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Nudismo en la costa Valenciana

Nudismo en la costa Valenciana
Actualmente divorciado con tres hijos, mi nombre es Gregorio y como os he dicho tengo tres hijos, una hija de 19 años y dos mellizos de 18 años, que viven con su madre en el domicilio familiar.
 
Ese año me tocaba la primera quincena de Julio de vacaciones y pensando que ese sería el último año que íbamos a ir todos juntos de vacaciones, me decidí, y alquilé un apartahotel en Fuerteventura.
 
Tras un largo y pesado viaje, aterrizamos en la isla y en el aeropuerto alquilé un coche que ya tenía precontratado para ir al apartahotel. El apartamento, estaba mejor de lo pensado, contaba con salón con televisión y un sofa que se convertía en cama, cocina integrada en el salón, baño y dos dormitorios, uno con cama de matrimonio y otro con dos camas, y esencialmente estaba bastante limpio.
 
Una vez en el apartamento repartimos las habitaciones, y decidimos que los chicos se quedasen en la cama de matrimonio y la niña y yo en las dos camas individuales de la otra habitación.
 
Tras acoplarnos, acabamos el día cenando en una especie de pizzería-hamburguesería, habiendo hecho antes una compra para desayunar los 7 días de vacaciones y para hacernos unos bocatas para el día siguiente, llegamos al hotel y, tras ver una película en la tele y conectar nuestros dispositivos móviles al WI-FI del Hotel, nos fuimos a dormir cada uno en su cama.
 
Tras despertarnos, y mientras preparaba el desayuno y unos sandwiches para la playa, pregunte a los chicos que donde querían ir, contestándome que a la playa pero en una que no hubiese mucha gente por que estaban cansados de las multitudes en la playa donde veranean con su madre y sus abuelos en el Levante español, lo que me pareció de lo más normal.
 
Tras prepararnos, pregunte en la recepción a qué playa podíamos ir que no estuviese muy concurrida, contestándome que en la zona del Sur, (nosotros estábamos en Costa Esmeralda) pasada la zona del windsurf podíamos encontrar bastantes sitios con poca afluencia.
 
Tras una pequeña excursión en coche siguiendo a unos turistas alemanes que parecían conocer la isla a la perfección llegamos a una playa, anduvimos un poco, y llegamos a una zona en la que no había nadie en 50 metros a la redonda.
 
Plantamos las toallas, sacamos el balón de fútbol y nos quitamos la ropa. En principio todo normal, mi hija bikini y los chicos con un bañador tipo boxer y yo con otro similar aunque un poco más largo. Tras bañarnos veo como mi hija se despoja de la parte superior de bikini, y puedo ver un par de tetas pequeñas pero bien colocadas con un pezón pequeño y oscurito, a la vez me comenta que estamos solos y que si me importa se lo vuelve a poner, a lo que contesto que haga lo que quiera, que a mi no me molesta.
 
Los chicos salen después y ven a su hermana en topless y sin comentar nada, se tumban a tomar el sol, al rato me comentan que ellos también quieren despelotarse, y sin más veo como los dos se quitan el bañador y aparece, en ambos casos un pene de buenas dimensiones, algo más de 17 centímetros y creo que en semi erección ya que la situación era algo excitante, ambos con el vello recortado pero no depilado.
 
Mi hija sin pensárselo dos veces, se desata los lazos laterales de la parte de abajo del bikini y veo un pubis totalmente depilado que quita el hipo.
 
Los tres me dicen, vamos Papá que solo quedas tu, tras negarme un rato ya que mi hija estaba allí, y que ellos siguiesen insistiendo me quito el bañador y dejo exhibir mi polla, que a pesar de ser de buenas dimensiones no llego a superar a la de mis hijos, aunque si bien el grosor de la mía es superior y con todo al descubierto (estoy circuncidado y mis hijos no).
 
Uno de los mellizos dice, Ay va si Papa se depila los huevos.
 
 
A lo que le ordeno que se calle.
 
 
Trascurre el día con normalidad hasta que, por el calor, decidimos darnos nuevamente el protector solar y, yo se lo pongo a los chicos por la espalda e incluso rozando el culo y ellos se los extienden por la cara, el pecho, las piernas y la polla, entonces veo como cada uno empieza a acariciarse la polla y empieza a crecer, demostrando unas dimensiones propias de película porno, quedando yo casi en ridículo.
 
