con fotos para ilustrar
Recuerdo muy bien ese día, ya que marcaría el resto de mi vida. Estaba en la última hora de clases de un miércoles cinco días antes de la celebración de mis cinco, uno, uno, cero días, estaba frente a todo el salón escribiendo algunos datos históricos en el pizarrón, para ese momento ya tenía claro porque los profesores siempre me elegían a mi para anotar algo en el pizarrón, para levantarme y dar el resumen del día o pasar a su escritorio para revisar mi tarea más detenidamente tomando más tiempo que todos los demás, en cada clase siempre hacían que me levantara una o dos veces; eso provoco que pusiera más atención a toda la información para no equivocarme y pasar vergüenzas, pero a raíz de poner más atención de cómo me miran los hombres, como si fuera solo un pedazo de carne rico e imposible de no comer, me di cuenta, con un poco de atención que los profesores me miraban de la misma forma.
Estaba de puntitas y con la mano estirada hacia arriba escribiendo en la parte más alta del pizarrón, lo que hacía que mi esvelto cuerpo se estirara y se moviera, sobre todo mi trasero se moviera al rito de mi mano. Aún seguía pensando que sus miradas sobre mi cuerpo eran solo alucinaciones mías, pero en este caso, la mirada acosadora y el hecho de que me trataran con una amabilidad mucho mayor que todos los demás alumnos, me hacían pensar que se masturbaban imaginándome desnuda; aunque esa teoría se derrumbaba porque si quisieran algo conmigo ¿porque carajos me dejaban 3 o 4 veces más tarea que a los demás? Es como si al propósito quisieran que reprobara. Cuando me llegaba a mi mente esta resolución lo primero que recordaba era la insistente propuesta del director “Estas bajando tus calificaciones; recuerda que tienes mi número personal; yo te puedo ayudar con tus calificaciones, con tus tareas” ¿Como se supone que el me ayudaría con eso?
El hecho de que fuera consciente de las miradas de los hombres sobre mi cuerpo tuvo dos grandes consecuencias, la primera fue que me super agrado la idea de ser el centro de atención, que no necesitara vestirme como las chicas que buscan fama con su cuerpo, de hecho, yo era la antítesis de moda y la extroversión, simplemente era y sigo siendo una chica tímida, callada, nerviosa y miedosa pero mi cuerpo tiene un efecto en los hombres. La segunda consecuencia es que cada que me daba cuenta que un hombre me miraba provocaba unos nervios brutales en mí, pero también hacía que el movimiento de mi trasero fuera más exagerado. Como en esa ocasión que estaba en el pizarrón con la mano estirada y de puntitas para escribir en la parte superior, mi cuerpo se movía al ritmo de mi mano, y sabiendo que el profesor me mira como un pedazo de carne que quiere devorar, el contoneo de mi cuerpo y sobre todo mi trasero era más exagerado mi trasero se movía de izquierda a derecha de una forma sensual para la mira de los hombres, como si fuera un llamado al pecado y la posesión, pero para mí era vergonzoso, pero también divertido.
El timbre que indica que ha terminado la clase suena, y todo el salón, como si fuera una tradición da vítores y aplausos preparándose para guardar sus cosas y salir corriendo como si en este colegio espantaran.
En ese preciso momento me llega un mensaje de mi padrastro
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>>Si papi, dame cinco minutos.
Regrese a mi lugar, tome mis cosas y las guarde en mi mochila mientras me despedía de mi amiga. El comienzo de ese día con convivir con ella para mí fue difícil ya que el día anterior tenía sus dedos dentro de mi vagina, pero todo fue mejorando como iban pasando las horas; con un “Me está esperando mi papá, nos vemos mañana” me despedí de ella para salir en medio de olas y olas de alumnos rumbo a las escaleras para bajar dos pisos.
Frente a mí, caminaba el chico del último grado que el día de ayer insistía para que nos acompañara a hacer un trabajo a la casa de mi amiga, yo agache la cabeza para que no me viera porque seguro insistirá nuevamente, pero no pude evitar escuchar lo que presumía con su grupito de admiradores.
- ¡Claro que sí! Y todos los profesores estaba ahí, y había chicas de todos los niveles, más, más había universitarias, uuffff.. Hermano, no sabes, me dejaron seco.
- ¿No se supone que solo son fiestas exclusivas de profesores? ¿Como es que invitan a un menso como tú?
-Ten cuidado si quieres seguir usando tus dientes, estúpido de mierda. Ya lo dijiste, es solo para gente exclusiva, como yo.
Yo solo puse los ojos en blanco porque sabía muy bien que estaba mi entiendo. Él estaba hablando de una leyenda urbana en la que algunos dicen que los profesores tienen fiestas privadas donde invitan a chicas universitarias; otros dicen que es un club donde le pagan a chicas de otras escuelas a acostarse con ellos en una especie de orgia, y otros dicen que hacen fiestas secretas cada fin de año donde invitan a la más hermosa estudiante que se esté graduando para darle una despedida. Yo sé bien que él está mintiendo porque en alguna ocasión el dio lugar y fecha de una de esas fiestas a la que él fue invitado, pero curiosamente, en ese mismo día y hora, él estaba en la iglesia con sus padres tres asientos frente a mí. Si fuera el caso extremo que eso fuera real, no creo que fueran tan estúpidos como para invitar a un idiota como él.
Al salir del edificio de los salones me dirigí inmediatamente a la puerta principal, el director como siempre es su costumbre al verme se despidió de mí, a lo que yo, con una sonrisa en el rostro también me despedí.
-Tenga una buena tarde señorita Rojas.
-Igualmente usted profesor- Al dar un par de pasos y sabiendo que me estaba viendo, me di un giro completo, mirándolo a los ojos, alzando una mano para agitarla en un “Adiós” y con una sonrisa tímida. En su rostro se dibujó una sonrisa. Al seguir caminando al encuentro de mi padrastro mi rostro estaba rosado por la vergüenza.
Al estar ya con mi padrastro comenzó el viaje por la avenida Yaxchilan hacia el sur. Cuando se detuvo en el primer semáforo tomo mi barbilla y me dio un beso tierno y romántico.
-¿Que tal tu día cachorra?
-Muy bien papi –y mientras recorríamos los 6 minutos de distancia en auto hasta llegar al restaurant le conté los pormenores, y, sobre todo, quejándome enormemente sobre la cantidad exagerada de tarea que me están dejando.
- ¿Porque hacen eso? ¿Estas mal en tus calificaciones? ¿A caso te cuesta trabajo entender algo?
- ¡Claro que no!, y no, no sé por qué hacen eso.
- ¿Segura? ¿Cuánto es dos más dos? ¿Cuántos dedos son así? -alzando la mano hacia mí con tres dedos arriba.
- JAJAJAJA... claro que, si entiendo bien todo, de hecho, siempre tengo 10 en los exámenes.
-Ve el lado positivo, aprenderás mucho más que tus compañeros.
A mitad de la calle Cabos mi padrastro se detuvo en el estacionamiento del restaurant Rolandi´s con muros de vidrio grueso y techo amarillo con un decorado interior en madera caoba y muros amarillos he iluminación clara, para hacer un ambiente elegante. Al sentarnos en una mesa de madera con un mantel blanco y sobre esté, un mantel de cuadros rojo y blanco, un mesero don dio una enorme carta con el menú del lugar, mi padrastro solo necesito 30 segundo para decirle al mesero lo que quería comer, yo estaba indecisa entre un mole con pierna de pollo y arroz rojo y un caldo de camarones.
- ¿Quieres que te ayude? -me dice mi padrastro- te puedo ayudar leyéndote el menú, lo digo por eso de –me dice con un tono condescendiente.
-Mole, pierna de pollo, arroz rojo y Coca-Cola por favor –le digo al mesero dándole la carta sin dejar de mirar a mi padrastro con unos ojos amenazantes.
Después de que nos trajeran nuestro platillo y lleváramos ya varios minutos de platica sobre películas y series de TV, yo tenía las mejillas infladas casi a reventar por la enorme cantidad de comida que estaba masticando como si llevara años sin probar bocado mi padrastro me dio una agradable noticia.
-Tengo toda la tarde libre –me dice al mismo tiempo que estira su mano con una servilleta para limpiar el mole que tengo embarrado en la punta de la nariz- ¿quieres hacer algo?
- ¡Si, claro que sí! -le digo con la boca llena de comida y moviendo afirmativamente la cabeza.
- ¿qué te gustaría hacer?
- ¡VAMOS A VER... -No termine de dar mi opción porque la comida se atoro en mi garganta lo que provocó que tosiera, pero nada de gravedad- no hables con extraños -dije con algo de dificultad – ya lleva un par de días de estreno en el cine.
- ¿No eres capaz de comer como la gente discente? -dice mi padrastro con fastidio en su voz.
-Perdón, es que está muy buena la comida, me fascina el mole
-Te fascina toda la comida –dice, con palabras cansadas –¿Como dices que se llama la película?
