las mujeres. Me fui de shopping.
Con la excusa de la cena con mis amigas de la facultad, me compre un vestido re lindo, largo por las rodillas, suelto, con un lindo escote y que no era ni muy elegante ni muy sport. Justo lo que necesitaba para esa noche con amigas.
Llegue a casa, me prepare unos mates y enseguida llegaron Juli y mi nene de pasar el día en el campo de deportes del colegio.
Juli me comento que a nuestro nene lo había invitado un compañerito a dormir a la casa, pero que venía a casa a bañarse, prepararse la mochila y después lo teníamos que llevar. Como yo era la que salía, le dije que no tenía problemas en llevarlo cuando saliese para ir a cenar con mis amigas.
Así que fue me bañé, y comencé a arreglarme para la noche. Según lo que había visto en el grupo de WhatsApp de la cena, éramos como 12 las invitadas, varias de las cuales no tenía noticias desde hacía ya varios años. La verdad es que no era el mejor plan, pero tenía ganas de verla a Paula, y a dos de mis amigas. El resto no me importaban en lo más mínimo, pero sabiendo como somos las mujeres, me arregle para que me miraran de arriba abajo.
El vestido me quedaba pintado. Me lo puse con unas sandalias altas, y arriba una campera de cuero negra. Al principio me lo puse con corpiño, pero el escote era profundo y se me veía, por lo que me lo terminé sacando.
Justo antes de salir sonó el timbre. Era Seba. Siempre cae relativamente temprano cuando viene a casa. Como yo estaba saliendo con mi nene, le dije a Juli que le abría.
Me lo cruce en la puerta y mientras mi hijo subía al auto, Seba aprovecho para decirme un par de guarangadas ya que salía con la campera en la mano y mi escote estaba a la vista. Cruzamos un par de chistes donde el termina con un “no vuelvas tarde que te vamos a estar esperando”. Me lo tome como un chiste y nada más. Pero al final no sería tan así.
Después de dejar a mi nene me encamine para el restaurant. En el camino levante a una de mis amigas, Daniela, por lo que fuimos charlando animadamente hasta el resto bar. Dani es muy linda, pero no se esmera mucho en arreglarse, por lo que al lado de ella yo parecía que iba a un casamiento.
Al llegar al lugar enseguida encontramos la mesa donde estaban las chicas. Algunas ya habían llegado, por lo que me senté al lado de Dani, y deje un lugar para Luciana. Al rato llego Pau, y fue ella quien se sentó en el lugar que había dejado libre.
La cena fue bastante aburrida. Cada una contando su vida laboral, la lucha con sus hijos, el poco tiempo que tenían, etc. Sinceramente en ese tipo de charlas es cuando mi cabeza se va para cualquier lado y muchas veces con la excusa de ir al baño, me levanto y me doy una vuelta por los lugares. Esta vez no fue la excepción. Al rato, y después de haber cenado y tomado algunas cervezas, me levanto para ir al baño. Como siempre, antes de levantarme agarre el celular y para mi sorpresa veo que tengo como 10 mensajes de Juli. Lo primero que se me vino a la cabeza fue que había pasado algo con nuestro hijo. Hasta que pude desbloquear el celular (2 segundos), sentí como se me helaba la sangre. Pero al ver los mensajes, noto que eran todos en joda. En el primero me preguntaba cómo había llegado. En el segundo porque no le respondía. En el tercero si no le respondía porque estaba con un chongo. En el cuarto, si no le respondía porque estaba con dos chongos. En el quinto, para decirme que no me olvide de que en casa había dos chongos más y aburridos. Todos los mensajes eran en ese tono. Cuando se me paso el susto, me empecé a divertir y a seguirles el juego. Primero le mande una selfie mía para que viera que estaba bien. Obviamente aproveche y puse la mejor cara de trola y me la saque de arriba así se me veía el escote. Las chicas me miraban, pero yo ni me di por aludida. En el segundo mensaje le dije que había fichado a un par de chongos, pero que hasta ahora no se me habían acercado. En el siguiente, le dije que se me había acercado uno y que me había invitado un trago, pero que yo le había dicho que con un trago no hacíamos nada. Al rato le mande otro diciéndole que ahora además del trago me estaban ofreciendo plata, y que lo estaba pensando.
La ida y vuelta de mensajes fue constante. Yo estaba más con el celular en la mano que charlando con mis excompañeras de facultad. La verdad es que me era más divertido. En un momento Juli me desafía a que le estaba mintiendo, y que no me estaba dando bola ningún flaco. En ese momento, y como no me gusta perder, me levante, me acerque a una mesa donde estaban sentados 3 hombres solos, y explicándoles que era una broma, les pedí permiso para sentarme con ellos y sacarnos unas fotos. Obvio que dijeron que si, salvo uno que me pidió que por favor no la subiera a ninguna red social. ¡Jajaja, un tramposo!
Me abre sacado tres o cuatro fotos y se las mande a Juli. Obviamente en las fotos uno aprovecho para abrazarme, el otro se me tiro un poco encima, etc. Por un momento no hubo devolución del mensaje, por lo que supuse que estaría pensando la siguiente jugada. El primer desafío ya lo había superado y hasta diría que ganado. Los tres hombres aprovecharon a invitarme una cerveza, y después de mirar la mesa de mis amigas, donde a lo lejos alcanzaba a ver a Daniela casi bostezando, acepte la invitación. La conversación fue lo más amena, sin que ninguno se atreviera a dar un paso de más.
En eso me llega un nuevo mensaje de Julian, donde en esta oportunidad redoblaba la apuesta diciéndome que sabía que la foto estaba arreglada o que serían compañeros de la facultad. (Juli no sabía quienes iban a ir a la cena, por lo que tranquilamente podría haber participado algún ex compañero). Para redoblarlo no se me ocurrió mejor idea que sentarme encima de uno de los chicos y sacarme una nueva foto. Sin dudas las cuatro cervezas que ya me había tomado me estaban desinhibiendo. Al azar elegí a uno de los chicos, y le conté de la idea que tenía para doblegar la apuesta. Sin poner resistencia, y sin que yo le diera tiempo a decirme algo, de un salto me acomode encima de sus rodillas. Los amigos se quedaron mirando la situación y dándole mi celular a uno, es que le pido que me saque una foto.
Como el chico, que si mal no recuerdo se llamaba Martin, era muy tímido y no me tocaba, le agarre las manos e hice que me abrazara de tal forma que su antebrazo hiciera que una de mis gomas casi explotara por el escote. Vi como los dos amigos miraron esperando ver algo más, pero lamentablemente el pezón no quiso salir. De todos modos, la foto quedo buenísima y así se la mande. Con medio pezón al aire hubiese sido too much.
Después de terminar la cerveza decido volver con mis amigas. Los chicos no terminaban de avanzar y eso me termino aburriendo. En algún momento pensé que irían a tratar de seducirme, pero ningún dio un paso adelante y eso que les había dejado el camino, al menos para arrancar la charla hot, bastante allanado.
Algunas de las chicas ya estaban haciendo las cuentas para pagar e irse. Le pregunte a Dani, que había venido conmigo, que quería hacer. No eran ni la 1 AM aun, por lo que me dijo que si yo me quedaba ella también. Quedábamos Dani, Pau, Luciana, dos chicas mas y yo. Así que para ponerle un poco de color a la noche invite un champagne.
El primer champagne se terminó en poco tiempo, por lo que invite uno más. Esto nos fue desinhibiendo un poco, y si bien no era el grupo más divertido con el que había salido, al menos nos empezamos a reír de boludeces. El segundo champagne sin dudas estuvo de más. Primero porque note como las chicas, salvo Dani, ya no estaban tomando. Segundo, porque cuando me levanté para ir al baño me di cuenta de que estaba realmente mareada.
Una vez en el baño, empiezo a revisar mi celular y veo que tenía tres mensajes de Juli. El primero preguntándome a qué hora iba a volver, el segundo preguntándome si me estaba portando bien, y el tercero diciéndome que si me portaba mal le mandara una foto.
La verdad es que me hubiese encantado seguirle el juego, pero el bar no era un lugar con mucha joda donde hubiese podido mandarle alguna foto hot portándome mal, pero para no cortarlo, y ya que estaba en el baño, y que el vestido tenía un buen escote, decidí sacarme una goma por el escote y mandarle una foto. Tuve tanta mala suerte que cuando estaba sacándome la foto enfrente al espejo, entro Dani a buscarme. Como pude trate de taparme mientras me cagaba de risa y Dani no podía más de su cara de asombro. Después de explicarle como pude que era lo que estaba haciendo, Dani se ofreció a sacarme ella la foto, para que mi marido no supiera quien me la había sacado. La idea me pareció genial, así que en esta oportunidad no solo pele una goma, sino que pele las dos, y Dani me saco varias fotos.
Al llegar a casa, y tal como había quedado con Juli, lo llame para avisarle que estaba a una cuadra. Al doblar en la esquina lo veo parado en la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja, y con algo en la mano que no llegue a ver que era. Me hace señas para que pare y ni bien detengo el auto se sube en el asiento del acompañante. No me dio tiempo a decirle nada, pero me indico que entre el auto en la cochera. Tenía olor a alcohol, lo que era indicio de que, o no estaba solo, o Seba se había ido recién.
Ni bien nos bajamos del auto, y después de hacerme algunas preguntas, me mostro lo que tenía en la mano. Era un antifaz para dormir de los que usualmente dan en los aviones y que nosotros usábamos para jugar. Ahí entendí porque las risas y el misterio de tantos mensajes preguntándome cuando llegaba. La intención era enfiestarme con Seba. La verdad es que a mí el jueguito previo con los flacos de la mesa, y lo de las fotos, un poco me había calentado. Así que, si bien no estaba que explotaba, estaba con ganas de que pasara algo.
Agarre el antifaz sonriéndole a Juli y le pregunte si me lo tenía que poner en ese momento. Me indico que si, por lo que obedientemente me lo puse. Juli me ayudo a subir las escaleras que van de la cochera al hall del primer piso. Mientras subía las escaleras pude escuchar música. Juli me ayudaba con los escalones, y cuando llegamos arriba me saco la campera de cuero que tenía puesta. Yo me quede ahí parada esperando que alguien se me acerque. Estaba segura de que Seba estaba por ahí cerca. Podía sentir su presencia.
