Reforzando la amistad.
Les dejo la primera parte de este relato:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5705534/Mi-primer-contacto-sexual-gay-Parte-1.html
Soy Pauly y estos son mis secretos.
Tras culminar el verano llegó el tan anhelado primer día de clases, carasnuevas se veían y como siempre nuevas experiencias y oportunidades.
Alex seguía con su novia y su actividad sexual había incrementado sinembargo los juegos entre nosotros no habían terminado y ahora con el retorno aclases tendríamos más pretextos y oportunidades para estar juntos y a solas.
En aquellos tiempos ser abiertamente bisexual aún era un tabú y era motivode burlas e incluso bulling propiciado no solo por los compañeros sino por losmismos docentes y padres. Peor a jóvenes como nosotros que carecíamos de talentopara los deportes.
Así que nuestros “juegos” con Alex debían continuar con el más profundosigilo; con él no solo compartíamos nuestra curiosidad sexual, sino también elgusto por el teatro y el arte, así que llegado el momento de elegir actividadesextracurriculares ambos nos apuntamos a ese club.
El club de teatro era nuestro lugar seguro, no solo porque liderábamos elmismo, sino que los ambientes artísticos suelen ser espacios con personas demente abierta. Y replicando comportamientos de nuestro maestro de teatro,comenzamos a saludarnos y despedirnos con un beso en la mejilla con losmiembros del club, sin discriminar que sean hombres o mujeres.
Esto puede ser muy normal en otros países, sin embargo, en Ecuador estohasta ahora no es bien visto. Y lo que era un gesto de fraternidad e inclusorebeldía contra el sistema entre miembros del club, para Alex y yo significabaun avance en la expresión de nuestra sexualidad.
Con motivo del inicio del año electivo y con el objetivo de unirnos comogrupo a los compañeros del salón a nuestro docente dirigente del curso se leocurrió realizar un paseo durante dos días a un balneario no muy lejos denuestra ciudad.
Pero esto significaba que estaríamos fuera de casa y con la libertad queello significa durante dos días y una noche, nuestro profesor nos pidió que elijamoscompañero de habitación por afinidad y con Alex nos miramos con complicidad yanotamos nuestros nombres juntos pues podríamos pasar toda la noche sin lapresión del tiempo o de que alguien nos descubriera.
La semana previa al paseo se nos pasó volando, la ilusión que nos causabael mismo, el elegir la ropa que llevaríamos, conversaciones sobre lo queharíamos y demás nos hizo perder la noción del tiempo, y el viernes en casa de Alexayudándolo a hacer su maleta me indicaba la ropa que llevaría y demásincluyendo un traje de baño a lo que yo con una sonrisa pícara le pedí que mela modelara.
Él entendió mi sugerencia y se dirigió al baño a cambiarse. Salió del bañoy no pude esconder cómo me provocaba verlo así, la ropa de baño de hombres nosuele ser nada sexy, sin embargo esa prenda tipo bóxer, marcaba muy bien su trasero,mostraba su cuerpo de adolescente no muy marcado pero si ejercitado y esa erala primera vez que le veía casi desnudo.
¿Te gusta? Me preguntó y entre balbuceos y aún confuso ante mi reacción alverlo respondí que sí.
Se me acercó y acarició mi miembro sobre el pantalón y en ese instante caíen cuenta que tenía una gran erección, correspondí su acción al instante ycomenzamos a besarnos. Continué acariciando su cuerpo, recorriendo con mismanos su piel juvenil, recorriendo mis manos por su espalda y aterrizando en tutrasero, todo esto sin interrumpir un apasionado beso.
Casi instintivamente él comenzó a zafar mi correa, desabrochando mipantalón el que cayó quedando a la altura de mis pies, me arrancó la camisa demanera que nuestros cuerpos se juntaron y ambos sentíamos el roce y latemperatura de acariciar otro cuerpo.
