Hola cómo están? Mi nombre es Celeste, tengo 39 años y vengo para contarles mis vivencias, esas que me marcaron desde la adolescencia y hasta el día de hoy las recuerdo con cariño y excitación.
Si hay algún madurito como yo por acá se acordará de los 0600 en donde se llamaba para hablar con personas y se usaba para calentarse. Yo esto lo descubrí en el diario, en el compraban en casa, el Clarín de los domingos, en una publicidad que hacía. Cuando lo vi me intrigó y pensé que iba a encontrar a chicos de mi edad. Cuando esa noche todos se fueron a dormir, me puse a llamar para ver de qué se trataba esto. Me puse comunicar enseguida y empecé a hablar con un hombre que por su voz gruesa podía notar que era alguien mucho más grande que yo. Me palpitaba el corazón pero también quería seguir hablando
-hola, quién anda por ahí?
-hola...yo
-uyy cosita...cómo te llamás?
-Celeste. Usted?
-Me llamo Alejandro, y me encanta que me trates de usted. Sos jovencita verdad?
-mmm... sí
-qué lindo, yo tengo 42 años y de vez en cuando me pongo a hablar con mujeres por acá. Decime, qué tenés puesto?
-una musculosa blanca y una bombacha rosa solamente
-uy me encanta Cele, me estás calentando con solo imaginarte. Cómo son tus tetas? Vos cómo sos? Contame que me calienta.
-mis tetas son un poco grandes ya, yo soy morochita, y creo que me gusta mucho masturbarme
-uy pero qué linda y putita me encontré acá entonces! Y ya te estás mojando?
-sí, un poquito jiji
-qué ganas de tenerte acá que me das putita hermosa. Qué te gustaría?
-me gustaría que pongas tu pija en mi boca así pruebo una de verdad
-NOO qué lindo lo que me decís, ya tengo la pija bien al palo Cele, me salen gotas de la verga
-yo estoy toda mojada, mi bombacha se manchó ahora, y la estoy poniendo entre los labios de mi vagina así la froto contra mi
-y cuándo descubriste eso?
-hace unos meses, y me encanta.
-o sea que todavía no probaste con coger
-no
-yo te cogería toda, te daría besos para quitarte los miedos y después te comería de a poco la concha, dándole una chupada a toda esa concha rica que tenés
-sí me gusta
-yo estoy caliente
-yo también Alejandro, me estoy frotando la bombacha mucho
-yo me estoy pajeando también pendeja, toquémonos putita
Ahí comenzó un sin finde gemidos por parte de ambos, yo escuchaba su voz gozando y me subía el autoestima saber que un hombre maduro estaba siendo calentado por mí, y eso me hacía sentir deseada, bien predispuesta para seguirle el juego y agarrar mi bombacha con más fuerza para acabar pronto. Su voz era el motivo para gozar, me sentía una putita que estaba haciendo algo a escondidas de sus padres y que el peligro me enloquecía y me hacía sentir que si ese hombre me tenía en su cama me iba a coger como un toro.
-Alejandro quiero su pija, la quiero adentro mío
-sí putita de mierda, sí, la tengo toda dura para vos, te voy a coger toda, te voy a coger puta vas a ver como te la pongo hasta que tome digas basta, te voy a coger puta, te voy a hacer gozar y gritar como lo putita que sos
-sí por favor Alejandro, así así
-AY PERO QUÉ COGIDA TE VOY A PEGAR pendeja de mierda, te voy a acabar en las tetas y te voy a obligar a que me la limpies chupándola, puta de mierda
-sí por favor, quiero su pija sii siiii
En eso siento que él acaba, yo trato de seguir pero siento que él había terminado
-hola!?
