Siempre fui una adolescente muy tímida, pudorosa. Aunque esto cambió durante el transcurso de los años, creo que a todos nos pasa un poco en algún momento el hecho de tener vergüencita para algunas cosas. Aunque ya no era virgen, era medio inocentona, y sentí que gran parte de esa inocencia se fue en la noche que les voy a relatar.
Desde ese momento empecé a vestirme mas provocativamente, provocaba a los hombres, hasta con hombres mayores aunque nunca llegaba a nada, me encantaba el solo hecho de ser deseada. Empecé a verme con uno de 5to año con el cual cogíamos muy tiernamente y que yo había sido su primera vez. Se llamaba José y era un amor honestamente. Pero era muuuy virgo, y cornudo ajjaj. Me gustaban mucho sus compañeros, en especial uno que se llamaba Agustín, con el que siempre coqueteábamos y franeleábamos en todo momento y a escondidas claramente. Sin contar los demás con los que me veía pero no me garchaba, pues me gustaba mucho hacerme desear. Cuestión que me picó el bichito de querer salir con mis amigas pero por muchos motivos no se daba.
Y un día, de la nada y sin planearlo, mis amigas me invitaron a una fiesta de egresados de los chicos de 5to de otro colegio muy cercano al mío que tenía la fama de ser muy villero. Ibamos a ir con mi grupo de amigas.
Cuestión que llego el día de la fiesta, e iba a ir a vestirme y arreglarme a la casa de una de las chicas. Ese día decidí cortarle a mi ex novio porque yo sabía muy bien lo que iba a hacer. Me había vestido muy trola. Por su puesto mi familia nunca se enteró, con mi madre compramos un vestido, pero en realidad usaría un shortcito engomado negro muy ajustado que compré con esta amiga, junto con un topcito y una camperita de cuero. Abajo mi mejor bombachita de encaje y sin corpiño. Una trola total. Mis padres nunca lo supieron porque ellos me dejaron en la casa de mi amiga y de ahí salíamos con otras chicas en taxi al boliche. Les dejo una foto de como estaba:
Lucía el shortcito lo más contenta posible, realmente apretada, marcaba muy bien mi cola que ya tenía un buen tamaño para mi edad, y dejaba ver la mitad de esta ya que se me re subía. Las tetas me rebotaban ya que no tenía corpiño, pero se contenían lo suficiente con el topcito. Me sentía la mas puta del universo y a la vez estaba contenta de vestirme como a mi me gustaba, aunque cada tanto tenía que acomodarme el shortcito porque se me metía todo en la concha y en la cola.
Apenas llegamos a la fila para entrar fui la novedad de la noche, y confirmé que era todo muy turro. Habían unos pibitos que nos miraron a mi y a mis amigas de arriba a abajo y que nos sacaron charla durante todo lo que esperamos. Una de mis amigas, que tenía novio, se empezó a chapar con uno. Y literal que los otros me querían entrar a mi. Pero decidí aguantar las ganas (porque estaban todos partibles) y entrar al boliche con las chicas.
El boliche era medio pelo, tenía un salón principal de unos 200 m2, tenía un bar, con bebidas libres, y tenía un entrepiso hecho de madera que ocupaba una cuarta parte del salón, que se llegaba al mismo subiendo unas escaleras de maderas que crujían todas cuando uno ascendía, en donde funcionaba el guardarropas y 2 habitaciones mas que una la usaban para deposito de luces, equipos de sonidos y artículos de limpieza y bebidas. Dejamos nuestros abrigos en los lockers y nos metimos a la pista casi de una y ya entonadas por el alcohol.
La noche fue espectacular, bailamos, tomamos, fue una noche increíble. Me manosearon durante toda la noche muchos se hacían los tontos, cuando pasaban me rozaban, me tocaban disimiladamente y alguno que otro no le importa me metía mano mal.
Me habré chapado a 3-4 pibes que me manosearon como quisieron, pero ninguno me mataba realmente. Eso no quitaba que tenía la conchita re contra mojada.
Del grupo, solo quedábamos 2 que no nos habíamos ido con ningún flaco. Y bailábamos re perras realmente.