-No hables con extraños. Pensé que tendrías mucho trabajo estos días -le digo al mismo tiempo que veo en el televisor que está en el restaurarte una noticia sobre la crítica por la victoria de la futura presidenta y lo que quieren hacer con algo que se llama reforma de no sé qué cosa.
-Si, solo me tomare el día de hoy para descansar.
Al terminar de comer y ya en el auto, mi padrastro sin dejar de sobarme las piernas, condujo por toda la avenida sur hasta llegar al centro comercial Américas; estando en el estacionamiento subterráneo, mi padrastro y yo caminábamos hacia las escaleras eléctricas riéndonos por los chistes de él, un par de hombres que bajaban por las escaleras eléctricas me miraron con descaro, al pasar muy cerca de mí, uno de los hombres roso mi mano con la discreción suficiente para que mi padrastro no se diera cuenta pero yo me puse super nerviosa.
Fuimos directamente a la fila del cine, y mientras esperábamos en la fila del boletaje, los hombres que estaban parados en las filas contiguas, no dejaban de verme, un par de chicos intento hacerme la plática, porque pensaron que estaba sola, pero al decirles que estaba con mi padre ellos se quedaron callados y miraron al frente; cuando pasaba esto, mi padre ponía cara de malo, cara de sicario a punto de cumplir un contrato y cuando los chicos desistían su intento, él sonreía burlándose de ellos calladamente a lo que yo también me reía.
Cuando salimos del cine él me propuso que fuéramos a ver ropa para que yo me comprara algo, mientras estábamos en la tienda de ropa, yo estaba intentado encontrar alguna falda que llamara mi atención, mi padrastro me dio un poco de espacio y fue a buscar una camisa para él; en ese momento un hombre con canas, se me acerco y simulando que estaba buscando también una falda me hizo una propuesta.
-Hola, tu no tendrás problemas, con todo te vas a ver bien.
-heeee... gracias.
-Soy ... -no me acuerdo de su nombre- eres muy linda y se ve que eres buena persona, si gustas yo te compro lo que quieras.
-jejejeje, gracias, pero no - ¿Pero que carajos? Ni siquiera nos conocemos y ¿ya me está comprando ropa? Y lentamente comencé a alejarme de él. A lo lejos vi a mi padrastro y caminé hacia él.
- ¿encontraste algo?
-No papi, no hay nada bueno.
Al caminar hacia la puerta, el hombre estaba hablando con una mujer casi de su misma edad, el siguió mi caminar y lo que hice, fue abrasarme del brazo de mi padrastro sin despegar mi mirada de la suya, y antes de salir, le guiñe un ojo y le saque la lengua.
La siguiente tienda fue la de electrónicos, mi padrastro necesitaba un celular nuevo. Él encontró rápidamente lo que buscaba y mientras hacía fila en el área de pago y reclamo del producto yo estaba paseando por las filas y filas de los productos. En cada cambio del área de una marca, un hombre, comúnmente joven, encargado de las ventas de esa área se acercaba a mi para ofrecer su ayuda en alguna asesoría; algunos de ellos fueron muy atrevidos que sin importarles la diferencia abismal de edad entre ellos y yo me invitaron a salir, algunos me pidieron su número; cuando me vi libre de mi último acosador, caminé hacia mi padrastro que recién tenía en sus manos su nuevo celular.
- ¿Quieres un helado?
- ¡Si! De doble bola de chocolate.
Con el helado en las manos y con la nada discreta mirada de pervertido del hombre que me lo dio, caminamos hacia un área donde venden autos. Entramos al concesionario y mientras mi padrastro hablaba con un hombre que atendía de lo más sumiso a mi padrastro mientras no podía quitar la mirada de mi cuerpo, yo estaba sentada pasando la lengua por las dos bolas de chocolate.
A unos metros de donde estábamos, un hombre giraba alrededor de un auto pequeño de color rojo, después comenzó a ver hacia sus lados buscando a algún vendedor que le ayudara con alguna duda que tenía, y así fue como sus ojos se fijaron en mí; voltee rápidamente para estar segura que mi padrastro estaba distraído, estaba decidida de aplicar la misma técnica que use con aquellos dos hombres en el restaurant meses atrás.
Él me estaba mirando y yo lo estaba mirando así es que no había duda que nuestra atención estaba fija en él otro, sin dejar de pasar mi lengua por las dos bolas de helado, lentamente cruce mis piernas bajo mi falda escolar tableada; el hombre miro para todos lados, asegurándose que no lo vieran, se pasó la lengua por los labios y se rasco la entrepierna, supongo que se le había puesto dura, Yo le sonreí y le guiñe un ojo.
- ¿Te falta mucho? -era mi padrastro parado a un lado de mí, mirándome desde arriba con una sonrisa.
-ya casi termino, me lo estoy comiendo lento porque no quiero que se acabe.
-Ya vámonos.
Caminamos hacia la salida donde dejamos el auto, durante el camino los hombres no hacían nada para simular que me miraba, de vez en cuando le sonreía a alguno que se me hacía interesante, en otras ocasiones solo miraba al suelo y en otras solo simulaba que no me daba cuenta.
Cuando salimos del estacionamiento eran las 6 de la tarde y con su mano acariciando mi pierna por debajo de mi falda mi padrastro me hizo una pregunta que no esperaba.
- ¿Tienes novio?
-queee??? -tosiendo mi último bocado de helado.
- ¿Que si tienes novio?
-jejeje... no, jejeje. No, claro que no.
- ¿Segura? Tú sabes que puedes confiar en mí, no te voy a juzgar.
-Te lo juro, no tengo novio.
- ¿Te gusta alguien?
-jajaja... claro que no –le respondí nerviosa por aquellas preguntas.
- ¿ya te abriste de piernas para alguien más?
- ¡NOOO CLARO QUE NO! -le dije abriendo los ojos por la sorpresa de la pregunta.
-No me malinterpretes, te pregunto porque me he dado cuenta la forma en que te ven los hombres, y algunas mujeres –esto último lo dijo bajando la voz con una sonrisa- y me he dado cuenta que tú los miras también.
- ¡Eso no es verdad!
- ¿Segura? -me dice mirándome con esa mirada que pone como diciendo “No soy estúpido, lo sé todo, yo invente este juego”. Yo, como respuesta me puse roja como tomate y miré hacia abajo, hacia su mano acariciando mi pierna.
-Te voy a explicar algo: Si estas nerviosa porque yo me pueda enojar, déjame decirte que estas equivocada. Sería una tremenda hipocresía que yo me enojara si te estas metiendo en la cama con otro, no soy nadie para ofenderme por eso, lo que si me molestaría seria que fueras irresponsable y te pusieras en peligro; recuerda que antes de ser mi puta, eres mi única hija, no me gustaría que te pasara nada. También sé que ya estás en una edad donde te va a entrar la curiosidad por tener un noviecito, o meterte a la cama con alguien más. Sobre tener novio solo hay dos caminos, el primero es que puedo seguir usando tu cuerpo, pero si tú quieres porque hay amor con aquel chico, lo correcto sería que dejáramos lo que tenemos, no quiero que tengas problemas internos por lo que tenemos tú y yo. Pero si no hay amor, no le veo problema de seguir usándote.
-No entiendo, ¿cómo que no hay problema?
-El amor y el sexo son dos cosas diferentes, cuando hay amor, el camino más seguro es que le seas fiel a tu pareja y no te acuestes con alguien más, no sería correcto ni honesto, pero ya más grande, con más experiencia, tal vez te encuentres con un hombre que pueda comprender que tú quieras estar con alguien más a pesar de que tu corazón esta con él, de hecho el chico te puede decir que te ama, cosa que lo dice con toda la verdad del mundo, pero que le gustaría probar otra vagina, ahí si sería una decisión de ustedes dos, pero eso pasara cuando seas más grande, más madura, cuando tengas más experiencia de la vida. Y sobre el sexo; obvio yo soy el menos indicado de ofenderme si quieres abrirte de piernas para otro; en este punto lo que si me pondría furioso es que te pusieras en riesgo o que cometieras una estupidez mayúscula.
- ¿No te molestaría si me acuesto con alguien más?
-Para ser sincero no me agrada mucho la idea, pero tampoco te diré que no; es más si tú te acuestas con alguien más, y no me lo quieres decir, por mi está bien, yo te he dado la confianza absoluta conmigo, pero también entiendo que es bueno tener secretos o hacer cosas por tu lado, no me meteré en tu vida privada.
-heeeee, gracias.
-Ahora dime ¿tienes ganas de estar con alguien diferente?
-.... -no dije nada; por mi cabeza pasaron todos los hombres que han hecho que me mojara
-jajajaja.. ¿El que calla otorga?
-jajajaja... -le respondí sonriendo, afirmando su afirmación. Sin decir palabras le dije que si.
-¡Esa es mi puta! Jajajajaja... Ya es hora de que mis amigos te disfruten.
- ¿Qué? - ¿Que carajos acaba de decir?
