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Encuentro con mi Ahijada (sexo Casual)

Hay momentos en la vida, que ciertas circunstancias nos desconciertan, hace 17 años, cuando yo tenía 30, uno de mis mejores amigos de la Universidad era papá, nacía su hija y en esa fecha estaba bautizando a Paola, mi ahijada, el tiempo pasó volando y hace una semana ya cumplió sus 18 años, convirtiéndose en una chica muy hermosa y de temperamento alegre y definido, la confianza y hasta complicidad que hubo siempre entre los dos, hacía que nuestra relación fuera muy abierta y relajada.
Aún con su padre somos muy cercano, fue un apoyo importante en mi separación dándome contención en un momento difícil de mi vida, siempre preocupado de mi estado físico y emocional, y no solo él sino que su familia, y entre ellos Paola, aunque muy pequeña era muy apegada a mi y mi ex.
la celebración estaba programada para el sábado, para el día anterior Karol (su madre) me pidió apoyo para que la acompañara, ya que ella y su padre estarían full ocupados, y era mi día de descanso, así que ningún problema en solucionar ese impase, pase por ella a la universidad, el programa era ir al Mall, mirar alguna prenda para su día, al pasar una tienda vio un vestido que le encantó, opté por pagarlo yo y ofrecérselo como regalo y afortunadamente quedó encantada.
Claramente la fiesta sería muy juvenil, con compañeros de la universidad, amigos de infancia, primos, etc. La fiesta transcurrió muy bien, mis compadres madrugaron para viajar desde fuera de la ciudad, y arrendaron un bonito lugar para la celebración, así que la fiesta terminó a eso de las 4 de la madrugada, Paola decidido no viajar con ellos a esa hora, que se quedaría en la ciudad y viajaría al día siguiente. Todos nos despedimos y regrese a mi hogar.
A eso de las 11 am, me llamó y me dijo que si tenía algo que hacer ese día, como estaba de descanso le dije que no, estaba desocupado del todo, entonces me propuso que la llevara a la casa de sus padres, me pareció un buen plan ya que para el lunes sería festivo, así que tendría dos días para relajarme en casa de mis compadres, la pasé a recoger una hora más tarde, timbré en la casa y cuando salió a recibirme, HOOO … tremenda sorpresa, tenía puesto el vestido que le di de cumpleaños y la verdad se veía radiante, muy sensual, apenas le llegaba a los muslos, era algo suelto, como especie de minifalda, me saludo de abrazo y beso en la mejilla como siempre
…-¡Hola Tío… mira que bien se ve el vestido que me regalaste, me encanta… Irradiaba alegria
Note que esta vez me abrazó más fuerte y durante varios segundos, luego del impacto, salimos y emprendimos el viaje, por primera vez, sentí que no podía evitar mirarla ya no como la niña de años anteriores, si no como la hermosa mujer que además lucía fantástica con ese vestido que dejaba ver claramente la belleza de su cuerpo.
Antes de salir de la ciudad, paramos en un lugar a comer algo, la verdad el clima estaba un poco nublado y hacia bastante frio, ya nos disponíamos a bajar del vehículo y ella gira hacia atrás, se arrodilló en su asiento para traer del puesto trasero un bolso para sacar un abrigo, no sé si fue intencional, pero se agachó de tal manera que dejo al descubierto sus hermosas nalgas y un pequeño hilo blanco
Una corriente estremeció todo mi cuerpo, realmente mi ahijada era toda una hermosa mujer, de una manera muy normal pero con una sonrisa algo pícara, se sentó y mientras se colocaba el abrigo, separó sus piernas lo suficiente para que quedara al descubierto su pequeña tanga que dejaba notar su hermosa vagina, por cierto todo fue muy rápido.