En eso siento que cambian la música, poniendo algo más de los 80. A lo lejos percibo que alguien sirve un vaso con una bebida y se acerca a mí. Me agarra la mano y me pone la copa, y con el mismo movimiento me la lleva a la boca en clara señal de que tenía que tomar. Era champagne. No tenía muchas ganas de seguir tomando, pero acepte el desafío.
Tomé la mayor cantidad que pude, pero algo me estaba distrayendo. Tenía a Juli atrás mío, porque aún me tenía agarrada por los hombros. Seba era, quien yo suponía, quien me había servido y dado el champagne. También deduje que fue quien puso la música. Pero esa persona aún estaba adelante mío, y yo estaba escuchando que alguien estaba sirviendo otra copa.
De pronto en mi cabeza algo hizo clic. En ese living no había dos hombres solamente. Había más personas. Alguien se acerca y repitiendo el mismo ritual, me agarra la mano, me pone la copa y me indica que tome de nuevo. Me había tomado dos copas de champagne en menos de dos minutos. Sentía como las burbujas se subían a mi cabeza. Juli me seguía sosteniendo por los hombros, pero en un momento empezó a acariciarme. Empezó a moverse al ritmo de la música, por lo que yo también me deje llevar. Sentía que había dos personas delante mío, y Juli detrás, pero de pronto escucho la puerta del baño. En mi cabeza ya no había dudas de que había varias personas en mi casa. Al menos 4. Mientras trataba de ver algo por el costado del antifaz, y de escuchar algo más para deducir cuantas personas había ahí. Seguí bailando y entregándome a ese éxtasis que poco a poco iba generando el ambiente.
Juli comenzó a besarme el cuello. Las copas ya no estaban en mis manos, por lo que pude agarrarlo de la cadera y acercarlo a mí. Sentí su pija erecta apoyada en mi culo. Al ser un vestido suelto, podía sentir todo. En eso Juli me pregunta al oído si estaba todo bien. Siempre en este tipo de situaciones aprovechaba para preguntarme. Si en algún momento yo le decía que no, el enseguida cortaba la situación. Era como nuestra señal.
Le asentí con la cabeza, por lo que esto le dio luz verde para empezar a levantarme le vestido.
Yo no dude en darme vuelta y comenzar a besarlo. Podía sentir como mi culo estaba al aire y a la vista de al menos tres personas. Sigo bailando como si estuviese sola con mi marido. En eso me alejo de él, empujándolo con una mano en el pecho, y sigo bailando delante de quienes estén ahí. No me importa nada. Soy solo yo y la música. Trato de bailar lo más sexy posible. En algunos momentos aprovecho para levantarme el vestido o darme vuelta y bajar flexionando las rodillas para que puedan apreciarme aún más.
Doy un par de vueltas y me mareo. En eso siento que alguien me agarra o comienza a tocarme. Pero ya perdí noción del espacio por lo que no logro identificar a Juli.
Comienzan a besarme. Devuelvo el beso con pasión. Pero no es Julian. No sé quién es. No importa. Siento que ya son varias las manos que me están tocando. Yo trato de tocar. De lo único que puedo estar segura es de que todos los cuerpos que logro tocar son masculinos. Estoy segura de que son 4 hombres. ¿Pero son en realidad cuatro? Ya perdí toda referencia.
Sigo bailando y cada vez me manosean más. De pronto me corro un bretel del vestido y de un movimiento dejo que caiga. Me quedo parada en tanga y sandalias delante de esos hombres.
Alguien me agarra de los hombros y suavemente me empuja para abajo en señal de que tenía que arrodillarme. El famoso gang bang con que tanto habíamos fantaseado se está por realizar. Entiendo y sé que es lo que tengo que hacer. Así que como puedo empiezo a buscar la primera pija. Encuentro una, que ya está al aire por lo que enseguida comienzo a chuparla. Siendo como me agarra de la cabeza empujándome y haciendo que entre casi toda dentro de mi boca. No es muy grande. Diría que es normal. No es la de Juli sin dudas, y tampoco la de Seba. Sigo chupándola con ganas. Siento la presencia de alguien a mi derecha, por lo que con mi mano tanteo a ver si encuentro algo. Enseguida siendo otro cuerpo desnudo. Empujando desde su cola con mi mano derecha lo acerco hasta mi cara. Ya tengo dos. Comienzo con el juego de una y una. Estoy así unos minutos chupando las dos pijas. Tampoco son las de Juli y Seba. Logro escuchar algo, como que hablan entre ellos, pero la música y el mareo no me deja entender que dijeron. Pero enseguida me doy cuenta. Se acerca un tercero. Este directamente me pega con la pija en la cara. Por lo que solo tuve que mover mi cabeza a la izquierda para poder comenzar a chuparla. Me llamo la atención el tamaño de la cabeza. Esta si era grande porque tenía que abrir la boca más de lo normal. De no hacerlo, lo iba a lastimar con mis dientes. No se cuánto tiempo abre estado así. De lo que si estaba segura era de que mínimo eran 5 hombres. Porque aún no había chupado la de Juli y la de Seba. Y estaba segura de que Seba estaba por ahí. Me siento poseída, como tratando de dejar a todos satisfechos. Me turno como puedo ayudándome con mis manos. Agarro una, otra, chupo. No quiero que nadie se quede afuera y hago un esfuerzo en mi cabeza para tratar de cronometrar el tiempo que me detengo en cada una.
En eso siento que se acerca alguien más. Estoy en una especie de ronda. Las rodillas ya me están molestando, por lo que como puedo, pido que me acerquen un almohadón de uno de los sillones. Alguien, que no es ninguno de los tres a los que se la estoy chupando, me lo alcanza. Así como me lo alcanza lo agarro como para que se quede. También esta desnudo, así que se la empiezo a chupar. Ya van 4. Pero aún hay alguien más que esta detrás mío. Me doy vuelta y como puedo empiezo a chupársela también. Este parece ser Seba. No estoy segura y tampoco me importa. A esta altura no me importa saber quien es quien, sino que solo me entrego completamente a la situación. Algo que muchas veces me imagine y fantasee, y que ahora se esta realizando.
Como puedo voy tratando de chupar un poco a cada uno. Ellos también como pueden me tocan y empiezan a penetrarme con los dedos. Me siento mojada. Estoy tan mojada que cuando alguien me saca los dedos de dentro mío, siento como parte de mi flujo chorrea por mi pierna. Estoy rodeada por 5 hombres. Se que mi marido está ahí viendo todo. En un momento Julian se me acerca y me dice al oído que lo único que no puedo hacer es sacarme el antifaz. Entiendo el juego y ya había decidido no sacármelo en ningún momento. Pero la aclaración es válida. Juli se vuelve a alejar. Me da la sensación de que solo quiere mirar.
Yo sigo con mi acto, pero después de un rato siento como la mandíbula comienza a acalambrarse. Es que hace varios minutos que estoy en esa posición chupando 5 pijas. Me siento la más puta. Me encanta. Siento que los 5 hombres están ahí por mí, y me esmero porque lo pasen bien, pero necesito cambiar de posición. Aun con el almohadón la posición es incomoda. En un momento me siento de costado, pero sin dejar de hacer lo que estoy haciendo. Alguien entiendo que estoy incomoda y me agarra de la mano como para pararme. Me levanto y me dejo llevar. Me llevan hasta el sillón y me indican que me siente. De nuevo se empiezan a acercar como para que se las chupe. Ya no se quién es quien, salvo cuando aparece la grandota. Esa es imposible no identificarla. Mientras la chupo me pregunto si dolerá. Si será como la del socio de mi jefe en Uruguay. Esa si que me había partido al medio, pero la termine disfrutando un montón. Ya no se cuánto tiempo hace que estoy así, pero quiero que alguien me penetre. Yo también quiero gozar. En un momento y ayudándome con las manos alejo a quien tengo adelante, y sin dudarlo me levanto y me doy vuelta. Me pongo en cuatro con las rodillas sobre el sillón y mis brazos sobre el respaldo. Saco cola y espero que alguien entienda mi mensaje penetrándome. No habrán pasado ni 30 segundos que siendo como alguien comienza a tocarme. Sus dedos entran fácilmente debido a la lubricación que tengo. LA tanga la tengo totalmente corrida por lo que me la empiezan a sacar. Me muevo para facilitarlo quedándome solamente con las sandalias. Tengo el interior de los muslos mojados del flujo que estoy dejando. Es indudable que el gang bang me gusta. El morbo de no saber con quién estoy, más la seguridad de estar ahí con mi marido es impagable. Estoy entregada y a la vez me siento segura. De pronto siento que alguien trata de penetrarme. No tarda ni le cuesta. Me penetra enseguida. Se puso preservativo. Lo puedo sentir. No me gusta, pero es necesario. Como el sillón no está contra una pared, mi posición es ideal para seguir chupándosela a alguien. Mi mandíbula ya descanso al menos 5´ y siento que tengo a alguien enfrente. Empiezo a chupársela, e inmediatamente alguien se pone también adelante. Así que como puedo alterno con los dos. En poco tiempo me doy cuenta que quien está detrás de mi esta por acabar. Me agarra de las caderas con fuerza. Está acabando. Sale y detrás me penetra otro rápidamente. También tiene preservativo. Este es un poco más brusco y lo hace con un ritmo más frenético. Cada vez que empuja para adentro, mi cara pega contra el cuerpo de quien tengo delante. A veces logro frenarme con las manos como haciendo un poco de resistencia, otras me la trago directamente entera provocándome algunas ahorcadas. No dura ni 3´. Acaba y enseguida me penetra otro. Me siento usada y me encanta. Mientras hago lo que estoy haciendo pienso en mis amigas. En lo que se están perdiendo y en si alguna es como yo. Tal vez tenga una amiga más fiestera que yo y no lo sepa. No puede ser que yo sea la única que hace estas cosas. Alguien debe tener experiencia, el problema es que no nos animamos a charlarlo. En ese momento me acuerdo una vez hace años cuando les conté en una noche de alcohol a mis amigas que había estado con dos hombres. Nunca voy a olvidarme las caras y de la catarata de preguntas que recibí. Después de eso nunca más me preguntaron nada.
