(...) Ese día llegó, mi cuñada se fue de viaje y me dejó la casita sola. como se iba mi cuñada con mi novia y sus padres (mis suegros) para el cumpleaños de mi suegro, ofrecí quedarme cuidando las mascotas de todos, ya que mis suegros tienen una perrita, nosotros nuestros gatos y mi cuñada una gatita sola.
Asi fue que mi cuñada me escribió un mensajito hermoso, diciendome entre otras cosas 'cuña lindo, muchas gracias por ofrecerte a cuidar mi depto, sos un amor y un divino, te dejé un chocolatito y unas cervezas en la heladera para que te sientas como en casa, vos manejate tranquilo y cualquier cosita me avisas, es una alegría saber que mi gatita va a estar bien cuidada. besote enorme, te voy a traer algo del viaje por portarte tan bien'.Había esperado este momento con una impaciencia apenas controlada. El mensaje de Naty, agradeciéndome por cuidar su departamento, aún resonaba en mi mente. El tono casual y sus palabras amables habían desencadenado en mí una excitación que no era fácil de disimular. Mientras me recordaba el "chocolatito y unas cervezas" que me había dejado en la heladera, imaginaba su sonrisa pícara, el leve juego en sus ojos, y todo eso se intensificaba en mi mente cada segundo más.
Cuando llegué a su edificio, ya me sentía atrapado en una especie de niebla que me nublaba la razón y me encendía la imaginación. Al entrar en su departamento, me rodeó un ambiente tan personal y delicado como ella. La pequeña sala, llena de plantas y libros, tenía una energía cálida y acogedora, y no pude evitar imaginarla moviéndose por esos mismos espacios. El simple hecho de estar ahí me hacía sentir una excitación tan vibrante que apenas podía contener.
Me acerqué a su gatita, que ronroneaba mientras la alimentaba, y luego, al recorrer el lugar, pasé al baño casi sin pensarlo. No estaba seguro de qué buscaba, pero cada objeto me susurraba un poco de ella. Entonces avancé hasta la habitación, el último espacio de ese pequeño universo que ella habitaba. Al abrir la puerta, una fragancia familiar me envolvió, un perfume embriagador que reconocí al instante. Cerré los ojos y dejé que ese aroma me inundara, trayendo a la memoria la última vez que la había abrazado. Ese mismo perfume que sentí cuando la abracé y sentí sus tetas paradas y duras y redondas apoyarse en mi pecho.
Estas tetas por cierto...
Automáticamente tuve una de las erecciones más masivas que había tenido en años, como cuando era un pendejito que no paraba de pajearme porque no podía soltar mi pene erecto como piedra constantemente. Tanto así que me dolía dentro del pantalon por lo que no tuve mejor idea que sacarme el pantalon y bajarme el boxer, porque me apretaba mucho todo. Asi que erecto como estaba, me senté en su camita, apoyando la espalda en el respaldo y apoyando mi culo desnudo en esas sabanas suaves de seda e increibles al tacto de mi cuñada y traté de respidar profundo.
Dejé que mi cuerpo se hundiera en sus sábanas suaves, y la familiaridad de aquel perfume volvió a encenderme como pocas cosas podían hacerlo. Mi mente jugaba con la idea de todo lo que aquel lugar guardaba, y, en una mezcla de deseo y curiosidad, revisé los cajones, encontrando prendas delicadas y sugerentes. La suavidad de cada una era como un reflejo de ella misma.
Intenté pensar en otra cosa, en mantener la calma, pero me fue imposible. Mis ojos recorrían el espacio, cada detalle; casi sin darme cuenta, comencé a explorar sus cosas: las medias delicadas, esos pantalones que se ajustaban a sus piernas y las remeras que destacaban cada curva con gracia. Mis manos temblaban al descubrir un cajón con pequeñas prendas íntimas, una colección delicada que me desarmó. Cada pieza era un reflejo de ella, diminutas, sutiles y perfectamente cuidadas, llenas de detalles que invitaban a imaginar.