-pues sí, ¿No recuerdas que varias veces te he dicho que mis amigos van a disfrutar de tu cuerpo y que te van a usar como puta que eres? ¿A caso no te gusta la verga? ¿A caso no te gustaría probar otras? Pero si tu no quieres, solo tienes que decir que “No” dime ¿Si o no?
-Si –dije con una sonrisa en el rostro, pero con timidez digna de mi edad.
-Esa es mi niña.
Cuando entramos a nuestra área residencial, mi padrastro me dejo en la puerta de nuestra casa para decirme que tenía que ir a comprar algunas cosas y que tardaría un par de horas y dándome un beso de lengua se fue, dejándome sola.
No hice el intento de quitarme el uniforme escolar, simplemente me recosté en mi cama mirando al techo, ni saquearme preocupe por cerrar las persianas para que mi vecino no me viera. Las dos horas siguientes me la pase pensando en las palabras de mi padrastro, de que sus amigos me usarían de la misma forma que él me usa; en mi mente no se borra el hecho de que él me dio la opción de decir que “No” y nada de verga de sus amigos. Hoy en la mañana desperté sintiéndome estúpida porque el día anterior perdí la oportunidad de que el padre de mi amiga me cogiera, de experimentar todo lo que llevo varios meses pensando, y ahora, mi padrastro va a satisfacer mi necesidad. Aunque al parecer él ya lo había pensado mucho tiempo a otras, porque de vez en cuando, en medio de una cogida me decía que sería una buena puta, que le gustaría a sus amigos. Tenía miedo, mucho, pero mucho miedo, al mismo tiempo que tenía ansiedad de que ya pasara, y estaba emocionada porque pasaría muy pronto, aunque no supiera cuando, algo me decía que no tardaría en estar en la cama con un amigo de mi padrastro. Me levante, y con una sonrisa en el rostro baje a la sala para ver televisión.
Mi padrastro llego pasado de las dos horas que él había dicho, consigo traía un par de bolsas de tienda de ropa, y una caja de cámara fotográfica nueva. Me dio un beso y me regaño porque no lo espere para que viéramos juntos el capítulo de la serie que estaba viendo en ese momento, llevo sus cosas a su habitación y regreso para besarme apasionadamente y después ir a la cocina para preparar la cena. Esa noche cenamos leche con chocolate, y pan de dulce acompañado por una ensalada cesar. Y así vimos juntos el capítulo que queríamos ver.
Al dejar los platos sucios en el lavabo, mi padrastro se sentó a un lado mío, con su mano debajo de mi falda acariciando mis piernas, de vez en cuando la subía para que sus dedos acariciaran mi vagina por encima de la tela de mi panty lo que hacía que me pusiera nerviosa. Al terminar de ver el capítulo, me pidió permiso para poner el canal de las noticias a lo cual yo acepte gustosa, y mientras hacían un resumen de las mejores noticias de los primeros 12 días de septiembre mi padrastro me sentó en sus piernas quitándome el chaleco azul cielo del uniforme, desabrocho un botón de mi blusa blanca y como rara vez no uso sujetador, con facilidad metió su mano para masajear mis senos mientras metía su lengua en mi boca para que con la mía la acariciara.
En el televisor hablaban algo sobre una reforma y sobre algunas entrevistas de la candidata que gano y que sería presidenta, en ese momento mi padrastro había desabrochado otro botón de mi blusa para poder mamarme los senos con comodidad; su lengua y sus labios estaban pegados a mi pezón y chupaba como si fuera un bebe, mientras yo, con una sonrisa en el rostro, metía mis dedos entre su cabello en un gesto de consentimiento; de vez en cuando alzaba el rostro para poner atención a la noticia para después regresar a chuparme mi otro seno.
Cuando terminaron las noticias, el apago el televisor, se levantó y me tomo de la mano para que lo siguiera a su habitación. Al llegar ahí, en el sillón que tiene dentro, estaban las compras que había hecho, en una mesa a lado de la cama estaba la cámara fotografía que también había comprado.
-esto es para ti -me dice poniendo un conjunto de ropa interior coló negra en mis manos- ve, ponte esto y recógete el cabello en una moña, ve a mi baño.
-Ok –le dije en un tono de duda por no entender lo que quería con todo esto.
Dentro del baño de su habitación desabroche los botones restantes de mi blusa para dejarla caer al suelo, me quite los zapatos escolares y las tobimedias, así como mi falda tableada y mis pantys. Tome con mis manos las dos prendas, y con curiosidad me las puse y me recogí el cabello en una moña dejando un pequeño fleco, pero sin evitar que mi rostro quedara limpio. Me mire al espejo, y sin caer en la presunción puedo decir que me veía hermosa; mi cuerpo en forma de reloj de área, esta adornado con un conjunto de lencería negro, delicadamente bordado que me quedaba a la perfección, no era vulgar, pero si sexy, delicado, inocente, caliente, hermosa.
Al salir del baño, mi padrastro estaba entretenido jugando con la cámara y su celular nuevo, al mirarme abrió los ojos y sonrió, se levantó mientras me decía –Puta, estas muy hermosa- a lo que sus palabras en un tono como si fuera un rezo a un Dios, me hicieron sonrojar. Dejo sus cosas en la cama y me tomo en brazos fuertemente por la cintura para besarme apasionadamente.
Tal vez duro un par de segundos el beso, tal vez fueron minutos o meses; fue tan intensamente erótico su beso que perdí la orientación del tiempo.
-Vamos perrita, párate frente a esa pared –Y me dio una nalgada que me hizo brincar ligeramente y provocándome una sonrisa de colegiala traviesa. Sumisamente me pare donde me indico y al ver lo que tenía en sus manos me quede helada.
- ¿Para qué es eso? -le dije señalando la cámara fotográfica que tenía en sus manos.
- ¿Como que para qué? Te quiero tomar un par de fotos.
- ¿Para qué?
-Tu confía en mí, no te muevas.
Tome aire profundamente un par de veces con los ojos cerrados, y al abrirlos, mi padrastro tenía la cámara apuntando hacia mí y no espero que parpadeara, acciono la cámara para que ese micro segundo quedara inmortalizado. Dejo la cámara en la cama y miro el celular sonriendo.
-Te vez encabronadamente hermosa, eres una diosa, mira –yo me hacer que, y la fotografía ya estaba en su celular, me podía ver, y si, la verdad es que si me veía hermosa.
-wooow –fue mi única respuesta mirándolo a los ojos.
Y él, sin decir nada, me jalo hacia el tomando mi culito con una mano para besarme igual de apasionado que la primera vez. Sin dejar de besarme, dejo la cámara en la cama y su celular en la bolsa de su pantalón y ya con la mano libre la llevo directamente y sin escalas a mi vagina para penetrarme con su dedo más largo.
-haaaaaaAAAAAAaaaaaammm –di un gemido como gatita entre sus labios.
-perra, mira nomas, estas empapada –me dice mostrándome sus dedos brillantes por mi humedad. A lo que yo solo respondo con un movimiento afirmativo de mi cabeza y con las rodillas temblorosas por la excitación.
Sin darme cuenta como, ya estaba en el suelo mi sujetador negro, y empujándome a la cama me quito con facilidad esas panty negra y sexy. Me abrió las piernas y sin pedir permiso, sintiéndose dueño y amo de mi cuerpo hundió su lengua dentro de mi vagina.
-HAAAAA HAAAAA HAAAA HAAAA MMMMMM.. GGGRGR HAAAA HAAAAA –Podía sentir sus labios pegados a mis labios vaginales, sentía como su lengua entraba y salía de mi puerta de placer, podía sentir su la bio superior acariciando mi pequeño clítoris. Mis manos se aferraron a su cabello para separarlo por el intenso placer que me provocaba, un placer que hacía que con cada caricia de su lenga por toda la pequeña longitud de mi vagina me provocaba, pero en lugar de jalarlo para terminar con esa hermosa y deliciosa tortura, lo único que hice fue empujarlo para que su lengua acariciara con más fuerza, para que su lengua entrara más profunda por mi puerta de placer.
-HAAAA HAAAAAAA HAAAAAA PAPITOOOOO!!!! -Esa fue mi respuesta al momento que mi espada se curvo hacia arriba y con más fuerza sostenía su cabeza empujándola hacia mi vagina, esa fue mi respuesta al hermoso orgasmo que desea con todas mis fuerzas que no terminara.
Mi cuerpo aun temblaba por los espasmos de placer, mis senos subían y bajaban por la respiración que me había provocado; él estaba de pie, pasando su lengua por sus labios, mirándome con las piernas abiertas y unos ojos vidriosos por lo hermoso que me había hecho sentir, respiraba por la boca, tratando de controlar los últimos espasmos de mi cuerpo, me enderece sobre los codos, y con una mano la pase por mi cabello, la moña se me había soltado dejando que mi cabello callera por mis hombros y espalda.
-Tus mejillas toman un tono rosado muy hermoso después de un orgasmo –Yo no respondí nada, me dio un poco de vergüenza, pero si, tenía razón- vamos, recuéstate boca abajo.
