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Mónica duerme sola - Parte 1

Hola, me llamo Mónica y soy de Buenos Aires. Tengo 49 años y lo que voy a contar pasó hace relativamente poco, en Enero de 2023, durante mis vacaciones.

Soy divorciada y compartimos la tenencia de mi hijo, Lucas, junto con mi ex marido. Ya nos separamos hace cinco años y nuestra relación es normal, supongo, como la de cualquier pareja divorciada. Por suerte Lucas ya está grande, tiene 17 años, por lo que no resulta ningún problema que el viva conmigo en el departamento que siempre tuvimos y que se pase los fines de semana u otras estadías con su padre. El ya se maneja dentro de todo bastante solo.

Un poco sobre mi? Pese a mi edad me siento muy bien con mi cuerpo. Siempre fui alta y delgada, mido casi un metro ochenta. Tengo el pelo negro y me gusta usarlo lacio y largo, como siempre lo usé. Trato de hacer ejercicio cuando puedo y de alimentarme bien y sano. Si, tengo un vicio que es el cigarrillo, pero hace tiempo que estoy proponiéndome dejarlo. Tampoco es que fumo mucho. Pese a que soy alta y delgada, no soy nada escuálida o flacucha. No es por ser vanidosa ya que nunca tuve que hacer nada especial para tenerlos, pero mis pechos son grandes y bien formados. Tengo una cintura creo que normal para una mujer de mi edad que ya tuvo un hijo hace tiempo, y creo que una linda cola. Llevo una linda figura y me doy cuenta a veces que por la calle algunos hombres me miran. Por suerte todavía no me dió el famoso viejazo que les da a tantas mujeres y creo que un poco de fortuna lo puedo ir llevando bien unos años mas si me sigo cuidando.



Mónica duerme sola - Parte 1


Desde que nos separamos con mi marido como les dije hace cinco años realmente no tuve otra relación seria. Un año después de la separación empecé a salir por un tiempo con un compañero de trabajo pero realmente no era nada serio, no terminó en nada serio y tampoco duró mucho. Habremos estado juntos unos cuatro meses, no mas. Luego de eso no tuve contacto sexual o íntimo con ningún otro hombre (o ninguna otra mujer, aclaro). Mi vida se volvió trabajar y cuidar a Lucas mientras lo tenía yo, y para distraerme salir con mis amigas a algún lado o nada mas quedarme en mi casa descansando.

La historia que les voy a contar que ocurrió el año pasado realmente no la sabe nadie mas que yo y la otra persona involucrada. No se lo conté a nadie, ni a mi mejores amigas con las que tengo la mayor confianza, por miedo a que piensen mal de mi o se genere un problema grave. Ya verán por que.
Para ese Enero de 2023 yo ya había pedido mis vacaciones y había pensado en llevarme a Lucas a la costa conmigo. Tenía un mes disponible y lo quería aprovechar al máximo ya que para mi el 2022 había sido un año muy agotador en todo sentido. Mi ex marido nunca fue multimillonario ni mucho menos, pero teníamos dinero suficiente para vivir bien y en los arreglos del divorcio y la división de bienes que por suerte fue bastante amigable, decidimos los dos mantener la casa que teníamos en la costa, en Pinamar, ya que a los dos nos daba pena la idea de perderla. Queríamos mantenerla y nada mas arreglar entre nosotros las fechas si alguno la quería usar para pasar sus vacaciones. Nunca tuvimos ningún problema asi que lo charlé con mi ex y arreglamos que yo iba a pasar Enero ahi en Pinamar con Lucas y luego si quería en Febrero yo me volvía, mi ex llegaba a Pinamar y Lucas si quería se quedaba con el para seguir disfrutando sus vacaciones en la costa o se volvía conmigo a Buenos Aires. Ya lo veríamos sobre la marcha.

Cuando ya se aproximaba la fecha, un dia Lucas me pidió si lo podía invitar a su mejor amigo, Juani, a que venga con nosotros y que puedan estar ahi los dos disfrutando de sus vacaciones. Juani era el mejor amigo de Lucas desde que iban a la primaria y eran re compinches en todo. Por supuesto que accedí con gusto pero le dije que iba a hablar con la madre de Juani para que ella esté de acuerdo también. A ella también la conocía hace años y teníamos una muy buena relación. Arreglé todo con la madre de Juani y quedamos en que yo iba a viajar primero a Pinamar cuando arrancaban mis vacaciones, justo después de fin de año, pasar unos dias sola y la segunda semana llegarían los chicos juntos en micro. La madre de Juani estaba super agradecida y se ofreció a pagarme los gastos del hijo mientras esté con nosotros, pero por supuesto me negué. A Juani lo conocía desde chiquito y era el mejor amigo de Lucas. Me gustó la idea que Lucas tenga a su amigo ahi con quien compartir el tiempo en la costa y divertirse. Ademas que Juani era un pibe sano y no andaba en nada raro. Los dos hacían futbol en el club pero Juani era el mas deportista de los dos. Realmente no me costaba nada que Juani esté ahi con nosotros, nos conocíamos desde hace tanto que era como de la familia casi.

Llegué a Pinamar en el auto cargado de mis cosas para pasar las vacaciones y luego de instalarme en la casa y relajarme un poco fui a comprar algo de comida y bebida para tener y me puse a limpiar un poco la casa tranquila. Ya por el solo hecho de estar ahi en la costa me sentía mas relajada y anticipaba unas excelentes vacaciones. Pero lamentablemente los planes no salieron como yo, o nadie, esperaba.

Era el Jueves de la primera semana de Enero y el plan era que mi ex marido lo iba a tener a Lucas hasta hoy, se juntaban con Juani y los llevaba a los dos hasta la terminal de omnibus de Retiro para que se vengan a Pinamar, y yo los pasaba a buscar temprano por la mañana del Viernes. Pero ese Jueves a la tarde me llama mi ex marido informándome que Lucas había tenido un accidente. Estaba jugando al futbol con los amigos en el club, uno parece que le fue fuerte a disputar una pelota y lo había pisado, doblandole muy feo el tobillo. Por suerte no se lo había roto pero si se había seguramente luxado o estirado algún ligamento y tenía la zona muy hinchada y estaba muy adolorido. En la clínica que lo atendieron le dieron medicamentos para calmar el dolor y le dijeron que se hiciera unos estudios para ver bien que tenía. Pensaban que era solo eso y que no sería nada grave, pero la cuestión es que en esas condiciones no iba a poder viajar a Pinamar al otro dia.