Él seguía usando su traje de baño y yo quedé en bóxer y así semidesnudosnos dirigimos a su cama, los besos y las caricias no pararon nunca, metí mimano por debajo de su traje y acaricié su pene el cual ya conocía, sin embargoesta vez quise ir un poco más lejos, comencé a besar su cuello y su oreja locual hizo que suelte un gemido que me animó a continuar.
Continué mi camino de besos por su pecho y abdomen hasta llegar a su pene,el cual examiné con detenimiento mientras en fracciones de segundos meditaba siestaba seguro de lo que estaba por hacer. Arrojé lejos dichos pensamientos yabrí mi boca para saborear su pene, tenía un sabor que no podría describir sinembargo no era algo desagradable, lo recorrí con mi lengua de abajo haciaarriba y cuando alcé mi mirada pude ver en su rostro que eso lo estabavolviendo loco.
“Ni mi novia me ha hecho eso” me dijo, y esa frase hizo que me prenda aúnmás y comencé a saborear su miembro, intentando replicar lo que había vistoalguna vez en una película. Me ayudé con mis manos y mientras mi lengua jugabacon su glande lo masturbaba. De arriba abajo, de arriba abajo, apretándolo un pocoy sintiendo su palpitar entre mis manos, su respiración se comenzó a acelerar yescapó su primer gemido, “no pares” me decía y simplemente obedecí, gimió masfuerte y supe que estaba por terminar, hice a un lado mi cara y expulsó sobresu abdomen todo su semen.
Subí a su lado y lo besé, él aún agitado pero muy complacido me besotambién. Acarició mi mejilla con su mano y así nos quedamos durante unosminutos. Aunque admito que me quedé con ganas de terminar yo también, ambossabíamos que no teníamos mucho tiempo así que nos vestimos y continuamosarreglando su maleta. Antes de marcharme, y después de besarme en la puerta desu casa me dijo que mañana durante el paseo me lo compensaría.
Y así fue peropara no aburrirlo eso se los cuento en la siguiente publicación.
Como siempre espero que hayan disfrutado de este relato que se ha vuelto mi lugar seguro para contar mis secretos y me lo hagan saber con sus puntos y comentarios.
Les dejo la primera parte de este relato:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5705534/Mi-primer-contacto-sexual-gay-Parte-1.html
Soy Pauly y estos son mis secretos.
Tras culminar el verano llegó el tan anhelado primer día de clases, carasnuevas se veían y como siempre nuevas experiencias y oportunidades.
Alex seguía con su novia y su actividad sexual había incrementado sinembargo los juegos entre nosotros no habían terminado y ahora con el retorno aclases tendríamos más pretextos y oportunidades para estar juntos y a solas.
En aquellos tiempos ser abiertamente bisexual aún era un tabú y era motivode burlas e incluso bulling propiciado no solo por los compañeros sino por losmismos docentes y padres. Peor a jóvenes como nosotros que carecíamos de talentopara los deportes.
Así que nuestros “juegos” con Alex debían continuar con el más profundosigilo; con él no solo compartíamos nuestra curiosidad sexual, sino también elgusto por el teatro y el arte, así que llegado el momento de elegir actividadesextracurriculares ambos nos apuntamos a ese club.
El club de teatro era nuestro lugar seguro, no solo porque liderábamos elmismo, sino que los ambientes artísticos suelen ser espacios con personas demente abierta. Y replicando comportamientos de nuestro maestro de teatro,comenzamos a saludarnos y despedirnos con un beso en la mejilla con losmiembros del club, sin discriminar que sean hombres o mujeres.
Esto puede ser muy normal en otros países, sin embargo, en Ecuador estohasta ahora no es bien visto. Y lo que era un gesto de fraternidad e inclusorebeldía contra el sistema entre miembros del club, para Alex y yo significabaun avance en la expresión de nuestra sexualidad.
Con motivo del inicio del año electivo y con el objetivo de unirnos comogrupo a los compañeros del salón a nuestro docente dirigente del curso se leocurrió realizar un paseo durante dos días a un balneario no muy lejos denuestra ciudad.