De pronto vuelvo a la realidad. Una de las pijas que estoy chupando es la XXL. Me cuesta y quiero que quien tengo atrás acabe así me penetra él. Levanto la cola y empiezo a moverme yo también como apurando la situación. Da resultado. Enseguida terminan acabando y XXL sale de mi boca. Pasan unos segundos en los que imagino que se está poniendo el preservativo y comienza a penetrarme. Pero no hay dificultad más allá del tamaño. Enseguida siento como la tengo toda adentro. No me da más placer que las otras ni me duele, pero se siente más ancha, me lleva más. Alguien se para delante mío al lado de quien aún no me penetro. La empiezo chupar y enseguida la reconozco. Es Juli. Me dedico a él y me olvido del resto. Se la chupo como a él le gusta. Se aleja y al oído me vuelve a preguntar si esta todo bien. Le vuelvo a asentir con la cabeza justo cuando me están bombeando magistralmente. Siento como los huevos de XXL se mueven debajo mío. Lo estoy gozando y cada embestida hace que mi cuerpo salga fuera del sillón.
XXL acaba. Me doy cuenta porque me agarra con fuerza. Ahí siento como la cabeza de la pija me revienta el útero. Pero no duele, solo siento que me lleno por completo. Sale y el único que aún no me penetro ocupa el lugar de XXL. Difícil competir, pero se defiende. No sé qué está haciendo el resto, pero los escucho hablar. Me cogieron 5 tipos en menos de 20´. Me encanta. Nunca había vivido algo así y ya estoy pensando cuando lo vamos a repetir. Yo aun no logro acabar. No sé si es que no estoy cómoda en esa posición o que me concentre más en ellos que en mí. El ultimo acaba y se aleja. Yo me quedo quieta en esa posición como esperando instrucciones. Se que están mirándome y que la vista es la mejor. Estoy en cuatro con el culo apuntándoles. Me doy cuenta de que me están sacando fotos. No me molesta. Tengo miles. Pero no me gusta no saber quiénes están ahí. Me la banco, son las reglas del juego.
Habrán pasado 2´ y alguien me agarra de la mano. Me parece que es Juli, pero no me habla por lo que no lo puedo asegurar.
Me hace acostar en un colchón. Lo reconozco. Es un colchón inflable que tenemos desde hace mucho. Alguien se tomó el trabajo de inflarlo. Tenían todo preparado ya!!!.
Me acuesto y enseguida alguien se acuesta al lado mío. Me agarran y me sientan arriba. Y de una me penetran. No tiene preservativo y me parece que es Sebastian. Seba varias veces me penetro sin preservativo. Comienzo a montarlo como me gusta. Me aprietan las tetas. Me pellizcan los pezones. Ahora estoy gozando como perra. Me encanta estar arriba. Siento que viene mi primer orgasmo. Me muevo porque nadie me lo va a robar. Creo que hacía tiempo no gritaba con tanta fuerza mientras acababa. Es que en casa, con mi nene en la habitación de al lado, es difícil montar un show así. Lo disfrute de una manera tremenda. Alguien se pone delante mío para que se la chupe. No tengo drama y lo hago. Esta blanda, pero de a poco se va despertando. Siento que Seba esta por acabar, y como no tiene preservativo me empuja como para que salga. No me importa, me acomodo y se la empiezo a chupar justo cuando empieza a acabar. La mitad del semen termina en mi cara y pelo. El resto lo trago mientras se la limpio. Escucho que hablan y dicen cosas pero no logro entenderlos. No sé si me hablan a mi o lo hacen entre ellos. Alguien ocupa el lugar de Seba, pero me doy cuenta que tiene preservativo. No esta tan duro como Seba, pero me penetra enseguida. Yo sigo chupando la que tengo al lado. Me duelen los pezones de tanto que me los pellizcaron. Una vez me los mordieron tanto que estuve dos días con los pezones como piedras y sin poder ponerme corpiño porque cualquier roce me hacía doler. Se que mañana me voy a sentir igual pero no me importa. Alguien comienza a jugar con mi culo. Al principio tímidamente, un dedo, al rato dos. Me parece que me van a hacer la doble penetración. Me encanta siempre y cuando lo hagan con cuidado. La presencia de Juli me garantiza eso. Sigo moviéndome y vuelvo a acabar. No es tan intenso como el primero, pero al aumentar el ritmo hago que quien me estaba penetrando también acabe.
Sale y nadie ocupa su lugar. Mientras alguien sigue jugando con mi culo. Ya no son dos dedos, ahora son tres y hasta cuatro. No sé qué están usando, pero me lubricaron con algo.
Me quedo sacando cola, como ayudando a la situación. Tengo la espalda arqueada y escucho que hacen comentarios sobre mi posición. Siento la boca pastosa mezcla de sed, alcohol y semen de Seba. Por primera vez me animo a hablar y pido si alguien me puede alcanzar un vaso de agua. No me contestan, pero enseguida alguien me alcanza una botellita abierta. Tomo la mayor cantidad posible sin dejar de estar en 4 patas. Alguien se acomoda al costado mío y me empieza a masajear las tetas. En ningún momento dejaron de penetrarme analmente con una mano. En ese momento siento que ya no es una mano. Parece un pene, pero no siento la presencia de nadie detrás mío. Sigo sacando culo y entregándome a esa situación, y después de un rato me doy cuenta de que me están penetrando con un consolador. Debe ser uno de los míos que Juli debe haber bajado del placard.
Siento que cada vez esta más adentro y ya no duele ni molesta. Esto es sinónimo de que mi culo ya se acostumbró y ahora viene el momento de disfrutar el sexo anal a pleno. En mi cabeza me pregunto dónde estará XXL y si él será uno de los que me lo hará analmente.
De pronto siento a alguien delante mío. Estiro la mano y toco un cuerpo. Enseguida algo se acerca a mi cara y como puedo lo busco con la boca. Es una pija. Tiene gusto raro, producto de que en algún momento cercano estuvo con un preservativo. La chupo como puedo tratando de despertarla, y de a poco lo logro. Enseguida alguien se acomoda al lado, por lo que vuelvo al juego de alternar una a una cómo puedo. Me doy cuenta de que quien se sumó último es XXL pero no logro que se despierte. Igual dormida y todo es grande. A veces me gusta chuparlas cuando están dormidas. Este es el caso.
En eso alguien se acomoda detrás mío y me doy cuenta de que lo que me está penetrando analmente ahora es un pene de verdad. No sé quién es, pero me encanta. Me agarra fuerte de la cintura empujándome contra él. Siento como se llena totalmente mi culo y en algún momento me tiro para adelante porque siento un poco de dolor. Pero son solo dos o tres embestidas. Luego me acostumbro y acompaño el movimiento. Alguien trata de acomodarse debajo, pero es imposible por lo que desiste. Quien me está penetrando sale y alguien me agarra de la mano como para que me levante un poco y deje que alguien se acomode debajo mío. Me vuelven a acomodar y de pronto me están penetrando vaginalmente. Se que en cualquier momento se viene la doble penetración y la estoy esperando. Comienzo a moverme porque ya estoy por llegar al clímax nuevamente. Es que la situación me está volviendo loca. Me están cogiendo en manada y me está gustando. No se quiénes son, ni cuantos son, pero yo estoy gozando como nunca. En eso alguien se vuelve a acomodar detrás mío y trata de penetrarme analmente. No puede. Hago fuerza y logro que quien me está penetrando vaginalmente salga. Levanto la cola en señal de “es ahora”, y quien está detrás mío de un empujón me penetra. Como puedo agarro la pija del de abajo y comienzo, suavemente, a metérmela. Enseguida lo logramos y nos quedamos quietos los tres como esperando a que todo se acomode. Escucho como murmuran entre ellos y quienes están más alejados. Entre el ruido de la música logro escuchar el sonido de una foto. Están retratando todo me imagino. Acabo sin siquiera moverme. No lo puedo creer. Todos se dan cuenta y alguien me dice algo al oído que no logro entender. De a poco quien está detrás mío empieza a moverse agarrando un ritmo lento, pero ritmo al fin. Yo estoy en el cielo. Como puedo estiro la cara para tratar de chupar algo, pero quienes estaban antes delante mío parece que ahora no lo están. Sinceramente no se cuánto tempo duro esta doble penetración, pero quien está detrás mio empieza a acabar porque me aprieta con fuerza y deja de moverse.
Me están pellizcando los pezones. Trato de tirarme para atrás pero no tengo manera. Es que me duelen. Me duelen, pero me gusta. Ya me está empezando a doler el culo también. Se que aún falta. Alguien trata de ocupar el lugar de quien acaba de acabar. Para mi sorpresa y también susto, me doy cuenta de que es XXL. Tengo miedo de que me lastime. No me equivoco. Trata de penetrarme, pero directamente no entra. Tomo de nuevo la iniciativa y hago que quien está debajo mío salga para que quien me quiere penetrar analmente pueda hacerlo. XXL trata, pero solo logra que entre la cabeza. Yo saco culo y con mi mano empiezo a ayudarlo. De a poco se va acomodando y entra. Parece que entro toda, pero sé que no es así porque aún la estoy agarrando con mi mano. Empiezo a empujar, pero me doy cuenta de que me va a doler. Salgo de un movimiento y vuelvo a sacar culo para comenzar la secuencia. Esta vez parece más fácil y de a poco va entrando. Yo siento que me están partiendo al medio, pero no quiero que dejen de hacerlo. De pronto me olvido de todos. Solo quiero que XXL logre penetrarme completamente. Después de dos intentos lo logramos. Ahora me tienen que penetrar vaginalmente. Agarro a quien está debajo mío que desde hace un ratito está esperando que XXL logre penetrarme y con mi mano comienzo a guiarlo. No nos cuesta. Al contrario. Entra fácil. Nuevamente la secuencia de esperar a que todo se acomode y luego comenzar con el movimiento rítmico. Esa sensación de que te están reventando es única. Siento las dos pijas casi rozándose adentro mío. Quien está debajo comienza a acabar. Yo no logro darme cuenta si tiene preservativo o no, pero ya no puedo hacer nada. Entiendo que si esta Juli debe estar controlando todo. Como aún tengo a XXL encima, el de debajo tiene que esperar. Siento como de pronto su pija comienza a achicarse por lo que empiezo a sentir menos presión interna. Esto me libera y me ayuda a moverme más intensamente. XXL empieza a acabar y sale de adentro mío. En fracción de segundo siento como algo tibio cae en mi espalda. Es el semen de XXL. Me queda la duda de si se sacó el preservativo o si nunca lo tuvo. Al estar la música alta no logre escuchar el ruido al preservativo. Cuando XXL sale, siento que tengo el culo abierto como una flor. Ya me arde, pero esto aun no termino, y no quiero que termine.