Yo mucho no me preocupé porque no era la primer lesión que Lucas se ligaba. Mas o menos una vez por año teníamos alguna cosa de éste estilo, ya estaba acostumbrada. Hablé con Lucas que estaba ahi con el padre y me dijo que le dolía pero que estaba bien, que no me preocupe. Si me dijo que estaba medio triste por no poder viajar al otro dia, y que Juani estaba peor de ánimo porque había ido a averiguar a la empresa de transporte para cambiar el pasaje y le habían dicho que no, vaya a saber por que, que lo podía cancelar pero no cambiarlo asi sobre la hora.

Yo para no hacer de una mala situación una peor le dije a Lucas que le diga a su amigo que venga igual, tal como estaba planeado, y que luego unos dias mas tarde cuando Lucas pudiera viajar, aunque sea con una bota ortopédica, que se venga. Esto era nada mas un inconveniente y no hacía ninguna falta cancelarles las vacaciones a ellos por ésto. Le dije que de alguna manera la ibamos a pasar bien igual, que no se preocupara.

Lucas arregló todo rápido con Juani y luego me llamó para decirme que si, que Juani al final viajaba como estaba planeado y que lo vaya a buscar mañana temprano a la terminal de Pinamar. Para mi era lo mismo, ir a buscar a dos o a uno solo me daba exactamente igual. Por lo que quedamos asi y el plan, pese a éste inconveniente, seguía firme.

Al otro dia fui a recibir a Juani a eso de las diez de la mañana a la terminal de Pinamar. Nos saludamos cuando bajó del micro y no podía parar de agradecerme todo, el que lo hubieramos invitado, que lo había ido a buscar, que no cancelamos nada... Juani era un amor. Le dije que no se preocupe, que hasta que viniera Lucas en unos dias yo lo iba a cuidar y lo iba a llevar a pasear por todos lados, ya que el no conocía nada de Pinamar. El era como de la familia y me encantaba tenerlo ahi.

Cuando llegamos a la casa Juani se instaló en la habitación que teníamos para los chicos, con dos camas simples, y fue deshaciendo sus bolsos y ordenando su ropa. Ya casi era la hora del almuerzo asi que nos cociné algo para los dos y almorzamos, charlando un poco de todo. Mientras comíamos y charlabamos yo me reía un poco por dentro porque me acordaba siempre del Juani de cuando el y Lucas estaban en la primaria, el Juani chiquito amoroso y medio liero con el que pasamos tantos momentos. Y me reía porque ahora me parecía tener a otra persona adelante. Si, claro que era Juani, era el mismo... pero al mismo tiempo no lo era. Ya era un hombrecito y hablaba como tal. Estaba segura que lo mismo le debería haber pasado a Lucas, pero yo como era la madre no me daba cuenta. Los dos habían crecido y ya no eran ningunos nenes. Sobre todo Juani mas que Lucas. El era el mas atlético y deportista de los dos, ya había pegado el estirón de la pubertad hacía rato y se lo notaba bastante musculoso a comparación de lo que era mi hijo, que era mas flaquito. Me miraba y nos reíamos mientras charlabamos y comíamos y realmente me parecía otra persona. Por momentos me parecía un tipo, no el Juani de siempre.

Yo durante el año no lo veía tan seguido a Juani. Por temas de donde vivía cada uno era mas común que Juani se junte con mi hijo durante los dias que el se pasaba con el padre, pero de vez en cuando venían a casa. Lo habré visto regularmente una vez por mes o algo asi, y no se por que en esos momentos y en ese entorno no lo había notado tan distinto o quizás yo no me habría fijado. Pero se había vuelto un pibe bastante facherito. Sumado a eso el cuerpo que había desarrollado estaba segura que debía tener a varias chicas pululándole alrededor ya. Como teníamos confianza de tantos años y noté que estabamos los dos relajados decidí sacar el tema mientras almorzábamos.

"Che Juani", le pregunté, "Y tu novia no se enojó que te viniste para aca y la dejaste sola?"
El se rió mientras comía, "Que novia?"
Yo también me sonreí, "Dale nene, a mi con esa no. Me vas a decir que no tenés ninguna chica revoloteándote?"
Me pareció que se puso un poco serio, pero igual me dijo en un tono normal, "No, Moni. No tengo. No me dan bola las chicas."
Yo no quise reírme porque por ahi se malinterpretaba, pero no lo podía creer, "Daaale Juani. En serio?"
El asintió con la cabeza, "Te juro, Moni. Posta. A ver... anduve con una chica pero el año pasado. Hace un montón. Y antes de eso la verdad que nada."
"Ah, bueno, ves? Tuviste entonces.", le sonreí.
"Si, bueh, pero no pasó nada ahi. Tampoco estuve tanto tiempo con ella.", me contestó y luego me miró con una sonrisita, "El que está enamoradito es Lucas."
Yo me sonreí, "Si, está con Maribel. Es un amor esa chica, me cae muy bien."
"Si, están muy bien."
"Y Maribel nunca te presentó una amiga? Nada?", le pregunté
Juani sacudió la cabeza, "No, nada. Bah, que se yo, nunca se dió. No se."
Yo le sonreí y lo miré, "Bueno, no te preocupes. Ya va a pasar. Es una pena que no estés con ninguna chica. Bah.. bueno... digo eso asumiendo que vos querés, no?"
Juani me miró, "Si, obvio que quiero Moni."

