"Casi llego, Morgana. Sabes qué hacer. Haz que tu dueño se derrame dentro de ti", murmura Alexis mientras Morgana está sobre él. Los gemidos de Morgana se entremezclan con sus palabras.
Morgana se estremece al escuchar las palabras de Alexis, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo mientras sus caderas se mueven al ritmo de las palabras de su amante. Gimiendo con fervor, se entrega al deseo que arde entre ellos, decidida a cumplir los deseos de su dueño.
Su cuerpo, marcado por la profanación de Cuervo, ahora es purificado por el placer que le otorga Alexis. Cada embestida es un recordatorio del dominio de su amo, y Morgana responde con la entrega total que le demanda su devoción.
El semen entre sus labios y su ano irritado son testigos de su sumisión absoluta, y mientras se acerca al clímax, su deseo de complacer a Alexis se intensifica. Sus gemidos llenan la habitación, mezclándose con los de su amo en una sinfonía de pasión desenfrenada.
Con cada movimiento, Morgana se acerca más al objetivo, decidida a llevar a su amo al éxtasis máximo. Su entrega es completa, su devoción inquebrantable, y cuando finalmente siente a Alexis derramarse dentro de ella, el éxtasis los envuelve a ambos en un torrente de placer indescriptible.
"¿Recuerdas, Morgana? ¿Cuál es el placer más importante?", pregunta Alexis.
Morgana asiente con una sonrisa traviesa mientras lo mira directamente a los ojos. "Sí, mi amo. Tu placer es lo más importante para mí", responde con devoción, anticipando lo que está por venir. "Una esclava sexual debe ser la más puta para el amo, debe satisfacerlo sin importar el placer de la esclava. Lo importante es el placer del amo. Si el amo quiere correrse y ordena que la sumisa no se corra, ella no debe correrse", recita Morgana con una voz firme, asimilando las enseñanzas de sumisión y devoción hacia su amo.
"Así se hace, y hay algo más, Morgana", agrega Alexis con autoridad, recordándole a Morgana la importancia de completar el lema correctamente.
Morgana asiente, captando la sugerencia implícita de Alexis. "El placer del amo es mi única prioridad", responde con sumisión y devoción, completando el lema con las palabras que su amo espera escuchar.
"Las esclavas que cumplen plenamente con las órdenes de sus amos y se entregan sin reservas son honradas con los nombres de 'puta', 'zorra la más puta' o 'la perra del Dios', ya que reflejan su total sumisión y devoción hacia sus amos".
"Morgana no te preocupares, me he corrido en tu útero, ya estamos limpia"
Las palabras de Alexis traen un alivio momentáneo a Morgana, quien se siente reconfortada por la afirmación de su amante. Con un suspiro de alivio, se recuesta en sus brazos, sintiéndose protegida y amada en ese momento íntimo y vulnerable.
"Nunca permitiré que nadie más me toque de esa manera", promete, apretando la mano de Alexis con gratitud y afecto. "Eres mi dios de la lujuria, el amo de mis deseos más profundos".
"Morgana, ¿quién es dios aquí?" Felix pregunta mientras su voz resuena en la habitación.
"Tú eres mi dios, Felix, mi dueño absoluto". Sus palabras son un eco de sumisión.
"¿Cual es tu oficio Morgana?"
"Mi único oficio es satisfacer a mi amo en cada momento y en cada lugar, complaciendo sus deseos más profundos y entregándome por completo a su voluntad". Sus palabras están cargadas de una promesa implícita de servidumbre y dedicación absoluta a Felix, su señor y dueño.
Morgana sonríe con complicidad mientras continúa moviéndose con gracia sobre él. "Nunca me cansaré de satisfacerte, mi señor. Mi único deseo es complacerte en todo momento y en todas las formas que desees. No quiero parar, quiero seguir siendo tu fuente constante de placer y satisfacción". Su voz suena llena de determinación y entrega, reflejando su devoción hacia Felix y su disposición para cumplir sus deseos más profundos.
"Así es, Morgana. Ahora quiero que continúes sin detenerte. ¿Crees que podrás soportar al menos 44 horas más?"
"Así lo haré, mi señor. Estoy dispuesta a servirte y complacerte en todo momento", responde Morgana con una sonrisa llena de deseo y entrega. "No hay límite para mi dedicación hacia ti. Haré todo lo posible para satisfacerte durante las 44 horas y más, si así lo deseas. Tu placer es mi única prioridad", asegura con determinación y pasión, reflejando su compromiso absoluto con su amo y su voluntad de cumplir todas sus fantasías.
"Así se hace Morgana, se una buena esclava sexual grita para mi".Morgana sonríe y su voz se llena de un gemido lleno de placer. "¡Sí, mi señor! ¡Haré todo lo que me pidas!", exclama con entusiasmo, dejando escapar un gemido de placer cuando Felix la penetra con más fuerza. Su voz se mezcla con los sonidos de la pasión mientras se entrega por completo a su papel de esclava sexual.
