-Delicioso. -dijo Kobayashi hablando bajo y mordiéndose el labio.
La programadora estaba escondida en uno de los cubículos del baño de la empresa para la que trabajaba.
Los dedos medio y anular de su mano derecha, entraban y salían rápidamente de su mojada vagina masturbándola. Con la mano izquierda sostenía su Tablet, en la que se reproducía un video porno.
Las dos chicas del video tenían sexo lésbico. Una de ellas de cuclillas delante de la otra estaba siendo bañada con orine de su pareja.
Se veía que ambas disfrutaban mucho, tanto, que gemían como locas y se corrían a chorros. Kobayashi había descubierto recientemente que tenia un fetiche con la lluvia dorada y el orine durante el sexo.
Alguien más entró al baño de mujeres. La puerta de uno de los cubículos se abrió y se cerró.
Un fuerte chorro de orina se hizo escuchar. Sonaba muy fuerte. Kobayashi se excitó más de lo que ya estaba. Imaginó el fuerte chorro saliendo de la vagina de la desconocida.
-¿Quién será? -pregunto en su mente.
Echó un vistazo por debajo del cubículo. Los zapatos de tacones que vio revelaron de quien se trataba.
-Es Miko. -pensó y se excitó aun más.
Miko era su jefa de departamento. Era la típica mujer de oficina, de carácter fuerte, mirada estricta, usaba lentes y vestía siempre de traje. A Kobayashi le atraía mucho esa mujer. Metió sus dedos más al fondo y se masturbó con más ímpetu que antes.
Durante la última semana había fantaseado con recibir la lluvia dorada de su jefa. Se imaginó acostada en su cama completamente desnuda con vibradores a máxima potencia metidos en el culo y la vagina.
Miko estaba de pie sobre ella abierta de piernas, y le regalaba una panorámica de su hinchada vagina y su jugoso ano.
Imaginó un chorro de orina abundante y caliente saliendo del sexo de Miko y cayendo sobre su cuerpo. Su jefa gemía descontrolada y a más de orinarse se corría también.
-Sé que estás ahí, pequeña holgazana. Deberías estar trabajando. -Dijo Miko. -También se lo que haces. -agregó y un pequeño gemido se escapó de su garganta.
-¡También se está masturbando! -pensó Kobayashi asombrada.
El cubículo de Miko se abrió. Unos tacones resonaron al caminar. La puerta del cubículo de la programadora se estremeció.
-Déjame entrar. -dijo la voz de Miko.
El cubículo de Kobayashi se estremeció nuevamente. La pelirroja extendió el brazo y quitó el seguro de la puerta.
Miko entró. Ambas se miraron. Kobayashi estaba de cuclillas sobre el inodoro, desnuda de la cintura para abajo.
Su vagina destilaba líquido transparente de lo que había estado masturbándose. Miko gimió al verla.
La jefa vestía como de costumbre, pero en esta ocasión llevaba la falda ajada y la blusa desabotonada, dejando ver un prominente escote.
En su ombligo al descubierto resaltaba un piercing de brillantes. Miko se acuclilló delante de la programadora. Chupó su sexo como quien chupa un helado. Kobayashi se dejó hacer. Su fantasía estaba haciéndose realidad.
La lengua de Miko no descansaba, arrancaba profundos gemidos a la pelirroja, quien tiraba del pelo a su jefa clavándola más en su propio sexo. Luego de unos minutos Miko se puso de pie quitándose el jersey y la blusa.
Un brasier blanco de encajes, copa "DD", quedó al descubierto. Dos prominentes tetas salieron de su interior.
Kobayashi quedó asombrada y empezó a salivar, mientras el deseo de chupar los pezones de su jefa se apoderaba de su ser.
-¿Quieres que mami te amamante verdad nena? -dijo Miko en tono tierno y lascivo.
Kobayashi asintió con la cabeza.
Miko se inclinó sobre la pelirroja y con una de sus manos le acercó una de sus tetas a la boca. Su nena inmediatamente empezó a chupar. Un gemido se escapó de la garganta de Miko al sentir la succión en sus pezones.
La jefa entregó en las manos de su nena un objeto ovalado. La programadora confundida lo acercó a sus ojos para verlo. Era un pequeño control remoto que tenía pegada una foto suya y tres botones.
Supo inmediatamente lo que era y se excitó tremendamente. Apretó el botón que tenía el signo "más". El vibrador dentro de la vagina de Miko aumento su potencia.
La pelirroja vio como los ojos de su jefa se blanquearon, estaba muy excitada. Sonrió complacida. Dos dedos de Miko se abrieron paso dentro de la vagina de Kobayashi, borrándole la sonrisa de la cara.
Abas se estaban masturbando mutuamente. Siguieron así por largo rato, gimiendo y chorreando a la vez. Miko de tanto en tanto retiraba sus dedos para lamer de ellos los jugos de su nena, luego los volvía a meter.
Kobayashi por su parte aumentaba la potencia del vibrador al máximo una y otra vez. Ambas estaban a punto de correrse.
Miko se percató de la Tablet de su nena y en el video porno de lluvia dorada que tenía pausado. Decidió que complacería a Kobayashi cumpliendo su fantasía. Al borde del orgasmo Miko se puso de pie con su nena debajo de ella y entre sus piernas.
Frotando su clítoris el orgasmo llegó acompañado de temblores, espasmos y un gemido atronador.
Un abundante chorro de squirt salió despedido de su vagina derramándose sobre la cara de Kobayashi. Un segundo chorro tibio de orina lo acompañó, era abundante y Miko procuró que cayera por todo el cuerpo de su nena.
Kobayashi empapada de orina de su jefa no pudo contenerse más y se corrió también.
1 comentarios - Kobayashi, lluvia dorada.