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La tentación no llega sola, uno la escoge Capitulo 5

La vez que compré Hecho al amor.
Yesabell l

Como muchos sabrán, el 20 de Marzo del 2020 Alberto Fernández decretó la cuarentena que terminaría con la vida sexual de muchos. Las reuniones familiares, los amigos y las citas se acabaron por el pánico que despertó en la sociedad aquél virus desconocido que provenía del país asiático. 

Fue una gran época para los que la supimos aprovechar. Como si fuese un retiro espiritual. En esa temporada todos tuvimos varias mezclas de sentimientos encontrados. Tristeza, pues mucho perdimos a un ser querido. Alegría porque el encierro nos encontró y unió con nuestra familia. Quienes estuvimos solo en nuestros departamento nos volvió mas fuerte y creativos. Por supuesto, no daré mi opinión política al respecto porque no va el caso. El objetivo de mis relatos es contarles como salí de un pozo profundo del que yo mismo me metí, y a veces, las adversidades de la vida tratan continuamente devolverte a ese espacio oscuro dentro del mismo ser. 

La pandemia para mí fue en muchos aspectos "progreso". Pero en lo sentimental me sentía solo. Vivía con mi familia pero ya estaba harto. Si, avancé en mis estudios porque era mucho mas fácil rendir los exámenes, mantener la regularidad y la asistencia. Pero, en lo personal y cotidiano estaba solo. 

En aquél tiempo vivía con mi hermano, quien cada fin de semana viajaba al pueblo de su mujer para quedarse sábado y domingo con ella. La casa vacía, en silencio, el rumor de la calle pisoteado por el canto de las aves traían esa nostalgia de ruido que traen las tardes de Marzo. 

Todos los días me ponía objetivos, tareas, y lecturas para poder sobrevivir el día a día. Además, alternaba con ejercicios de fuerza para mantenerme bien física y mentalmente. Creo que fue mi mejor etapa como persona, pensamiento frio y desafiante, físico formado y esbelto. 

En lo sexual... no tanto, era la parte de mi que no podía saciar, después de haber probado tantos manjares me quedé con la abstinencia de seguir hurgando en esos detales que apenas descubría. 

Una noche, de aquella interminable cuarentena, un sábado para ser más exacto, no había nadie en mi agenda. No conservaba número de mujeres nuevas, y mis amigos preferían no arriesgarse para cuidar a sus familiares. En mi caso no había nadie a quien cuidar, solamente a mi mismo, que ya estaba inmunizado por un previo contagio.   

Decidí hacer algo que jamás habia hecho, y que no lo tenía por desechado desde un principio... llamé a una paga, investigué pagina por pagina y me animé con una que ví que era de la zona, mi fetiche era ver si alguna conocida se dedicaba a ello, ya que habia descubierto que me excitaba investigar las vidas privadas de mis conocidos. 

Su nombre Yesabell. Una llamada a la media noche alcanzó para que me confirmara su visita. Al rato, un auto rojo estacionó en la puerta de mi domicilio. De él baja una mujer de un metro sesenta, con sombrero de bruja y tutú de bailarina. Al principio sentí cierto pánico por los vecinos, que se darían cuenta por la apariencia de mi nueva conocida. 

- Kevin? 
- Yesabell?
- La misma que viste y calza.

Mi inspección ocular la vio de arriba abajo, era un diez, pechos firmes y pequeños, cintura pronunciada, cola parada, ojos rebeldes, labios carnoso, cabellera larga. Era una hermosa rollinga con flequillo  típico. Hablaba con un tono sensual, pero un tanto pobre, un lenguaje que maneja más bien las personas de la noche. 

Entra a casa y no les voy a mentir, no sabía que hacer. Compré sexo, que hago lo uso y se va. ¿Le ofrezco un café, la invito al dormitorio? no tenia más puta idea de como tratar a una mujer que se le pagaba. Pero siempre fui de resolver rápido. 
- Seguramente venis de trabajar toda la noche ¿Comiste algo?- que pregunta mi dios si habrá comido más pija antes de llegar a casa. 
- Nada!! estoy con un bajón.

Enseguida me di cuenta que Yesabell estaba un poco drogada, tenía la mirada un tanto perdida y alargaba mucho sus palabras. 

- Bueno vos mandas. Decime y te cocino lo que quieras. 
- ¿Qué sabes hacer? 

Ella no se me insinuaba, literal hablaba de comer. Ella estaba hambrienta, y yo se cocinar por mis largos años trabajando en una cocina. 

- Puedo hacerte unos canelones, tengo todos los ingredientes. 

Para conocer más a mi chica, entré a hacerle varias preguntas, de las cuales nacieron respuestas interesantes. No hablé de lo típico de "es duro tu trabajo" o si "hace trios o despedidas de soltero". Eso no me interesaba. Hace días no estaba a solas con una mujer, no iba a desperdiciar mi momento. Y a ella no le disgustaba hablar conmigo, menos si había comida y vino de por medio. 

Me habló de su vida, de lo difícil y dura que es criar a una sobrina, la cual estaba luchando por su custodia. Resulta que ella vivía detrás de la casa de la hermana, y su cuñado por las tardes iba a molestarla, en ocasiones para cogérsela y a veces, si ella no estaba ingresaba para robarle lo recaudado de la noche.