Luego de almorzar seguimos el viaje, aún quedaba un poco par de horas para llegar a nuestro destino, al rato, el clima ya era más cálido, al pasar por una zona donde corre un riachuelo y hay bastante vegetación (tomar en cuenta que estamos en el desierto), me detuve pues ella quería tomarse unas fotos, cuando se quitó el abrigo, volvió a colocarse de rodillas para guardarlo en la maleta, esta vez giró un poco sus caderas hacia mi dejándome ver claramente su hermoso culo, no pude evitar tener una erección y que se notara visiblemente, puesto que llevaba puesto un pantalón de buzo (deportivo) que al volver a sentarse no supe como ocultar, ella lo notó pero no dijo nada, solo sonrió y con un toque de coquetería me dijo, bajamos padrino?, luego de las fotos.
Dentro del recorrido teníamos que viajar a orilla de costa, por lo que al pasar por un balneario muy turístico con una playa exquisita Paola propuso irnos a dar un chapuzón. Nuevamente gira en su asiento y se arrodilla otra vez se agachó que dejaba a la vista su redondo culo, que ahora ya no se lo miraba de reojo si no que mi vista clavada en ella, tomo un bolsito pequeño donde llevaba su traje de baño, tomo un par de toallas y bajo a cambiarse. Yo en tanto me cambie en el auto un short y baje a la playa, al rato por detrás escucho su voz, y uuuufff, mis ojos casi se salen de su sitio, mi ahijada lucía un pequeño bikini blanco que me dejó con la boca abierta y también a más de algunos que estaba cercano a nosotros, me tomo de la mano y entramos al agua, estaba muy fresca, jugamos un rato siendo inevitables algunos roses que ponían la lívido en alerta.
Luego de aquello, ya siendo aproximadamente las 7 de la tarde proseguimos el viaje, se había cambiado de ropa, ahora llevaba un short licrado que se ajustaba perfectamente a sus curvas y una camiseta corta, note que no usaba sostén y todo eso tenía mis sentidos y mi cuerpo al borde del colapso, ya entrando la noche, llegamos por fin a una pequeña ciudad, nos quedaba casi media hora por carretera para llegar a su casa. Paola me dijo que la vía no estaba en muy buenas condiciones en unos tramos, por lo que no convenía transitar de noche, entonces ella me dijo, padrino, yo creo que lo mejor es que nos quedemos en un hospedaje esta noche y en la mañana vamos para allá, la sugerencia era aceptable dadas las circunstancias, así que buscamos donde hospedarnos.
Hice algunas consultas y me recomendaron un hotel, Ya en al hotel, ella se adelantó a reservar las habitaciones mientras yo estacionaba el vehículo y bajaba el equipaje, mi gran sorpresa fue cuando subimos al tercer piso pensando que había solicitado habitaciones separadas, pero solo había reservado una habitación con cama doble, según ella solo quedaba esa.
le pregunté, donde dormiría yo, ella sonriendo me rodeó el cuello con sus brazos y me dijo,
-… “padrino tendremos que compartir la habitación” … acaso no te gusta la idea
Agregando -…”tengo una fantasía, mis compañeras de U, me comentan lo delicioso que es estar con un hombre maduro y no con niños de nuestra edad que solo desean hacerlo sin preocuparse que de gocemos nosotras”
-… “ Además, ya no tiene sentido que sigamos intentando engañarnos, estas solo y me gustas como hombre y sé que yo a ti como mujer, o crees que no me he dado cuenta de las muchas veces que se te ha puesto dura mientras me miras ligera de ropa?,
No sabía que decir y entonces ella rompió el hielo de una manera abrupta pero indescriptible, desaforadamente me besó mientras pegaba por completo su sensual cuerpo al mío, entonces ella tomo mis manos y las colocó en su cintura, su piel era tibia y suave como terciopelo, de ninguna manera pude evitar una de mis más fuertes erecciones, ella estaba tan pegada a mí, que podía sentir a través del short el calor de su vagina sobre mi verga, su lengua jugaba con la mía, mientras sus labios carnosos me besaban con lujuriosa pasión, la situación ya no tenía reversa, los dos estábamos locos de deseo sexual y solo satisfacernos sería nuestra prioridad.