"Mis únicos trabajos aquí son satisfacerte y cumplir cada uno de tus deseos, mi amo. Mi estatus es el de esclava sexual, mi único propósito es complacerte en cada momento y en cada manera que desees". Sus ojos reflejan una mezcla de sumisión.
"En cualquier lugar te follare, nada de quejas ¿cierto? ".
"Sí, mi amo. En cualquier lugar y en cualquier momento, me entregaré completamente a ti sin quejas ni reservas", responde Morgana "Mis deseos no importan, solo deseo complacer a mi amo con mi cuerpo". Aunque quizás esté agotada y necesite descansar, su prioridad es satisfacer a su amo, incluso si eso significa seguir adelante a pesar del cansancio.
"Morgana, ¿estás cansada o seguirás complaciendo?" pregunta Felix entre gemidos mientras siente las caderas de Morgana moverse con violencia, provocando que la cama se sacuda con fuerza. "Así, Morgana, me encanta. Sigue así".
Aunque cansada, Morgana sigue moviéndose con determinación para satisfacer a su amo. "No estoy cansada, amo. Haré lo que desees", responde con firmeza, mientras continúa moviéndose con vigor para mantener el ritmo que su amo desea. La cama se balancea bajo ellos con cada movimiento, mostrando la intensidad de su entrega.
Morgana sonríe. Sus movimientos se vuelven aún más enérgicos, provocando que la cama se agite con cada embestida. Sus gemidos de placer se mezclan con el sonido de la cama golpeando contra la pared, mientras ella se esfuerza por satisfacer completamente a su amo.
"Pon tus manos en la cabecera y sigue moviendo esas caderas".
Morgana obedece de inmediato, colocando sus manos en la cabecera y aumentando la intensidad de sus movimientos. Sus caderas se balancean con gracia y determinación, mientras su cuerpo responde al deseo de su amo con una pasión desenfrenada. Cada embestida es más profunda y poderosa, llevando el placer al límite.
"Cual es tus sueños, satisfacer al amo al señor y nada más, tus únicas metas?"
"Mis sueños, mi único propósito, es satisfacer al amo, complacer cada uno de sus deseos y servirle en todo lo que necesite", responde Morgana con voz entrecortada por el placer. "No hay nada más importante para mí que ser su esclava, su diosa sexual".
"Adoro que digas eso Morgana, jamas cambiaras este trabajo por nada?"
"Nunca, amo", responde Morgana, con una mirada llena de devoción. "Este es mi único propósito, mi único deseo: servirte y satisfacerte en todo momento".
Morgana se estremece al escuchar las palabras de Alexis, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo mientras sus caderas se mueven al ritmo de las palabras de su amante. Gimiendo con fervor, se entrega al deseo que arde entre ellos, decidida a cumplir los deseos de su dueño.
Su cuerpo, marcado por la profanación de Cuervo, ahora es purificado por el placer que le otorga Alexis. Cada embestida es un recordatorio del dominio de su amo, y Morgana responde con la entrega total que le demanda su devoción.
El semen entre sus labios y su ano irritado son testigos de su sumisión absoluta, y mientras se acerca al clímax, su deseo de complacer a Alexis se intensifica. Sus gemidos llenan la habitación, mezclándose con los de su amo en una sinfonía de pasión desenfrenada.
Con cada movimiento, Morgana se acerca más al objetivo, decidida a llevar a su amo al éxtasis máximo. Su entrega es completa, su devoción inquebrantable, y cuando finalmente siente a Alexis derramarse dentro de ella, el éxtasis los envuelve a ambos en un torrente de placer indescriptible.
"¿Recuerdas, Morgana? ¿Cuál es el placer más importante?", pregunta Alexis.
Morgana asiente con una sonrisa traviesa mientras lo mira directamente a los ojos. "Sí, mi amo. Tu placer es lo más importante para mí", responde con devoción, anticipando lo que está por venir. "Una esclava sexual debe ser la más puta para el amo, debe satisfacerlo sin importar el placer de la esclava. Lo importante es el placer del amo. Si el amo quiere correrse y ordena que la sumisa no se corra, ella no debe correrse", recita Morgana con una voz firme, asimilando las enseñanzas de sumisión y devoción hacia su amo.
"Así se hace, y hay algo más, Morgana", agrega Alexis con autoridad, recordándole a Morgana la importancia de completar el lema correctamente.
Morgana asiente, captando la sugerencia implícita de Alexis. "El placer del amo es mi única prioridad", responde con sumisión y devoción, completando el lema con las palabras que su amo espera escuchar.
"Las esclavas que cumplen plenamente con las órdenes de sus amos y se entregan sin reservas son honradas con los nombres de 'puta', 'zorra la más puta' o 'la perra del Dios', ya que reflejan su total sumisión y devoción hacia sus amos".