Mi hija, al verlos no puede sino dejar escapar una señal de exclamación, diciendo, joder todo eso es vuestro y preguntando que a ella quien la da crema, respondiendo que yo.
 
A lo que extiendo la crema por la espalda, piernas y sin tocar el culo, ella me contesta, anda extiendemela por el culo por que sino me voy a quemar y no voy a dejar a esos dos salidos que me den crema por el culo, a lo que procedo a extenderla pero de forma muy profesional y aséptica. Ella se lo extiende por delante y no pierdo ojo de la forma que la reparte por el pecho y por el pubis, en especial no puedo dejar de mirar su sonrisa vertical completamente depilada.
 
Después de darnos crema y cada uno juguetear con su teléfono móvil, veo como los chicos cogen el balón de fútbol y echan un partidillo, desnudos, al rato me uno yo, también desnudo. Para sofocar el calor del partidillo nos vamos los tres al agua y al momento se une mi hija y entre los cuatro hacemos dos equipo jugando una especie de waterpolo, allí veo como los chicos sin cortarse, quitan el balón a su hermana, echándose encima de ella y ella haciendo lo mismo con ellos y conmigo mismo, lo que no puedo evitar tocar los fabulosos pechos de mi hija, incluso alguna vez pude tocarle el culo y tener un erección por la situación tan morbosa para mi, pero con una naturalidad tremenda para ellos.
 
Tras un buen rato en el agua salimos los cuatro, yo primero por que no quiero que me vean con el pene reducido por el agua fría del Atlántico y luego sale mi hija y los dos mellizos, pudiendo comprobar que el tamaño de sus miembros, en posición de reposo, es para estar orgulloso.
 
Tras salir del agua, digo a los chicos que me voy a caminar por la playa, poniéndome el traje de baño, diciéndome mis hijos que “soy un carca y un antiguo, que no hay nadie que me vea”, yo no hago caso y salgo a andar un rato.
 
En mi camino veo a unos 150 metros a una familia todos de tez pálida, la madre de unos 40 años, desnuda, el padre, desnudo, y dos hijas de 15 y 12 años aproximadamente, desnudas, pudiendo ver como la madre juguetea con el pene del marido mientras las hijas están un jugando con un frisbee.
 
Cuando me canso de andar, me doy la vuelta, pasando por la familia de extranjeros que continúan tomando el sol y las niñas jugando en el borde del mar, esta vez, con una pala y un cubo, llegando donde se encuentran mis hijos, y allí de lejos puedo ver como uno de ellos se encuentra mucho más distanciado de los otros dos, con una erección tremenda y creo que por los movimientos de la mano, masturbándose, mi otro hijo tumbado boca abajo sin hacer caso a lo que esta sucediendo y mi hija un poco mas separada tomando el sol desnuda boca arriba, pudiendo apreciar su cuerpo delgado, brillante por la crema protectora, bien formado y totalmente depilado.
 
Al verme llegar, avergonzado, el que estaba mas alejado, deja de hacer lo que estaba haciendo, se gira y, sin dar importancia, me quito el bañador y pasamos el resto de la mañana tan tranquilos los cuatro.
 
Al llegar la hora de comer, saco los sándwiches que habíamos preparado, las coca colas y los cuatro comemos los sándwiches desnudos, con las piernas cruzadas, sin importar cómo estábamos y lo que estábamos haciendo.
 
Es curioso, que al rato de estar desnudo, la normalidad vuelve a reinar y no nos damos cuenta de cómo estamos.
 
Tras acabar el primer día de playa, regresamos al Hotel, primero estuvimos un rato en la piscina del Hotel, todos con nuestros trajes de baño y mi hija con las dos piezas del bikini.
 
Ese día y los sucesivos los pasamos desnudos, tanto en esa playa como en otras que exploramos en la semana que estuvimos en Fuerteventura.
 
SEGUNDO DÍA
 
El segundo día fue un poco especial, primero desayunamos en la cafetería del Apartamento por que nos apetecía probar el buffet libre, que por unos pocos euros podíamos comer todo lo que queríamos (tortitas, bollería, huevos fritos, bacon, fruta, etc.).
 
Tras acabar de desayunar una chica y su pareja se dirige a nosotros y nos pregunta en inglés, si nosotros vamos a ir a la playa ya que nos había visto ayer como íbamos, a lo que mi hija contesta afirmativamente.
 
Le cuenta que su coche de alquiler no arranca y que hasta la noche no se pasaría el encargado del rent-a-car a echarle un vistazo, y que no les apetecía perderse un día de playa, por lo que nos pregunta si les podemos acercar a la playa.
 