Enseguida ocupan el lugar de XXL y quien estaba abajo mío logra salir. Entra fácil. Después de XXL ya todo va a ser más fácil.
Creo que no habrá durado más de 2 o 3 minutos, y siento que sale rápidamente en señal de que está acabando. De nuevo siento como lo hacen en mi espalda, y de nuevo la misma duda de antes. Tengo semen de tres hombres diferentes diseminados en mi cuerpo. Algo chorrea por el costado de mi espalda. Me quedo esperando al siguiente pero no llega.
Alguien me agarra de la mano y me hace sentar nuevamente. Me siento y enseguida me ponen un pene en la cara. Comienzo a chuparlo. Tiene gusto a preservativo. Sinceramente es un asco, pero me la banco. Lo chupo con ganas como si me obligaran a hacerlo. Siento que varias manos me manosean, pero ya todo es más tranquilo que antes. Quien está en mi boca después de un rato se aleja dándole lugar a otro. Otro que también sabe a preservativo. Alguien comienza a hacerme sexo oral, pero la posición no ayuda y al poco tiempo desiste. Yo me tiro para atrás como levantando mi pelvis, lo que facilita la tarea. No sé si es el mismo u otro, pero de nuevo empiezan a darme sexo oral. Yo sigo chupando una pija que comienza a acabar. Quiere salir para no hacerlo en mi boca, pero es tarde. De nuevo parte queda en mi boca, y un poco en mis tetas. Pero no es mucha la cantidad. Mientras siguen dándome una muy buena sesión de sexo oral. Me encanta.
Pongo mi mente en blanco mientras repaso la situación. Ya perdí la cuenta de cuantos hombres me penetraron. Ya pasé todos los límites que alguna vez pensé que no pasaría. Y lo que me asusta, es que me gusta. Me gusta lo que está pasando. Me gusta ser la puta de todos esos hombres en mi casa. Me gusta disfrutar a pleno sin ningún riesgo por la seguridad de que mi marido está presente.
Sigo chupando una pija. Tiene gusto a semen con preservativo. Una mezcla letal pero que no puedo evitar disfrutar en ese momento. No esta dura pero tampoco muerta. En mi cabeza me pongo como objetivo hacerlo acabar, por lo que me ayudo mucho con mi mano a masturbarlo. Da resultado. Comienza a acabar en mi boca, pero me alejo rápidamente dejando que lo haga en mis tetas. Siento que no es mucho lo que cae, en señal de que debe ser la segunda vez que lo hace. El semen de mis tetas comienza a desparramarse hacia mi piercing en el ombligo. Trato de acomodarme el pelo y siento que también tengo semen ahí. Sin darme cuenta me lo desparrame un poco más. Alguien se para al lado nuevamente y me toca un poco las tetas. Ya el menor roce me hace doler, pero me la banco. Me acerca un poco la pija, pero apenas llego a chuparla. Me doy cuenta de que se esta masturbando delante mio. Me toco un poco como para estimularlo y también lo toco un poco a él. Esta flácido, pero de estimula rápidamente. Al poco tiempo siento de nuevo semen en mis tetas. Nuevamente es poco, pero siento como chorrea hacia el ombligo también. Debo tener una pileta rodeando el piercing.
Me doy cuenta de que a poco la intensidad va mermando porque nadie se acerca.
Ya nadie me penetra. Sigo con el antifaz y las sandalias puestas. La música esta alta por lo que no hay forma de que pueda entender lo que hablan, aunque los escuche hablar.
Después de un rato todo parece haber terminado. Como puedo me acomodo y me siento en el sillón con las piernas cruzadas. No tengo problemas en estar desnuda delante de terceros, pero no poder ver ni escuchar no me gusta. Me siento vulnerable. De pronto el volumen de la música baja un poco y escucho un poco más. Me quiero sacar el antifaz y descubrir quienes me cogieron, pero se que no puedo. Los conoceré?. Alguien se sienta al lado mío. Es Julian. Me pregunta como lo pase y si estaba todo bien. Le digo que lo pase muy bien, y que estaba todo más que bien. Se levanta y escucho que habla con alguien. Me agarran de la mano y me hacen parar. Se que están todos mirándome, pero mi desnudez me gusta. Me gusta porque sé que le gusto a ellos y eso me hace sentir sexy. Siempre me gusto ser el centro de atención. De la mano me guían para la escalera que lleva al piso de arriba, donde están las habitaciones. Me llevan a la que es nuestra habitación y me acuestan en la cama. Es Juli. Me dice que va a despedir a todos y sube. Que cuando cierre la puerta me puedo sacar el antifaz.
Me quedo tirada en la cama desnuda, sin siquiera taparme y ni bien escucho que Juli se aleja y cierra la puerta, me saco el antifaz. La luz me molesta. No se cuánto tiempo estuve con el antifaz puesto. Miro la hora y son casi las 5 AM. Lo que para mí fue rapidísimo en realidad duro más de 2 horas. Tengo mil dudas en mi cabeza. Quienes fueron?, cuantos fueron? , quienes acabaron y quienes no? , quien era XXL? , etc.
Quiero que Juli suba ya, pero lo escucho abajo aun hablando con alguien. Me pongo una remera y me asomo por la escalera tratando de escuchar. Están limpiando mientras conversan. Bajo unos escalones, me asomo y lo veo a Juli limpiando con Seba. Como hay confianza, después de asegurarme de que no hubiera nadie más, decido bajar.
El living parece una zona de guerra. Hay un colchón inflable tirado en el medio, un sillón esta corrido, por lo que entiendo es en el que me cogieron. En la mesa se pueden ver un montón de latas de cerveza, paquetes de preservativos abiertos y cerrados, cajas, etc. También veo dos baldes con botellas de champagne vacías, un montón de vasos y algunas gaseosas y botellas de agua.
Seba y Juli estaban limpiando algo en la cocina y ni se dan cuenta de que yo había bajado hasta que Juli vuelve al living a buscar más cosas. Ni bien me ve se me acerca y me da un beso. Me pregunta si quiero algo a lo que le pido un vaso de agua. Me lo va a buscar a la cocina y vuelve con Seba. Como estoy sin tanga y en una posición en la que se me ve todo, me acomodo un poco y me tapo con la misma remera. Juli se sienta al lado mío y Seba en una silla a unos metros.
Se quedan mirándome como esperando a que les diga algo, pero yo hago exactamente lo mismo.
Juli rompe el silencio y me pregunta como estoy. Le digo que bien. Y la segunda pregunta es como lo pase. Me rio y mirándolos a los dos les digo que muy bien.
Ahí decido tomar la iniciativa y les pregunto cuántos habían sido. Ellos se ríen y me dicen que no me van a decir. Los quiero matar. Quiero saber con cuantos estuve. No es que me cambie mucho, pero tengo intriga. Es como si sintiera que quiero batir mi récord. Quien dice que si hay otro no quiero que sea uno mas que en la anterior. No lo sé. Soy ambiciosa y muy competitiva. Siempre lo fui.
Insisto, pero no hay caso. Hago otra pregunta. Los conocía? Se vuelven a reír y me vuelven a contestar lo mismo. No me lo van a decir. Esto me genera un morbo adicional. Quiero saber quienes eran. No quiero estar con alguien sin saber si me cogió o no. En mi cabeza empiezo a tratar de imaginarme quienes podrían ser. A quien puede haber invitado mi marido, pero no me dan los números. No tiene tantos amigos con tanta confianza. O al menos yo no lo se.
Como soy orgullosa no insisto mucho. Tal vez cuando se vaya Seba y me quede sola con Juli usando alguna de mis “armas” lo logre aflojar y me cuente todo.
Mientras siento que no doy mas del cansancio y me quiero ir a acostar. Me levanto y le doy un beso con lengua y todo a Juli. Un beso corto pero intenso. Paso por al lado de Seba y le doy una palmada en la cabeza. Subo la escalera y mientas subo siento que mi cabeza va a explotar sino logro saber quienes me cogieron esa noche. Sera algún compañero de trabajo de Juli?, algún papa del colegio?, alguno con los que jugo al futbol esa tarde?. Son padres del colegio. Juli tiene confianza con algunos. De hecho, varias veces salió a tomar algo con ellos. Ya me imagino en la puerta del colegio parada al lado de quien me cogió varias veces y yo sin saberlo. Será algún conocido de ambos o solo conocido de el?. Las opciones son varias y ninguna me cierra.
Ya esta casi amaneciendo y tengo dudas de acostarme, así como estoy, llena de semen de diferentes hombres o darme una ducha rápida. La verdad es que no doy mas así que me acuesto como estoy.
Antes de dormirme me acuerdo que ese mismo día tenemos el cumpleaños de un compañero de trabajo de mi marido. Me cruzare con alguno de los que me cogieron esa noche?. Me da morbo, mucho morbo, pero me duermo.
No soy de planificar ni mentalizarme mucho. Menos si me lo dicen un lunes y la planificación es para el sábado, así que casi que me olvide de lo que había hablado con Julian.
Esa semana, alrededor del miércoles o jueves, me llama una de mis amigas más cercanas para decirme que ese sábado iba a estar Paula, una amiga nuestra de la facultad y que desde hace tiempo vive en Europa, por lo que estaban organizando una cena de bienvenida. Obviamente le dije que contara conmigo sin acordarme de la posible fiesta que estaba organizando Juli. De todos modos, si me hubiese acordado, le hubiera pedido a Juli que lo organizara para otro día ya que a Paula hacia bastante que no la veía.
