Mi papá me dice que vamos a una fiesta y que nos vistamos bien.
Así lo hago y lo espero en la puerta.
Me detiene antes de salir.“Hora de la inspección”.
Esas dos palabras me calientan las mejillas de inmediato mientras pongo mis manos detrás de mi espalda y espero.
Sus grandes manos acarician mis tetas por encima de mi vestido antes de levantarlo para revisar mi ropa interior.
Un bonito conjunto de encaje rosa púrpura.
Desliza sus dedos en mi ropa interior.
Los arrastra perezosamente sobre mi raja antes de sumergirlos en mi agujero.
Ahogo un gemido ante la sensación audible de ser estirada.
Mi papá aprovecha esta oportunidad para empujar violentamente los dedos en mi garganta, marcando el ritmo del día.
Mi concha gotea en las bragas ante esta sensación, y mi papá sonríe con complicidad.
Se limpia los dedos en sus pantalones y nos vamos.Papi se niega a responder a ninguna pregunta sobre la fiesta y llegamos allí en pocos minutos.
Normalmente, cuando vamos a una fiesta, hablo con las otras mujeres, novias y esposas de los amigos de papi.
Hoy me siento como un conejo en una guarida de lobos, porque aquí solo hay hombres.
“¿Sabes, cachorrita?
¿Cómo me dijiste una vez que querrías que los amigos de papi te festejaran? Ese día ha llegado”.
Me mira con una sonrisa lobuna y me siento diez veces más pequeña que nunca.
El uso de mi apodo delante de todos hizo que mis mejillas se pusieran tan rojas como cuando papi hizo una inspección antes de que nos fumáramos.Todos los hombres me miran de arriba abajo y yo revoloteo nerviosa detrás de las piernas de papi.
Papi se ríe mientras me ayuda a sentarme en el sofá, los hombres sirven tragos y papi enciende un porro para que me fume.
Mientras mi cabeza se vuelve más loca por la hierba, siento manos en mis muslos, muevo perezosamente mis ojos para ver a uno de los amigos de papi, "Dios, su piel es tan suave. No puedo esperar a ver esa conchita".
Sus palabras fueron directo a mis partes de mujer, la combinación de hierba y cosificación me estaba afectando.
Otro hombre agarró mi cara, "abrite, muñeca", mirando primero a papi que asintió, abrí mi boca.
Los amigos de papi se turnaron para verter varios licores en mi garganta hasta que la habitación dio vueltas a mi alrededor."Tu papi es tan afortunado, garchándose este culito todas las noches".
Uno de los amigos de papi gimió cuando abrí mis piernas, escupió en mi clítoris y gemí por la sensación.
Los dedos tantearon cada centímetro de piel, me quitaron mi vestido y me besaron, chuparon y tantearon por todas partes que pudieron.
1 comentarios - Mi hija quería ser festejada por mis amigos