Mi hija me lo pregunta y, como favor, le digo que sí, ya que la playa esta a diez minutos en coche y aunque tenga que dar dos viajes, no me causa un trastorno grave.
 
Así que, quedamos con ellos media hora más tarde en el Hall del Hotel.
 
Tras las gracias y presentaciones, primero vamos en el coche, uno de los mellizos, los dos invitados, y evidentemente, yo conduciendo, así tras dejarlos en la playa voy a por el otro mellizo y mi hija.
 
 
Cuando llegamos a la playa tras el segundo viaje, veo como mi hijo y los dos invitados estaban completamente desnudos en la playa.
 
 
Los que íbamos en en segundo turno de viaje, pues hacemos lo mismo, aunque a mi me da un poco de reparo, pero al fin nos desnudamos.
 
Los invitados sin ser muy atractivos, estaban bien, ella alta, rubia tipo nórdico (luego supimos que eran Noruegos), con curvas, un pecho y unas caderas un poco más grande de lo deseado, pero no estaba nada mal.
 
Él, era rubio, alto, con un poco de tripilla pero lo que más llamaba la atención era aquel pene, era descomunal, le llegaba a un tercio del muslo, la verdad es que yo no había visto una polla de ese tamaño que sin ser muy gruesa era extremadamente larga .
 
La mañana pasó sin más novedades, salvo que no perdía ojo a la invitada cuando se bañaba o tomaba el sol boca arriba. Ella se empezó a llevar muy bien con mi hija, que habla inglés con cierta soltura, mientras nosotros jugábamos al fútbol con él, entendiéndonos con señales y un poco de inglés de los mellizos.
 
Lo que yo no podía perder ojo, y supongo que mi hija tampoco, era del pedazo de pene que tenía, como ya he dicho era descomunal, más de 20 centímetros en reposo, no soy gay ni bisexual pero aquello me atraía enormemente y no podía dejar de mirar.
 
Llegó la hora de comer, y allí compartimos nuestra comida con la de ellos, que apenas variaba mucho, sandwiches, bocadillos, fruta...
 
Tras comer con ellos, la pareja se fue a andar por la playa, y nosotros aprovechamos a hacer comentarios sobre nuestros invitados, y sin lugar a dudas salió la envergadura de su miembro.
 
Mis hijos, acostumbrados al gimnasio, compartían mi idea que no habían visto un pene de ese tamaño, ni siquiera un compañero del fútbol de raza negra la tenía como nuestro invitado, mi hija no decía nada al respecto.
 
Tras venir del paseo, sospechamos que entre ellos dos había habido algo más que roces por que el traía la polla morcillona y sospechábamos que en los apartados de piedra de la playa había habido algo. Morcillona, el volumen aumentó y eso era fuera de lo normal, tras llegar se bañaron, nosotros lo hicimos con ellos, jugando con el balón y con plena naturalidad. Es más yo creo que involuntariamente toque las tetas y el culo de nuestra invitada.
 
Tras acabar la tarde, nos fuimos al apartahotel y allí, a ellos les arreglaron el coche (les cambiaron la batería) y nos invitaron a cenar en un Restaurante cercano, invitación que, evidentemente, aceptamos.
 
Tras acabar la cena, nos dijeron que nos invitaban a tomar la última copa en su apartamento del hotel, y allí fuimos.
 
Al llegar al apartamento, ambos se desnudaron completamente, explicando a nuestra hija que eran nudistas, y que si queríamos nosotros nos podíamos desnudar.
 
Los mellizos, sin pensarlo se desnudaron completamente, mientras que mi hija y yo seguíamos vestidos, en eso, vemos como se abre la puerta y entran dos chicas de unos veinte años, de aspecto nórdico, a lo que nosotros nos quedamos un poco paralizados. Nuestros anfitriones nos dijeron que era amigas suyas con las que compartían el apartamento.
 
Tras la perceptivas presentaciones, las dos amigas, igualmente, se desnudaron y se sentaron junto a nosotros. Las dos amigas de nuestros anfitriones no hacían otra cosa que mirar a mi hija, pasando de los dos mellizos, así que se sentaron al lado de mi hija.
 
Poco a poco se fueron acercando a ella, una de ellas le dijo algo en inglés que no pude entender, mi hija les respondió también en inglés, sin saber que le dijo.
 
Nuestra anfitriona se sentó cerca de los mellizos, les cogió a los dos de la mano y se los llevó a su habitación. Yo no podía creérmelo, pero así fue.
 