"Morgana no te preocupares, me he corrido en tu útero, ya estamos limpia"
Las palabras de Alexis traen un alivio momentáneo a Morgana, quien se siente reconfortada por la afirmación de su amante. Con un suspiro de alivio, se recuesta en sus brazos, sintiéndose protegida y amada en ese momento íntimo y vulnerable.
"Nunca permitiré que nadie más me toque de esa manera", promete, apretando la mano de Alexis con gratitud y afecto. "Eres mi dios de la lujuria, el amo de mis deseos más profundos".
"Morgana, ¿quién es dios aquí?" Felix pregunta mientras su voz resuena en la habitación.
"Tú eres mi dios, Felix, mi dueño absoluto". Sus palabras son un eco de sumisión.
"¿Cual es tu oficio Morgana?"
"Mi único oficio es satisfacer a mi amo en cada momento y en cada lugar, complaciendo sus deseos más profundos y entregándome por completo a su voluntad". Sus palabras están cargadas de una promesa implícita de servidumbre y dedicación absoluta a Felix, su señor y dueño.
Morgana sonríe con complicidad mientras continúa moviéndose con gracia sobre él. "Nunca me cansaré de satisfacerte, mi señor. Mi único deseo es complacerte en todo momento y en todas las formas que desees. No quiero parar, quiero seguir siendo tu fuente constante de placer y satisfacción". Su voz suena llena de determinación y entrega, reflejando su devoción hacia Felix y su disposición para cumplir sus deseos más profundos.
"Así es, Morgana. Ahora quiero que continúes sin detenerte. ¿Crees que podrás soportar al menos 44 horas más?"
"Así lo haré, mi señor. Estoy dispuesta a servirte y complacerte en todo momento", responde Morgana con una sonrisa llena de deseo y entrega. "No hay límite para mi dedicación hacia ti. Haré todo lo posible para satisfacerte durante las 44 horas y más, si así lo deseas. Tu placer es mi única prioridad", asegura con determinación y pasión, reflejando su compromiso absoluto con su amo y su voluntad de cumplir todas sus fantasías.
"Así se hace Morgana, se una buena esclava sexual grita para mi".Morgana sonríe y su voz se llena de un gemido lleno de placer. "¡Sí, mi señor! ¡Haré todo lo que me pidas!", exclama con entusiasmo, dejando escapar un gemido de placer cuando Felix la penetra con más fuerza. Su voz se mezcla con los sonidos de la pasión mientras se entrega por completo a su papel de esclava sexual.
"Mis únicos trabajos aquí son satisfacerte y cumplir cada uno de tus deseos, mi amo. Mi estatus es el de esclava sexual, mi único propósito es complacerte en cada momento y en cada manera que desees". Sus ojos reflejan una mezcla de sumisión.
"En cualquier lugar te follare, nada de quejas ¿cierto? ".
"Sí, mi amo. En cualquier lugar y en cualquier momento, me entregaré completamente a ti sin quejas ni reservas", responde Morgana "Mis deseos no importan, solo deseo complacer a mi amo con mi cuerpo". Aunque quizás esté agotada y necesite descansar, su prioridad es satisfacer a su amo, incluso si eso significa seguir adelante a pesar del cansancio.
"Morgana, ¿estás cansada o seguirás complaciendo?" pregunta Felix entre gemidos mientras siente las caderas de Morgana moverse con violencia, provocando que la cama se sacuda con fuerza. "Así, Morgana, me encanta. Sigue así".
Aunque cansada, Morgana sigue moviéndose con determinación para satisfacer a su amo. "No estoy cansada, amo. Haré lo que desees", responde con firmeza, mientras continúa moviéndose con vigor para mantener el ritmo que su amo desea. La cama se balancea bajo ellos con cada movimiento, mostrando la intensidad de su entrega.
Morgana sonríe. Sus movimientos se vuelven aún más enérgicos, provocando que la cama se agite con cada embestida. Sus gemidos de placer se mezclan con el sonido de la cama golpeando contra la pared, mientras ella se esfuerza por satisfacer completamente a su amo.
"Pon tus manos en la cabecera y sigue moviendo esas caderas".
Morgana obedece de inmediato, colocando sus manos en la cabecera y aumentando la intensidad de sus movimientos. Sus caderas se balancean con gracia y determinación, mientras su cuerpo responde al deseo de su amo con una pasión desenfrenada. Cada embestida es más profunda y poderosa, llevando el placer al límite.
"Cual es tus sueños, satisfacer al amo al señor y nada más, tus únicas metas?"
"Mis sueños, mi único propósito, es satisfacer al amo, complacer cada uno de sus deseos y servirle en todo lo que necesite", responde Morgana con voz entrecortada por el placer. "No hay nada más importante para mí que ser su esclava, su diosa sexual".
"Adoro que digas eso Morgana, jamas cambiaras este trabajo por nada?"
"Nunca, amo", responde Morgana, con una mirada llena de devoción. "Este es mi único propósito, mi único deseo: servirte y satisfacerte en todo momento".
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