Aun con el cuerpo caliente, con espasmos en mi vagina por el orgasmo me acomode boca abajo; los espasmos de mi vagina no me dejaron cerrar las piernas en su totalidad, pero si doble las rodillas haciendo que mis pies se elevaran al aire, y así, coloque mis dos manos para descansar mi quijada en ellas, Sabi bien lo que él quería, y lo obedecí sumisamente porque eso es lo que hay dentro de mí, una puta sumisa que le gusta que la dominen y le den ordenes, pero también por el tremendo orgasmo que me había provocado que me nublo por unos minutos la mente, pero también por la confianza en que tengo depositado en mi padrastro. El tomo la cámara y se puso de rodillas frente a la cama y apunto la cámara hacia mi dejando inmortalizado un instante donde mi vagina aún seguía contrayéndose por el placer. Se puso de pie y rodeo la cama para quedar a un lado mío. Sabiéndose dueño de mí, me ordeno que me pusiera de lado, sin dejar de apuntarme con la cámara, yo lo obedecí, ligeramente me levante apoyándome en mis manos, pero también por la inercia del movimiento abrí mi pierna, haciendo que la rodilla se dirigiera al cielo, dejando ver un poco, solo un poco de mi pequeña vagina.
Cuando capturo la fotografía, dejo la cámara en la pequeña mesa a un lado de la cama, miro su celular para apreciar su trabajo y sonriendo dejo también el celular en la mesita y se quitó la ropa con rapidez, me tomo de los tobillos, me jalo haciéndome gritar por la sorpresa y la diversión, y mientras reía como niña traviesa él me abrió las piernas, se subió encima de mí y acomodo su la cabeza de su verga en medio de mis labios vaginales, yo seguía riendo de felicidad y porque me hacía gracia la desesperación de mi padrastro por penetrarme, lo abrase con cariño, y mientras reía, de un solo golpe de riñones, mi padrastro me metió su verga hasta el fondo de mi pequeña y adolescente vagina.
-haaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAA- Solté un grito de placer y dolor por la brutal metida de verga, pero sin dejar de tener una sonrisa de felicidad en mi rostro. Los primeros momentos me dolía mi vagina por la forma en que me lo metió, sentía como las paredes de mi vagina se estiraban para poder alojar a tremendo animal, me ardía fuerte, pero estaba feliz porque mi padrastro estaba disfrutando de mi cuerpo a placer y no había otra forma de responderle que, con gemidos y gemidos, uno tras otro mientras me aferraba con fuerza a su espalda al mismo tiempo que abría mis piernas lo más que podía para darle espacio de que me penetrara a placer.
No sé cuantos minutos pasaron, pero el dolor y el ardor de sentir mis labios vaginales estirados, fue disminuyendo para dejar solamente la sensación de placer. Abrase a mi padrastro con las piernas sin soltarlo del cuello con mis brazos mientras le regalaba gemidos de placer en el oído, cuando salía de mi cuerpo aflojaba mis piernas, pero cuando entraba a mi cuerpo, yo lo abrazaba con fuerza, con mis talones, lo empujaba por la cintura para que me la metiera con más fuerza, más al fondo.
Él se levantó, y como yo no lo soltaba, me arrastro con él. Se movió mientras yo no dejaba de mover las caderas para no dejar de sentir delicioso y sobre todo para que mi dueño no dejara de disfrutar de mi pequeña y apretada vagina. Sin muchos problemas se acomodó en la cama para quedar sentado, con las piernas estiradas y yo encima de él; sosteniéndome con las dos manos de mi culito acompañando, ayudándome en mi trabajo de subir y bajar de su verga, acompañándome y ayudándome cuando me la ensartaba hasta el fondo dejando sus huevos afuera y moviéndome en círculos; uno de sus dedos, comenzó a acariciar mi pequeña puerta trasera lo que hizo que mi placer se intensificara.
Sentada, clavada en su verga hasta el fondo, aun abrazada a su cuerpo de piernas y brazos no dejaba de moverme para darle placer a mi hombre, a mi macho, a mi dueño; mis pezones se rozaban con fuerza a su cuerpo, choques eléctricos me llegaban de todas partes, los gemidos de él, unos gemidos de macho disfrutando de su hembra llegaban a mis oídos haciendo que me sintiera orgullosa de que pudiera darle este tremendo placer. Con mis movimientos de cadera entraba y salía su verga, la movía en círculos estando hasta el fondo y en momento me movía de adelante y hacia atrás, mi pequeño clítoris se frotaba con su pie, haciéndome llegar al cielo.
Entre gemidos llegaron a mi mente todas las veces que he estado en la misma situación con él, las veces que me he masturbado pensando en otros hombres, recordé los dedos del padre de mi amiga hurgando en el fondo de mi vagina, recordé que mi padrastro me dijo que me compartiría con sus amigos.
-HAAAA HAAAA HAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAA –Mi cuerpo y mi mente llegaron a un punto de desesperación mientras que besaba al hombre que me abrió las puertas y las piernas para sentir este hermoso sentimiento; lo besaba con fuerza en la boca, en las mejillas, en el cuello, también le mordía la oreja entre gemidos y gemidos- HAAAAAAA, HAAAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAAA
Este sentimiento era y sigue siendo demasiado para mí, es imposible explicar la magnitud de mi placer en ese momento y todo gracias a que mi padrastro me abrió las piernas; sé muy bien que hace cuatro años le hubiera dicho que no a todo esto, él no me hubiera tocado, pero le agradezco a los dioses nuevos y antiguos que mi curiosidad fue mucho más grande que mi razón, porque lo que estoy viviendo es lo mejor del mundo. Sus labios se apoderaron de mi cuello cuando mire al cielo soltando un gemido de agradecimiento por todo esto y haciendo un esfuerzo descomunal para expresar por primera vez con palabras lo que estaba diciendo le dije entre gemidos, movimientos de caderas y temblor de cuerpo.
-HAAAAAAAA HAAAAAAAAA PAPI HAAAAAAAA GRAAA HAAAAAAAA GRAAAACIAS HAAAGRGRGRGRG SOY TUYAAAA PAPITO, SOY TU PUTA, TU PERRAA HAAAAAAA HAAAAAA
El aun aferrándose de mis nalgas me ayudo a moverme más rápido cuando escucho mis palabras
-HAAAA HAAA HAAAREE LO QUE TU ME DIGAS HAAAAAAA ME ABRIRE DE PIERNAS PARA QUIEN TU QUIERAAASSS SOY TUYA TU PUTAAAAAAA TU PERRRRAAAAAA SOY TUYA, SOLO SIRBO PARA ABRIR LAS PIERNAS Y QUE ME COJAS TU Y QUIEN TU QUIERAS – unas lágrimas de placer comenzaron a salir de mis ojos- PAPITOOOO HAAAA HAAAA SOY TUYA.
Mi padrastro y yo llegamos a un orgasmo descomunal, mientras el rugía y soltaba chorros y chorros de leche espesa y caliente dentro de mi pequeña vagina adolescente, yo gemía y decía “si papito gracias, soy una puta” Mi alma salió de mi cuerpo, salió de este planeta, fue demasiado para mí; cerré los ojos y ya no supe más de mí por esa noche.
A la mañana siguiente, abrí los ojos y estaba entre los brazos de mi padrastro, el me miraba y acariciaba mi rostro tiernamente.
-Hola –dije tímidamente.
-Hola cachorra.
Al intentar estirar mi cuerpo para que también despertara, sentí los estragos del sexo de la noche anterior, sentí una ligereza en todo el cuerpo que me produjo una sonrisa satisfactoria de placer; mire a mi padrastro aun sonriendo, con un brillo en los ojos de sumisión y adoración por este macho que me ha mostrado los placeres del cuerpo y que me pondría en situaciones para que yo experimentara libremente mi sexualidad.
Una hora después estaba sentada en la mesa del comedor usando solamente una bata, él ya estaba vestido con su traje de oficina terminando su desayuno.
-Hoy no vallas a la escuela.
- ¿Porque no?
-quiero que te quedes en casa y quiero que pienses, sobre todo; hoy en la tarde traeré a uno de mis amigos para que te conozca y te use un par de horas –Mi rostro perdió todo atisbo de color- vendremos alrededor de las 7 de la tarde, si tú crees que aún no estas preparada o simplemente no quieres hacerlo, mándame un mensaje antes de las 6 y yo cancelare todo, pero si no me mandas el mensaje antes de las 6 lo tomare como un “Si” de tu parte.
-Está bien papi.
Él se levantó de su lugar, se acercó a mí y me dio un beso cariñoso, amoroso.
-Nos vemos hasta en la tarde, come bien a la hora de siempre.
-Si papi.
-Te quiero
-Y yo a ti.
Tomo sus cosas y salió de la casa rumbo a su trabajo, dejándome sola, feliz por el sentimiento que aun recorría mi alma y mi cuerpo producto del sexo de la noche anterior, y sobre todo con miedo, nerviosismo y emoción por lo que pasaría esa tarde... Mi primera vez con otro hombre.