Encontré finalmente su cajon de tanguitas. lo que fue mi perdición, ninguna de las docenas de tangas que encontré alcanzaba para cubrir ni dos deditos de mi mano. Los hilitos dentales de tanga que encontré, dificilmente podían haber cubierto su delicioso ano, no habia forma, eran diminutos.
Todas sus prendas eran delicadas, de todos los colores. Las olí, todas impecables y bien lavaditas, me las fui midiendo y pasando por mi pene que estaba duro y erecto por completo, tratando de dejar todas y cada una de ellas impregnadas por mi aroma a caliente, y las gotitas de liquido preseminal que ya estaba destilando.
Finalmente encontré lo que más me volvió loco, su ropita usada, esa que tanto había imaginado, vi que tenía de todos los conjuntos, y encontré portaligas, prendas de cuero, y prendas muy zarpadas, que indicaban que claramente había tenido una noche muy lujuriosa mi cuñada, como bien me la imaginaba.
También encontré el moñito que ella había usado en su pelo largo, el segundo día que la conocí.
No puedo explicar el placer que sentí cuando me llevé varias de esas tanguitas usadas a mi nariz, a mi boca, se me hizo agua a la boca de sentir el sexo de mi hermosa cuñada Naty. Me preguntaba como le quedarían esas tanguitas, como le gustaría que se la cojan, si fuerte, o sería dominante, o muy sumisa,o muy gritona, o era más de gemir, me preguntaba como chuparía la pija. y empecé a colgarme cada una de sus tanguitas en mi pija que no daba más de la calentura.
Me pajeé durante un rato larguísimo con cada una de sus tangas y no pude evitar llenarle de leche una de sus tanguitas usadas. El enchastre fue tal que tuve que usar otras tangas del cesto de ropa sucia para limpiar todo lo demás, asi que son muchas las que quedaron desbordadas y con mucho cuidado volvi a colocarlas en el cesto.
Aún sumido en esa mezcla de deseo y curiosidad y con una semi erección por la excitacion de la situación no podía guardar mi pene aun en el boxer, y cuando me estoy yendo, sin quererlo, golpeé el escritorio de Naty y se encendió la compu que estaba en reposo. Mi mirada se posó en la notebook de Naty, olvidada sobre el escritorio. Con un leve toque, la pantalla cobró vida, y, para mi sorpresa, no tenía contraseña, solo iniciar sesión. Hice click y una mezcla de asombro y nerviosismo me recorrió al ver que algunas conversaciones y archivos estaban abiertos, como si hubieran estado esperando por mí. Un par de videos y fragmentos de mensajes quedaban a la vista, casi como si fueran parte de una invitación silenciosa, una puerta a ese lado suyo que solo imaginaba.
Al día de hoy no se si hice bien o mal, pero copie muchos de esos mensajes y fotos en el pendrive que siempre llevo por laburo. Uds me dirán.
Con el pulso acelerado y mi mente aún atrapada en todo lo que había visto, decidí tomar un respiro, recogiendo mi teléfono y escribiéndole un mensaje a Naty.
"Cuña hermosa, todo impecable por acá, y tu gatita en perfectas manos… Cambié las sábanas también asi tenés todo ordenadito cuando llegués''.
a lo que ella me contestó:
'Tranquilo, cuña…no te hubieses molestado! además amo el perfume que usas, después me tenés que decir bien cual es! pucha, no me hubiese sentido tan solita al irme a dormir esta noche...Besote inmenso'
Luego de eso supe muchas cosas nuevas de mi cuña.
que le gustan mucho las pijas grandes ❤️
que es gritona y que es multiorgásmica pudiendo acabar al menos 6 o 7 veces. ❤️
Que se distrae muy fácil estudiando sus apuntes
Que lo de sus tetas paradas y redondas, no era una impresión mia de cuando la abrazaba y apoyaba
Y que efectivamente me estaba tirando onda...y yo no iba a desaprovecharlo.
