Cuando Lorena mi hermana fue a desayunar aproveché ese momento para guardar las dos prendas sexys que le acaba de robar del cajón de su habitación y las escondí debajo del colchón de mi cama, acto seguido me fui a desayunar con ella y mi familia. En la cocina mientras desayunábamos no podía parar de pensar en todo lo que había sucedido apenas unos minutos atrás, seguía completamente empalmado (de esas erecciones tan fuertes que llega a doler el miembro).
Uno de los mayores problemas en ese momento era disimular semejante excitación teniendo a Lorena justo a mí lado y sería sobre todo aún un mayor reto cuando la muy guarrilla de mi hermana no paraba de rozarme el bulto con la mano en momentos de despiste de mi padre y madre. Ese día tardamos ambos bastante más de lo normal en acabar el desayuno, tanto que cuando nuestros padres salieron de la cocina ella no pensó en ningún instante y bajó rápido mi pantalón del pijama con calzoncillo incluido, con la misma rapidez se agachó introduciendo mi pene en su boca.
Pensaba que era un sueño, era la primera vez que sentía unos labios rozando mi polla y ella se veía que disfrutaba cada movimiento que hacía con la cabeza y lengua. Aunque pensaba que me correría dentro de su boca de semejante placer, no tardó más de 10 segundos cuando dejó de chupar.
+ Ponte bien la ropa mi niño *me decía mientras pasaba su lengua por los labios*
+ Puedes hacer lo que quieras conmigo y yo contigo, por algo somos hermanos y nos queremos mucho. ¿No?. *Afirmaba tomando absolutamente toda la iniciativa y preguntaba*
- Claro, claro hermana. No pasa nada, somos familia y a mí me gustas mucho, eres guapa y sexy. *Le respondí*
Así que me levanté el pantalón y el calzoncillo y sin más fui hasta mi habitación ya que Lorena se había levantado también de la mesa saliendo a un patio exterior que tenemos en la entrada de la casa.
Ya en mi habitación pillé el tanga negro de Lorena que robara de su cajón masturbándome de tal manera que no me detenía eyaculando en él. Nunca en mi vida vi tanta lefa junta, tal vez el color del tanga también ayudaba en el contraste del blanco con el negro de la tela.
Aún excitado de la mamada express que recibí de mi hermana, no tuve mejor idea que dejar esa prenda debajo de su almohada a forma de continuar ese juego erótico y sexual que empezamos aquella mañana.
El día continuó con total normalidad dentro de lo sucedido, hasta que dieron aproximadamente las 9:00 de la tarde.
En 1 hora nos tocaría cenar, antes de ello solíamos ducharnos. Primero yo y después Lorena ya que no tardo nunca más de 10 minutos en ducharme y así ella tiene suficiente agua caliente. Entré en el cuarto de baño como siempre con la ropa de ese día puesta y el pijama en la mano para cambiarme, la única diferencia ese día era que llevé el culote robado de mi hermana, quería ponérmelo y dormir con él puesto (me excitaba la idea de ponerme su ropa interior y notarla rozar mis huevos).
Cuando acabé de ducharme separé la cortinilla, miré y SORPRESA! El pijama que me iba a poner estaba encima del lavabo en vez de el toallero y el culote no estaba... Se me aceleró el corazón pensando que pudo entrar mi madre y llevarse ficha prenda, lo que me haría sin duda tener que dar una explicación que no sabría como dar. Mi padre estaba en el trabajo y hasta las 6 de la mañana no volvía. Con todos los nervios salgo de la ducha y de reojo veo que hay alguien sentado en la taza del inodoro. Era mi hermana.
Había entrado a mitad de mi ducha sin hacer ruido, no me di cuenta en absoluto... Pero lo que más me impactó en aquel instante era ver qué tenía el culote en la mano y observar el tanga blanco encima de la minifalda a la altura de sus rodillas.
+ Hola pequeño, no hagas ruido y acércate *me dijo con un tono de voz suave y bajo*
Yo completamente desnudo le hice caso y me puse delante de ella a unos 20 cm de su cara.