Recuerdo muy bien ese día, ya que marcaría el resto de mi vida. Estaba en la última hora de clases de un miércoles cinco días antes de la celebración de mis cinco, uno, uno, cero días, estaba frente a todo el salón escribiendo algunos datos históricos en el pizarrón, para ese momento ya tenía claro porque los profesores siempre me elegían a mi para anotar algo en el pizarrón, para levantarme y dar el resumen del día o pasar a su escritorio para revisar mi tarea más detenidamente tomando más tiempo que todos los demás, en cada clase siempre hacían que me levantara una o dos veces; eso provoco que pusiera más atención a toda la información para no equivocarme y pasar vergüenzas, pero a raíz de poner más atención de cómo me miran los hombres, como si fuera solo un pedazo de carne rico e imposible de no comer, me di cuenta, con un poco de atención que los profesores me miraban de la misma forma.
Estaba de puntitas y con la mano estirada hacia arriba escribiendo en la parte más alta del pizarrón, lo que hacía que mi esvelto cuerpo se estirara y se moviera, sobre todo mi trasero se moviera al rito de mi mano. Aún seguía pensando que sus miradas sobre mi cuerpo eran solo alucinaciones mías, pero en este caso, la mirada acosadora y el hecho de que me trataran con una amabilidad mucho mayor que todos los demás alumnos, me hacían pensar que se masturbaban imaginándome desnuda; aunque esa teoría se derrumbaba porque si quisieran algo conmigo ¿porque carajos me dejaban 3 o 4 veces más tarea que a los demás? Es como si al propósito quisieran que reprobara. Cuando me llegaba a mi mente esta resolución lo primero que recordaba era la insistente propuesta del director “Estas bajando tus calificaciones; recuerda que tienes mi número personal; yo te puedo ayudar con tus calificaciones, con tus tareas” ¿Como se supone que el me ayudaría con eso?
El hecho de que fuera consciente de las miradas de los hombres sobre mi cuerpo tuvo dos grandes consecuencias, la primera fue que me super agrado la idea de ser el centro de atención, que no necesitara vestirme como las chicas que buscan fama con su cuerpo, de hecho, yo era la antítesis de moda y la extroversión, simplemente era y sigo siendo una chica tímida, callada, nerviosa y miedosa pero mi cuerpo tiene un efecto en los hombres. La segunda consecuencia es que cada que me daba cuenta que un hombre me miraba provocaba unos nervios brutales en mí, pero también hacía que el movimiento de mi trasero fuera más exagerado. Como en esa ocasión que estaba en el pizarrón con la mano estirada y de puntitas para escribir en la parte superior, mi cuerpo se movía al ritmo de mi mano, y sabiendo que el profesor me mira como un pedazo de carne que quiere devorar, el contoneo de mi cuerpo y sobre todo mi trasero era más exagerado mi trasero se movía de izquierda a derecha de una forma sensual para la mira de los hombres, como si fuera un llamado al pecado y la posesión, pero para mí era vergonzoso, pero también divertido.
El timbre que indica que ha terminado la clase suena, y todo el salón, como si fuera una tradición da vítores y aplausos preparándose para guardar sus cosas y salir corriendo como si en este colegio espantaran.
En ese preciso momento me llega un mensaje de mi padrastro
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>>Si papi, dame cinco minutos.
Regrese a mi lugar, tome mis cosas y las guarde en mi mochila mientras me despedía de mi amiga. El comienzo de ese día con convivir con ella para mí fue difícil ya que el día anterior tenía sus dedos dentro de mi vagina, pero todo fue mejorando como iban pasando las horas; con un “Me está esperando mi papá, nos vemos mañana” me despedí de ella para salir en medio de olas y olas de alumnos rumbo a las escaleras para bajar dos pisos.
Frente a mí, caminaba el chico del último grado que el día de ayer insistía para que nos acompañara a hacer un trabajo a la casa de mi amiga, yo agache la cabeza para que no me viera porque seguro insistirá nuevamente, pero no pude evitar escuchar lo que presumía con su grupito de admiradores.
- ¡Claro que sí! Y todos los profesores estaba ahí, y había chicas de todos los niveles, más, más había universitarias, uuffff.. Hermano, no sabes, me dejaron seco.
- ¿No se supone que solo son fiestas exclusivas de profesores? ¿Como es que invitan a un menso como tú?
-Ten cuidado si quieres seguir usando tus dientes, estúpido de mierda. Ya lo dijiste, es solo para gente exclusiva, como yo.
Yo solo puse los ojos en blanco porque sabía muy bien que estaba mi entiendo. Él estaba hablando de una leyenda urbana en la que algunos dicen que los profesores tienen fiestas privadas donde invitan a chicas universitarias; otros dicen que es un club donde le pagan a chicas de otras escuelas a acostarse con ellos en una especie de orgia, y otros dicen que hacen fiestas secretas cada fin de año donde invitan a la más hermosa estudiante que se esté graduando para darle una despedida. Yo sé bien que él está mintiendo porque en alguna ocasión el dio lugar y fecha de una de esas fiestas a la que él fue invitado, pero curiosamente, en ese mismo día y hora, él estaba en la iglesia con sus padres tres asientos frente a mí. Si fuera el caso extremo que eso fuera real, no creo que fueran tan estúpidos como para invitar a un idiota como él.
Al salir del edificio de los salones me dirigí inmediatamente a la puerta principal, el director como siempre es su costumbre al verme se despidió de mí, a lo que yo, con una sonrisa en el rostro también me despedí.
-Tenga una buena tarde señorita Rojas.
-Igualmente usted profesor- Al dar un par de pasos y sabiendo que me estaba viendo, me di un giro completo, mirándolo a los ojos, alzando una mano para agitarla en un “Adiós” y con una sonrisa tímida. En su rostro se dibujó una sonrisa. Al seguir caminando al encuentro de mi padrastro mi rostro estaba rosado por la vergüenza.
Al estar ya con mi padrastro comenzó el viaje por la avenida Yaxchilan hacia el sur. Cuando se detuvo en el primer semáforo tomo mi barbilla y me dio un beso tierno y romántico.
-¿Que tal tu día cachorra?
-Muy bien papi –y mientras recorríamos los 6 minutos de distancia en auto hasta llegar al restaurant le conté los pormenores, y, sobre todo, quejándome enormemente sobre la cantidad exagerada de tarea que me están dejando.
- ¿Porque hacen eso? ¿Estas mal en tus calificaciones? ¿A caso te cuesta trabajo entender algo?
- ¡Claro que no!, y no, no sé por qué hacen eso.
- ¿Segura? ¿Cuánto es dos más dos? ¿Cuántos dedos son así? -alzando la mano hacia mí con tres dedos arriba.
- JAJAJAJA... claro que, si entiendo bien todo, de hecho, siempre tengo 10 en los exámenes.
-Ve el lado positivo, aprenderás mucho más que tus compañeros.
A mitad de la calle Cabos mi padrastro se detuvo en el estacionamiento del restaurant Rolandi´s con muros de vidrio grueso y techo amarillo con un decorado interior en madera caoba y muros amarillos he iluminación clara, para hacer un ambiente elegante. Al sentarnos en una mesa de madera con un mantel blanco y sobre esté, un mantel de cuadros rojo y blanco, un mesero don dio una enorme carta con el menú del lugar, mi padrastro solo necesito 30 segundo para decirle al mesero lo que quería comer, yo estaba indecisa entre un mole con pierna de pollo y arroz rojo y un caldo de camarones.
- ¿Quieres que te ayude? -me dice mi padrastro- te puedo ayudar leyéndote el menú, lo digo por eso de –me dice con un tono condescendiente.
-Mole, pierna de pollo, arroz rojo y Coca-Cola por favor –le digo al mesero dándole la carta sin dejar de mirar a mi padrastro con unos ojos amenazantes.
Después de que nos trajeran nuestro platillo y lleváramos ya varios minutos de platica sobre películas y series de TV, yo tenía las mejillas infladas casi a reventar por la enorme cantidad de comida que estaba masticando como si llevara años sin probar bocado mi padrastro me dio una agradable noticia.
-Tengo toda la tarde libre –me dice al mismo tiempo que estira su mano con una servilleta para limpiar el mole que tengo embarrado en la punta de la nariz- ¿quieres hacer algo?
- ¡Si, claro que sí! -le digo con la boca llena de comida y moviendo afirmativamente la cabeza.
- ¿qué te gustaría hacer?
- ¡VAMOS A VER... -No termine de dar mi opción porque la comida se atoro en mi garganta lo que provocó que tosiera, pero nada de gravedad- no hables con extraños -dije con algo de dificultad – ya lleva un par de días de estreno en el cine.
- ¿No eres capaz de comer como la gente discente? -dice mi padrastro con fastidio en su voz.
-Perdón, es que está muy buena la comida, me fascina el mole
-Te fascina toda la comida –dice, con palabras cansadas –¿Como dices que se llama la película?