La semana transcurrió sin mayores novedades, y cuando llega el viernes le comento a Juli que al otro día iba a salir a cenar con mis amigas. En ese momento es cuando Juli me recuerda que el sábado iba a venir Seba a cenar a casa, pero que me quedara tranquila que ellos pedían una pizza y se tomaban unas cervezas solos.
Ese sábado fue como cualquier otro. A la mañana actividades familiares, a media mañana mi marido y mi hijo se fueron a un asado que tenían en el campo de deportes del colegio ya que los padres habían organizado un partido de futbol. Como la asistencia de las madres no era obligatoria, y yo tengo mis sábados ya organizados, seguí con mi rutina habitual.
Al mediodía gimnasio, después almuerzo en algún restaurante de la zona y a primera hora de la tarde peluquería. Como no se me hizo muy tarde aproveche a hacer lo que nos gusta hacer a las mujeres. Me fui de shopping.
Con la excusa de la cena con mis amigas de la facultad, me compre un vestido re lindo, largo por las rodillas, suelto, con un lindo escote y que no era ni muy elegante ni muy sport. Justo lo que necesitaba para esa noche con amigas.
Llegue a casa, me prepare unos mates y enseguida llegaron Juli y mi nene de pasar el día en el campo de deportes del colegio.
Juli me comento que a nuestro nene lo había invitado un compañerito a dormir a la casa, pero que venía a casa a bañarse, prepararse la mochila y después lo teníamos que llevar. Como yo era la que salía, le dije que no tenía problemas en llevarlo cuando saliese para ir a cenar con mis amigas.
Así que fue me bañé, y comencé a arreglarme para la noche. Según lo que había visto en el grupo de WhatsApp de la cena, éramos como 12 las invitadas, varias de las cuales no tenía noticias desde hacía ya varios años. La verdad es que no era el mejor plan, pero tenía ganas de verla a Paula, y a dos de mis amigas. El resto no me importaban en lo más mínimo, pero sabiendo como somos las mujeres, me arregle para que me miraran de arriba abajo.
El vestido me quedaba pintado. Me lo puse con unas sandalias altas, y arriba una campera de cuero negra. Al principio me lo puse con corpiño, pero el escote era profundo y se me veía, por lo que me lo terminé sacando.
Justo antes de salir sonó el timbre. Era Seba. Siempre cae relativamente temprano cuando viene a casa. Como yo estaba saliendo con mi nene, le dije a Juli que le abría.
Me lo cruce en la puerta y mientras mi hijo subía al auto, Seba aprovecho para decirme un par de guarangadas ya que salía con la campera en la mano y mi escote estaba a la vista. Cruzamos un par de chistes donde el termina con un “no vuelvas tarde que te vamos a estar esperando”. Me lo tome como un chiste y nada más. Pero al final no sería tan así.
Después de dejar a mi nene me encamine para el restaurant. En el camino levante a una de mis amigas, Daniela, por lo que fuimos charlando animadamente hasta el resto bar. Dani es muy linda, pero no se esmera mucho en arreglarse, por lo que al lado de ella yo parecía que iba a un casamiento.
Al llegar al lugar enseguida encontramos la mesa donde estaban las chicas. Algunas ya habían llegado, por lo que me senté al lado de Dani, y deje un lugar para Luciana. Al rato llego Pau, y fue ella quien se sentó en el lugar que había dejado libre.
La cena fue bastante aburrida. Cada una contando su vida laboral, la lucha con sus hijos, el poco tiempo que tenían, etc. Sinceramente en ese tipo de charlas es cuando mi cabeza se va para cualquier lado y muchas veces con la excusa de ir al baño, me levanto y me doy una vuelta por los lugares. Esta vez no fue la excepción. Al rato, y después de haber cenado y tomado algunas cervezas, me levanto para ir al baño. Como siempre, antes de levantarme agarre el celular y para mi sorpresa veo que tengo como 10 mensajes de Juli. Lo primero que se me vino a la cabeza fue que había pasado algo con nuestro hijo. Hasta que pude desbloquear el celular (2 segundos), sentí como se me helaba la sangre. Pero al ver los mensajes, noto que eran todos en joda. En el primero me preguntaba cómo había llegado. En el segundo porque no le respondía. En el tercero si no le respondía porque estaba con un chongo. En el cuarto, si no le respondía porque estaba con dos chongos. En el quinto, para decirme que no me olvide de que en casa había dos chongos más y aburridos. Todos los mensajes eran en ese tono. Cuando se me paso el susto, me empecé a divertir y a seguirles el juego. Primero le mande una selfie mía para que viera que estaba bien. Obviamente aproveche y puse la mejor cara de trola y me la saque de arriba así se me veía el escote. Las chicas me miraban, pero yo ni me di por aludida. En el segundo mensaje le dije que había fichado a un par de chongos, pero que hasta ahora no se me habían acercado. En el siguiente, le dije que se me había acercado uno y que me había invitado un trago, pero que yo le había dicho que con un trago no hacíamos nada. Al rato le mande otro diciéndole que ahora además del trago me estaban ofreciendo plata, y que lo estaba pensando.
La ida y vuelta de mensajes fue constante. Yo estaba más con el celular en la mano que charlando con mis excompañeras de facultad. La verdad es que me era más divertido. En un momento Juli me desafía a que le estaba mintiendo, y que no me estaba dando bola ningún flaco. En ese momento, y como no me gusta perder, me levante, me acerque a una mesa donde estaban sentados 3 hombres solos, y explicándoles que era una broma, les pedí permiso para sentarme con ellos y sacarnos unas fotos. Obvio que dijeron que si, salvo uno que me pidió que por favor no la subiera a ninguna red social. ¡Jajaja, un tramposo!
Me abre sacado tres o cuatro fotos y se las mande a Juli. Obviamente en las fotos uno aprovecho para abrazarme, el otro se me tiro un poco encima, etc. Por un momento no hubo devolución del mensaje, por lo que supuse que estaría pensando la siguiente jugada. El primer desafío ya lo había superado y hasta diría que ganado. Los tres hombres aprovecharon a invitarme una cerveza, y después de mirar la mesa de mis amigas, donde a lo lejos alcanzaba a ver a Daniela casi bostezando, acepte la invitación. La conversación fue lo más amena, sin que ninguno se atreviera a dar un paso de más.
En eso me llega un nuevo mensaje de Julian, donde en esta oportunidad redoblaba la apuesta diciéndome que sabía que la foto estaba arreglada o que serían compañeros de la facultad. (Juli no sabía quienes iban a ir a la cena, por lo que tranquilamente podría haber participado algún ex compañero). Para redoblarlo no se me ocurrió mejor idea que sentarme encima de uno de los chicos y sacarme una nueva foto. Sin dudas las cuatro cervezas que ya me había tomado me estaban desinhibiendo. Al azar elegí a uno de los chicos, y le conté de la idea que tenía para doblegar la apuesta. Sin poner resistencia, y sin que yo le diera tiempo a decirme algo, de un salto me acomode encima de sus rodillas. Los amigos se quedaron mirando la situación y dándole mi celular a uno, es que le pido que me saque una foto.
Como el chico, que si mal no recuerdo se llamaba Martin, era muy tímido y no me tocaba, le agarre las manos e hice que me abrazara de tal forma que su antebrazo hiciera que una de mis gomas casi explotara por el escote. Vi como los dos amigos miraron esperando ver algo más, pero lamentablemente el pezón no quiso salir. De todos modos, la foto quedo buenísima y así se la mande. Con medio pezón al aire hubiese sido too much.
Después de terminar la cerveza decido volver con mis amigas. Los chicos no terminaban de avanzar y eso me termino aburriendo. En algún momento pensé que irían a tratar de seducirme, pero ningún dio un paso adelante y eso que les había dejado el camino, al menos para arrancar la charla hot, bastante allanado.
Algunas de las chicas ya estaban haciendo las cuentas para pagar e irse. Le pregunte a Dani, que había venido conmigo, que quería hacer. No eran ni la 1 AM aun, por lo que me dijo que si yo me quedaba ella también. Quedábamos Dani, Pau, Luciana, dos chicas mas y yo. Así que para ponerle un poco de color a la noche invite un champagne.
El primer champagne se terminó en poco tiempo, por lo que invite uno más. Esto nos fue desinhibiendo un poco, y si bien no era el grupo más divertido con el que había salido, al menos nos empezamos a reír de boludeces. El segundo champagne sin dudas estuvo de más. Primero porque note como las chicas, salvo Dani, ya no estaban tomando. Segundo, porque cuando me levanté para ir al baño me di cuenta de que estaba realmente mareada.
Una vez en el baño, empiezo a revisar mi celular y veo que tenía tres mensajes de Juli. El primero preguntándome a qué hora iba a volver, el segundo preguntándome si me estaba portando bien, y el tercero diciéndome que si me portaba mal le mandara una foto.
La verdad es que me hubiese encantado seguirle el juego, pero el bar no era un lugar con mucha joda donde hubiese podido mandarle alguna foto hot portándome mal, pero para no cortarlo, y ya que estaba en el baño, y que el vestido tenía un buen escote, decidí sacarme una goma por el escote y mandarle una foto. Tuve tanta mala suerte que cuando estaba sacándome la foto enfrente al espejo, entro Dani a buscarme. Como pude trate de taparme mientras me cagaba de risa y Dani no podía más de su cara de asombro. Después de explicarle como pude que era lo que estaba haciendo, Dani se ofreció a sacarme ella la foto, para que mi marido no supiera quien me la había sacado. La idea me pareció genial, así que en esta oportunidad no solo pele una goma, sino que pele las dos, y Dani me saco varias fotos.
Al llegar a casa, y tal como había quedado con Juli, lo llame para avisarle que estaba a una cuadra. Al doblar en la esquina lo veo parado en la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja, y con algo en la mano que no llegue a ver que era. Me hace señas para que pare y ni bien detengo el auto se sube en el asiento del acompañante. No me dio tiempo a decirle nada, pero me indico que entre el auto en la cochera. Tenía olor a alcohol, lo que era indicio de que, o no estaba solo, o Seba se había ido recién.
