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Tarde de sexo en Cordoba

Está tarde me junte con mi pareja, después de haber estado un largo día en el trabajo, cuando ella llegó a mi casa para juntarnos e ir a dar una vuelta por Güemes, no me pude contener la calentura, la agarre, la subí a la pieza y me la comencé a cojer bien fuerte, después de 40 minutos y haberle aflojado la conchita ya no podía mantenerse en equilibrio estando en cuatro, así que le hice separar las nalgas y le hice el culo. Juro que no hay nada más lindo que sentir sus gemidos mientras se la meto entera en el orto, al principio le duele y chilla pero cuando se acostumbra, lo disfruta aun mas que por su conchita, en un momento se la saqué por completo y le di una estocada seca y por instinto ella apretó el culo.
Sentir esa cola apretando me lleno de calentura y comencé a darle mucho más fuerte, comencé a darle estocadas más profundas mientras que la tenía en cuatro, y puse mi mano debajo de ella para llegar a tocar su clítoris, comencé a masturbarlo mientras le iba haciendo el orto y ella volaba de calentura, su ojete se contraía con mi verga adentro y casi podía sentir como si la succionara.
Pasados unos 20 minutos de estar haciéndole el culo, su colita ya se había aflojado y ella ya movía solita las caderas pidiendo más verga, a lo que yo ya caliente decidí acabar con ella de mi manera favorita.
La puse boca arriba en la cama con su cabeza colgando del borde de la cama, le metí mi verga en la boca para que llegue a su garganta y comencé a masturbarla teniendola con sus piernas abiertas, ella intentaba gemir inútilmente a causa de mi verga en su boca, podía sentir como se atragantaba al punto de sentir sus arcadas, yo a propósito y caliente aún comencé a embestir su garganta sosteniendo su cuello para que no se le ocurre sacar de su boca mi miembro, mientras que con mi otra mano la masturbe lo más fuerte que pude hasta que llego lo que mas esperé.
Un chorro de fluido vaginal salió despedido de su conchita mientras la dedeaba y sentía como mi verga era succionada por su boquita, en ese momento mi pareja se hundió en un éxtasis de placer mezclado con su asfixia mojandose aún más. Saque mi miembro de su boca dejando hilos de su baba colgando y callendo sobre su carita de inocente. Para luego, cómo acto final, masturbarme sobre su carita tierna, manchada, y humillada por mi miembro, resfregandolo todo por su rostro, hasta que acabé llenando su rostro y las sábanas de semen. Lo que me sorprendió en ese momento fue lo rápido que aprendió, ella estaba acostumbrada a acabar y quedarse abrazada a mi como una novia cualquiera, pero aceptó su papel de sumisa, se puso en cuatro, se puso a limpiar con su lengua los restos de semen que cayeron, y se dispuso a besar y chupar mis huevos después de haberla cojido.

Este relato es una de las primeras partes del entrenamiento que le estoy dando a esta chica.

Si les gustan este tipo de relatos dejen sus comentarios, me sirven de mucha ayuda para seguir!!


Gracias por leer.

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