Juani no lo dijo con palabras pero yo capté lo que me quiso decir enseguida. A esa edad las hormonas le debían estar taladrando la cabeza y volviéndolo loco, pobrecito. Me acordaba de mi propio despertar sexual a esa edad y lo entendía perfectamente. Yo tampoco tuve muchos novios a esa edad y yo también quería y no se me daba. Pensé que en serio era una pena que un chico asi de sano y facherito esté solo.
"Y por que pensás que nunca se dió, hmm?", le pregunté.
Se encogió de hombros, "Que se yo. No tengo idea. Seré feo.", se rió.
"No digas eso, Juani. No sos feo ni a palos. En serio. No te bajes la autoestima asi.", le dije seriamente.
"Y bueh, puede ser, pero no se que otra explicación hay", me dijo y me miró. Me estaba mirando a mi? Me pareció notar como la mirada de Juani a veces se quedaba sin querer mirándome, pero por ahi eran ideas mias.
"Mirá, quien te dice, por ahi ahora que viene Lucas salen por ahi y conoces a una linda chica. Quien te dice?", le sonreí, "Por ahi tenés un amor de verano."
El se rió y siguió comiendo, "Si, estaría bueno no? Ojalá."
Yo le sonreí mientras terminé con mi plato, "Querete un poco mas, Juani. Si no te querés vos cómo te van a querer otros?"
"Si Moni, no pasa por ahi", me dijo, "No estoy deprimido ni nada. Es que a veces ... no se... es difícil. Digo, viste, ves a todo el mundo con alguien y vos estás solo... medio que jode."
Yo asentí y me levanté con mi plato, luego tomé el de el que ya había terminado, "Si te entiendo. Obvio que jode. Pero sabés que? Son momentos nada mas. Te lo digo por experiencia. Son momentos que están y de repente pasan."

Llevé los platos a la pileta de la cocina para empezar a lavarlos y seguimos charlando. Juani estaba sentado todavía en la mesa, terminando su bebida y recostado un poco en la silla mientras yo lavaba de espaldas a el.
"Te lo digo porque a mi también me pasó", le dije sin mirar, "Cuando tenía tu edad también tuve esos baches en los que no estaba con ningún chico."
Lo escuché reírse, "Dale, esa si que no te la creo..."
Giré la cabeza para contestarle y vi que enseguida levantó la vista para mirarme a los ojos. Me había estado mirando el culo a mi? Todo indicaba eso. Fue rápido, pero no lo suficientemente rápido y lo capté. Le contesté igual, sin señalar lo que había notado, "Que no me creés?"
"Y que no estuviste con nadie cuando eras chica... o no se, que tuviste esos baches, como vos dijiste.", me contestó.
Yo me di vuelta de nuevo para seguir lavando, "Y por que no me creés?"
"No se, Moni, nunca vi fotos tuyas de chica pero seguro que eras linda como ahora. Tanto no podés haber cambiado", me dijo.
Yo me sonreí sin que me viera, "Ay que amable, gracias por el cumplido. Después te muestro fotos mías de chica si querés. Tengo algunas en el celu."
"Uh si, dale..", se rió, "Quiero ver."
"Bueno", le dije, "Pero igual no importa si estaba igual o no. Lo que importa es que yo también tuve períodos que no estuve con nadie y quería. Se como se siente.", le dije. Levanté la vista muy discretamente y con uno de los espejitos que había en la cocina lo vi a Juani, todavía ahi sentado, pero lo vi definitivamente fichándome el culo, parecía que no podía sacar los ojos de ahi. Me pude haber dado vuelta y seguir hablando, pero se me ocurrió que lo iba a dejar seguir mirando.

Después de un ratito en silencio lo escuché decir, "Bueh pero al final tu bache pasó y ya fue."
"Claro, es lo que te digo. Son períodos, nada mas. No tenés que preocuparte.", le dije.
"No me preocupo. Nada mas me molesta mucho."
"Ya va a pasar, quedate tranquilo. En serio. No te lo diría porque si. Estoy segura que ya se va a solucionar", le sonreí un poco por sobre el hombro mientras terminaba de lavar.
"Ojalá. Bueno.. che, muchas gracias por el almuerzo, Moni. Y por todo.", me dijo y se levantó.
"Ay no me agradezcas, Juani. No es ningún problema.", le dije, "Aparte vas a estar acá un montón de tiempo. Me vas a agradecer todo y todo el tiempo?"
El se rió, "Obvio. Soy educado. Esteee... me puedo ir a duchar? Anda el baño?"
"Si, claro que anda. Dale tranqui. Yo termino aca, hago un par de cosas mas y me parece que me voy a meter a la pileta un ratito. Vos bañate tranqui", le contesté, "Después a la tarde vemos si vamos a algún lado, si?"
"Okey, dale, gracias", me dijo y se fue de la cocina.

Terminé todo en la cocina, fui a mi habitación y me cambié, poniéndome mi traje de baño. Pese a lo que todo el mundo siempre dijo, que hacía mal, a mi siempre me encantó darme un chapunzoncito rápido en la pileta después de comer. Nunca me hizo mal y siempre lo disfruté. Era mi costumbre. Cuando fui a buscar una toalla no encontré ninguna. Me acordé que habían quedado todas en el baño. Fui hasta el baño, abrí la puerta despacito y escuché el ruido de la ducha y un montón de vapor que se había juntado en el ambiente salió despacito por la puerta.

Metí la cabeza y le advertí a Juani, "Juani, soy yo, vengo a buscar un toallón, no te preocupes..."
"Okey, dale...", me contestó desde atrás de la mampara mientras se seguía duchando.
"Me voy a mojar un rato a la pileta, querés venir?", le pregunté mientras encontraba un toallón.
"Eeehhh, no dejá Moni, otro dia. Ya me estoy duchando, pero gracias...", lo escuché.
"Bueno, cuando vuelvo me ducho yo. Vos hace tranqui lo que quieras..."
"Dale, gracias..."