En un momento que ni me acuerdo cuando fue, entraron los egresados a la pista. Y les soy honesta, hice contacto visual con uno casi al toque. Morochito, con unas mechitas grises, un arito en la nariz, estaba con una bermuda y en cuero. Tenía un lomazo terrible más allá de que no era mi tipo de flaco, era el típico rocho con el que te podes cruzar. Con mi amiga estábamos perreando muy rico, y nos estabamos ganando muchas miradas. Cuestión que fue muy rápido el pibe este y se acercó a nosotras, y le dijo a mi amiga, "permiso reina, te robo a tu amiga un rato". Me sacó a bailar y hablamos un toque. Era mas grande que yo y confirmé mi estereotipo, era terrible turro. Tenía ese no se qué que me hacía calentar, realmente me gustaba. Les juro que no pasaron ni dos minutos que ya estábamos chapando zarpado en medio de la pista.
Era un zarpado total, me amasaba el orto como quería con las dos manos. EL short lo tenía recontra subido y se me veía todo. Pero no me importaba nada. Todo se fue al carajo cuando sentí su verga palpitar, que hacía fricción entre su bermuda, mi engomado y mi conchita.
No tardamos nada en irnos a los sillones, el se sentó y yo fui arriba de él. Creo que ese fue el detonante porque habremos estado un ratito no mayor a 15 minutos y yo no daba mas. El me amasaba no solo el orto si no que las tetas también, "que gomas tenes wacha, lastima que so una nena" me dijo. Le comí la boca y rozaba mi entrepierna en su bulto que parecía que iba a estallar. Me empezó a comer el cuellito y eso a mi me mata honestamente. Le tuve que pedir que pare y de la nada me sacó de encima suyo y me dijo que lo siga.
Subimos unas escaleras que llevaban a esos cuartos donde guardaban las cosas de limpieza. Nos encerramos y ahí realmente llegó lo mejor. No sabia que hora era, tenia el celu sin señal y estaba un poco tensa, pero a Dylan -que me enteré su nombre en las escaleras- no le importó nada. Se me tiró encima y me puso contra la pared y arrancó a chaparme de nuevo, mientras me manoseaba la concha por encima del shortcito. "Sabes chuparla chetita?", me tiró. Asentí con la cabeza y me hizo bajarle la bermuda. Lo que ví no tenía sentido. Una pija perfecta que iba a la perfección con ese lomo que tenía. Medía mínimo 17 cms, era gordita, cabezona, sin un pelo y un pouqito torcida.
Empecé a petearlo como podía, le chupaba toda la cabeza, iba y venía por todo el tronco mientras él gemía suavecito y me tenía firme del pelo. Se ve que no dio mas porque estuve unos minutos peteandolo y me puso de nuevo de pie contra la pared. Me dice "a las putita como vo se las coge de parado sabe?", no entendí mucho pero me arrancó el topcito, me cacheteó un poco las tetas y se agachó a mi entrepierna. Me bajó de un tirón el shortcito engomado y la bombacha y se encontró con mi intimidad. Con mi conchita depilada esa misma noche. Me la escupió y masajeó muy fuerte, cosa que me calentó mucho. Se reincorporó, me hizo abrir las piernas un poco y ponerme de puntitas de pie para dejar mi chuchi a la altura de su concha. "No te vas a poner un forro nene?" atiné a decir. Se me cagó de risa en la cara y acomodó esa chota en mi entradita, yo lo quise sacar de encima mio porque posta no quería sin forro. Me pego una cachetada que casi me saca una lagrima y me dice "quédate quieta trola de mierda". De nuevo, me la puso en la puertita de la concha y de una mandó su verga entera sin forro. Yo quería llorar porque no me estaba gustando, y el flaco este parecía disfrutarlo. No podía hacer nada y estaba encerrada, con el short engomado en los talones, siendo garchada contra la pared. La musica sonaba demasiado fuerte porque los equipos de sonido no estaban tan lejos, pero yo escuchaba muy bien ese sonido clásico de cogida, "plac-plac-plac".
Dylan me tenía así y no lo podía mirar a la cara, pero poquito a poco se empezó a sentir mas rico porque yo me acostumbraba. El me seguía agarrando firme de la cintura y yo ahora lo agarraba a el de la suya. Me cogía demasiado bien, le daba a un ritmo tremendo que José ni en pedo podía porque ya acababa todo. Medio que ya no lloriqueaba y empecé a gritar como una putita, como una nena putita.
Real que empecé a dar unos alaridos tremendos y empecé a moverme también, buscando esa pija. Todo esto de parado, cara a cara con Dylan y sin forro.
