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El semental y sus adorables vecinas Cap 14 - Show Publico

(Lean los anteriores capítulos para entender la historia erótica)



— Tus pezones están duro — Comenzó a masajeárselos porarriba de la ropa mientras la joven seguía ocupada empeñada en volverle a ponerla verga dura como su vida dependiera de eso, el viejo la dejo que se ocuparade su entre pierna mientras el comenzó a sobar todo el cuerpo de la joven contotal descaro.
 
Ella seguía excitada tanto que sentía como su flujochorreaba por uno de sus muslos, se sentía una puta de esas que tantas veceshabía visto en videos porno, pero en esta ocasión ella era la estrella y estabadisfrutando demasiado de ser la protagonista.
 
Gastón mientras tocaba el cuerpo de la joven levantó sufalda que la dejo en la cintura cosa que dejaba sus nalgas blancas a la vistadel viejo y cualquiera que pasara por la vereda, pero no se quedó conforme coneso, con maestría saco todo lo que tenía en su torso superior dejándola solocon la falda y las zapatillas puestas como únicas prendas, aunque a ella no leimporto su cuerpo hervía las prendas estaban de más en ese momento.
 
A pesar que su boca se estaba cansado la joven no se deteníaen ningún momento ya que ella estaba sintiendo como esa vieja pija estabavolviéndose cada vez más dura — ouch — Se quejo porque Gastón la pellizco confuerza en unos de sus pezones, pero enseguida volvió a succionar el pene de sujefe.
 
La verga del anciano no tardó mucho en comenzar a ponersedura nuevamente, cosa que lo sorprendió gratamente ya que su miembro estabacada día más rejuvenecido gracias a la gran actividad que había tenido desdeque se mudó a este nuevo barrio.
 
No le hubiese molestado ni un poco que la joven lo hagaacabar con su boca nuevamente, pero quería cogérsela en el auto — Es hora quellegues tu orgasmo, pero con mi verga dentro de tu conchita.
 
— Si jefe — Enderezó su cuerpo con rapidez deseosa de serpenetrada, pero cuando se dio cuenta donde estaba se asustó, no se había dadocuenta cuanto tiempo había estado frente a la entrada del barrio, la conocíantodos los guardias, sin mencionar que podía pasar su abuela cerca de ese lugar,aunque no tuvo mucho tiempo para dudar ya que Gastón inclino el asiento delconductor y me metió un dedo en su vagina — hmm que rico — Ese pequeño acto lahizo olvidar de su entorno.
 
— Como te encanta putita, ahora cabalga — Con Gastónacostado en el asiento del conductor apoyo una de su rodilla arriba del asientoy paso la otra por encima de él y apoyándola del otro lado del asiento, de estaforma quedo justo arriba de la verga del anciano y sin pensarlo comenzó a bajarsu cuerpo de apoco.
 
Cuando el viejo sintió los labios de la vagina de joven ensu verga, no se pudo contener en humillarla un poco — ¿tienes que pedirmepermiso?
 
— Permiso para que…
 
— Para poder ser penetrada — En ese momento agarro confuerza los dos pezones duros de la joven — Si no pides permiso te castigare.
 
— ¿Me da permiso jefe?
 
Le retorció los dos pezones, cosa que la hizo gritar deldolor, pero al viejo no le importo — Tienes que poner más empeño en pedirpermiso.
 
Entendió enseguida lo que él quería — jefe necesitó que me désu verga dura, soy una putita caliente y la necesito ahora ser cogida porfavor.
 
Su rostro se puso más que rojo, pero al hablar de una formavulgar, le gustaba, Gastón lo noto enseguida — Ahora si tienes permiso putitacaliente.
 
Abril comenzó a bajar de apoco su cuerpo sintiendo como suvagina se habría lentamente para que la verga de su jefe comenzara a entrar deapoco, gracias a que estaba empapada entro media verga con facilidad, ellacerró los ojos para disfrutar aún más la pija caliente que acababa de dejarentrar en ella.
 