Lo que pasó a continuación no me lo voy a olvidar mas. Tengo la imagen del momento marcada a fuego en mi memoria. Tenía el toallón en la mano y estaba lista para irme cuando me di vuelta y casi por instinto miré al espejo. No estaba empañado asi que lo vi todo. Juani había dejado la mampara de la ducha un poco corrida, no estaba completamente cerrada, asi que lo vi en el espejo mientras el se duchaba. Fueron nada mas unos pocos segundos, o al menos eso espero, ya que perdí un poco la noción del tiempo, lo juro. Que cuerpazo tenía Juani... musculoso por todos lados, pero musculoso bien... no grotesco y deforme como un fisicoculturista. Para nada. Tenía unos brazos marcados y fuertes, y unos abdominales y pectorales que estaban para comérselos. Ver como se enjabonaba ese cuerpo tampoco me ayudó a dejar de quedarme mirándolo en silencio como una estúpida. Lo peor fue cuando los ojos se me fueron naturalmente para abajo y ahi lo vi...

Juani llevaba un pene increíble. No lo tenía erecto para nada, pero le colgaba, largo y bastante grueso. Se habia echado la piel para atrás en algún momento, seguro para lavarse ahi, y le había quedado el glande a la vista. Era grande y cabezón, con una forma de hongo divina. Juro que se me hacía agua la boca. Lo que debía ser ese pene duro y erecto, Dios... que cuerpazo tenía Juani, que pedazo de hombre era y lo que iba a ser...

Volví en mi luego de unos segundos y me di cuenta que me había quedado parada ahi en el baño, con el toallón en la mano y mirando a Juani a escondidas, sin que el me viera, como si fuese una pendeja avergonzadita y no una mujer de casi cincuenta años. Sin decir nada me apuré y salí del baño, cerrando la puerta despacito y yéndome para afuera, al patio y a la pileta. Trataba desesperadamente de no pensar en lo que había visto, pero me resultaba casi imposible. Mientras dejaba el toallón y mis cosas al lado de la pileta no podía evitar morbosearme con Juani. Juro que quería hacerlo, no quería pensar en el que hasta hace sólo un dia yo pensaba que seguía siendo un nene pero hoy ya era un hombre. Y que hombre era, Dios... . No era apropiado pensar en eso, no era decente y no lo quería hacer. Pero los pensamientos me asaltaban la cabeza, lo juro. Hacía tanto tiempo que yo no estaba con un hombre. Con un hombre en serio, como Juani. Los sentimientos de calentura y necesidad de mujer que yo llevaba guardados sin usar después de tanto tiempo me empezaron a aflorar y llenarme la cabeza con ideas e imágenes que no necesitaba en ese momento. Yo le llevaba casi treinta años, era el mejor amigo de mi hijo... no tenía que pasar nada. No quería problemas, no podía tener ningún problema.

Me metí en la pileta y empecé a nadar un poco, a ver si el frío del agua y un poco de ejercicio me despejaba y me hacía dejar de pensar en cosas que no necesitaba pensar. Las mujeres que estén leyendo ésto seguro me entenderán perfectamente. Tenía tanto para perder... se podía llegar a armar un problema y un lío tan, pero tan grande si yo no tenía cuidado y llegaba a hacer algo que no debía... pero sin embargo la idea seguía ahi, machacándome la mente como un ariete tratando de derribar el portón de un castillo.

Me dije a mi misma mientras nadaba que me deje de joder. Que ya estaba. Yo era una mujer grande, no iba a pasar nada y punto. Basta. Y finalmente lo logré. El frío del agua y el ejercicio de hacer varios largos en la pileta lograron calmarme. No estuve mucho metida, tan sólo quería un chapuzón para sacarme el calor y disfrutar un poco del agua. Salí de la pileta, me sequé un poco ahi y volví a la casa, yéndome directo al baño. Juani ya debía haber terminado de ducharse hacía rato.

No lo vi a Juani en ningún lado, pero la puerta del cuarto de los chicos estaba cerrada. Estaría ahi. Cuando entré al baño el ambiente todavía tenía algo del vapor y el calor de la ducha que se había tomado Juani. Me saqué el traje de baño y me metí bajo la ducha, nada mas para remojarme rápido y lavarme todo el cloro de la pileta. Terminé, me sequé un poco, me envolví en un toallón grande y me fui a mi habitación a vestirme.

Estuve un rato ahi en mi habitación mientras la casa estaba en silencio. Juani seguro estaría tirado en la cama con el celular, o por ahi se habría acostado a dormirse una siesta. Por suerte todos los pensamientos que tuve ya se me habían ido. El piletazo y la ducha me habían hecho bien. Me quité el toallón y me quedé desnuda en la intimidad y el silencio de mi habitación, mientras me secaba tranquila y buscaba algo de ropa para ponerme. Pensé en una remera holgada y un jean para el resto del dia. No quería ponerme nada ajustado... Juani decididamente me había estado fichando mientras almorzábamos y no quería tentarlo al chico, ni siquiera por accidente. Era lo mejor. Tiré la ropa en la cama y saqué de un cajón un potecito de crema humectante que me gustaba usar, me dejaba la piel bien suave y se sentía muy bien. Me pasé la crema por las piernas y la cola, luego fui ante el espejo grande de la habitación y me empecé a pasar por los brazos, el abdomen y los pechos, tratando de no dejar ningún lugar de mi piel sin atender. Me gustaba admirarme frente al espejo cuando estaba sola y asi desnuda. No era de vanidosa, era mas bien de agradecida por haber podido llegar a mi edad y todavía tener un lindo cuerpo. Los hombres naturalmente siempre se fijan en esas cosas, inclusive a nuestra edad o mas. Todavía era delgada, no me había salido nada de panza, o apenitas un poco pero me sentaba bien. Me puse de perfil y me miré en el espejo. Nunca tuve un culo enorme, pero era lindo y no lo tenía caído. Junté un poquito mas de crema y me pasé de nuevo por los pechos y el cuello mientras me miraba en el espejo. La verdad era que tenía unas lindas tetas todavía. Me gustaban mucho. Eran grandes y suaves, con la caída perfecta y una forma que a los hombres los hacía mirar siempre. Después me vi la cara mientras seguía aplicándome y esparciéndome crema en los pechos. Si, claro, ya tenía algunas arrugas en el cuello y apenitas en la cara, pero era inevitable eso. La crema y los cosméticos ayudaban un poco, si, pero no era algo solucionable.

