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la despedida 4ta parte

¿En una playa desierta como esta, para que tomarse el tiempo en ponerse bikini? Fue lo que se preguntaron las chicas y así mismo se respondieron que era mejor no esperar.

Mariana corriendo por la arena, se comenzó a sacar las sandalias si dejar de bajar el ritmo para luego detenerse en la orilla del mar donde sus pies comenzaban a mojarse para sacarse la remera y tirar hacia un costado para luego desabrocharse su pollera deslizándose hasta sus pies como también su corpiño que deslizaron sobre sus brazos luego de desabrocharlo.
A todo esto, Paula reía y filmaba el acontecimiento sentada desde el capo de la camioneta de su amiga Ana.
Ya en tanga solamente y con sus tetas al aire mariana disfrutaba del agua, Ana tomo la decisión de seguir a mariana y fue hacia medio de la playa. Comenzó a sacarse el enterito corto desabrochándose la parte de las mangas inclinándose hacia delante y bajándoselo de a poquito ya que era muy cedido al cuerpo revelando su hermoso orto entangado en negro que era una obra de arte de ahí las zapatillas como a la vez la remera, corpiño con sus tetas liberada para juntarse en mar con su amiga a la cual saltaban y disfrutaban como las olas frías golpeaban sus cuerpos
Mariana – dale veni ortiva – le gritaba a paula
Ana – dale que el agua esta hermosa –
Paula – bueno – así que se acercó con unas toallas para luego hacer una montañita con las ropas de sus amigas.
Se sacó las sandalias y la tira de su vestido rosa floreado corriendo las tiras de sus hombros a un lado bajándola de forma sensual como si fuera un striptease. A lo cual sus amigas también jugaban tocándose a tal modo que a Ana se les escapo darlo un pico (un beso corto) a Mariana.
Ya en tetas paula se juntó a sus amigas. se sumergían en el mar, riendo y jugando entre las olas. Sus cuerpos desnudos brillaban a la luz, jugaban y se divertían como niñas, niñas atrevidas
Luego se pusieron a tomar un poco de sol, hasta que Ana recordó que era mejor ponerse bronceador.
Paula – dale voy a buscarlo – y tapándose con una toalla se dirigía hacia la camioneta que al abrir la puerta la toalla cayo, sin importarle se inclinó a buscar en su bolso el bronceador dejando su cola en pompa (tardo en encontrarlo). Al darse vuelta vio que sus amigas a la lejanía estaban acompañadas por 2 muchachos   