Luego de acariciarnos, manosearnos y estimularnos mutuamente por un rato, sin decirnos nada, mis manos recorrían desde su rostro hasta llegar a su trasero apretando sus nalgas fuertemente contra mi sexo, sentía como sus pezones duros se apretaban contra mi pecho.
Nos desnudamos rápidamente, de nuevo me abrazó y nos besamos lujuriosamente, su cuerpo tibio y su piel más suave que el más fino peluche, hicieron que mi cuerpo y mis sentidos se estremecieran, mi verga estaba tan dura como nunca antes, su vagina abultadita e impecablemente rasurada, me producía un morbo inimaginable, era tal la empatía entre nosotros, que nos lanzamos sobre la cama a la vez, nos revolcamos en ella como animales salvajes, rebosantes del mas infinito deseo carnal, nuestras manos exploraban cada parte posible de nuestros cuerpos, hasta quedar ella sobre mi cuerpo, tomo con su mano mi verga la colocó entre sus muslos, iniciando una masturbación con sus manos que me volvió loco de deseo, un movimiento de elevación y descenso sobre la piel de mi pene con ambas manos apretando fuertemente dejándome un dolor delicioso que provocaba que la sangre hinchara más mi falo.
Su vagina estaba muy mojada y pronto mi verga también con sus fluidos, sentía un deseo loco de penetrarla, pero ella no me lo permitía, de repente, una de sus manos tomó mi verga y mientras me masturbaba, su boca se deslizó lenta y muy sensualmente hacia mi abdomen, ella me miró y sus pupilas estaban muy dilatadas, su lengua jugaba libidinosamente en mi piel, haciendo que un fuerte corriente sacudiera mi cuerpo, apenas si podía aguantar el incontrolable deseo de ese sexo oral mágico y sublime que estaba por llegar y sin duda, a ella le sucedía lo mismo, pues estando su boca en mi ombligo, se movió rápidamente hacia abajo, posando sus rosados labios carnosos en mi verga, casi eyaculo de la emoción, controlarme era casi imposible, mis gemidos y respiración agitada parecían excitarla aún más, su boca inició una mamada frenética que me tenía completamente fuera de control, no podía razonar, como mi ahijada me estaba dando un placer sexual tan embriagador, esa la primera vez que sentía el recorrer de la lengua de mi ahijada, los labios de su boca ir y venir desde la base subiendo hasta la punta, era verdadera mente a estar en el cielo, recorría con su mano y después llevaba su boca a mi mástil, mis piernas las sentía temblar, delicadamente su lengua me recorría el tronco de arriba abajo, y cada vez que llegaba a la cima comenzaba a tragarlo, su lengua al interior me humedecía más y más, ella aceleraba la succión sobre mi tronco rígido, a veces tragaba lo que más podía dentro de su garganta que la hacía toser e incluso a dar arcadas, pero a ella eso no le importaba, al contrario, más y más era el esfuerzo por tener toda la carne en el interior de su boca. Por un instante el tiempo se detenía ante la mirada fija sobre mi miembro, para que suavemente lo llevaba a su boca, dándole unos besos en la punta para luego ir despacio tragándola porción de carne, así poco a poco, ir bajando por el tronco hasta los mismos huevos, mientras sus manos realizaban movimientos pajeándolo de arriba abajo, despacio y luego con más aceleración, escupía el glande y volvía a la carga continuando con la sesión.
Con mi herramienta en su mano, me dijo casi con él en la boca:
-…"que ganas tenía de hacer esto desde hace tiempo padrino, mis amigas tenían razón de tener un miembro así de un hombre maduro, no tiene comparación a uno de nuestros novios" …y se la engulló de golpe... nuevamente entraba y salía con rapidez de su boca.