Pero esto significaba que estaríamos fuera de casa y con la libertad queello significa durante dos días y una noche, nuestro profesor nos pidió que elijamoscompañero de habitación por afinidad y con Alex nos miramos con complicidad yanotamos nuestros nombres juntos pues podríamos pasar toda la noche sin lapresión del tiempo o de que alguien nos descubriera.
La semana previa al paseo se nos pasó volando, la ilusión que nos causabael mismo, el elegir la ropa que llevaríamos, conversaciones sobre lo queharíamos y demás nos hizo perder la noción del tiempo, y el viernes en casa de Alexayudándolo a hacer su maleta me indicaba la ropa que llevaría y demásincluyendo un traje de baño a lo que yo con una sonrisa pícara le pedí que mela modelara.
Él entendió mi sugerencia y se dirigió al baño a cambiarse. Salió del bañoy no pude esconder cómo me provocaba verlo así, la ropa de baño de hombres nosuele ser nada sexy, sin embargo esa prenda tipo bóxer, marcaba muy bien su trasero,mostraba su cuerpo de adolescente no muy marcado pero si ejercitado y esa erala primera vez que le veía casi desnudo.
¿Te gusta? Me preguntó y entre balbuceos y aún confuso ante mi reacción alverlo respondí que sí.
Se me acercó y acarició mi miembro sobre el pantalón y en ese instante caíen cuenta que tenía una gran erección, correspondí su acción al instante ycomenzamos a besarnos. Continué acariciando su cuerpo, recorriendo con mismanos su piel juvenil, recorriendo mis manos por su espalda y aterrizando en tutrasero, todo esto sin interrumpir un apasionado beso.
Casi instintivamente él comenzó a zafar mi correa, desabrochando mipantalón el que cayó quedando a la altura de mis pies, me arrancó la camisa demanera que nuestros cuerpos se juntaron y ambos sentíamos el roce y latemperatura de acariciar otro cuerpo.
Él seguía usando su traje de baño y yo quedé en bóxer y así semidesnudosnos dirigimos a su cama, los besos y las caricias no pararon nunca, metí mimano por debajo de su traje y acaricié su pene el cual ya conocía, sin embargoesta vez quise ir un poco más lejos, comencé a besar su cuello y su oreja locual hizo que suelte un gemido que me animó a continuar.
Continué mi camino de besos por su pecho y abdomen hasta llegar a su pene,el cual examiné con detenimiento mientras en fracciones de segundos meditaba siestaba seguro de lo que estaba por hacer. Arrojé lejos dichos pensamientos yabrí mi boca para saborear su pene, tenía un sabor que no podría describir sinembargo no era algo desagradable, lo recorrí con mi lengua de abajo haciaarriba y cuando alcé mi mirada pude ver en su rostro que eso lo estabavolviendo loco.
“Ni mi novia me ha hecho eso” me dijo, y esa frase hizo que me prenda aúnmás y comencé a saborear su miembro, intentando replicar lo que había vistoalguna vez en una película. Me ayudé con mis manos y mientras mi lengua jugabacon su glande lo masturbaba. De arriba abajo, de arriba abajo, apretándolo un pocoy sintiendo su palpitar entre mis manos, su respiración se comenzó a acelerar yescapó su primer gemido, “no pares” me decía y simplemente obedecí, gimió masfuerte y supe que estaba por terminar, hice a un lado mi cara y expulsó sobresu abdomen todo su semen.
Subí a su lado y lo besé, él aún agitado pero muy complacido me besotambién. Acarició mi mejilla con su mano y así nos quedamos durante unosminutos. Aunque admito que me quedé con ganas de terminar yo también, ambossabíamos que no teníamos mucho tiempo así que nos vestimos y continuamosarreglando su maleta. Antes de marcharme, y después de besarme en la puerta desu casa me dijo que mañana durante el paseo me lo compensaría.
Y así fue peropara no aburrirlo eso se los cuento en la siguiente publicación.
Como siempre espero que hayan disfrutado de este relato que se ha vuelto mi lugar seguro para contar mis secretos y me lo hagan saber con sus puntos y comentarios.
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