"Viste que te gusta chetita puta" me dijo, y yo no podía ni responder de la calentura. Tenia los pezones duros, estaba toda transpirada y hace un buen rato encerrada con este flaco. Seguiamos al mismo ritmo, y cada vez mas pegaditos cogiendo. Era demasiado rico sentir esa pija salir y entrar, y no aguante, le acabé todo. No saben el griterio que hice, completamente sacada. Mojé su pija, mis piernas, el shortcito, la bombacha y mis zapas.
Me temblaban las piernas y medio que amagué a sentarme pero él me agarró bien fuerte y empezó a cogerme duro de nuevo. Yo ya no podía más y lo dejé terminar, gritaba como una hija de puta. Nunca cambiamos la posición y me seguía dando de parado, cara a cara. Lo empecé a notar más agitado y de repente empezó a gemir ronco y a darme un poco más lento pero con unos pijazos que no saben lo rico que sonaban. Ví como se tensaba y noté lo que al principio no quería, me estaba acabando adentro. Sentí 5 chorros de leche hirviendo adentro mío. Muy así como si nada, se salió de adentro mio. Me soltó así nomas y se acomodó. Ni me besó, ni se quedó conmigo, nada. Se fue y yo quedé en ese cuarto con la cajeta dolorida y escupiendo leche. Atiné a ponerme la bombacha, el engomado y el top.
Como pude baje las escaleras, ya la fiesta estaba en su final ya quedaba menos de la mitad de la gente y ya habían prendido las luces. A mis amigas ni las vi, tuve suerte porque no quería quilombos si volvía con ellas asi que me hice la boluda y me pedí un uber a mi casa.
Entre en casa. Saludé a mis papas que estaban acostados, los saludé detrás de la puerta para que no me vean toda hecha un desastre, despeinada, sudada y con un olor a escabio horrible.
Caminé a mi baño con la intención de bañarme, pero fui directo a mi cama. Cerré todo, me saqué el top y las zapas y me dormí con el shortcito engomado puesto.
Me desperté con todos los muslos pegajosos, las piernas doloridas y la concha con leche que me manchaba la bombacha. Hablé con mis amigas al día siguiente y les conté todo, y quedamos esa noche para volver a salir...
Si quieren saber más, me lo dicen y sigo contando. Déjenme puntitosss
Desde ese momento empecé a vestirme mas provocativamente, provocaba a los hombres, hasta con hombres mayores aunque nunca llegaba a nada, me encantaba el solo hecho de ser deseada. Empecé a verme con uno de 5to año con el cual cogíamos muy tiernamente y que yo había sido su primera vez. Se llamaba José y era un amor honestamente. Pero era muuuy virgo, y cornudo ajjaj. Me gustaban mucho sus compañeros, en especial uno que se llamaba Agustín, con el que siempre coqueteábamos y franeleábamos en todo momento y a escondidas claramente. Sin contar los demás con los que me veía pero no me garchaba, pues me gustaba mucho hacerme desear. Cuestión que me picó el bichito de querer salir con mis amigas pero por muchos motivos no se daba.
Y un día, de la nada y sin planearlo, mis amigas me invitaron a una fiesta de egresados de los chicos de 5to de otro colegio muy cercano al mío que tenía la fama de ser muy villero. Ibamos a ir con mi grupo de amigas.
Cuestión que llego el día de la fiesta, e iba a ir a vestirme y arreglarme a la casa de una de las chicas. Ese día decidí cortarle a mi ex novio porque yo sabía muy bien lo que iba a hacer. Me había vestido muy trola. Por su puesto mi familia nunca se enteró, con mi madre compramos un vestido, pero en realidad usaría un shortcito engomado negro muy ajustado que compré con esta amiga, junto con un topcito y una camperita de cuero. Abajo mi mejor bombachita de encaje y sin corpiño. Una trola total. Mis padres nunca lo supieron porque ellos me dejaron en la casa de mi amiga y de ahí salíamos con otras chicas en taxi al boliche. Les dejo una foto de como estaba:
Lucía el shortcito lo más contenta posible, realmente apretada, marcaba muy bien mi cola que ya tenía un buen tamaño para mi edad, y dejaba ver la mitad de esta ya que se me re subía. Las tetas me rebotaban ya que no tenía corpiño, pero se contenían lo suficiente con el topcito. Me sentía la mas puta del universo y a la vez estaba contenta de vestirme como a mi me gustaba, aunque cada tanto tenía que acomodarme el shortcito porque se me metía todo en la concha y en la cola.