Se tapó sus tetas con las manos para luego cubrirse con la toalla e ir nuevamente con ellas pudo distinguir a los sujetos: uno era un sujeto calvo musculoso caucásico con un bañador rosa y sin remera, delgado pero fibroso con ojos celestes.
El otro era un morocho de descendencia africana con pelo largo hasta la cintura musculoso con bañador blanco
Mariana – mira pau tenemos admiradores –  refiriéndose a los chicos al llegar Paula con ellos, sus tetas estaban descubiertas aun excepto las de Ana ellas si la tenía tapadas
Ana – mirones diría yo –
Ciro – no, nada que ver. Solo caminábamos con rafa y justo las vimos. Pero no queremos incomodar – dijo el pelado
Paula – y los admiradores tienen nombres –  la escena era la playa ya media mañana con un sol radiante Mariana con las tetas al aire y Ana recostadas tapada. Paula parada y un costado los chicos
Ciro – sí, mi nombre es Ciro. Un placer – dijo estrechando la mano, lo cual fue respondido por las chicas
Mariana – y vos negro, tu nombre? –
Rafael – y del ustedes? Rubia – con sarcasmo dijo el moreno
Mariana – tenes la lengua larga parece –
Rafael – y otra cosa también – guiñando el ojo derecho
Ciro – mi amigo se llama Rafael – dijo colocándose sobre su amigo
Ana – bueno yo soy Ana, sos un poquito desubicada rafa – directamente al el
Ciro –  un gusto ana –
Mariana – yo soy mariana y mi amiga es paula – señalándola
Ciro – encantados –
Mariana – me imagino que encantados con lo que vieron –
Rafael – bueno si se ponen en bolas en la playa no crea que nadie las puede ver –
Mariana – a ver ponete en bolas vos, asi estamos a mano –
Ana –  mariana!!! – dijo regañándola
Rafael – bueno si eso queres – tomándose los costados del bañador, disponiéndose a bajárselo
Paula – ella está bromeando, no es cierto Marian? – mirándola directamente
Ciro – claro el también –
Rafael – tal cual, ya que estamos, quieren que la ayudemos en algo – mirando el pote del bronceador
Paula - si te referís a pasarnos el bronceador, desde ya te dijo que no; podemos hacerlo solas - con una sonrisa pícara-
Rafael - pero mira mis manos, se un segundo te bronceo toda - mostrando sus gigantescas manos aludiendo de ellas
 mariana - suena interesante, pero pasamos, bombones –
Ciro - bueno que no llamen así, ya nos damos por ganados, buenos no las molestamos más chicas. gracias –
Rafael- bueno, pero podemos refrescarnos o hacer algo? –
Ana- no, está bien pueden seguir su camino-
Rafael- bueno ustedes se lo pierden- ahora aludiendo sus músculos
Ciro - bueno nos vemos después –
Al retirarse las chicas hicieron comentarios sobre ellos, como los músculos, Ana noto que podían tener buenos miembros, etc.
A paula le pareció interesante Ciro, y a sus amigas el negro rafa como lo apodaron.
El aire salado parecía impregnado de una energía vibrante, y el oleaje susurraba secretos entre las olas. Las tres amigas habían decidido que era el momento ideal para broncearse, así que sacaron un frasco de bronceador que relucía bajo la luz solar. Mariana, con una sonrisa traviesa, tomó la iniciativa. “Chicas, ¡es hora de broncearse!” dijo mientras untaba una generosa cantidad de crema en su piel dorada. La sensación de los dedos deslizándose suavemente sobre su abdomen le causaba un escalofrío placentero. Sin pensarlo dos veces, le pasó el frasco a Paula.