-No hables con extraños. Pensé que tendrías mucho trabajo estos días -le digo al mismo tiempo que veo en el televisor que está en el restaurarte una noticia sobre la crítica por la victoria de la futura presidenta y lo que quieren hacer con algo que se llama reforma de no sé qué cosa.
-Si, solo me tomare el día de hoy para descansar.
Al terminar de comer y ya en el auto, mi padrastro sin dejar de sobarme las piernas, condujo por toda la avenida sur hasta llegar al centro comercial Américas; estando en el estacionamiento subterráneo, mi padrastro y yo caminábamos hacia las escaleras eléctricas riéndonos por los chistes de él, un par de hombres que bajaban por las escaleras eléctricas me miraron con descaro, al pasar muy cerca de mí, uno de los hombres roso mi mano con la discreción suficiente para que mi padrastro no se diera cuenta pero yo me puse super nerviosa.
Fuimos directamente a la fila del cine, y mientras esperábamos en la fila del boletaje, los hombres que estaban parados en las filas contiguas, no dejaban de verme, un par de chicos intento hacerme la plática, porque pensaron que estaba sola, pero al decirles que estaba con mi padre ellos se quedaron callados y miraron al frente; cuando pasaba esto, mi padre ponía cara de malo, cara de sicario a punto de cumplir un contrato y cuando los chicos desistían su intento, él sonreía burlándose de ellos calladamente a lo que yo también me reía.
Cuando salimos del cine él me propuso que fuéramos a ver ropa para que yo me comprara algo, mientras estábamos en la tienda de ropa, yo estaba intentado encontrar alguna falda que llamara mi atención, mi padrastro me dio un poco de espacio y fue a buscar una camisa para él; en ese momento un hombre con canas, se me acerco y simulando que estaba buscando también una falda me hizo una propuesta.
-Hola, tu no tendrás problemas, con todo te vas a ver bien.
-heeee... gracias.
-Soy ... -no me acuerdo de su nombre- eres muy linda y se ve que eres buena persona, si gustas yo te compro lo que quieras.
-jejejeje, gracias, pero no - ¿Pero que carajos? Ni siquiera nos conocemos y ¿ya me está comprando ropa? Y lentamente comencé a alejarme de él. A lo lejos vi a mi padrastro y caminé hacia él.
- ¿encontraste algo?
-No papi, no hay nada bueno.
Al caminar hacia la puerta, el hombre estaba hablando con una mujer casi de su misma edad, el siguió mi caminar y lo que hice, fue abrasarme del brazo de mi padrastro sin despegar mi mirada de la suya, y antes de salir, le guiñe un ojo y le saque la lengua.
La siguiente tienda fue la de electrónicos, mi padrastro necesitaba un celular nuevo. Él encontró rápidamente lo que buscaba y mientras hacía fila en el área de pago y reclamo del producto yo estaba paseando por las filas y filas de los productos. En cada cambio del área de una marca, un hombre, comúnmente joven, encargado de las ventas de esa área se acercaba a mi para ofrecer su ayuda en alguna asesoría; algunos de ellos fueron muy atrevidos que sin importarles la diferencia abismal de edad entre ellos y yo me invitaron a salir, algunos me pidieron su número; cuando me vi libre de mi último acosador, caminé hacia mi padrastro que recién tenía en sus manos su nuevo celular.
- ¿Quieres un helado?
- ¡Si! De doble bola de chocolate.
Con el helado en las manos y con la nada discreta mirada de pervertido del hombre que me lo dio, caminamos hacia un área donde venden autos. Entramos al concesionario y mientras mi padrastro hablaba con un hombre que atendía de lo más sumiso a mi padrastro mientras no podía quitar la mirada de mi cuerpo, yo estaba sentada pasando la lengua por las dos bolas de chocolate.
A unos metros de donde estábamos, un hombre giraba alrededor de un auto pequeño de color rojo, después comenzó a ver hacia sus lados buscando a algún vendedor que le ayudara con alguna duda que tenía, y así fue como sus ojos se fijaron en mí; voltee rápidamente para estar segura que mi padrastro estaba distraído, estaba decidida de aplicar la misma técnica que use con aquellos dos hombres en el restaurant meses atrás.
Él me estaba mirando y yo lo estaba mirando así es que no había duda que nuestra atención estaba fija en él otro, sin dejar de pasar mi lengua por las dos bolas de helado, lentamente cruce mis piernas bajo mi falda escolar tableada; el hombre miro para todos lados, asegurándose que no lo vieran, se pasó la lengua por los labios y se rasco la entrepierna, supongo que se le había puesto dura, Yo le sonreí y le guiñe un ojo.
- ¿Te falta mucho? -era mi padrastro parado a un lado de mí, mirándome desde arriba con una sonrisa.
-ya casi termino, me lo estoy comiendo lento porque no quiero que se acabe.
-Ya vámonos.
Caminamos hacia la salida donde dejamos el auto, durante el camino los hombres no hacían nada para simular que me miraba, de vez en cuando le sonreía a alguno que se me hacía interesante, en otras ocasiones solo miraba al suelo y en otras solo simulaba que no me daba cuenta.
Cuando salimos del estacionamiento eran las 6 de la tarde y con su mano acariciando mi pierna por debajo de mi falda mi padrastro me hizo una pregunta que no esperaba.
- ¿Tienes novio?
-queee??? -tosiendo mi último bocado de helado.
- ¿Que si tienes novio?
-jejeje... no, jejeje. No, claro que no.
- ¿Segura? Tú sabes que puedes confiar en mí, no te voy a juzgar.
-Te lo juro, no tengo novio.
- ¿Te gusta alguien?
-jajaja... claro que no –le respondí nerviosa por aquellas preguntas.
- ¿ya te abriste de piernas para alguien más?
- ¡NOOO CLARO QUE NO! -le dije abriendo los ojos por la sorpresa de la pregunta.
-No me malinterpretes, te pregunto porque me he dado cuenta la forma en que te ven los hombres, y algunas mujeres –esto último lo dijo bajando la voz con una sonrisa- y me he dado cuenta que tú los miras también.
- ¡Eso no es verdad!
- ¿Segura? -me dice mirándome con esa mirada que pone como diciendo “No soy estúpido, lo sé todo, yo invente este juego”. Yo, como respuesta me puse roja como tomate y miré hacia abajo, hacia su mano acariciando mi pierna.
-Te voy a explicar algo: Si estas nerviosa porque yo me pueda enojar, déjame decirte que estas equivocada. Sería una tremenda hipocresía que yo me enojara si te estas metiendo en la cama con otro, no soy nadie para ofenderme por eso, lo que si me molestaría seria que fueras irresponsable y te pusieras en peligro; recuerda que antes de ser mi puta, eres mi única hija, no me gustaría que te pasara nada. También sé que ya estás en una edad donde te va a entrar la curiosidad por tener un noviecito, o meterte a la cama con alguien más. Sobre tener novio solo hay dos caminos, el primero es que puedo seguir usando tu cuerpo, pero si tú quieres porque hay amor con aquel chico, lo correcto sería que dejáramos lo que tenemos, no quiero que tengas problemas internos por lo que tenemos tú y yo. Pero si no hay amor, no le veo problema de seguir usándote.
-No entiendo, ¿cómo que no hay problema?
-El amor y el sexo son dos cosas diferentes, cuando hay amor, el camino más seguro es que le seas fiel a tu pareja y no te acuestes con alguien más, no sería correcto ni honesto, pero ya más grande, con más experiencia, tal vez te encuentres con un hombre que pueda comprender que tú quieras estar con alguien más a pesar de que tu corazón esta con él, de hecho el chico te puede decir que te ama, cosa que lo dice con toda la verdad del mundo, pero que le gustaría probar otra vagina, ahí si sería una decisión de ustedes dos, pero eso pasara cuando seas más grande, más madura, cuando tengas más experiencia de la vida. Y sobre el sexo; obvio yo soy el menos indicado de ofenderme si quieres abrirte de piernas para otro; en este punto lo que si me pondría furioso es que te pusieras en riesgo o que cometieras una estupidez mayúscula.
- ¿No te molestaría si me acuesto con alguien más?
-Para ser sincero no me agrada mucho la idea, pero tampoco te diré que no; es más si tú te acuestas con alguien más, y no me lo quieres decir, por mi está bien, yo te he dado la confianza absoluta conmigo, pero también entiendo que es bueno tener secretos o hacer cosas por tu lado, no me meteré en tu vida privada.
-heeeee, gracias.
-Ahora dime ¿tienes ganas de estar con alguien diferente?
-.... -no dije nada; por mi cabeza pasaron todos los hombres que han hecho que me mojara
-jajajaja.. ¿El que calla otorga?
-jajajaja... -le respondí sonriendo, afirmando su afirmación. Sin decir palabras le dije que si.
-¡Esa es mi puta! Jajajajaja... Ya es hora de que mis amigos te disfruten.
- ¿Qué? - ¿Que carajos acaba de decir?