Apenas llegamos a la fila para entrar fui la novedad de la noche, y confirmé que era todo muy turro. Habían unos pibitos que nos miraron a mi y a mis amigas de arriba a abajo y que nos sacaron charla durante todo lo que esperamos. Una de mis amigas, que tenía novio, se empezó a chapar con uno. Y literal que los otros me querían entrar a mi. Pero decidí aguantar las ganas (porque estaban todos partibles) y entrar al boliche con las chicas.
El boliche era medio pelo, tenía un salón principal de unos 200 m2, tenía un bar, con bebidas libres, y tenía un entrepiso hecho de madera que ocupaba una cuarta parte del salón, que se llegaba al mismo subiendo unas escaleras de maderas que crujían todas cuando uno ascendía, en donde funcionaba el guardarropas y 2 habitaciones mas que una la usaban para deposito de luces, equipos de sonidos y artículos de limpieza y bebidas. Dejamos nuestros abrigos en los lockers y nos metimos a la pista casi de una y ya entonadas por el alcohol.
La noche fue espectacular, bailamos, tomamos, fue una noche increíble. Me manosearon durante toda la noche muchos se hacían los tontos, cuando pasaban me rozaban, me tocaban disimiladamente y alguno que otro no le importa me metía mano mal.
Me habré chapado a 3-4 pibes que me manosearon como quisieron, pero ninguno me mataba realmente. Eso no quitaba que tenía la conchita re contra mojada.
Del grupo, solo quedábamos 2 que no nos habíamos ido con ningún flaco. Y bailábamos re perras realmente.
En un momento que ni me acuerdo cuando fue, entraron los egresados a la pista. Y les soy honesta, hice contacto visual con uno casi al toque. Morochito, con unas mechitas grises, un arito en la nariz, estaba con una bermuda y en cuero. Tenía un lomazo terrible más allá de que no era mi tipo de flaco, era el típico rocho con el que te podes cruzar. Con mi amiga estábamos perreando muy rico, y nos estabamos ganando muchas miradas. Cuestión que fue muy rápido el pibe este y se acercó a nosotras, y le dijo a mi amiga, "permiso reina, te robo a tu amiga un rato". Me sacó a bailar y hablamos un toque. Era mas grande que yo y confirmé mi estereotipo, era terrible turro. Tenía ese no se qué que me hacía calentar, realmente me gustaba. Les juro que no pasaron ni dos minutos que ya estábamos chapando zarpado en medio de la pista.
Era un zarpado total, me amasaba el orto como quería con las dos manos. EL short lo tenía recontra subido y se me veía todo. Pero no me importaba nada. Todo se fue al carajo cuando sentí su verga palpitar, que hacía fricción entre su bermuda, mi engomado y mi conchita.
No tardamos nada en irnos a los sillones, el se sentó y yo fui arriba de él. Creo que ese fue el detonante porque habremos estado un ratito no mayor a 15 minutos y yo no daba mas. El me amasaba no solo el orto si no que las tetas también, "que gomas tenes wacha, lastima que so una nena" me dijo. Le comí la boca y rozaba mi entrepierna en su bulto que parecía que iba a estallar. Me empezó a comer el cuellito y eso a mi me mata honestamente. Le tuve que pedir que pare y de la nada me sacó de encima suyo y me dijo que lo siga.
Subimos unas escaleras que llevaban a esos cuartos donde guardaban las cosas de limpieza. Nos encerramos y ahí realmente llegó lo mejor. No sabia que hora era, tenia el celu sin señal y estaba un poco tensa, pero a Dylan -que me enteré su nombre en las escaleras- no le importó nada. Se me tiró encima y me puso contra la pared y arrancó a chaparme de nuevo, mientras me manoseaba la concha por encima del shortcito. "Sabes chuparla chetita?", me tiró. Asentí con la cabeza y me hizo bajarle la bermuda. Lo que ví no tenía sentido. Una pija perfecta que iba a la perfección con ese lomo que tenía. Medía mínimo 17 cms, era gordita, cabezona, sin un pelo y un pouqito torcida.