—Ahora te toca a vos —dijo Mariana, mientras Paula sonreía pícara, dándose cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Se giró, dejando al descubierto su espalda suave y bronceada, y sintió los dedos de Mariana aplicando el bronceador. Cada toque era una mezcla de cuidado y sensualidad, haciendo que su piel ardiera no solo por el sol, sino por la energía que las rodeaba. Ana, viendo el juego que se desarrollaba, se acercó y propuso: “Dejemos que todas nos ayudemos”. Con esas palabras, la atmósfera cambió. El frasco de bronceador se convirtió en un objeto de deseo compartido. Ana empezó a aplicar el bronceador en los hombros de Paula, mientras Mariana giraba para ofrecer su espalda. Sus manos se deslizaban suavemente, dejando una estela brillante en su piel. Las risas y miradas cómplices llenaban el aire; cada roce era un juego de seducción involuntario.
Luego de un par de horas decidieron ir a hospedarse al hotel que reservaron, al llegar, se registraron y tomaron sus habitaciones. Se ducharon y se cambiaron para almorzar en el mismo hotel. Paula se puso un pareo de tela rosa con una musculosa negra, gafas de sol y sandalias. Mientras mariana se colocó un pantalón ancho blanco, y top del mismo. Ana vestido corto negro.
En ese momento le sonó el celular a paula, el cual era Gonzalo que le reprocho porque no le había marcado, ese cuestionamiento termino en una discusión que ella termino cerca de la pileta del mismo hotel para no molestar con dicha discusión no afectara el almuerzo de sus amigas.
Al colgar el teléfono, escucho una voz que le decía “todo bien, ¿necesitas algo?”
Al darse cuenta de quién era pensando que podría ser Mariana o Ana, pero era Ciro, quien estaba con una camiseta floreada y una bermuda de Jean
Paula – y vos que haces acá? – sorprendida
Ciro – estoy parando en este hotel, hermosa coincidencia por lo que veo vos también –
Paula – escuchaste lo que hablaba? –
Ciro – no, no te preocupes –
                                       Paula – bueno mejor, porque me ibas a escuchar discutiendo, y no me gusta dejar esa impresión –
                       Ciro – dudo que puedas dejar una mala impresión –
 Paula – jajajaj –
Ciro – bueno te saque una sonrisa –
Paula – si, devolvemela que la necesito –
Ciro – en este lugar tan lindo imposible, vas a tener muchas. Déjame adivinar, problemas de pareja –
Paula – sí, cosas con mi marido! –
Ciro – bueno yo zafe de eso, me separe hace un par de años –
Paula – infidelidad? –
Ciro – no, degaste solamente. Es raro encontrarme con 42 años soltero, fui pareja de Sofía (mi ex) desde que éramos adolecente y el tiempo puso su final –
Paula – bueno voy sabiendo más cosas tuyas –
Ciro – te toca a vos – estaban sentados en las reposeras del hotel ahora
Paula – bueno me llamo paula y tengo 35 casada hace poco, y hasta ahí nomás jajajaj –
Ciro – bueno me alcanza jajajajaj, tomamos algo? Me refiero acá en el hotel –
Paula – hay que boluda deje a las chicas sola es el almuerzo –
Ciro – uh paso una hora ya –
Paula – eh, tanto? – rieron y fueron para dentro del mismo
Pero solo se encontraron con mariana sola, tomando una copa de helado
Mariana – y este? – refiriéndose a ciro mientras pasaba la lengua de forma muy sensual a la cuchara
Paula – coincidencia –
Ciro – me encanta verte de nuevo a mi también – ambos se sentaron en frente de mariana
Paula – y Ana? –
Mariana – fue a buscar su celular –  le respondió
Ciro – nos pegamos un chapuzón en la pile? –
Mariana – dale ahora tenemos bikini –
Ciro – uh se va a decepcionar mi amigo –
Paula – cual el grandote? –
Ciro – sí, el –
Mariana – estamos hablando de cómo era… tu amigo de la playa? –