-pues sí, ¿No recuerdas que varias veces te he dicho que mis amigos van a disfrutar de tu cuerpo y que te van a usar como puta que eres? ¿A caso no te gusta la verga? ¿A caso no te gustaría probar otras? Pero si tu no quieres, solo tienes que decir que “No” dime ¿Si o no?
-Si –dije con una sonrisa en el rostro, pero con timidez digna de mi edad.
-Esa es mi niña.
Cuando entramos a nuestra área residencial, mi padrastro me dejo en la puerta de nuestra casa para decirme que tenía que ir a comprar algunas cosas y que tardaría un par de horas y dándome un beso de lengua se fue, dejándome sola.
No hice el intento de quitarme el uniforme escolar, simplemente me recosté en mi cama mirando al techo, ni saquearme preocupe por cerrar las persianas para que mi vecino no me viera. Las dos horas siguientes me la pase pensando en las palabras de mi padrastro, de que sus amigos me usarían de la misma forma que él me usa; en mi mente no se borra el hecho de que él me dio la opción de decir que “No” y nada de verga de sus amigos. Hoy en la mañana desperté sintiéndome estúpida porque el día anterior perdí la oportunidad de que el padre de mi amiga me cogiera, de experimentar todo lo que llevo varios meses pensando, y ahora, mi padrastro va a satisfacer mi necesidad. Aunque al parecer él ya lo había pensado mucho tiempo a otras, porque de vez en cuando, en medio de una cogida me decía que sería una buena puta, que le gustaría a sus amigos. Tenía miedo, mucho, pero mucho miedo, al mismo tiempo que tenía ansiedad de que ya pasara, y estaba emocionada porque pasaría muy pronto, aunque no supiera cuando, algo me decía que no tardaría en estar en la cama con un amigo de mi padrastro. Me levante, y con una sonrisa en el rostro baje a la sala para ver televisión.
Mi padrastro llego pasado de las dos horas que él había dicho, consigo traía un par de bolsas de tienda de ropa, y una caja de cámara fotográfica nueva. Me dio un beso y me regaño porque no lo espere para que viéramos juntos el capítulo de la serie que estaba viendo en ese momento, llevo sus cosas a su habitación y regreso para besarme apasionadamente y después ir a la cocina para preparar la cena. Esa noche cenamos leche con chocolate, y pan de dulce acompañado por una ensalada cesar. Y así vimos juntos el capítulo que queríamos ver.
Al dejar los platos sucios en el lavabo, mi padrastro se sentó a un lado mío, con su mano debajo de mi falda acariciando mis piernas, de vez en cuando la subía para que sus dedos acariciaran mi vagina por encima de la tela de mi panty lo que hacía que me pusiera nerviosa. Al terminar de ver el capítulo, me pidió permiso para poner el canal de las noticias a lo cual yo acepte gustosa, y mientras hacían un resumen de las mejores noticias de los primeros 12 días de septiembre mi padrastro me sentó en sus piernas quitándome el chaleco azul cielo del uniforme, desabrocho un botón de mi blusa blanca y como rara vez no uso sujetador, con facilidad metió su mano para masajear mis senos mientras metía su lengua en mi boca para que con la mía la acariciara.
En el televisor hablaban algo sobre una reforma y sobre algunas entrevistas de la candidata que gano y que sería presidenta, en ese momento mi padrastro había desabrochado otro botón de mi blusa para poder mamarme los senos con comodidad; su lengua y sus labios estaban pegados a mi pezón y chupaba como si fuera un bebe, mientras yo, con una sonrisa en el rostro, metía mis dedos entre su cabello en un gesto de consentimiento; de vez en cuando alzaba el rostro para poner atención a la noticia para después regresar a chuparme mi otro seno.
Cuando terminaron las noticias, el apago el televisor, se levantó y me tomo de la mano para que lo siguiera a su habitación. Al llegar ahí, en el sillón que tiene dentro, estaban las compras que había hecho, en una mesa a lado de la cama estaba la cámara fotografía que también había comprado.
-esto es para ti -me dice poniendo un conjunto de ropa interior coló negra en mis manos- ve, ponte esto y recógete el cabello en una moña, ve a mi baño.
-Ok –le dije en un tono de duda por no entender lo que quería con todo esto.
Dentro del baño de su habitación desabroche los botones restantes de mi blusa para dejarla caer al suelo, me quite los zapatos escolares y las tobimedias, así como mi falda tableada y mis pantys. Tome con mis manos las dos prendas, y con curiosidad me las puse y me recogí el cabello en una moña dejando un pequeño fleco, pero sin evitar que mi rostro quedara limpio. Me mire al espejo, y sin caer en la presunción puedo decir que me veía hermosa; mi cuerpo en forma de reloj de área, esta adornado con un conjunto de lencería negro, delicadamente bordado que me quedaba a la perfección, no era vulgar, pero si sexy, delicado, inocente, caliente, hermosa.
Al salir del baño, mi padrastro estaba entretenido jugando con la cámara y su celular nuevo, al mirarme abrió los ojos y sonrió, se levantó mientras me decía –Puta, estas muy hermosa- a lo que sus palabras en un tono como si fuera un rezo a un Dios, me hicieron sonrojar. Dejo sus cosas en la cama y me tomo en brazos fuertemente por la cintura para besarme apasionadamente.
Tal vez duro un par de segundos el beso, tal vez fueron minutos o meses; fue tan intensamente erótico su beso que perdí la orientación del tiempo.
-Vamos perrita, párate frente a esa pared –Y me dio una nalgada que me hizo brincar ligeramente y provocándome una sonrisa de colegiala traviesa. Sumisamente me pare donde me indico y al ver lo que tenía en sus manos me quede helada.
- ¿Para qué es eso? -le dije señalando la cámara fotográfica que tenía en sus manos.
- ¿Como que para qué? Te quiero tomar un par de fotos.
- ¿Para qué?
-Tu confía en mí, no te muevas.
Tome aire profundamente un par de veces con los ojos cerrados, y al abrirlos, mi padrastro tenía la cámara apuntando hacia mí y no espero que parpadeara, acciono la cámara para que ese micro segundo quedara inmortalizado. Dejo la cámara en la cama y miro el celular sonriendo.
-Te vez encabronadamente hermosa, eres una diosa, mira –yo me hacer que, y la fotografía ya estaba en su celular, me podía ver, y si, la verdad es que si me veía hermosa.
-wooow –fue mi única respuesta mirándolo a los ojos.
Y él, sin decir nada, me jalo hacia el tomando mi culito con una mano para besarme igual de apasionado que la primera vez. Sin dejar de besarme, dejo la cámara en la cama y su celular en la bolsa de su pantalón y ya con la mano libre la llevo directamente y sin escalas a mi vagina para penetrarme con su dedo más largo.
-haaaaaaAAAAAAaaaaaammm –di un gemido como gatita entre sus labios.
-perra, mira nomas, estas empapada –me dice mostrándome sus dedos brillantes por mi humedad. A lo que yo solo respondo con un movimiento afirmativo de mi cabeza y con las rodillas temblorosas por la excitación.
Sin darme cuenta como, ya estaba en el suelo mi sujetador negro, y empujándome a la cama me quito con facilidad esas panty negra y sexy. Me abrió las piernas y sin pedir permiso, sintiéndose dueño y amo de mi cuerpo hundió su lengua dentro de mi vagina.
-HAAAAA HAAAAA HAAAA HAAAA MMMMMM.. GGGRGR HAAAA HAAAAA –Podía sentir sus labios pegados a mis labios vaginales, sentía como su lengua entraba y salía de mi puerta de placer, podía sentir su la bio superior acariciando mi pequeño clítoris. Mis manos se aferraron a su cabello para separarlo por el intenso placer que me provocaba, un placer que hacía que con cada caricia de su lenga por toda la pequeña longitud de mi vagina me provocaba, pero en lugar de jalarlo para terminar con esa hermosa y deliciosa tortura, lo único que hice fue empujarlo para que su lengua acariciara con más fuerza, para que su lengua entrara más profunda por mi puerta de placer.
-HAAAA HAAAAAAA HAAAAAA PAPITOOOOO!!!! -Esa fue mi respuesta al momento que mi espada se curvo hacia arriba y con más fuerza sostenía su cabeza empujándola hacia mi vagina, esa fue mi respuesta al hermoso orgasmo que desea con todas mis fuerzas que no terminara.
Mi cuerpo aun temblaba por los espasmos de placer, mis senos subían y bajaban por la respiración que me había provocado; él estaba de pie, pasando su lengua por sus labios, mirándome con las piernas abiertas y unos ojos vidriosos por lo hermoso que me había hecho sentir, respiraba por la boca, tratando de controlar los últimos espasmos de mi cuerpo, me enderece sobre los codos, y con una mano la pase por mi cabello, la moña se me había soltado dejando que mi cabello callera por mis hombros y espalda.
-Tus mejillas toman un tono rosado muy hermoso después de un orgasmo –Yo no respondí nada, me dio un poco de vergüenza, pero si, tenía razón- vamos, recuéstate boca abajo.