Empecé a petearlo como podía, le chupaba toda la cabeza, iba y venía por todo el tronco mientras él gemía suavecito y me tenía firme del pelo. Se ve que no dio mas porque estuve unos minutos peteandolo y me puso de nuevo de pie contra la pared. Me dice "a las putita como vo se las coge de parado sabe?", no entendí mucho pero me arrancó el topcito, me cacheteó un poco las tetas y se agachó a mi entrepierna. Me bajó de un tirón el shortcito engomado y la bombacha y se encontró con mi intimidad. Con mi conchita depilada esa misma noche. Me la escupió y masajeó muy fuerte, cosa que me calentó mucho. Se reincorporó, me hizo abrir las piernas un poco y ponerme de puntitas de pie para dejar mi chuchi a la altura de su concha. "No te vas a poner un forro nene?" atiné a decir. Se me cagó de risa en la cara y acomodó esa chota en mi entradita, yo lo quise sacar de encima mio porque posta no quería sin forro. Me pego una cachetada que casi me saca una lagrima y me dice "quédate quieta trola de mierda". De nuevo, me la puso en la puertita de la concha y de una mandó su verga entera sin forro. Yo quería llorar porque no me estaba gustando, y el flaco este parecía disfrutarlo. No podía hacer nada y estaba encerrada, con el short engomado en los talones, siendo garchada contra la pared. La musica sonaba demasiado fuerte porque los equipos de sonido no estaban tan lejos, pero yo escuchaba muy bien ese sonido clásico de cogida, "plac-plac-plac".
Dylan me tenía así y no lo podía mirar a la cara, pero poquito a poco se empezó a sentir mas rico porque yo me acostumbraba. El me seguía agarrando firme de la cintura y yo ahora lo agarraba a el de la suya. Me cogía demasiado bien, le daba a un ritmo tremendo que José ni en pedo podía porque ya acababa todo. Medio que ya no lloriqueaba y empecé a gritar como una putita, como una nena putita.
Real que empecé a dar unos alaridos tremendos y empecé a moverme también, buscando esa pija. Todo esto de parado, cara a cara con Dylan y sin forro.
"Viste que te gusta chetita puta" me dijo, y yo no podía ni responder de la calentura. Tenia los pezones duros, estaba toda transpirada y hace un buen rato encerrada con este flaco. Seguiamos al mismo ritmo, y cada vez mas pegaditos cogiendo. Era demasiado rico sentir esa pija salir y entrar, y no aguante, le acabé todo. No saben el griterio que hice, completamente sacada. Mojé su pija, mis piernas, el shortcito, la bombacha y mis zapas.
Me temblaban las piernas y medio que amagué a sentarme pero él me agarró bien fuerte y empezó a cogerme duro de nuevo. Yo ya no podía más y lo dejé terminar, gritaba como una hija de puta. Nunca cambiamos la posición y me seguía dando de parado, cara a cara. Lo empecé a notar más agitado y de repente empezó a gemir ronco y a darme un poco más lento pero con unos pijazos que no saben lo rico que sonaban. Ví como se tensaba y noté lo que al principio no quería, me estaba acabando adentro. Sentí 5 chorros de leche hirviendo adentro mío. Muy así como si nada, se salió de adentro mio. Me soltó así nomas y se acomodó. Ni me besó, ni se quedó conmigo, nada. Se fue y yo quedé en ese cuarto con la cajeta dolorida y escupiendo leche. Atiné a ponerme la bombacha, el engomado y el top.
Como pude baje las escaleras, ya la fiesta estaba en su final ya quedaba menos de la mitad de la gente y ya habían prendido las luces. A mis amigas ni las vi, tuve suerte porque no quería quilombos si volvía con ellas asi que me hice la boluda y me pedí un uber a mi casa.
Entre en casa. Saludé a mis papas que estaban acostados, los saludé detrás de la puerta para que no me vean toda hecha un desastre, despeinada, sudada y con un olor a escabio horrible.
Caminé a mi baño con la intención de bañarme, pero fui directo a mi cama. Cerré todo, me saqué el top y las zapas y me dormí con el shortcito engomado puesto.
Me desperté con todos los muslos pegajosos, las piernas doloridas y la concha con leche que me manchaba la bombacha. Hablé con mis amigas al día siguiente y les conté todo, y quedamos esa noche para volver a salir...
Si quieren saber más, me lo dicen y sigo contando. Déjenme puntitosss
2 comentarios - Cogiendo con un turro en una fiesta de egresados...