De boludita nomás y ya que estaba sola me llevé las manos a mis pechos y jugué un poquito en silencio frente al espejo, estrujándomelos y parándolos un poco en mis manos mientras miraba como quedaban a la vista... y fue ahi cuando lo vi. En el espejo vi la puerta de mi habitación apenas abierta y por la rendija que se había formado vi un pequeño movimiento de alguien. Por el espejo no llegué a distinguir bien, pero definitivamente había alguien mirándome por la rendija de la puerta, a escondidas. Me quedé helada de repente, no podía ser otro que Juani. No había nadie mas en la casa.

Juani me vió, notó que me di cuenta que el estaba ahi y vi como desapareció rapidísimo para el lado del living.

"Juani!", le levanté la voz pero no lo vi aparecer de nuevo. Enojada me vestí rápido como pude y salí disparada de mi habitación yo también buscando al chico. Me había estado espiando, estaba segura, pero cuánto tiempo estuvo ahi sin que yo me de cuenta? Que tanto había visto?
Cuando llegué al living un momento después lo vi sentado en el sillón y mirándome nervioso y algo asustado. Yo estaba bastante enojada. Creo que a muy pocas mujeres les gusta ser espiadas en su intimidad y en esa situación.

"Juani que hacés?! Que te pasa, nene? Estás loco?!", le dije con un tono agrio y fuerte, parándome ahi y mirándolo, "Pero te volviste loco?!?"
"No... pará, Moni... yo...", quiso arrancar pero yo de la bronca lo interrumpí.
"Cómo vas a hacer eso? Vos te das cuenta lo que hiciste?!", le gruñí.
Juani parecía que se iba a largar a llorar en cualquier momento, pensé. Por mas hombre que lo haya notado seguía siendo un chico de dieciseis años que se había mandado una cagada y no sabía que hacer.
"Perdoname, Moni... por favor te pido... perdoname...", me dijo y me suplicaba un poco con la mirada, sentado ahi en el sillón, "Te juro que no se que me pasó... iba a ir a buscarme algo para tomar... a la cocina... pasé y miré sin querer..."
"Pero por Dios, Juani...", le dije bajando un poco el tono, "No me digas que miraste sin querer... te quedaste ahi un rato, no? A vos te parece que está bien eso?"
"No, obvio... disculpame, por favor... ", me dijo, "Soy un tarado... por favor, perdoname..."
"Decime la verdad, Juani", le dije con las cejas fruncidas, "Lo menos que podés hacer después de lo que acabás de hacer es no mentirme, no?"

Lo vi que me miró un momento y se llevó las manos a la cara, frotándosela y tratando de calmarse un poco. Yo me senté despacito al lado de el, esperando que se calme. Yo también bajé el tono. No me pareció que seguir retándolo constantemente iba a ser productivo y además ya lo había hecho. Ya le mostré con mi tono lo enojada que estaba.

"Tranquilo, Juani", le dije finalmente en un tono suave mientras lo miraba, "Ya fue, ya está, ya lo hiciste. Pero decime la verdad. No te voy a retar ni nada."
Juani se sacó las manos de la cara y me miró, avergonzado, "Soy un tarado, Moni... si, me quedé mirando un rato. Perdoname. Te juro que no va a volver a pasar."
"Esta bien", le dije, "Te perdono, no te preocupes."
"Por favor no le digas nada a mi mamá. Por favor. O a Lucas... a nadie...", me suplicó.
Yo suspiré, "Mirá si voy a decir algo asi. Queda entre nosotros, Juani."
En ese momento pensé que yo tampoco tenía mucha autoridad moral para juzgar al chico, dado que hacía nada mas media hora había estado yo en el baño, mirándolo desnudo en la ducha sin que el se de cuenta. Algo que yo no tenía planeado revelarle. Asi que bajé bastante los cambios y la intensidad. Había que comprenderlo, no juzgarlo.
"Dale, bueno, ya fue. Ya está.", le dije suavemente. Me miró y asintió, "No lo vas a hacer de nuevo, no?"
"No, te juro que no.", me dijo.
"Juani yo se que lo que viste seguramente no es nada que no hayas visto antes, no? Pero igual, entrometerse asi en la intimidad de cualquier mujer no está bueno, quiero que entiendas eso.", le dije, "Por mas que la mujer no se de cuenta, no está bueno espiar asi."
"Si, ya se, Moni. Ya lo se todo eso... pero que se yo... pasé, te vi sin querer y me quedé mirando. Me tenté"
"Está bien", le dije, "Te entiendo, Juani...", ahi fue cuando noté que Juani tenía su celular en la mano y se me prendió una lamparita en la cabeza. Me quedé un rato en silencio hasta que finalmente le pregunté.

"Juani... vos no me habrás sacado fotos, no?", le dije gesticulando al celu que llevaba en la mano. Lo noté que se puso nervioso enseguida y me lo quiso negar, de una forma que no convenció a nadie.
"Eh? N-no... no, Moni, lo tenía en la mano nada mas..."
Yo lo miré seriamente y nos miramos los dos en silencio un momento, "Dale. Ibas a la cocina a buscar algo para tomar con el celu en la mano?"
Juani no dijo nada, solo se quedó callado unos momentos y agachó la cabeza, avergonzado, sin animarse a mirarme, "Perdoname, Moni... soy un tarado."
Yo solo suspiré, "Haceme un favor, Juani, borrá esas fotos, si? Te lo pido bien. No está bueno."
El asintió, desbloqueó su celu, fue hasta la galería de imágenes y me mostró como borraba las fotos. Había sacado como siete u ocho desde su escondite detrás de la puerta. En las fotos estaba yo desnuda, poniéndome crema por todos lados.