Ni bien nos bajamos del auto, y después de hacerme algunas preguntas, me mostro lo que tenía en la mano. Era un antifaz para dormir de los que usualmente dan en los aviones y que nosotros usábamos para jugar. Ahí entendí porque las risas y el misterio de tantos mensajes preguntándome cuando llegaba. La intención era enfiestarme con Seba. La verdad es que a mí el jueguito previo con los flacos de la mesa, y lo de las fotos, un poco me había calentado. Así que, si bien no estaba que explotaba, estaba con ganas de que pasara algo.
Agarre el antifaz sonriéndole a Juli y le pregunte si me lo tenía que poner en ese momento. Me indico que si, por lo que obedientemente me lo puse. Juli me ayudo a subir las escaleras que van de la cochera al hall del primer piso. Mientras subía las escaleras pude escuchar música. Juli me ayudaba con los escalones, y cuando llegamos arriba me saco la campera de cuero que tenía puesta. Yo me quede ahí parada esperando que alguien se me acerque. Estaba segura de que Seba estaba por ahí cerca. Podía sentir su presencia.
En eso siento que cambian la música, poniendo algo más de los 80. A lo lejos percibo que alguien sirve un vaso con una bebida y se acerca a mí. Me agarra la mano y me pone la copa, y con el mismo movimiento me la lleva a la boca en clara señal de que tenía que tomar. Era champagne. No tenía muchas ganas de seguir tomando, pero acepte el desafío.
Tomé la mayor cantidad que pude, pero algo me estaba distrayendo. Tenía a Juli atrás mío, porque aún me tenía agarrada por los hombros. Seba era, quien yo suponía, quien me había servido y dado el champagne. También deduje que fue quien puso la música. Pero esa persona aún estaba adelante mío, y yo estaba escuchando que alguien estaba sirviendo otra copa.
De pronto en mi cabeza algo hizo clic. En ese living no había dos hombres solamente. Había más personas. Alguien se acerca y repitiendo el mismo ritual, me agarra la mano, me pone la copa y me indica que tome de nuevo. Me había tomado dos copas de champagne en menos de dos minutos. Sentía como las burbujas se subían a mi cabeza. Juli me seguía sosteniendo por los hombros, pero en un momento empezó a acariciarme. Empezó a moverse al ritmo de la música, por lo que yo también me deje llevar. Sentía que había dos personas delante mío, y Juli detrás, pero de pronto escucho la puerta del baño. En mi cabeza ya no había dudas de que había varias personas en mi casa. Al menos 4. Mientras trataba de ver algo por el costado del antifaz, y de escuchar algo más para deducir cuantas personas había ahí. Seguí bailando y entregándome a ese éxtasis que poco a poco iba generando el ambiente.
Juli comenzó a besarme el cuello. Las copas ya no estaban en mis manos, por lo que pude agarrarlo de la cadera y acercarlo a mí. Sentí su pija erecta apoyada en mi culo. Al ser un vestido suelto, podía sentir todo. En eso Juli me pregunta al oído si estaba todo bien. Siempre en este tipo de situaciones aprovechaba para preguntarme. Si en algún momento yo le decía que no, el enseguida cortaba la situación. Era como nuestra señal.
Le asentí con la cabeza, por lo que esto le dio luz verde para empezar a levantarme le vestido.
Yo no dude en darme vuelta y comenzar a besarlo. Podía sentir como mi culo estaba al aire y a la vista de al menos tres personas. Sigo bailando como si estuviese sola con mi marido. En eso me alejo de él, empujándolo con una mano en el pecho, y sigo bailando delante de quienes estén ahí. No me importa nada. Soy solo yo y la música. Trato de bailar lo más sexy posible. En algunos momentos aprovecho para levantarme el vestido o darme vuelta y bajar flexionando las rodillas para que puedan apreciarme aún más.
Doy un par de vueltas y me mareo. En eso siento que alguien me agarra o comienza a tocarme. Pero ya perdí noción del espacio por lo que no logro identificar a Juli.
Comienzan a besarme. Devuelvo el beso con pasión. Pero no es Julian. No sé quién es. No importa. Siento que ya son varias las manos que me están tocando. Yo trato de tocar. De lo único que puedo estar segura es de que todos los cuerpos que logro tocar son masculinos. Estoy segura de que son 4 hombres. ¿Pero son en realidad cuatro? Ya perdí toda referencia.
Sigo bailando y cada vez me manosean más. De pronto me corro un bretel del vestido y de un movimiento dejo que caiga. Me quedo parada en tanga y sandalias delante de esos hombres.
Alguien me agarra de los hombros y suavemente me empuja para abajo en señal de que tenía que arrodillarme. El famoso gang bang con que tanto habíamos fantaseado se está por realizar. Entiendo y sé que es lo que tengo que hacer. Así que como puedo empiezo a buscar la primera pija. Encuentro una, que ya está al aire por lo que enseguida comienzo a chuparla. Siendo como me agarra de la cabeza empujándome y haciendo que entre casi toda dentro de mi boca. No es muy grande. Diría que es normal. No es la de Juli sin dudas, y tampoco la de Seba. Sigo chupándola con ganas. Siento la presencia de alguien a mi derecha, por lo que con mi mano tanteo a ver si encuentro algo. Enseguida siendo otro cuerpo desnudo. Empujando desde su cola con mi mano derecha lo acerco hasta mi cara. Ya tengo dos. Comienzo con el juego de una y una. Estoy así unos minutos chupando las dos pijas. Tampoco son las de Juli y Seba. Logro escuchar algo, como que hablan entre ellos, pero la música y el mareo no me deja entender que dijeron. Pero enseguida me doy cuenta. Se acerca un tercero. Este directamente me pega con la pija en la cara. Por lo que solo tuve que mover mi cabeza a la izquierda para poder comenzar a chuparla. Me llamo la atención el tamaño de la cabeza. Esta si era grande porque tenía que abrir la boca más de lo normal. De no hacerlo, lo iba a lastimar con mis dientes. No se cuánto tiempo abre estado así. De lo que si estaba segura era de que mínimo eran 5 hombres. Porque aún no había chupado la de Juli y la de Seba. Y estaba segura de que Seba estaba por ahí. Me siento poseída, como tratando de dejar a todos satisfechos. Me turno como puedo ayudándome con mis manos. Agarro una, otra, chupo. No quiero que nadie se quede afuera y hago un esfuerzo en mi cabeza para tratar de cronometrar el tiempo que me detengo en cada una.
En eso siento que se acerca alguien más. Estoy en una especie de ronda. Las rodillas ya me están molestando, por lo que como puedo, pido que me acerquen un almohadón de uno de los sillones. Alguien, que no es ninguno de los tres a los que se la estoy chupando, me lo alcanza. Así como me lo alcanza lo agarro como para que se quede. También esta desnudo, así que se la empiezo a chupar. Ya van 4. Pero aún hay alguien más que esta detrás mío. Me doy vuelta y como puedo empiezo a chupársela también. Este parece ser Seba. No estoy segura y tampoco me importa. A esta altura no me importa saber quien es quien, sino que solo me entrego completamente a la situación. Algo que muchas veces me imagine y fantasee, y que ahora se esta realizando.
Como puedo voy tratando de chupar un poco a cada uno. Ellos también como pueden me tocan y empiezan a penetrarme con los dedos. Me siento mojada. Estoy tan mojada que cuando alguien me saca los dedos de dentro mío, siento como parte de mi flujo chorrea por mi pierna. Estoy rodeada por 5 hombres. Se que mi marido está ahí viendo todo. En un momento Julian se me acerca y me dice al oído que lo único que no puedo hacer es sacarme el antifaz. Entiendo el juego y ya había decidido no sacármelo en ningún momento. Pero la aclaración es válida. Juli se vuelve a alejar. Me da la sensación de que solo quiere mirar.
Yo sigo con mi acto, pero después de un rato siento como la mandíbula comienza a acalambrarse. Es que hace varios minutos que estoy en esa posición chupando 5 pijas. Me siento la más puta. Me encanta. Siento que los 5 hombres están ahí por mí, y me esmero porque lo pasen bien, pero necesito cambiar de posición. Aun con el almohadón la posición es incomoda. En un momento me siento de costado, pero sin dejar de hacer lo que estoy haciendo. Alguien entiendo que estoy incomoda y me agarra de la mano como para pararme. Me levanto y me dejo llevar. Me llevan hasta el sillón y me indican que me siente. De nuevo se empiezan a acercar como para que se las chupe. Ya no se quién es quien, salvo cuando aparece la grandota. Esa es imposible no identificarla. Mientras la chupo me pregunto si dolerá. Si será como la del socio de mi jefe en Uruguay. Esa si que me había partido al medio, pero la termine disfrutando un montón. Ya no se cuánto tiempo hace que estoy así, pero quiero que alguien me penetre. Yo también quiero gozar. En un momento y ayudándome con las manos alejo a quien tengo adelante, y sin dudarlo me levanto y me doy vuelta. Me pongo en cuatro con las rodillas sobre el sillón y mis brazos sobre el respaldo. Saco cola y espero que alguien entienda mi mensaje penetrándome. No habrán pasado ni 30 segundos que siendo como alguien comienza a tocarme. Sus dedos entran fácilmente debido a la lubricación que tengo. LA tanga la tengo totalmente corrida por lo que me la empiezan a sacar. Me muevo para facilitarlo quedándome solamente con las sandalias. Tengo el interior de los muslos mojados del flujo que estoy dejando. Es indudable que el gang bang me gusta. El morbo de no saber con quién estoy, más la seguridad de estar ahí con mi marido es impagable. Estoy entregada y a la vez me siento segura. De pronto siento que alguien trata de penetrarme. No tarda ni le cuesta. Me penetra enseguida. Se puso preservativo. Lo puedo sentir. No me gusta, pero es necesario. Como el sillón no está contra una pared, mi posición es ideal para seguir chupándosela a alguien. Mi mandíbula ya descanso al menos 5´ y siento que tengo a alguien enfrente. Empiezo a chupársela, e inmediatamente alguien se pone también adelante. Así que como puedo alterno con los dos. En poco tiempo me doy cuenta que quien está detrás de mi esta por acabar. Me agarra de las caderas con fuerza. Está acabando. Sale y detrás me penetra otro rápidamente. También tiene preservativo. Este es un poco más brusco y lo hace con un ritmo más frenético. Cada vez que empuja para adentro, mi cara pega contra el cuerpo de quien tengo delante. A veces logro frenarme con las manos como haciendo un poco de resistencia, otras me la trago directamente entera provocándome algunas ahorcadas. No dura ni 3´. Acaba y enseguida me penetra otro. Me siento usada y me encanta. Mientras hago lo que estoy haciendo pienso en mis amigas. En lo que se están perdiendo y en si alguna es como yo. Tal vez tenga una amiga más fiestera que yo y no lo sepa. No puede ser que yo sea la única que hace estas cosas. Alguien debe tener experiencia, el problema es que no nos animamos a charlarlo. En ese momento me acuerdo una vez hace años cuando les conté en una noche de alcohol a mis amigas que había estado con dos hombres. Nunca voy a olvidarme las caras y de la catarata de preguntas que recibí. Después de eso nunca más me preguntaron nada.