Pasaron varios minutos y sentí el impulso de tomar la iniciativa, me levanté un poco y tomándola por los brazos, hice girar nuestros cuerpos quedando ella debajo, con avidez, busque sus lindas tétitas, sus pezones rosaditos y muy erectos fueron de inmediato presa de mis labios, instintivamente coloqué una de mis piernas entre las suyas, mi muslo frotaba y presionaba su vagina caliente y muy mojada, ojalá pudiera describir lo que sentía en ese momento, después de recorrer su maravilloso cuerpo juvenil con mi boca desde su boca hasta los tobillos, llegó la locura, con sus piernas abiertas, frente a mi estaba su divino sexo, podía sentir su calor en mi cara, su copiosa humedad me eclipsaba, sin poder controlarme un segundo más, inicie una desaforada mamada a su vagina . Yo tenía su conchita frente a mi totalmente cerradita, protegida por esos pequeños labios eran explorados por sus dedos por lo que se alcanzaba ver la entrada ya muy humedecida, con mis dedos abrí los labios copiando lo que ella hacía, verdaderamente era una vaginal juvenil, después de pasar los dedos por la abertura, quedándome muy mojados. Me acomode y me concentre en lamer la conchita. Acomode mi cara y mi boca hasta sus labios, abriéndolos con mi lengua para llegar a su clítoris, ahí me quede succionando levemente y pasando mi lengua en círculos, puse mi mano izquierda en los pliegues del clítoris, los abrí para dejar aquel botón expuesto a mis caricias, metí mis dedos de la mano derecha, buscando lo profundo, la verdad que estaba muy mojado el interior de su conchita. Fui penetrando mis dedos sintiendo la carne en el interior llegando mis dedos hasta unas pequeñas protuberancias en el interior que fui frotando y presionando, sin saberlo llegaba a su punto G, recorrer la rigurosidad de su pared superior comencé a acariciar y presionar con dos dedos dando mayor ritmo.
ella tomó mi cabeza con sus manos presionándola con fuerza, mientras retorcía su cuerpo entre gemidos y gritos de placer, intentar entender o describir lo que sentíamos era una fantasía, le proporcionaba un sexo oral tan intenso y descontrolado, nuestros cuerpos y sentidos, estaban absolutamente poseídos por la más incomprensible lujuria, al punto que si poder aguantar más, ella, aferrándose a mi cabeza. Al tiempo que yo succionaba aquella entrada maravillosa, exquisita, brillosa ya por los néctares que de ahí emanaban, a veces con más flujo que evacuaba llegando a mi boca. Mi lengua lamía cada rincón que había entre el clítoris y los labios mayores y menores., y que también mordisqueaba con suavidad, jugaba entre acariciar el clítoris que estaba muy hinchado, más duro agradecía arqueando su espalda hasta arriba y con movimientos frenéticos, cerrando los ojos y deleitando mis oídos con frases como:
-…"ahhh, sí así así......qué bien se siente, que rico ....síiii, vas a hacerme correr enseguida". “Ohhh, sigue así, no pares padrino, así así, que delicia sentir tu lengua “
“Ohh si que delicia, que exquisito, quería hace tiempo sentir esto..
Del interior de su cavidad expulsaba chorritos mojando mi lengua note su cuerpo estremecerse deliciosamente en mi boca cuando ya gritaba diciendo
-…“Haces que acabe, sí, me vengo, si si si que delicia, Ohhh Dios que rico, que rico, si acábame más, mas, ohhh ahhhh, mmnn, sii sii
Sus gemidos se fueron aplacando junto a las sacudidas, palpitaciones y estremecimientos que recorrían desde el interior de cu cavidad vaginal hasta llegas a su cerebro, poco a poco fue bajando ese estremecimiento e intensidad, con su respiración agitada tomaba lentamente su respiración normal.