Asi fue que mi cuñada me escribió un mensajito hermoso, diciendome entre otras cosas 'cuña lindo, muchas gracias por ofrecerte a cuidar mi depto, sos un amor y un divino, te dejé un chocolatito y unas cervezas en la heladera para que te sientas como en casa, vos manejate tranquilo y cualquier cosita me avisas, es una alegría saber que mi gatita va a estar bien cuidada. besote enorme, te voy a traer algo del viaje por portarte tan bien'.Había esperado este momento con una impaciencia apenas controlada. El mensaje de Naty, agradeciéndome por cuidar su departamento, aún resonaba en mi mente. El tono casual y sus palabras amables habían desencadenado en mí una excitación que no era fácil de disimular. Mientras me recordaba el "chocolatito y unas cervezas" que me había dejado en la heladera, imaginaba su sonrisa pícara, el leve juego en sus ojos, y todo eso se intensificaba en mi mente cada segundo más.
Cuando llegué a su edificio, ya me sentía atrapado en una especie de niebla que me nublaba la razón y me encendía la imaginación. Al entrar en su departamento, me rodeó un ambiente tan personal y delicado como ella. La pequeña sala, llena de plantas y libros, tenía una energía cálida y acogedora, y no pude evitar imaginarla moviéndose por esos mismos espacios. El simple hecho de estar ahí me hacía sentir una excitación tan vibrante que apenas podía contener.
Me acerqué a su gatita, que ronroneaba mientras la alimentaba, y luego, al recorrer el lugar, pasé al baño casi sin pensarlo. No estaba seguro de qué buscaba, pero cada objeto me susurraba un poco de ella. Entonces avancé hasta la habitación, el último espacio de ese pequeño universo que ella habitaba. Al abrir la puerta, una fragancia familiar me envolvió, un perfume embriagador que reconocí al instante. Cerré los ojos y dejé que ese aroma me inundara, trayendo a la memoria la última vez que la había abrazado. Ese mismo perfume que sentí cuando la abracé y sentí sus tetas paradas y duras y redondas apoyarse en mi pecho.
Estas tetas por cierto...
Automáticamente tuve una de las erecciones más masivas que había tenido en años, como cuando era un pendejito que no paraba de pajearme porque no podía soltar mi pene erecto como piedra constantemente. Tanto así que me dolía dentro del pantalon por lo que no tuve mejor idea que sacarme el pantalon y bajarme el boxer, porque me apretaba mucho todo. Asi que erecto como estaba, me senté en su camita, apoyando la espalda en el respaldo y apoyando mi culo desnudo en esas sabanas suaves de seda e increibles al tacto de mi cuñada y traté de respidar profundo.
Dejé que mi cuerpo se hundiera en sus sábanas suaves, y la familiaridad de aquel perfume volvió a encenderme como pocas cosas podían hacerlo. Mi mente jugaba con la idea de todo lo que aquel lugar guardaba, y, en una mezcla de deseo y curiosidad, revisé los cajones, encontrando prendas delicadas y sugerentes. La suavidad de cada una era como un reflejo de ella misma.
Intenté pensar en otra cosa, en mantener la calma, pero me fue imposible. Mis ojos recorrían el espacio, cada detalle; casi sin darme cuenta, comencé a explorar sus cosas: las medias delicadas, esos pantalones que se ajustaban a sus piernas y las remeras que destacaban cada curva con gracia. Mis manos temblaban al descubrir un cajón con pequeñas prendas íntimas, una colección delicada que me desarmó. Cada pieza era un reflejo de ella, diminutas, sutiles y perfectamente cuidadas, llenas de detalles que invitaban a imaginar.