Ciro – rafa, si debe estar por bajar –

Mientras tanto Rafael que pospuesto también estaba en ese hotel, estaba sentado en los pies de la cama con sus pantalones recibiendo un sexo oral de Ana que en ese momento estaba de rodillas entre las piernas abiertas de Rafa, sus dos brazos estaban sujetándose a los fuertes muslos de su nuevo amigo, mientras que el movimiento de su cabeza daba clara muestra de lo que sucedía en ese momento.
Rafa – aaaaahhhh mira tan calladita que se te veía –
Ana – viste somos la peores glup glup glup glup – si la metía en la boca como desesperada
Ana estaba propinándole una mamada fabulosa a rafa, con su vestido enrollado en la cintura con sus tetas al aire y esa tanga roja que separaba los cachetes de su hermoso orto como. Rafael se veía en el espejo de enfrente a él como gozaba y a Ana como su cabeza subía y bajaba directamente desde su entrepierna con un gran esfuerzo podía llegar hacia la mitad de ese tronco oscuro, al mismo tiempo que él le sujetaba suavemente de la cabeza, haciéndola seguir el ritmo que quería.
Rafa – si segui segui  oohh oooohhhh ooaaaahh –
Ana – glup glup glllllllluuuuup guuuglll  ahhh glup glup glup –
Tuvo que agarrar la pija con las 2 manos para continuar de saciar a apetitoso alimento. Pronto los gemidos de él hacían que el ambiente se hiciera sórdido, aunque muy sexual.
Luego ella se paró y se comenzó a sentar sobre el miembro de Rafael, donde él la ayuda, le corrió la tanguita y tomando su verga como punta de flecha hacia arriba comenzó a enterrar en su rosada vagina.
Ana – ooooohhh oooohhhh aaaahhhh –
Plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf los sentones retumbaba por todos lados – mmmuuuackk muaaackkk – rafa le besaba las tetas como loco
Mariana – bueno hasta que Anita se digne a venir vamos a la piscina, les parece? –  refiriéndose a Ciro y Paula   
Ciro - bueno vamos –
Paula – me vendría bien un poquito de agua nuevamente – levantándose los 3 de sus asientos
Ana – aaaooo oooooahhahah aoaoaoaommmmm – seguí encima de Rafael, el cual con sus enormes manos tomaba las nalgas de su amante con fuerza separándolos a su entero placer
Tal así que aprovechaba para meter un dedo en su ano, obvio no pudo ingresar en su totalidad y la buena de Ana, llevaba su mano hacia atrás para empujar esa enorme verga hacia ella
Ana – aaaaoo aaaahhh aaoaoaoaoaooaoah – seguía gimiendo
Rafa – ooohhh ammmmm muuauaahchhhhhcckkk  mmmmmuuac glup – mientras masajeaba ese orto le chupaba las tetas
Era tanto el placer que ella ya es abrazaba a ese gran hombre donde empezaron los famosos chirlitos plaf plaf en las nalgas, donde el cuerpo de la dama vibraba y se balanceaba sobre la negra verga de aquel hombre con gemidos ahogados.
Paula se estaba sacando el pareo deslumbrando su colita bella donde un par de chicos en la piscina no podían hacer la vista gorda, luego se sacó la remera quedando con su bikini blanca, mientras mariana estaba en la piscina con un bikini negro
Ana – oooogg oooohhh mmmuuchh muack muack –
Rafael estaba parado sosteniendo a upa a Ana enterrándole su miembro en su vagina donde comenzaba a caer ese delicioso néctar de sus jugos al mismo tiempo que se besaban
Ciro – chicas y vienen de vacaciones o negocios? –
Mariana – vacaciones, nos tomamos unos días, llegamos recién. ustedes? –
Ciro – llegamos hace 3 días y también de vacaciones. ¿Pido unos jugos? –
Paula – dale Ciro, encantadas – y este fue a buscarlo mientras las chicas estaban en la piscina
Mariana – y piola en pelado, ¿no?  – le preguntaba a paula mientras este ya no las oía
Paula – si la verdad que si –
Mariana – che qué onda, que te rompía las bolas Gonzalo –
Paula – no sé, pesado nomas, busca excusa para pelear –
Mariana – che como es eso de la cámara espía? –
Paula – si puse una escondida por ahí –
Mariana – no buscara vos excusas para separarte –
Paula – la verdad no sé qué decirte –
Ana – ooohhhh si si asi aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaooo – ahora Ana estaba acostada boca arriba cerca de la orilla de la cama, donde rafa parado la penetraba tocando y apretando las tetas de esta con las piernas bien separaba la cama comenzaba a crujir
¿Rafa- aaaoaoaoaoaoaoahh así así nena ooohhhh te gusta?? –
Ana – siiiiiii siii que ricoccococco oooooohhhh .- con su manos rafa masajeabas esas tetas como loco
Luego fue rafa quien se puso boca arriba de la cama para que ella apoyara su espalda sobre su pecho encima de el, así nuevamente separa las piernas de Ana para una vez más enterrar su banana en ella
Ana – aaaaaaaaaaaaaaaahhh ahhhhhhhhhhhh oooorhhhh siiiisimmmmmm –
Rafa – aaoaoaoao –
Ana – a a a aooooiohhhhh yo tuya me negroo aanananan –
Rafa – si ehhh mira que linda vacaciones estas pasando eh –
Tras un rato así Rafael soltó grandes cantidades de espermas dentro del preservativo.

la despedida 4ta parte


Al rato Ana apareció en la piscina y se encontró con sus 2 amigas junto a Ciro bebiendo unos jugos vestida con su bikini animal print......

http://www.poringa.net/posts/relatos/5756247/La-despedida-5ta-parte.html

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