Aun con el cuerpo caliente, con espasmos en mi vagina por el orgasmo me acomode boca abajo; los espasmos de mi vagina no me dejaron cerrar las piernas en su totalidad, pero si doble las rodillas haciendo que mis pies se elevaran al aire, y así, coloque mis dos manos para descansar mi quijada en ellas, Sabi bien lo que él quería, y lo obedecí sumisamente porque eso es lo que hay dentro de mí, una puta sumisa que le gusta que la dominen y le den ordenes, pero también por el tremendo orgasmo que me había provocado que me nublo por unos minutos la mente, pero también por la confianza en que tengo depositado en mi padrastro. El tomo la cámara y se puso de rodillas frente a la cama y apunto la cámara hacia mi dejando inmortalizado un instante donde mi vagina aún seguía contrayéndose por el placer. Se puso de pie y rodeo la cama para quedar a un lado mío. Sabiéndose dueño de mí, me ordeno que me pusiera de lado, sin dejar de apuntarme con la cámara, yo lo obedecí, ligeramente me levante apoyándome en mis manos, pero también por la inercia del movimiento abrí mi pierna, haciendo que la rodilla se dirigiera al cielo, dejando ver un poco, solo un poco de mi pequeña vagina.
Cuando capturo la fotografía, dejo la cámara en la pequeña mesa a un lado de la cama, miro su celular para apreciar su trabajo y sonriendo dejo también el celular en la mesita y se quitó la ropa con rapidez, me tomo de los tobillos, me jalo haciéndome gritar por la sorpresa y la diversión, y mientras reía como niña traviesa él me abrió las piernas, se subió encima de mí y acomodo su la cabeza de su verga en medio de mis labios vaginales, yo seguía riendo de felicidad y porque me hacía gracia la desesperación de mi padrastro por penetrarme, lo abrase con cariño, y mientras reía, de un solo golpe de riñones, mi padrastro me metió su verga hasta el fondo de mi pequeña y adolescente vagina.
-haaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAA- Solté un grito de placer y dolor por la brutal metida de verga, pero sin dejar de tener una sonrisa de felicidad en mi rostro. Los primeros momentos me dolía mi vagina por la forma en que me lo metió, sentía como las paredes de mi vagina se estiraban para poder alojar a tremendo animal, me ardía fuerte, pero estaba feliz porque mi padrastro estaba disfrutando de mi cuerpo a placer y no había otra forma de responderle que, con gemidos y gemidos, uno tras otro mientras me aferraba con fuerza a su espalda al mismo tiempo que abría mis piernas lo más que podía para darle espacio de que me penetrara a placer.
No sé cuantos minutos pasaron, pero el dolor y el ardor de sentir mis labios vaginales estirados, fue disminuyendo para dejar solamente la sensación de placer. Abrase a mi padrastro con las piernas sin soltarlo del cuello con mis brazos mientras le regalaba gemidos de placer en el oído, cuando salía de mi cuerpo aflojaba mis piernas, pero cuando entraba a mi cuerpo, yo lo abrazaba con fuerza, con mis talones, lo empujaba por la cintura para que me la metiera con más fuerza, más al fondo.
Él se levantó, y como yo no lo soltaba, me arrastro con él. Se movió mientras yo no dejaba de mover las caderas para no dejar de sentir delicioso y sobre todo para que mi dueño no dejara de disfrutar de mi pequeña y apretada vagina. Sin muchos problemas se acomodó en la cama para quedar sentado, con las piernas estiradas y yo encima de él; sosteniéndome con las dos manos de mi culito acompañando, ayudándome en mi trabajo de subir y bajar de su verga, acompañándome y ayudándome cuando me la ensartaba hasta el fondo dejando sus huevos afuera y moviéndome en círculos; uno de sus dedos, comenzó a acariciar mi pequeña puerta trasera lo que hizo que mi placer se intensificara.
Sentada, clavada en su verga hasta el fondo, aun abrazada a su cuerpo de piernas y brazos no dejaba de moverme para darle placer a mi hombre, a mi macho, a mi dueño; mis pezones se rozaban con fuerza a su cuerpo, choques eléctricos me llegaban de todas partes, los gemidos de él, unos gemidos de macho disfrutando de su hembra llegaban a mis oídos haciendo que me sintiera orgullosa de que pudiera darle este tremendo placer. Con mis movimientos de cadera entraba y salía su verga, la movía en círculos estando hasta el fondo y en momento me movía de adelante y hacia atrás, mi pequeño clítoris se frotaba con su pie, haciéndome llegar al cielo.
Entre gemidos llegaron a mi mente todas las veces que he estado en la misma situación con él, las veces que me he masturbado pensando en otros hombres, recordé los dedos del padre de mi amiga hurgando en el fondo de mi vagina, recordé que mi padrastro me dijo que me compartiría con sus amigos.
-HAAAA HAAAA HAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAA –Mi cuerpo y mi mente llegaron a un punto de desesperación mientras que besaba al hombre que me abrió las puertas y las piernas para sentir este hermoso sentimiento; lo besaba con fuerza en la boca, en las mejillas, en el cuello, también le mordía la oreja entre gemidos y gemidos- HAAAAAAA, HAAAAAAAA HAAAAAAAAAA HAAAAAAAAAA
Este sentimiento era y sigue siendo demasiado para mí, es imposible explicar la magnitud de mi placer en ese momento y todo gracias a que mi padrastro me abrió las piernas; sé muy bien que hace cuatro años le hubiera dicho que no a todo esto, él no me hubiera tocado, pero le agradezco a los dioses nuevos y antiguos que mi curiosidad fue mucho más grande que mi razón, porque lo que estoy viviendo es lo mejor del mundo. Sus labios se apoderaron de mi cuello cuando mire al cielo soltando un gemido de agradecimiento por todo esto y haciendo un esfuerzo descomunal para expresar por primera vez con palabras lo que estaba diciendo le dije entre gemidos, movimientos de caderas y temblor de cuerpo.
-HAAAAAAAA HAAAAAAAAA PAPI HAAAAAAAA GRAAA HAAAAAAAA GRAAAACIAS HAAAGRGRGRGRG SOY TUYAAAA PAPITO, SOY TU PUTA, TU PERRAA HAAAAAAA HAAAAAA
El aun aferrándose de mis nalgas me ayudo a moverme más rápido cuando escucho mis palabras
-HAAAA HAAA HAAAREE LO QUE TU ME DIGAS HAAAAAAA ME ABRIRE DE PIERNAS PARA QUIEN TU QUIERAAASSS SOY TUYA TU PUTAAAAAAA TU PERRRRAAAAAA SOY TUYA, SOLO SIRBO PARA ABRIR LAS PIERNAS Y QUE ME COJAS TU Y QUIEN TU QUIERAS – unas lágrimas de placer comenzaron a salir de mis ojos- PAPITOOOO HAAAA HAAAA SOY TUYA.
Mi padrastro y yo llegamos a un orgasmo descomunal, mientras el rugía y soltaba chorros y chorros de leche espesa y caliente dentro de mi pequeña vagina adolescente, yo gemía y decía “si papito gracias, soy una puta” Mi alma salió de mi cuerpo, salió de este planeta, fue demasiado para mí; cerré los ojos y ya no supe más de mí por esa noche.
A la mañana siguiente, abrí los ojos y estaba entre los brazos de mi padrastro, el me miraba y acariciaba mi rostro tiernamente.
-Hola –dije tímidamente.
-Hola cachorra.
Al intentar estirar mi cuerpo para que también despertara, sentí los estragos del sexo de la noche anterior, sentí una ligereza en todo el cuerpo que me produjo una sonrisa satisfactoria de placer; mire a mi padrastro aun sonriendo, con un brillo en los ojos de sumisión y adoración por este macho que me ha mostrado los placeres del cuerpo y que me pondría en situaciones para que yo experimentara libremente mi sexualidad.
Una hora después estaba sentada en la mesa del comedor usando solamente una bata, él ya estaba vestido con su traje de oficina terminando su desayuno.
-Hoy no vallas a la escuela.
- ¿Porque no?
-quiero que te quedes en casa y quiero que pienses, sobre todo; hoy en la tarde traeré a uno de mis amigos para que te conozca y te use un par de horas –Mi rostro perdió todo atisbo de color- vendremos alrededor de las 7 de la tarde, si tú crees que aún no estas preparada o simplemente no quieres hacerlo, mándame un mensaje antes de las 6 y yo cancelare todo, pero si no me mandas el mensaje antes de las 6 lo tomare como un “Si” de tu parte.
-Está bien papi.
Él se levantó de su lugar, se acercó a mí y me dio un beso cariñoso, amoroso.
-Nos vemos hasta en la tarde, come bien a la hora de siempre.
-Si papi.
-Te quiero
-Y yo a ti.
Tomo sus cosas y salió de la casa rumbo a su trabajo, dejándome sola, feliz por el sentimiento que aun recorría mi alma y mi cuerpo producto del sexo de la noche anterior, y sobre todo con miedo, nerviosismo y emoción por lo que pasaría esa tarde... Mi primera vez con otro hombre.
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