Cuando vi que las terminó de borrar le sonreí. Se me había pasado un poco el enojo. Si, lo que hizo estaba mal, pero me dió un poco de ternura realmente. Lo vi afligido por haber sido descubierto y eso me alegró el corazón. Quería decir que sabía que lo que hizo estaba mal y solamente se tentó. Después de todo Juani no era ningún pervertido ni nada de eso. Era nada mas un pibe de dieciseis.

Yo le sonreí y le estrujé suavemente su antebrazo para darle ánimo y confianza, que sepa que yo ya no estaba enojada, "Bueno, ya está Juani, ya fue. Prometeme que no lo vas a volver a hacer y listo... aca no pasó nada, si?"
Me miró y me sonrió suavemente, "Te lo prometo, Moni. Quedate tranquila. Ya fue. Gracias por entender..."

En ese momento juro que estuve tentada de acercarme y darle un beso en la mejilla, pero pensé que no era apropiado y quizás hasta iba a ser peor. Nada mas le sonreí y me paré, llevando una mano a su cabeza y revolviéndole el pelo un poco como siempre le hacía de chico cuando se mandaba alguna con Lucas en casa. El también se rió y me sonrió dulcemente.

"Bueno, yo me voy al centro a comprar algunas cosas.", le dije, "Por favor no salgas porque tu mamá me pidió que no andes solo por ahi. Cuando vuelvo y baje un poco el sol si querés vamos a dar una vuelta."
"Okey Moni", me dijo, "No, adonde voy a ir, si no conozco nada. Me voy a acostar y dormirme una siesta."
"Dale, bueno descansá."

Yo salí, agarré el auto y me fui para el centro a comprar mas cosas de comida y otras cosas que hacían falta, ya que en la casa no había prácticamente nada para el fin de semana y ya quería tener las cosas listas para que cuando venga Lucas unos dias después no lo tenga de aca para allá con su lesión. De repente, mientras estaba haciendo las compras, me puse a pensar algo que no me había percatado anteriormente. Cuando le pedí a Juani que borre las fotos que había sacado, acordándome como se desarrolló la conversación, algo me dió un poco de espina. Me pareció que Juani había accedido muy rápido y sin protestar a borrar las fotos. Demasiado rápido. Si, yo vi que las había borrado, lo vi con mis propios ojos y el me mostró cuando lo hacía para que yo estuviera segura, pero... esas eran todas las fotos que sacó? Yo no tenía forma de saberlo, pero me entró la duda. No era por sospechar de Juani porque si, pero bueno ya se había entrometido en mi intimidad una vez. Por ahi el chico era mas vivo de lo que yo pensaba y el aparentaba.

Hice las compras y me volví con esa idea en la cabeza. Quería asegurarme de alguna manera que las había borrado y, mejor aun, quería asegurarme que si dejó alguna foto sin borrar que no las estuviera mandando por ahi y distribuyendo. Una nunca sabe. De nuevo, no era por sospechar de Juani porque si, pero era posible y sería un problema.

Cuando llegué a casa entré las bolsas de las compras y la casa estaba completamente en silencio. Fui hasta las habitaciones y vi la puerta de la habitación de los chicos cerrada. Apoyé el oído en la puerta y no oía nada. Juani estaría durmiendo. Se que era riesgoso, muy riesgoso, pero tenía la idea de entrar y si estaba durmiendo revisarle el celular rápido para asegurarme que no habían mas fotos. Yo le había visto la clave cuando lo desbloqueó adelante mio y me la acordaba, asi que no habría problema.

Pero la verdad tenía miedo de hacerlo y que me descubra. Y tampoco tenía la certeza de que Juani estaba durmiendo efectivamente del otro lado de la puerta. Por ahi estaba nada mas tirado y paveando con el celu, y que excusa le iba a dar por haber entrado a su habitación? Para que? Por suerte se me ocurrió otra forma de darme cuenta, aunque sea, si Juani estaba durmiendo o no.
Sin hacer nada de ruido salí despacito al patio y caminando sigilosamente di la vuelta a la casa para rodearla y poder pispear por la ventana de la pieza de los chicos. Era difícil que Juani me viera si es que estaba despierto y si es que estaba dormido me iba a dar cuenta enseguida que era seguro poder volver, entrar a la habitación y revisar el celu.

Cuando llegué a la ventana con mucho cuidado me estiré un poco y miré para adentro. Nuevamente, al igual que lo que me había pasado en el baño, lo que vi no me lo olvido mas.

Juani no estaba dormido. Estaba despierto. La ventana por la que espiaba estaba sobre la cabecera de la cama asi que no me veía, yo estaba detrás de el. Pero lo vi todo. Estaba tirado en la cama, completamente desnudo y masturbándose fuerte y rápidamente. Tenía su celular en la mano. Yo al principio pensé que estaría viendo algún video porno, pero no... era un video mio. Yo estaba desnuda en mi habitación, pasándome crema por todo el cuerpo y jugando con mis tetas frente al espejo. Si, el pendejo era bien vivo y no tuvo problema en borrar las fotos... porque sabía que también había grabado un video que nunca me dijo que existía y yo como una boluda tampoco le pregunté. No parecía un video muy largo, duraría unos treinta segundos o algo asi, pero Juani cada vez que el video terminaba lo reproducía de nuevo. Una y otra vez. Pajeándose con una mano mientras que con la otra sostenía el celu frente a su cara.

Pero el video no fue lo peor. Si, me resultó raro verme a mi misma, en un video, desnuda y tocándome, claro. Pero pronto le dejé de prestar atención al video y los ojos se me fueron como dardos al ver como Juani se masturbaba. No les puedo explicar, no tengo palabras para describir lo hermosa que era su pija, ya tan dura y tan erecta, en su mano. De nuevo se me hacía agua la boca. Me pareció enorme ya bien erecta. Larga y dura, recibiendo la estimulación de su puño rápido y tensándose una y otra vez. Dios santo, lo que era esa pija, que belleza... nunca había visto una asi en vivo. Me quedé de nuevo azorada, mirándola como una quinceañera que en su vida había visto una. Me empecé a calentar sin poder sacarle los ojos de encima a cómo se masturbaba Juani, y el hecho que lo estaba haciendo una y otra vez mirándome a mi desnuda en el video me daba aun mas y mas morbo. Toda la disciplina que había juntado durante el dia para no pensar en lo que había visto en el baño se me fue al mismísimo demonio en ese instante y mi mente se vió inundada de imágenes y deseos lascivos, de cuanto quería sentir esa verga hermosa, en cualquier lado, no me importaba. No me importaba nada en ese momento. La quería sentir adentro mio. Asi de grande, asi de erecta. Queria, deseaba, acabar con esa pija divina adentro mio y cubrirla con mi orgasmo.