Al momento, mi hija me dice que le han dicho las dos chicas que si vamos los cinco a la habitación de la chicas, yo me quedo alucinado, digo a mi hija que yo no voy, que si quiere que vaya ella (yo pensando que diría que no). Ella me contesta que las dos chicas estan encaprichadas en nosotros dos, y que no sea tonto. Ella insiste y las dos chicas me cogen de la mano y no me queda otra opción que ir con ellas a la habitación.
 
En la habitación, el amigo noruego y las dos chicas estan desnudas, una de ellas se dedica a desnudar a mi hija, con besos en la boca y la otra se dedica a mi, entretanto el amigo noruego esta masturbandose y sacando una caja de perservativos.
 
Desde ese momento, todo fue lujuria, veo como la chica que estaba con mi hija empieza a lamerle los pezones, y el noruego de la polla descomunal, le acaricia el clitoris. No puedo dejar de mirar mientras mi acompañante me quita el short que llevaba y empieza a lamerme la polla. La rubia era espectacular, empiezo a prestar atención a lo que me esta haciendo y me dejo caer sobre la cama, en ella veo de refilón que la otra chica está lamiendo el pubis a mi hija y mi hija con una mano en la polla del noruego masturbándole.
 
Acto seguido, me abstraigo de lo que hace mi hija y me centro en lo mío, veo como mi acompañante me coloca un perservativo con la boca, sabiendo lo que viene a continuación. Yo tumbado boca arriba y ella sobre mi la voy penetrando poco a poco, de repente, tras un rato sobre mi, ella sale de mi y se intercambia con la otra chica, en la misma posición que estabamos penetro a mi nueva pareja.
 
Al lado veo como mi hija disfruta con el noruego, grita y jadea fuertemente, mientras que la otra chica acaricia a los dos de forma alternativa.
 
Yo sigo con lo mío, la chica ahora, no sé lo que me dice pero ella se pone boca arriba y yo la penetro desde arriba en la clásica posición del misionero, así hasta que veo que se corre y después sigo un rato más y me corro yo.
 
Mi hija sigue siendo follada por el noruego con una fuerza descomunal y unos gritos que se deben oír en la otra punta de la isla, hasta que al final, supongo que se corre y sale de su interior.
 
Todos nos tumbamos en la cama a descansar y al rato salimos al salón donde los gemelos y la pareja del noruego estan descansando con una sonrisa que les llega de oreja a oreja.
 
Nos vestimos y nos vamos a nuestro apartamento hasta el día siguiente.
 
En el camino hasta nuestro apartamento, nadie decía nada, todos en silencio.
 
TERCER DÍA.-
 
En el tercer día, nos levantamos muy tarde, desayunamos en el apartamento e intentamos gastar la leche que estaba abierta, tras desayunar, y hacer unos sandwiches y comprar unas bebidas en el súper cercano, nos fuimos a la playa.
 
Ninguno de los cuatro hablamos de lo que ocurrió la pasada noche en el apartamento de los vecinos.
 
Al llegar a la playa, los chicos se desnudaron, mi hija esperó un poco como pidiéndome permiso, pero finalmente se desnudó.
 
Nos bañamos, primero los chicos, luego mi hija y luego yo. Desde la noche anterior nada iba a ser igual.
 
Al rato vinieron los amigos de la noche anterior, y todo cambió, esta vez vinieron la pareja y las dos chicas nórdicas. Tras saludarnos y ponerse a nuestro lado se desnudaron todos, los mellizos se fueron directamente a hablar con ellos, especialmente a las dos chicas noruegas, que pasaron de ellos, les ignoraron soberanamente, pero no así la mayor de las mujeres que estaba encaprichada de los dos.
 
Se sentaron juntos y pude ver como empezaba a acariciarles el pene, cada uno con una mano, para luego empezar a metersela en la boca de forma alternativa.
 
 
A mi me daba vergüenza mirar, pero mi personalidad de voyeur no me permitía dejar de mirar.
 
Los restantes, mi hija, las dos noruegas, y el anfitrión de la noche anterior, estaban sentados en su toalla tomando el sol, sin importarles lo que hacían los mellizos y la anfitriona.
 
En eso giro la cabeza y veo como uno de los mellizos esta penetrando por detrás a nuestra amiga y el otro mellizo esta delante de ella follandole la boca.
 
Fue increíble lo que estaba viendo, pero lo más increíble es que los demás no se escandalizasen por lo que estaba ocurriendo.
 