Gastón podía ver el rostro de placer de la joven, quecomenzaba a subir y bajar con lentitud mientras dejaba escapar pequeños gemidosde placer, fue en ese momento que Gastón llevó una de sus manos a la nalga dela joven y su boca a morder unos de sus pezones, a pesar que le dolía Abrilsiguió moviéndose enterrando un poco más la verga en ella en cada movimiento.
 
— Nghm si, ahaah que rico — Cuando sintió que la verga entrocompleto la joven comenzó a moverse con gran velocidad llegando al orgasmo, fuetan fuerte que se mareo y callo sobre el pecho del anciano que disfrutaba elcuerpo sudado de ella sobre él.
 
Le comenzó a pasar la lengua por el cuello mientras lesobaba sus nalgas, fue en ese momento que noto que un vendedor de diario separó cerca del auto para no perderse el show, cosa que al anciano no ledesagrado, porque ocultar que tenía sobre él una chica de dieciocho años —Sigue en lo tuyo que yo no he acabado.
 
Esas palabras la sacaron en el trance en el que estabaabsorta, había esperado mucho tiempo para su orgasmo, pero había valido la penacada segundo, porque fue muy intenso, aunque quería más, beso con intensidad asu anciano jefe y comenzó a mover sus caderas en círculos, como había visto enalgunos videos porno, pero para ella era la primera vez que hacia esemovimiento.
 
Estuvieron más de media hora sin detenerse, sus cuerposestaban empapado de sudor, las tetas de Abril llenas de mordidas, en un lugarpúblico en un día laboral, pero nada de esto detenía el hambre de placer deestos dos — Ohh Siii — Grito la pelinegra a llegar nuevamente al orgasmo.
 
Poco segundo después el viejo le grito — Te llenare de leche— En ese momento comenzó a descargar todo adentro de la joven, los gritos deplacer de ambos se entrelazaron dentro de ese auto por más de un minuto.
 
Quedaron abrazados recuperando el aliento, ella lo miraba dereojo a su rostro arrugado sin poder entender como ese anciano que no tenía elcuerpo tonificado o la verga más grande del mundo, le podía ocasionar tantoplacer, fue en ese momento ella se le acerco a sus labios para besarlotiernamente, fue su forma de agradecerle por hacerla sentir tan deseada.
 
— Creo que nos tenemos que ir putita, ya es tarde para abrirel negocio — Le dijo después de que sus labios se despegaran.
 
— Si jefe — Ella se movió del lugar para sentarse en elasiento del acompañante cuando vio a tres hombres parados a unos metros de ellasin perderse detalle de lo que sucedía dentro del auto — Dios me pueden vertodo ¿Cuánto hace que están acá? — Le pregunto a Gastón con cara de miedo.
 
— Han visto casi todo, van a soñar con vos durante años milinda putita.
 
— No puede ser — Comenzó a buscar su ropa con desesperacióndentro del auto
 
— Ponte lo que quieras, pero a partir de hoy no usaras másropa interior.
 
— Se puede saber por qué.
 
— Claro, porque las putitas no la usan — Si decirle más pusoen marcha el auto y se fue a la entrada del barrio donde estaban los guardias,razón que Abril se vistió solo poniéndose una blusa la cual le marcaba lospezones, pero era mejor que nada.
 
Ya era tarde y había gente esperando para que habrá elnegocio, por eso él se quedó descargando la mercancía mientras la joven habríalas puertas y atendía a los primeros clientes, aunque ella estaba más queincomoda por esa situación, podía sentir como de su entrepierna salía semen yflujo que recorría su muslo, pero con una sonrisa fue atendiendo a cada uno delos clientes disimulando la situación.
 
Gastón se fue a bañar completamente cansado, luego sinpensarlo se tiro en su cama y casi al instante se durmió, por esa razón Abril atendióel negocio sola durante toda la mañana sintiendo como el semen seco aún estabaen su piel, a pensar en esto la hacía mojar porque se sentía una actriz pornohaciendo una gran escena.
 
Gastón despertó cerca del medio día con una amplia sonrisaen su rostro, disfrutando su presente y deseando que su futuro sea aún mássatisfactorio
 
Continuara…


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