Despues de unos minutos de retomar el aliento me llevó sobre sí, nos besamos salvajemente y en ese instante, ella rodeó y atrapó mis caderas con sus maravillosas piernas, el momento supremo había llegado, su vagina estaba tan mojada que sin protocolo alguno, mi verga quedo en la entrada y ella con un movimiento de cintura hundió en ella totalmente, estaba tan caliente y apretada que tuve que hacer un esfuerzo sobre humano para no venirme, nos abrazamos fuertemente y sin movernos, disfrutamos de esa penetración por varios segundos, entonces, su dulce voz susurró a mi oído, padrino, contrólate, no quiero que te vengas tan rápido, sus palabras fueron como un soplo de frescura que relajó mi cuerpo y apaciguó mis sentidos, comencé a moverme lenta pero eróticamente y ella a seguir mis movimientos, la coordinación que teníamos hacía parecer que tuviéramos una buena experiencia sexual de pareja, el fascinante morbo y la lujuria que yo sentía al estar entre las piernas de mi ahijada con mi verga moviéndose dentro de su cavidad vaginal, era solo comparable con lo que ella sentía al entregarse a su padrino, nada parecía existir en torno a nosotros, la magia de nuestros sexo perfectamente compenetrados, solo nos permitía una cosa, SENTIR.
Conforme pasaban los minutos, ya más controlados, la faena sexual se encaminó a darnos el mayor placer posible, no queríamos hacer el amor, queríamos culear desaforadamente y es lo que hicimos, Paola hizo girarnos, para quedar ella nuevamente sobre mi cuerpo y se ubicó sentada con ambas piernas por sobre mi cadera y fue bajando lentamente, primero frotando la punta con la entrada y su botón mágico, refregando entre sus labios menores, yo sentía su estrecha y chorreante vagina, sentía como se abría camino al entrar en contacto con sus paredes vaginales, que ahora producto de su anterior orgasmo se sentían más estrecha, pero gracias a los líquidos emanados lograba dar una lubricación mucho mayor, fue entonces ella ya montada completamente y penetrándose agitadamente hasta que vi perderse mi miembro en aquella abertura, inicio un movimiento de una vaquera… montando ya completamente sobre mi… sentía el final de las paredes golpear la cabeza de mi miembro, nuevamente gemía deliciosamente, gritando
-…“no aguanto más me vengo, me vengo… ohhh si quiero acabar, siiii siiii ahhhh mmmmn, ohhhh ahhhh ahhh, que rico se siente tu v3rga adentro, que caliente y firme”…
Cerca de las 4 de la madrugada y tras 4 maravillosos polvazos, terminamos rendidos, ella planificaba así que me permitió el maravilloso placer de venirme dentro un par de veces, las otras dos, una en su boca y la otra sobre sus hermosas tétitas.
Fue tal el agotamiento, que despertamos casi al medio día, ella despertó primero y pegando su cuerpo al mío, me besó suavemente hasta lograr que despertara, sin duda ese fue el mas delicioso despertar de mi vida, abrazados, nos besamos suave pero apasionadamente por varios minutos, entonces ella se tendió bocarriba junto a mí, me quede mirándola extasiado y le dije, ahijada, eres una mujer demasiado hermosa y sensual, ella sonrió y respondió, tú también eres muy varonil, maduro y muy buen polvo, los dos reímos, no pude evitar fijar mi mirada en su vagina, sabía cómo estaba después de lo acontecido, como un resorte, salté sobre su cuerpo colocándome en posición de 69, chupamos nuestros sexos cada instante mas desaforadamente, el placer era supremo, el olor y sabor de su vagina me enloquecía, algo similar le ocurría a ella con mi verga, total, después de varios minutos desenfreno oral, exploté dentro de su boca, ella aferrándose de mis piernas, metió mi verga hasta el fondo de su garganta, ahogándose con mi semen, eso provocó que el ímpetu de mi mamada llegara a su nivel mas intenso y provoque en ella un majestuoso orgasmo que empapó nuevamente mi boca.
Luego de ese maravilloso remate de placer, nos duchamos en medio de deliciosas caricias, besos y palabras eróticas, por fin después de casi una hora de viaje, llegamos a su hogar, allí todo se desarrolló con normalidad, pero al regresar a la ciudad, 2 o 3 veces en la semana, la recogía al salir de la universidad, para ir a un motel y entregarnos a nuestras más bajas pasiones.

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