De pronto vuelvo a la realidad. Una de las pijas que estoy chupando es la XXL. Me cuesta y quiero que quien tengo atrás acabe así me penetra él. Levanto la cola y empiezo a moverme yo también como apurando la situación. Da resultado. Enseguida terminan acabando y XXL sale de mi boca. Pasan unos segundos en los que imagino que se está poniendo el preservativo y comienza a penetrarme. Pero no hay dificultad más allá del tamaño. Enseguida siento como la tengo toda adentro. No me da más placer que las otras ni me duele, pero se siente más ancha, me lleva más. Alguien se para delante mío al lado de quien aún no me penetro. La empiezo chupar y enseguida la reconozco. Es Juli. Me dedico a él y me olvido del resto. Se la chupo como a él le gusta. Se aleja y al oído me vuelve a preguntar si esta todo bien. Le vuelvo a asentir con la cabeza justo cuando me están bombeando magistralmente. Siento como los huevos de XXL se mueven debajo mío. Lo estoy gozando y cada embestida hace que mi cuerpo salga fuera del sillón.
XXL acaba. Me doy cuenta porque me agarra con fuerza. Ahí siento como la cabeza de la pija me revienta el útero. Pero no duele, solo siento que me lleno por completo. Sale y el único que aún no me penetro ocupa el lugar de XXL. Difícil competir, pero se defiende. No sé qué está haciendo el resto, pero los escucho hablar. Me cogieron 5 tipos en menos de 20´. Me encanta. Nunca había vivido algo así y ya estoy pensando cuando lo vamos a repetir. Yo aun no logro acabar. No sé si es que no estoy cómoda en esa posición o que me concentre más en ellos que en mí. El ultimo acaba y se aleja. Yo me quedo quieta en esa posición como esperando instrucciones. Se que están mirándome y que la vista es la mejor. Estoy en cuatro con el culo apuntándoles. Me doy cuenta de que me están sacando fotos. No me molesta. Tengo miles. Pero no me gusta no saber quiénes están ahí. Me la banco, son las reglas del juego.
Habrán pasado 2´ y alguien me agarra de la mano. Me parece que es Juli, pero no me habla por lo que no lo puedo asegurar.
Me hace acostar en un colchón. Lo reconozco. Es un colchón inflable que tenemos desde hace mucho. Alguien se tomó el trabajo de inflarlo. Tenían todo preparado ya!!!.
Me acuesto y enseguida alguien se acuesta al lado mío. Me agarran y me sientan arriba. Y de una me penetran. No tiene preservativo y me parece que es Sebastian. Seba varias veces me penetro sin preservativo. Comienzo a montarlo como me gusta. Me aprietan las tetas. Me pellizcan los pezones. Ahora estoy gozando como perra. Me encanta estar arriba. Siento que viene mi primer orgasmo. Me muevo porque nadie me lo va a robar. Creo que hacía tiempo no gritaba con tanta fuerza mientras acababa. Es que en casa, con mi nene en la habitación de al lado, es difícil montar un show así. Lo disfrute de una manera tremenda. Alguien se pone delante mío para que se la chupe. No tengo drama y lo hago. Esta blanda, pero de a poco se va despertando. Siento que Seba esta por acabar, y como no tiene preservativo me empuja como para que salga. No me importa, me acomodo y se la empiezo a chupar justo cuando empieza a acabar. La mitad del semen termina en mi cara y pelo. El resto lo trago mientras se la limpio. Escucho que hablan y dicen cosas pero no logro entenderlos. No sé si me hablan a mi o lo hacen entre ellos. Alguien ocupa el lugar de Seba, pero me doy cuenta que tiene preservativo. No esta tan duro como Seba, pero me penetra enseguida. Yo sigo chupando la que tengo al lado. Me duelen los pezones de tanto que me los pellizcaron. Una vez me los mordieron tanto que estuve dos días con los pezones como piedras y sin poder ponerme corpiño porque cualquier roce me hacía doler. Se que mañana me voy a sentir igual pero no me importa. Alguien comienza a jugar con mi culo. Al principio tímidamente, un dedo, al rato dos. Me parece que me van a hacer la doble penetración. Me encanta siempre y cuando lo hagan con cuidado. La presencia de Juli me garantiza eso. Sigo moviéndome y vuelvo a acabar. No es tan intenso como el primero, pero al aumentar el ritmo hago que quien me estaba penetrando también acabe.
Sale y nadie ocupa su lugar. Mientras alguien sigue jugando con mi culo. Ya no son dos dedos, ahora son tres y hasta cuatro. No sé qué están usando, pero me lubricaron con algo.
Me quedo sacando cola, como ayudando a la situación. Tengo la espalda arqueada y escucho que hacen comentarios sobre mi posición. Siento la boca pastosa mezcla de sed, alcohol y semen de Seba. Por primera vez me animo a hablar y pido si alguien me puede alcanzar un vaso de agua. No me contestan, pero enseguida alguien me alcanza una botellita abierta. Tomo la mayor cantidad posible sin dejar de estar en 4 patas. Alguien se acomoda al costado mío y me empieza a masajear las tetas. En ningún momento dejaron de penetrarme analmente con una mano. En ese momento siento que ya no es una mano. Parece un pene, pero no siento la presencia de nadie detrás mío. Sigo sacando culo y entregándome a esa situación, y después de un rato me doy cuenta de que me están penetrando con un consolador. Debe ser uno de los míos que Juli debe haber bajado del placard.
Siento que cada vez esta más adentro y ya no duele ni molesta. Esto es sinónimo de que mi culo ya se acostumbró y ahora viene el momento de disfrutar el sexo anal a pleno. En mi cabeza me pregunto dónde estará XXL y si él será uno de los que me lo hará analmente.
De pronto siento a alguien delante mío. Estiro la mano y toco un cuerpo. Enseguida algo se acerca a mi cara y como puedo lo busco con la boca. Es una pija. Tiene gusto raro, producto de que en algún momento cercano estuvo con un preservativo. La chupo como puedo tratando de despertarla, y de a poco lo logro. Enseguida alguien se acomoda al lado, por lo que vuelvo al juego de alternar una a una cómo puedo. Me doy cuenta de que quien se sumó último es XXL pero no logro que se despierte. Igual dormida y todo es grande. A veces me gusta chuparlas cuando están dormidas. Este es el caso.
En eso alguien se acomoda detrás mío y me doy cuenta de que lo que me está penetrando analmente ahora es un pene de verdad. No sé quién es, pero me encanta. Me agarra fuerte de la cintura empujándome contra él. Siento como se llena totalmente mi culo y en algún momento me tiro para adelante porque siento un poco de dolor. Pero son solo dos o tres embestidas. Luego me acostumbro y acompaño el movimiento. Alguien trata de acomodarse debajo, pero es imposible por lo que desiste. Quien me está penetrando sale y alguien me agarra de la mano como para que me levante un poco y deje que alguien se acomode debajo mío. Me vuelven a acomodar y de pronto me están penetrando vaginalmente. Se que en cualquier momento se viene la doble penetración y la estoy esperando. Comienzo a moverme porque ya estoy por llegar al clímax nuevamente. Es que la situación me está volviendo loca. Me están cogiendo en manada y me está gustando. No se quiénes son, ni cuantos son, pero yo estoy gozando como nunca. En eso alguien se vuelve a acomodar detrás mío y trata de penetrarme analmente. No puede. Hago fuerza y logro que quien me está penetrando vaginalmente salga. Levanto la cola en señal de “es ahora”, y quien está detrás mío de un empujón me penetra. Como puedo agarro la pija del de abajo y comienzo, suavemente, a metérmela. Enseguida lo logramos y nos quedamos quietos los tres como esperando a que todo se acomode. Escucho como murmuran entre ellos y quienes están más alejados. Entre el ruido de la música logro escuchar el sonido de una foto. Están retratando todo me imagino. Acabo sin siquiera moverme. No lo puedo creer. Todos se dan cuenta y alguien me dice algo al oído que no logro entender. De a poco quien está detrás mío empieza a moverse agarrando un ritmo lento, pero ritmo al fin. Yo estoy en el cielo. Como puedo estiro la cara para tratar de chupar algo, pero quienes estaban antes delante mío parece que ahora no lo están. Sinceramente no se cuánto tempo duro esta doble penetración, pero quien está detrás mio empieza a acabar porque me aprieta con fuerza y deja de moverse.