+ Veo que te gusta mi ropita interior, podrías habérmelo dicho antes, me excita saber que mi hermano se pone mis braguitas. ¿Porqué te las ibas a poner, no?
- Si... Quería saber que se siente y... Me pone cachondo tu ropa interior, es muy sexy, suave y bonita. *Le respondí sonrojado y empezando a tener una erección mientras la miraba la vagina y observado el tanga blanco*
+ Bueno, ya veo que esto te gusta pero... Ven acércate no tengas miedo que no muerdo jaja. *Me dijo con cara de picardía*
Me acerqué y cuando mi polla estaba a la altura de su cara, agarró esta y empezó a chuparla como por la mañana, la única diferencia era que aparte de ella estar sentada con el coño al aire (acababa de mear) la puerta del baño estaba cerrada con el pestillo puesto. Chupó con sutileza toda mi polla y lamió todo mi prepucio, yo no paraba de gemir bajito y agarré su cabeza ayudando a su movimiento de succión de mi pene. Fue algo que me salió instintivamente... No lo había pensado ni un segundo.
Ella seguía chupando y chupando mientras me miraba, me puso tan cachondo que empecé a eyacular de golpe en su boca, cuando salió el primer golpe de lefa ella no sacó la boca y solamente dejó que yo acabase de llenarle la boca de semen. Cuando acabé ella sacó la polla de la boca mirándome tragó todo.
+ Que rico está tu esperma, tienes muchísima cantidad, casi tengo que dejar caer un poco de la boca que me ahogaba. ¿Que te pareció? ¿Te gustó mi niño? *Me preguntaba mientras se levantaba del aseo*
- Es la mejor sensación del mundo hermanita, es algo que jamás olvidaré. Te adoro mucho preciosa. *No sabía que decir, estaba flotando de placer*
Acto seguido se rió, se quitó el tanga blanco y me lo puso en la cara
+ Toma tonto, huele esto y límpiate el pene con él si quieres. Ya me lo darás cuando quieras.
Se puso el culote, se subió la minifalda y mientras se dirigía a la puerta le dije.
- Hermana... Tienes un regalo mío debajo de tu almohada, pero míralo cuando nos vallamos a dormir.
Ella puso cara de sorpresa y salió del baño con cuidado de que no estuviera mi madre cerca.
Pronto subiré la tercera parte. Un saludo
Uno de los mayores problemas en ese momento era disimular semejante excitación teniendo a Lorena justo a mí lado y sería sobre todo aún un mayor reto cuando la muy guarrilla de mi hermana no paraba de rozarme el bulto con la mano en momentos de despiste de mi padre y madre. Ese día tardamos ambos bastante más de lo normal en acabar el desayuno, tanto que cuando nuestros padres salieron de la cocina ella no pensó en ningún instante y bajó rápido mi pantalón del pijama con calzoncillo incluido, con la misma rapidez se agachó introduciendo mi pene en su boca.
Pensaba que era un sueño, era la primera vez que sentía unos labios rozando mi polla y ella se veía que disfrutaba cada movimiento que hacía con la cabeza y lengua. Aunque pensaba que me correría dentro de su boca de semejante placer, no tardó más de 10 segundos cuando dejó de chupar.
+ Ponte bien la ropa mi niño *me decía mientras pasaba su lengua por los labios*
+ Puedes hacer lo que quieras conmigo y yo contigo, por algo somos hermanos y nos queremos mucho. ¿No?. *Afirmaba tomando absolutamente toda la iniciativa y preguntaba*
- Claro, claro hermana. No pasa nada, somos familia y a mí me gustas mucho, eres guapa y sexy. *Le respondí*
Así que me levanté el pantalón y el calzoncillo y sin más fui hasta mi habitación ya que Lorena se había levantado también de la mesa saliendo a un patio exterior que tenemos en la entrada de la casa.
Ya en mi habitación pillé el tanga negro de Lorena que robara de su cajón masturbándome de tal manera que no me detenía eyaculando en él. Nunca en mi vida vi tanta lefa junta, tal vez el color del tanga también ayudaba en el contraste del blanco con el negro de la tela.