Juani miraba el video una y otra vez mientras se masturbaba furiosamente con mi imagen y mi cuerpo desnudo en la pantalla del teléfono. Pensé que ya había pasado lo peor y que éste era el nivel de calentura que yo iba a tener. Pero no. Había mas. Desde mi puesto de espía por la ventana lo vi todo como una espectadora privilegiada.

De pronto vi como el cuerpo de Juani se tensó, dejó caer un poco la mano que sostenía el celu y se empezó a pajear con mas fuerza. Esa pija divina que tenía en su puño ya estaba a punto de estallar de placer. No pude escuchar nada, pero pronto vi como Juani empezó a acabar. Su cuerpo hermoso tensándose y sacudiéndose suavemente. Su verga un segundo después explotó, largando chorro tras chorro de su blanco semen con una fuerza y un volumen que me sorprendió y casi me hace exclamar algo en voz alta. La punta de su verga expulsaba su semen con largos y voluminosos chorros, con tanta fuerza que algunos chorritos le habían caído casi a la altura del pecho, y la mayoría de su eyaculación ya le estaba bañando y acariciando esos abdominales hermosos que también los tenía tan tensos...

Hacía tiempo que no veía a un hombre acabar asi. Tan fuerte y con tanto volumen de semen. Nunca lo había visto, pero se me vino a la cabeza que asi podía acabar un toro o un potrillo, algo asi. Hacía tanto tiempo que no veía a un hombre de esa edad, recién empezando sus primeros años de máxima potencia sexual, que ya casi me había olvidado lo que era un hombre en su mejor momento, y el placer y la fuerza que ese cuerpo de hombre le podía dar a una mujer. Comparado con mi última relación, con aquel compañero de trabajo... no era por hacer comparaciones odiosas, pero las humildes gotitas y los chorritos minúsculos que le salían a mi compañero cuando eyaculaba no tenía comparación con éste verdadero torrente de puro sexo, leche y amor de hombre. Dios, no podía dejar de mirarlo.

Necesitaba sentir el gusto de toda esa leche de macho joven... necesitaba sentirla llenarme...llenarme toda. Todas mis ideas de disciplina, de no querer hacer nada con Juani, de no causar problemas... se me fueron al mismísimo diablo cuando vi a ese hombrecito acabarse encima. Gracias a mi. Gracias a la imagen de mi cuerpo desnudo tocándose en el video.

Juani finalmente dejó de eyacular, se quedó unos momentos recuperándose y tomó un papel higiénico de la mesita de luz, limpiándose. Era la señal para que yo me vaya de ahi de una vez, no sea cosa que me descubra. Volví a entrar a casa y me puse a hacer un poco de ruido en la cocina con las bolsas, deliberadamente, para que me escuche desde la pieza.

Durante el resto del dia que estuvimos juntos no pude pensar en otra cosa. Si, hablamos de cualquier cosa, salimos a pasear y dar una vuelta para que conozca Pinamar. Ya había bajado el sol y estaba muy lindo para caminar. Hablamos de todo, ni volvimos a tocar el tema de lo que el había hecho, para los dos estaba listo y terminado. Estuvimos un par de horas caminando y ya se estaba haciendo de noche.
Lo único que yo quería era volver a casa y encontrar alguna forma, lo que fuese, para lograr que ese machito me coja. Lo aparentaba bien, charlabamos como siempre, nos divertíamos como siempre. Hasta me dio ternura cuando volviendo a casa Juani se ofreció a pagar el una pizza para los dos, como para disculparse de lo que había hecho. Una pizza no iba a arreglar nada, pero me encantó el gesto y lo dejé hacerlo para que se sienta bien.

Yo la verdad tenía mucho miedo de avanzar. Lo quería, lo deseaba mucho y sabía que el también a mi. Pero el no iba a dar el primer paso. Me caía el hacerlo a mi, como la mujer mas experimentada, pero todo lo que se me ocurría me daba pánico el pensar hacerlo. El problema que se podía llegar a causar si algo salía mal era enorme. Estuve asi por horas, batallando en mi interior entre las ganas enormes que le tenía a Juani y el miedo a que saliera algo mal.

Cenamos la pizza y nos pusimos a ver algo de televisión. Los dos sentados en el sillón pero guardando una respetable distancia. Ya se habían hecho casi las doce de la noche y yo ya no me sentía bien. No era nada físico, era mental y emocional. Había estado desde la tarde pensando en Juani. Mientras hacíamos todo lo que hicimos, el paseo, la cena, ahora mirar TV... era como que había una Mónica que hablaba con el, todo normal, y otra Mónica bien guardada adentro que en su cabeza y su intimidad se había pasado las últimas ocho horas cogiéndose al chico una y otra y otra vez, fantasía tras fantasía, imagen tras imagen. Las dos Mónicas coexistían y ya era tan agotador que me sentía abombada mentalmente. Una de las dos Mónicas se tenía que imponer sobre la otra. Ya no me importaba cual. Pero las dos al mismo tiempo era imposible de sobrellevar.

Finalmente bostezé y le dije a Juani buenas noches, que ya me iba a acostar. Que si quería nos levantamos mañana e ibamos a la playa si el dia estaba lindo, o lo que el quisiera. Nos dimos un beso en la mejilla de despedida y yo me fui al baño a higienizarme, luego a mi habitación, cerrando la puerta detras de mi. Yo no suelo dormir desnuda, pero ésta vez lo necesitaba. Hacía algo de calor todavía, mas el calor que yo llevaba adentro, esa noche decidí dormir asi. No se para que me acosté, porque si pensaba dormir me di cuenta enseguida que no iba a pasar.