Me voy a andar un rato por la playa, por que lo que estaba viendo no me cuadraba, tras una caminata de no menos de una hora vuelvo, y veo como todos están sentados y mi hija me dice que me estaban esperando para comer.
 
Compartimos entre los ocho la comida y nos echamos un rato en la toalla a dormitar.
 
Al despertarme, veo como las dos noruegas se acercan a mi, y me dicen en el universal lenguaje de signos si quiero bañar. No sé que hacer por que los demás están dormitando en la playa. El noruego está con su pareja, los gemelos, cada uno con su móvil y mi hija se había ido a dar una vuelta, por lo que acepto, me levanto y una de ellas, sin recato alguno, agarra mi polla y me lleva al agua.
 
Yo no sé que hacer, pero al final sigo el juego y las acompaño al agua.
 
Una vez en el agua, ellas empiezan a lanzarme agua y a intentar que hagamos una pequeña pelea en el agua. Yo al principio estoy algo remiso y actúo un poco frío, para poco a poco entrar en el juego, empiezo cogiendo a una de la cintura y lanzándola hacia arriba, la otra se agarra a mi espalda y yo me agacho saliendo por la cabeza, y así seguimos durante un rato hasta que una de ellas, se acerca a mi y me da un beso en la boca y me dice salgamos a la arena (en un español que difícilmente puedo comprender) y allí cogemos las toallas y me llevan de la mano a un apartado de piedra cerca de la playa.
 
En el apartado de la playa, se tumban boca arriba y me dejan un sitio en el medio de ellas, allí extiendo mi toalla y me recuesto bocabajo. Mis invitadas empiezan a hacer gestos con la mano para que me dé la vuelta, cuando me la doy, una de ellas hace un gesto a la otra y me agarra el pene con una mano y entre las dos empiezan a lamerme el glande, una de ellas se lo introduce directamente en la boca y cuando lo saca se lo ofrece a la otra.
 
Sin darme cuenta, tengo a una de ellas subida encima de mi, me asusto e intento decir que no, que sin perservativo no, pero me doy cuenta que ya lo tengo puesto y empiezo a relajarme y a seguir con la penetración.
 
Cuando lleva un rato, se baja y se sube la amiga, al rato no puedo aguantar más y tras un grito profundo me corro, al momento ella se baja y empiezan a besarse y acariciarse las dos amigas entre ellas.
 
Al incorporarme un poco me doy cuenta que tengo público que los mellizos estan mirándome, queriendo intervenir, pero las dos amigas siguen sin hacerles caso.
 
 
Tras salir del “chiringuito” de piedras, estamos un poco más en la playa y nos vamos al hotel cada uno en su coche.
 
 
 
En el hotel, nos tiramos a la piscina (todos con trajes de baño) y al rato nos subimos a la habitación ya que la tarde se estaba poniendo fresca con el viento que corría.
 
 
Cenamos cerca del Hotel, en una cafetería, tipo hamburguesería del montón y tras acabar de cenar nos vamos cada uno a su cama y así pasó el tercer día.
 
 
CUARTO DÍA
 
El cuarto día empezó como todos, nos levantamos no muy tarde, a eso de las 10:30 ya estábamos desayunando y al poco en la playa.
 
Allí siguió la costumbre de desnudarnos, empezando por los mellizos que no tenían ningún complejo, luego mi hija primero en topless y al rato se despojó de la parte de abajo del bikini.
 
Luego finalmente yo, que en principio no quería pero animado por los gemelos, me quité el traje de baño.
 
Tras quedarnos en pelotas, veo como uno de los gemelos coge el protector solar y se lo extiende por todas las parte, luego se lo extiende a sus dos hermanos. Es curioso que se lo extiende a su hermano y hermana tanto por delante como por detrás, sin dejar ni un milimetro de piel por extender.
 
Que se lo hiciese a su hermano, lo vi normal, pero a su hermana, me extrañó un poco, y pude ver una excitación en el ambiente.
 
Pero creo que todo se quedó ahí, aunque no puedo asegurarlo que entre los hermanos hiciesen algo, por que yo me fui a andar, paseando durante 40 minutos aproximadamente y cuando vine todo estaba normal.
 
 
Trascurrió la mañana sin gran novedad, todos pensábamos que nuestros amigos noruegos no iban a venir por las horas que eran, pero ninguno dijo nada, hasta que al final los vimos aparecer, a la pareja, a las dos amigas y a dos chicos con aspecto canario.
 