Aún excitado de la mamada express que recibí de mi hermana, no tuve mejor idea que dejar esa prenda debajo de su almohada a forma de continuar ese juego erótico y sexual que empezamos aquella mañana.
El día continuó con total normalidad dentro de lo sucedido, hasta que dieron aproximadamente las 9:00 de la tarde.
En 1 hora nos tocaría cenar, antes de ello solíamos ducharnos. Primero yo y después Lorena ya que no tardo nunca más de 10 minutos en ducharme y así ella tiene suficiente agua caliente. Entré en el cuarto de baño como siempre con la ropa de ese día puesta y el pijama en la mano para cambiarme, la única diferencia ese día era que llevé el culote robado de mi hermana, quería ponérmelo y dormir con él puesto (me excitaba la idea de ponerme su ropa interior y notarla rozar mis huevos).
Cuando acabé de ducharme separé la cortinilla, miré y SORPRESA! El pijama que me iba a poner estaba encima del lavabo en vez de el toallero y el culote no estaba... Se me aceleró el corazón pensando que pudo entrar mi madre y llevarse ficha prenda, lo que me haría sin duda tener que dar una explicación que no sabría como dar. Mi padre estaba en el trabajo y hasta las 6 de la mañana no volvía. Con todos los nervios salgo de la ducha y de reojo veo que hay alguien sentado en la taza del inodoro. Era mi hermana.
Había entrado a mitad de mi ducha sin hacer ruido, no me di cuenta en absoluto... Pero lo que más me impactó en aquel instante era ver qué tenía el culote en la mano y observar el tanga blanco encima de la minifalda a la altura de sus rodillas.
+ Hola pequeño, no hagas ruido y acércate *me dijo con un tono de voz suave y bajo*
Yo completamente desnudo le hice caso y me puse delante de ella a unos 20 cm de su cara.
+ Veo que te gusta mi ropita interior, podrías habérmelo dicho antes, me excita saber que mi hermano se pone mis braguitas. ¿Porqué te las ibas a poner, no?
- Si... Quería saber que se siente y... Me pone cachondo tu ropa interior, es muy sexy, suave y bonita. *Le respondí sonrojado y empezando a tener una erección mientras la miraba la vagina y observado el tanga blanco*
+ Bueno, ya veo que esto te gusta pero... Ven acércate no tengas miedo que no muerdo jaja. *Me dijo con cara de picardía*
Me acerqué y cuando mi polla estaba a la altura de su cara, agarró esta y empezó a chuparla como por la mañana, la única diferencia era que aparte de ella estar sentada con el coño al aire (acababa de mear) la puerta del baño estaba cerrada con el pestillo puesto. Chupó con sutileza toda mi polla y lamió todo mi prepucio, yo no paraba de gemir bajito y agarré su cabeza ayudando a su movimiento de succión de mi pene. Fue algo que me salió instintivamente... No lo había pensado ni un segundo.
Ella seguía chupando y chupando mientras me miraba, me puso tan cachondo que empecé a eyacular de golpe en su boca, cuando salió el primer golpe de lefa ella no sacó la boca y solamente dejó que yo acabase de llenarle la boca de semen. Cuando acabé ella sacó la polla de la boca mirándome tragó todo.
+ Que rico está tu esperma, tienes muchísima cantidad, casi tengo que dejar caer un poco de la boca que me ahogaba. ¿Que te pareció? ¿Te gustó mi niño? *Me preguntaba mientras se levantaba del aseo*
- Es la mejor sensación del mundo hermanita, es algo que jamás olvidaré. Te adoro mucho preciosa. *No sabía que decir, estaba flotando de placer*
Acto seguido se rió, se quitó el tanga blanco y me lo puso en la cara
+ Toma tonto, huele esto y límpiate el pene con él si quieres. Ya me lo darás cuando quieras.
Se puso el culote, se subió la minifalda y mientras se dirigía a la puerta le dije.
- Hermana... Tienes un regalo mío debajo de tu almohada, pero míralo cuando nos vallamos a dormir.
Ella puso cara de sorpresa y salió del baño con cuidado de que no estuviera mi madre cerca.
Pronto subiré la tercera parte. Un saludo
1 comentarios - Hermana Putoncilla (2)