Encontré finalmente su cajon de tanguitas. lo que fue mi perdición, ninguna de las docenas de tangas que encontré alcanzaba para cubrir ni dos deditos de mi mano. Los hilitos dentales de tanga que encontré, dificilmente podían haber cubierto su delicioso ano, no habia forma, eran diminutos.
Todas sus prendas eran delicadas, de todos los colores. Las olí, todas impecables y bien lavaditas, me las fui midiendo y pasando por mi pene que estaba duro y erecto por completo, tratando de dejar todas y cada una de ellas impregnadas por mi aroma a caliente, y las gotitas de liquido preseminal que ya estaba destilando.
Finalmente encontré lo que más me volvió loco, su ropita usada, esa que tanto había imaginado, vi que tenía de todos los conjuntos, y encontré portaligas, prendas de cuero, y prendas muy zarpadas, que indicaban que claramente había tenido una noche muy lujuriosa mi cuñada, como bien me la imaginaba.
También encontré el moñito que ella había usado en su pelo largo, el segundo día que la conocí.
No puedo explicar el placer que sentí cuando me llevé varias de esas tanguitas usadas a mi nariz, a mi boca, se me hizo agua a la boca de sentir el sexo de mi hermosa cuñada Naty. Me preguntaba como le quedarían esas tanguitas, como le gustaría que se la cojan, si fuerte, o sería dominante, o muy sumisa,o muy gritona, o era más de gemir, me preguntaba como chuparía la pija. y empecé a colgarme cada una de sus tanguitas en mi pija que no daba más de la calentura.
Me pajeé durante un rato larguísimo con cada una de sus tangas y no pude evitar llenarle de leche una de sus tanguitas usadas. El enchastre fue tal que tuve que usar otras tangas del cesto de ropa sucia para limpiar todo lo demás, asi que son muchas las que quedaron desbordadas y con mucho cuidado volvi a colocarlas en el cesto.
Aún sumido en esa mezcla de deseo y curiosidad y con una semi erección por la excitacion de la situación no podía guardar mi pene aun en el boxer, y cuando me estoy yendo, sin quererlo, golpeé el escritorio de Naty y se encendió la compu que estaba en reposo. Mi mirada se posó en la notebook de Naty, olvidada sobre el escritorio. Con un leve toque, la pantalla cobró vida, y, para mi sorpresa, no tenía contraseña, solo iniciar sesión. Hice click y una mezcla de asombro y nerviosismo me recorrió al ver que algunas conversaciones y archivos estaban abiertos, como si hubieran estado esperando por mí. Un par de videos y fragmentos de mensajes quedaban a la vista, casi como si fueran parte de una invitación silenciosa, una puerta a ese lado suyo que solo imaginaba.
Al día de hoy no se si hice bien o mal, pero copie muchos de esos mensajes y fotos en el pendrive que siempre llevo por laburo. Uds me dirán.
Con el pulso acelerado y mi mente aún atrapada en todo lo que había visto, decidí tomar un respiro, recogiendo mi teléfono y escribiéndole un mensaje a Naty.
"Cuña hermosa, todo impecable por acá, y tu gatita en perfectas manos… Cambié las sábanas también asi tenés todo ordenadito cuando llegués''.
a lo que ella me contestó:
'Tranquilo, cuña…no te hubieses molestado! además amo el perfume que usas, después me tenés que decir bien cual es! pucha, no me hubiese sentido tan solita al irme a dormir esta noche...Besote inmenso'
Luego de eso supe muchas cosas nuevas de mi cuña.
que le gustan mucho las pijas grandes ❤️
que es gritona y que es multiorgásmica pudiendo acabar al menos 6 o 7 veces. ❤️
Que se distrae muy fácil estudiando sus apuntes
Que lo de sus tetas paradas y redondas, no era una impresión mia de cuando la abrazaba y apoyaba
Y que efectivamente me estaba tirando onda...y yo no iba a desaprovecharlo.
14 comentarios - Mi cuñada me tiene inquieto III. Le cuido la casa.