Me están pellizcando los pezones. Trato de tirarme para atrás pero no tengo manera. Es que me duelen. Me duelen, pero me gusta. Ya me está empezando a doler el culo también. Se que aún falta. Alguien trata de ocupar el lugar de quien acaba de acabar. Para mi sorpresa y también susto, me doy cuenta de que es XXL. Tengo miedo de que me lastime. No me equivoco. Trata de penetrarme, pero directamente no entra. Tomo de nuevo la iniciativa y hago que quien está debajo mío salga para que quien me quiere penetrar analmente pueda hacerlo. XXL trata, pero solo logra que entre la cabeza. Yo saco culo y con mi mano empiezo a ayudarlo. De a poco se va acomodando y entra. Parece que entro toda, pero sé que no es así porque aún la estoy agarrando con mi mano. Empiezo a empujar, pero me doy cuenta de que me va a doler. Salgo de un movimiento y vuelvo a sacar culo para comenzar la secuencia. Esta vez parece más fácil y de a poco va entrando. Yo siento que me están partiendo al medio, pero no quiero que dejen de hacerlo. De pronto me olvido de todos. Solo quiero que XXL logre penetrarme completamente. Después de dos intentos lo logramos. Ahora me tienen que penetrar vaginalmente. Agarro a quien está debajo mío que desde hace un ratito está esperando que XXL logre penetrarme y con mi mano comienzo a guiarlo. No nos cuesta. Al contrario. Entra fácil. Nuevamente la secuencia de esperar a que todo se acomode y luego comenzar con el movimiento rítmico. Esa sensación de que te están reventando es única. Siento las dos pijas casi rozándose adentro mío. Quien está debajo comienza a acabar. Yo no logro darme cuenta si tiene preservativo o no, pero ya no puedo hacer nada. Entiendo que si esta Juli debe estar controlando todo. Como aún tengo a XXL encima, el de debajo tiene que esperar. Siento como de pronto su pija comienza a achicarse por lo que empiezo a sentir menos presión interna. Esto me libera y me ayuda a moverme más intensamente. XXL empieza a acabar y sale de adentro mío. En fracción de segundo siento como algo tibio cae en mi espalda. Es el semen de XXL. Me queda la duda de si se sacó el preservativo o si nunca lo tuvo. Al estar la música alta no logre escuchar el ruido al preservativo. Cuando XXL sale, siento que tengo el culo abierto como una flor. Ya me arde, pero esto aun no termino, y no quiero que termine.
Enseguida ocupan el lugar de XXL y quien estaba abajo mío logra salir. Entra fácil. Después de XXL ya todo va a ser más fácil.
Creo que no habrá durado más de 2 o 3 minutos, y siento que sale rápidamente en señal de que está acabando. De nuevo siento como lo hacen en mi espalda, y de nuevo la misma duda de antes. Tengo semen de tres hombres diferentes diseminados en mi cuerpo. Algo chorrea por el costado de mi espalda. Me quedo esperando al siguiente pero no llega.
Alguien me agarra de la mano y me hace sentar nuevamente. Me siento y enseguida me ponen un pene en la cara. Comienzo a chuparlo. Tiene gusto a preservativo. Sinceramente es un asco, pero me la banco. Lo chupo con ganas como si me obligaran a hacerlo. Siento que varias manos me manosean, pero ya todo es más tranquilo que antes. Quien está en mi boca después de un rato se aleja dándole lugar a otro. Otro que también sabe a preservativo. Alguien comienza a hacerme sexo oral, pero la posición no ayuda y al poco tiempo desiste. Yo me tiro para atrás como levantando mi pelvis, lo que facilita la tarea. No sé si es el mismo u otro, pero de nuevo empiezan a darme sexo oral. Yo sigo chupando una pija que comienza a acabar. Quiere salir para no hacerlo en mi boca, pero es tarde. De nuevo parte queda en mi boca, y un poco en mis tetas. Pero no es mucha la cantidad. Mientras siguen dándome una muy buena sesión de sexo oral. Me encanta.
Pongo mi mente en blanco mientras repaso la situación. Ya perdí la cuenta de cuantos hombres me penetraron. Ya pasé todos los límites que alguna vez pensé que no pasaría. Y lo que me asusta, es que me gusta. Me gusta lo que está pasando. Me gusta ser la puta de todos esos hombres en mi casa. Me gusta disfrutar a pleno sin ningún riesgo por la seguridad de que mi marido está presente.
Sigo chupando una pija. Tiene gusto a semen con preservativo. Una mezcla letal pero que no puedo evitar disfrutar en ese momento. No esta dura pero tampoco muerta. En mi cabeza me pongo como objetivo hacerlo acabar, por lo que me ayudo mucho con mi mano a masturbarlo. Da resultado. Comienza a acabar en mi boca, pero me alejo rápidamente dejando que lo haga en mis tetas. Siento que no es mucho lo que cae, en señal de que debe ser la segunda vez que lo hace. El semen de mis tetas comienza a desparramarse hacia mi piercing en el ombligo. Trato de acomodarme el pelo y siento que también tengo semen ahí. Sin darme cuenta me lo desparrame un poco más. Alguien se para al lado nuevamente y me toca un poco las tetas. Ya el menor roce me hace doler, pero me la banco. Me acerca un poco la pija, pero apenas llego a chuparla. Me doy cuenta de que se esta masturbando delante mio. Me toco un poco como para estimularlo y también lo toco un poco a él. Esta flácido, pero de estimula rápidamente. Al poco tiempo siento de nuevo semen en mis tetas. Nuevamente es poco, pero siento como chorrea hacia el ombligo también. Debo tener una pileta rodeando el piercing.
Me doy cuenta de que a poco la intensidad va mermando porque nadie se acerca.
Ya nadie me penetra. Sigo con el antifaz y las sandalias puestas. La música esta alta por lo que no hay forma de que pueda entender lo que hablan, aunque los escuche hablar.
Después de un rato todo parece haber terminado. Como puedo me acomodo y me siento en el sillón con las piernas cruzadas. No tengo problemas en estar desnuda delante de terceros, pero no poder ver ni escuchar no me gusta. Me siento vulnerable. De pronto el volumen de la música baja un poco y escucho un poco más. Me quiero sacar el antifaz y descubrir quienes me cogieron, pero se que no puedo. Los conoceré?. Alguien se sienta al lado mío. Es Julian. Me pregunta como lo pase y si estaba todo bien. Le digo que lo pase muy bien, y que estaba todo más que bien. Se levanta y escucho que habla con alguien. Me agarran de la mano y me hacen parar. Se que están todos mirándome, pero mi desnudez me gusta. Me gusta porque sé que le gusto a ellos y eso me hace sentir sexy. Siempre me gusto ser el centro de atención. De la mano me guían para la escalera que lleva al piso de arriba, donde están las habitaciones. Me llevan a la que es nuestra habitación y me acuestan en la cama. Es Juli. Me dice que va a despedir a todos y sube. Que cuando cierre la puerta me puedo sacar el antifaz.
Me quedo tirada en la cama desnuda, sin siquiera taparme y ni bien escucho que Juli se aleja y cierra la puerta, me saco el antifaz. La luz me molesta. No se cuánto tiempo estuve con el antifaz puesto. Miro la hora y son casi las 5 AM. Lo que para mí fue rapidísimo en realidad duro más de 2 horas. Tengo mil dudas en mi cabeza. Quienes fueron?, cuantos fueron? , quienes acabaron y quienes no? , quien era XXL? , etc.
Quiero que Juli suba ya, pero lo escucho abajo aun hablando con alguien. Me pongo una remera y me asomo por la escalera tratando de escuchar. Están limpiando mientras conversan. Bajo unos escalones, me asomo y lo veo a Juli limpiando con Seba. Como hay confianza, después de asegurarme de que no hubiera nadie más, decido bajar.
El living parece una zona de guerra. Hay un colchón inflable tirado en el medio, un sillón esta corrido, por lo que entiendo es en el que me cogieron. En la mesa se pueden ver un montón de latas de cerveza, paquetes de preservativos abiertos y cerrados, cajas, etc. También veo dos baldes con botellas de champagne vacías, un montón de vasos y algunas gaseosas y botellas de agua.
Seba y Juli estaban limpiando algo en la cocina y ni se dan cuenta de que yo había bajado hasta que Juli vuelve al living a buscar más cosas. Ni bien me ve se me acerca y me da un beso. Me pregunta si quiero algo a lo que le pido un vaso de agua. Me lo va a buscar a la cocina y vuelve con Seba. Como estoy sin tanga y en una posición en la que se me ve todo, me acomodo un poco y me tapo con la misma remera. Juli se sienta al lado mío y Seba en una silla a unos metros.
Se quedan mirándome como esperando a que les diga algo, pero yo hago exactamente lo mismo.
Juli rompe el silencio y me pregunta como estoy. Le digo que bien. Y la segunda pregunta es como lo pase. Me rio y mirándolos a los dos les digo que muy bien.
Ahí decido tomar la iniciativa y les pregunto cuántos habían sido. Ellos se ríen y me dicen que no me van a decir. Los quiero matar. Quiero saber con cuantos estuve. No es que me cambie mucho, pero tengo intriga. Es como si sintiera que quiero batir mi récord. Quien dice que si hay otro no quiero que sea uno mas que en la anterior. No lo sé. Soy ambiciosa y muy competitiva. Siempre lo fui.
Insisto, pero no hay caso. Hago otra pregunta. Los conocía? Se vuelven a reír y me vuelven a contestar lo mismo. No me lo van a decir. Esto me genera un morbo adicional. Quiero saber quienes eran. No quiero estar con alguien sin saber si me cogió o no. En mi cabeza empiezo a tratar de imaginarme quienes podrían ser. A quien puede haber invitado mi marido, pero no me dan los números. No tiene tantos amigos con tanta confianza. O al menos yo no lo se.
Como soy orgullosa no insisto mucho. Tal vez cuando se vaya Seba y me quede sola con Juli usando alguna de mis “armas” lo logre aflojar y me cuente todo.
Mientras siento que no doy mas del cansancio y me quiero ir a acostar. Me levanto y le doy un beso con lengua y todo a Juli. Un beso corto pero intenso. Paso por al lado de Seba y le doy una palmada en la cabeza. Subo la escalera y mientas subo siento que mi cabeza va a explotar sino logro saber quienes me cogieron esa noche. Sera algún compañero de trabajo de Juli?, algún papa del colegio?, alguno con los que jugo al futbol esa tarde?. Son padres del colegio. Juli tiene confianza con algunos. De hecho, varias veces salió a tomar algo con ellos. Ya me imagino en la puerta del colegio parada al lado de quien me cogió varias veces y yo sin saberlo. Será algún conocido de ambos o solo conocido de el?. Las opciones son varias y ninguna me cierra.
Ya esta casi amaneciendo y tengo dudas de acostarme, así como estoy, llena de semen de diferentes hombres o darme una ducha rápida. La verdad es que no doy mas así que me acuesto como estoy.
Antes de dormirme me acuerdo que ese mismo día tenemos el cumpleaños de un compañero de trabajo de mi marido. Me cruzare con alguno de los que me cogieron esa noche?. Me da morbo, mucho morbo, pero me duermo.
1 comentarios - tremenda orgia me organiza mi marido
Dedícate a escribir un libro !!!