Esta vez nos saludaron pero esta vez no se pusieron con nosotros, sino que se colocaron 20 metros a nuestra derecha, cosa que nos extrañó mucho.
 
Desde nuestra posición pudimos ver como se desnudaban todos, las chicas, los chicos y la pareja de noruegos que conocimos inicialmente.
 
Como siempre todo iba de lo más normal, nosotros nos bañamos, tomamos el sol, yo me fui a andar pero por un lugar distinto a donde se encontraban ellos, caminata que duró cerca de una hora, y a la vuelta, veo que los chicos canarios estan jugando al futbol con los mellizos, todos desnudos, y las chicas sentadas en corro hablando. La pareja se les veía en el fondo, creo que haciendo “guarreridas españolas”.
 
Vengo, y sin saber que hacer, por que no me apetecía jugar al fútbol con la caminata que llevaba, me quite el bañador y me fui a bañar. Al salir del agua, veo como las amigas noruegas me llaman y me hacen señas que me siente con ellas y con mi hija.
 
Así lo hago, me siento en la arena con la toalla y noto como una de ellas empieza a acariciar a mi hija y la otra a mi, yo no sé que hacer. De repente se unen todos los chicos, los mellizos van a por las chicas, que siguen ignorandoles, los invitados canarios no hacen otra cosa que atacar a mi hija, que tampoco les hace mucho caso. De repente una de las chicas se agacha y se mete mi pene en la boca, yo no sé que hacer, pero me dejo hacer. Me toma de la mano y me lleva a los apartados de piedra de la playa.
 
Tras acomodarme en los apartados de la playa, mi acompañante se mete el pene en la boca y empieza con una felación digna de campeonato, yo me mantengo boca arriba con los ojos cerrados y noto como alguien me acaricia, sin darle mas importancia creo que es mi acompañante, pero un segundo más tarde empiezo a darle vueltas a la cabeza y mi acompañante no puede tener tres manos, una en el pene y dos acariciandome.
 
Abro los ojos y veo que es uno de los amigos canarios, de repente me incorporo y veo como el que tiene mi pene en su boca es el chico canario que a su vez acaricia las tetas de la noruega.
 
Me incorporo e intento deshacer el trío y me empuja con la mano y me dice, relájate y disfruta.
 
De repente, me dice mi acompañante canario, si me gustaría hacer una doble penetración, respondo diciendo que nunca lo he hecho. Túmbate, me ordena, la chica se pone encima y yo la penetro por detrás.
 
Hago lo que me dice, no sé quien me coloca el preservativo y enseguida introduzco mi pene en su vagina y el chico por detrás la va penetrando, veo como la chica grita de placer, aunque yo apenas puedo moverme, hasta que al final ella se corre, sin embargo, el chico canario continua dándole por detrás, se corre y sale de ella, a lo que yo aprovecho la situación para en unos movimientos bruscos intento correrme lo que hago momentos después.
 
Al momento, salgo corriendo hacía el agua, para disimular mi excitación y limpiarme un poco con el agua del mar.
 
Al salir del agua, los chicos me miran, complices del asunto, pero sin decir ni mu.
 
El día termina sin más incidentes y nos vamos al hotel, nos duchamos, nos damos aftersun y más tarde vamos a un restaurante de pescados que habíamos reservado, para cenar.
 
Tras la cena, cada uno a su habitación sin más comentarios.
 
QUINTO ULTIMO DÍA
Teniendo en cuenta que salía el avión a las 8:15 de la noche, esa mañana recogimos un poco las cosas, hicimos las maletas y aprovechamos para ir a la playa (aunque fuese un ratito).
 
Tras desayunar el último día en el Hotel y darnos un pequeño homenaje, se presentaron nuestros amigos nórdicos, nos dijeron que se iban y que hoy no irían a la playa. Lo lamentamos y sin más nos dieron una tarjeta de visita para que mantuviesemos el contacto (lo que ocurrió más adelante en un viaje que hicimos los cinco a Noruega, es materia de otro relato)
 
Tras despedirnos con besos, nos fuimos a la playa, en la playa, como siempre nos desnudamos todos y pasó el día sin más novedad, hasta que a las 15:00 horas recogimos y nos fuimos al Hotel.
 
Nos bañamos un poco en la piscina para quitarnos la arena (con trajes de baño y bikini) y al rato recogimos el equipaje y para el aeropuerto, poniendo fin a nuestro viaje.
 

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