PORNOHISTORIAS: El coche T1:E1

Maria llegó a casa de Juan, bien arreglada, por que estos dos se iban a cenar a un restaurante relativamente cerca del domicilio de Juan, entonces, Juan le dijó a Maria que si se podía esperar 10 minutos para que se diese tiempo a peinarse y a ponerse la ropa que no tenía puesta, entonces, Maria sin ninguna queja, esperó, llegaron al restaurante en el cual iban a cenar, y todo empezó fluido, pidieron entrantes y bebidas, y mientras esperaban, Maria, la cual no veía a Juan desde hace mucho, le empezó a preguntar por cómo iban las cosas, y Juan respondió que todo genial, que nada había cambiado mucho, que seguía igual, y empezaron a entablar una gran conversación, cuando llegó la hora de pagar, no se decidían por pagar, ya que Juan quería tener un amable detalle con Maria, pero Maria a su vez, quería que Juan no se gastase su dinero, así que pagaron a medias, y a la hora de irse, Maria tenía que coger su coche, pero le daba miedo conducir por la noche, pero tampoco quería molestar a Juan, pero él, se ofreció a llevarla, ya que a Juan no le importaba conducir de noche, así que la iba a llevar a su casa, que no quedaba muy cerca, así que tendría que conducir por un largo rato, pero accedió pese a las horas que eran, mientras conducía, tuvieron una muy larga conversación sobre cosas cotidianas de la vida, y con alguna broma de por medio, entonces cogieron mucha confianza ambos ese día. Llegaron al barrio donde estaba su casa, pero ellos seguian en el coche, y al llegar, Maria le dió un abrazo y un besito en la mejilla a Juan, el cual no dudó ni un momento en devolvérselo, y al devolverselo, Maria hizo un gesto con la cara, y sin querer fue a la comisura del labio, entonces, Juan se disculpó, dijo que era un malentendido, pero Maria, muy desconcertada, le dijo: "me gusta como besas", Juan también algo confundido le dijo: "¿En serio?", Maria afirmó, y Juan, con algo de desconfianza, le dió otro beso, pero en este no se apartaría ninguno de los dos, entonces, a ambos se les olvidó todo lo que estaba sucediendo, y solo estaban ellos en sus mundos, entonces, Maria, más allá de llevar su mano siquiera hacia sus mejillas, fue directamente a buscar su polla, la cual estaba erecta en el momento que María la tocó, y Juan, fue a quitarle la camiseta y a ver como era lo que escondía Maria debajo de aquella camiseta molesta en aquel momento, Juan, sin parar de besar a Maria, empezó a agarrar sus tetas con fuerza, para sentirlas, y Maria, sin parar de besar a Juan, empezó a acariciar suavemente su polla, hasta que Maria decidió parar de hacer lo que estaban haciendo, porque se habían visto una vez en mucho tiempo, y quería ir lentamente, entonces, se subió el top rojo que llevaba en ese momento, y besó a Juan por última vez antes de despedirse, y mientras ella se alejaba, Juan más la necesitaba, y al llegar esa noche a casa, muy emocionado, se fue a la cama, y no paró de darle vueltas a lo que había pasado esa misma noche.