En el silencio de mi habitación yo daba vueltas y vueltas en la cama, sin poder pegar un ojo. Ya se imaginarán en todo lo que estaba pensando y no podía alejarme de la mente. Veía por abajo de la puerta de mi habitación el destello y la suave iluminación cambiante de la TV en el living, hasta que un buen rato después Juani la apagó y lo escuché ir al baño, luego irse a su habitación para dormir.

Para dormir nada mas, pensé? Me incorporé en la cama, desnuda y me eché panza abajo, mirando muy detenidamente en la oscuridad casi absoluta a ver si veia algo por debajo de mi puerta. Era muy difícil, casi imposible, pero quería ver si Juani prendía el celular y si lo llegaba a hacer, si podría llegar a ver la luz de su celu pasar por debajo de las dos puertas. Lugar había, pero no sabía si la luz iba a llegar.

Luego de un ratito se me dibujó una suave sonrisa en la completa oscuridad de mi cuarto. Vi una luz tenue, casi imperceptible, filtrarse por debajo de las dos puertas. Juani estaba viendo el celu y yo suspiré contenta. Por supuesto que yo no sabía que estaría viendo. Por ahi estaba viendo porno, por ahi algo en Youtube, el resumen de algún partido de futbol... yo ni sabía, pero no me importaba. Porque, en mi cabeza, Juani estaba viendo mi video de nuevo. Y mi cuerpo desnudo en el video le ponía esa pija hermosa bien erecta. Y de nuevo Juani se tenía que masturbar para aliviarse, porque mi cuerpo desnudo en el video lo calentaba tanto...

Giré en la cama y me puse boca arriba de nuevo, dejando caer mi cabeza y mi pelo largo por sobre el pie de la cama, mirando detenidamente al revés la tenue luz que entraba por debajo de la puerta. En la intimidad y la oscuridad de mi cuarto, como una verdadera cerda, abrí bien mis piernas y me comencé a frotar la concha, que ya la sentía bastante empapada. Con una mano hacía eso y con la otra me estrujaba suavemente uno de mis pechos, me torcía despacito los pezones, dándome placer a mi misma mientras me imaginaba a Juani masturbarse con mi imagen en la otra habitación. Sólo tenía que hacer unos pocos pasos para entrar y estar con el, pero me daba miedo. No me animaba. Solo me animaba a masturbarme yo también, pensando en el y en lo que estaba viendo, y en cómo mi imagen lo hacía calentar tanto.

De lo caliente que estaba me empecé a frotar el clítoris, que ya lo tenía bastante húmedo, y pequeños tironcitos de placer orgásmico me recorrían el cuerpo. En mi cabeza los dos estabamos masturbándonos al mismo tiempo, pensando uno en el otro, complaciéndonos asi porque otra cosa no podíamos hacer. Me imaginé la verga hermosa de Juani entrándome, llenándome la vagina hasta lo mas profundo, nuestros cuerpos dándose placer uno al otro... me imaginaba como sus manos recorrían mi cuerpo de mujer madura, sus labios chupándome los pechos, sus dientes mordiéndome los pezones y su pene divino penetrándome hasta lo mas profundo, hasta que finalmente el acababa y me llenaba con su semen, como un potrillo hermoso sirviendo a su potranca, haciéndola gemir y gemir, estallando de placer.

Me quedé asi de piernas abiertas en el aire mientras mis dedos me hicieron acabar dulcemente. Dios, como deseaba que de repente la puerta de mi cuarto se abriera, que entre Juani y sin decir nada me vea asi, con la cabeza colgando en el aire y me entierre esa pija increíble hasta el fondo de mi garganta, que me de para tomar toda su leche calentita... Dios...



madura


Estuve un rato muy largo masturbándome en la cama, desnuda y en varias posiciones. Aun cuando vi que la luz del celu de Juani ya se había apagado hacía mucho tiempo y seguramente estaba dormido... yo no lo estaba, y yo no podía dormir. Me hice acabar a mi misma tres veces pensando en todas las formas distintas que Juani me cogía en mi cabeza, y sabía que no estaba ni cerca de terminar la lista que mi imaginación estaba produciendo.

Si fuese cualquier otro chico, pensé... si fuese cualquier otro pibe, no el mejor amigo de mi hijo, no el hijo de mi amiga de tantos años... si fuese cualquiera de cualquier lado... Dios, ya me habría levantado y en silencio me habría deslizado en su camita, sin decir nada, para amarlo y que el me ame. Que nos amemos toda la noche. Pero no. Era Juani, no era otro, y no podía hacer nada. No tenía el coraje de hacer nada. Tan sólo masturbarme hasta aturdirme y asi caer dormida.

Se hicieron las tres de la mañana y yo seguía despierta. Ya me había parado, acostado y vuelto a parar varias veces. Me encontré mirándome a mi misma al espejo, cara a cara en la oscuridad, con el pelo ya hecho un desastre y las piernas que me temblaban de tanta masturbación. Que me estaba pasando? En que me había convertido? Cuando se me iba a ir éste deseo terrible que sentía? Cuando me iba a calmar?

Miré la puerta cerrada de mi cuarto y, lo juro, por un breve momento pensé en que no aguantaba mas. Que directamente la iba a abrir, abrir la puerta de Juani y nada mas meterme en su cama, desnuda. Casi lo hago. Juro que casi lo hago, pero el miedo me calmó y fue mas fuerte. Me metí de nuevo en la cama y cerré los ojos, ya me sentía por fin cansada.

No se que hora finalmente me debo haber dormido, pero lo que si se es que me dormí pensando en que al lado mio sentía el calor del cuerpo de Juani.

8 comentarios - Mónica duerme sola - Parte 1

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Excelente relato 🔥🇦🇷🤤🤤🤤🤤