Se quedó en silencio y yo pregunté si estaba ahí, que quería seguir hablando pero a los pocos segundos cortó. Quizás le habrá dado culpa hacer esto con una pendeja pero yo me quedé hervida, y me puse a seguir en mi cama, más cómoda, a poder acabar. La bombacha estaba toda empapada, y casi manché mis sábanas, pero todo valió la pena porque había sentido a un maduro bien calentón tocarse y hacerlo acabar
Si hay algún madurito como yo por acá se acordará de los 0600 en donde se llamaba para hablar con personas y se usaba para calentarse. Yo esto lo descubrí en el diario, en el compraban en casa, el Clarín de los domingos, en una publicidad que hacía. Cuando lo vi me intrigó y pensé que iba a encontrar a chicos de mi edad. Cuando esa noche todos se fueron a dormir, me puse a llamar para ver de qué se trataba esto. Me puse comunicar enseguida y empecé a hablar con un hombre que por su voz gruesa podía notar que era alguien mucho más grande que yo. Me palpitaba el corazón pero también quería seguir hablando
-hola, quién anda por ahí?
-hola...yo
-uyy cosita...cómo te llamás?
-Celeste. Usted?
-Me llamo Alejandro, y me encanta que me trates de usted. Sos jovencita verdad?
-mmm... sí
-qué lindo, yo tengo 42 años y de vez en cuando me pongo a hablar con mujeres por acá. Decime, qué tenés puesto?
-una musculosa blanca y una bombacha rosa solamente
-uy me encanta Cele, me estás calentando con solo imaginarte. Cómo son tus tetas? Vos cómo sos? Contame que me calienta.
-mis tetas son un poco grandes ya, yo soy morochita, y creo que me gusta mucho masturbarme
-uy pero qué linda y putita me encontré acá entonces! Y ya te estás mojando?
-sí, un poquito jiji
-qué ganas de tenerte acá que me das putita hermosa. Qué te gustaría?
-me gustaría que pongas tu pija en mi boca así pruebo una de verdad
-NOO qué lindo lo que me decís, ya tengo la pija bien al palo Cele, me salen gotas de la verga
-yo estoy toda mojada, mi bombacha se manchó ahora, y la estoy poniendo entre los labios de mi vagina así la froto contra mi
-y cuándo descubriste eso?
-hace unos meses, y me encanta.
-o sea que todavía no probaste con coger
-no
-yo te cogería toda, te daría besos para quitarte los miedos y después te comería de a poco la concha, dándole una chupada a toda esa concha rica que tenés
-sí me gusta
-yo estoy caliente
-yo también Alejandro, me estoy frotando la bombacha mucho
-yo me estoy pajeando también pendeja, toquémonos putita
Ahí comenzó un sin finde gemidos por parte de ambos, yo escuchaba su voz gozando y me subía el autoestima saber que un hombre maduro estaba siendo calentado por mí, y eso me hacía sentir deseada, bien predispuesta para seguirle el juego y agarrar mi bombacha con más fuerza para acabar pronto. Su voz era el motivo para gozar, me sentía una putita que estaba haciendo algo a escondidas de sus padres y que el peligro me enloquecía y me hacía sentir que si ese hombre me tenía en su cama me iba a coger como un toro.
-Alejandro quiero su pija, la quiero adentro mío
-sí putita de mierda, sí, la tengo toda dura para vos, te voy a coger toda, te voy a coger puta vas a ver como te la pongo hasta que tome digas basta, te voy a coger puta, te voy a hacer gozar y gritar como lo putita que sos
-sí por favor Alejandro, así así
-AY PERO QUÉ COGIDA TE VOY A PEGAR pendeja de mierda, te voy a acabar en las tetas y te voy a obligar a que me la limpies chupándola, puta de mierda
-sí por favor, quiero su pija sii siiii
En eso siento que él acaba, yo trato de seguir pero siento que él había terminado
-hola!?
Se quedó en silencio y yo pregunté si estaba ahí, que quería seguir hablando pero a los pocos segundos cortó. Quizás le habrá dado culpa hacer esto con una pendeja pero yo me quedé hervida, y me puse a seguir en mi cama, más cómoda, a poder acabar. La bombacha estaba toda empapada, y casi manché mis sábanas, pero todo valió la pena porque había sentido a un maduro bien calentón tocarse y hacerlo acabar
3 comentarios - Masturbándome con llamadas al 0600