Yesabell era un ángel. Era simpática, era inocente, extrovertida, preguntaba y tenía muchas ganas de quedarse. Luego de sentarse a comer y quedar satisfecha me dijo...

- ¿Dónde es tu cuarto?
- Allí - señalé- vení conmigo. 
- Si pero antes me voy a bañar. Espérame en la cama gordo. Muy rico tus canelones. Prepara el postre. 

Escuché cuando abrió la llave de agua e ingresó a la bañera. El agua caía, pero más se escuchaba la canción que tarareaba. Sin dudas, no les miento era un ángel los $4000 mejor invertidos en mi vida. 

Al salir del baño, ingresa en tanga, con cola de coneja, tenia mas disfraces en su cartera. Seguramente el anterior cliente le había pedido que llegara de bruja, esos eran los beneficios que tenía llamarla. 

- ¿Me dejas acostarme? me dejaste re llena con tu canelón. 

Yo estaba un tanto nervioso, no sabía si besarla, no tenía condones, un desastre. Quién paga a una mujer de la noche y no tiene una bendita protección. Aún así ella estaba lista, su concha estaba un tanto seca, pero lo solucionó con un gel intimo. Me mostró lo que es tener sexo con una profesional.

- ¿La chupás con o sin protección?- pregunté. 
- A vos mi cielo, sin forro... ¿te gusta así?

Yesabell comenzó a pasarme la lengua por mis testículo, los chupaba y le hacía sopapa. Algo que jamás imaginé que podría gustarme, mientras me pajeaba su lengua se acercaba cada vez más a mi agujero. Eso me inquietaba por demás, nunca había permitido a una mujer acercarse a esa zona. Pero era ir en contra de mi nuevo yo. 

Mi nuevo yo era un Cristóbal Colón, me había propuesto probar de todo, para que en mi próxima relación no tener que haber quedado con las ganas de nada. 

 De pronto eso me gustó, me sentí con ganas de de chuparsela. Pero... tenía pánico, me habian dicho de las enfermedades que podían transmitirse, más de una chica que dice "a vos mi cielo, sin forro", pensé cuantas veces lo habrá dicho antes. 

No lo dudé, agarré a la petiza y sin problema alguno la invertí para que ella pueda seguir chupandome la pija mientras yo le devolvía ese favor. Se calentó demasiado diciendo.

- Ay! que rico, hace cuanto no me la chupaba alguien.
- ¿Te gusta?
- Ahhh ahhhh 

Yesa no hablaba, solo gemía, y se le viraban los ojos. Con sus ojos en blanco dejó de chuparme la pija. Como en un trance demoniaco comenzó a moverse de arriba hacia abajo en mi boca, era como calmar un ardor que tenía hacer rato. Disfrutó cada rose de mi lengua en su hermosa y delicada concha. 

De vez en cuando, ella sostenía mi pija y trataba de pajearme pero era tanta la sensación que le producía que se inclinaba como un gato y habría cada vez más sus piernas para agrandar el espacio y permitirme entrar con mi cara. Le rosaba la nariz y exclamaba un ahhh alargado. Y al rato de introducir uno de mis dedos dijo..

- no, no, no. Cogeme Kevin... me gustaría sin forro. 

En la calentura, pudo haber sido uno de mis errores mas grande, pero ya había tragado todo el liquido que largó al chupársele. Como un buen amante hice caso a su suplica. Le enterré la pija desnuda y descubierta, llena de leche a punto de acabar. 

- Ponete en cuatro puta. 
- Tu puta. 

Una vez puesta en cuclillas se la puse en la boca para que me la deje bien al palo. la Puse de espalda y comencé a clavársela con fuerza. Pensé por dentro que si era una mujer experimentada la tenía que sentir bien. Y ella me lo pedía
- Mas fuerte hijo de puta.... ahh... mas fuerte. 

Yo con gran anhelo de hacerla mierda, comencé a clavársela más y más. Mi última experiencia con Rocío no había sido tan buena, ya que la pendeja demostró tener más experiencia que yo. Esta era mi revancha. No podía dejarme vencer con alguien con mas profesionalismo. 

Le sujeté los brazos y la encadené con mis manos para que quedase con sus tetas colgando. Mientras se la clavaba examinaba donde le iba a echar la leche. Pero sin dudas, quería hacer todo mal aquella noche. cuando comenzó a arrugar sus dedos, y los puños cerrados, comenzó a decirme entre pausado...

- ya aah esto... oyy ahh. 

Como liberación de un preso deje brotar toda mi leche dentro de ella. Error tan dulce, error tan liberante. 

Sus intenciones eran más claras que la mía, ella quería quedarse y yo quería que vuelva. La despedí con un beso en la boca, muy apasionadamente. 

Las semanas que siguieron nos seguimos viendo con mucha frecuencia. Cogiamos en el auto, en las plazas, en las calles oscuras. Yesabell estaba un tanto enamorada de mi. Decía que encontraba en mi una especie de refugio dentro de la fría y oscura noche. Yo solo encontraba en ella un alimento para mi apetito. No la quería, nunca pude tomarla en serio. 

La última vez que la vi, fue en la fría noche de Julio. Luego de no haberle escrito durante dos meses. 

- Yesa... ¿estas?
- Si bebé, me tenías olvidada. Pensé que ya no te gustaba más.
- Eso nunca, siempre pienso en vos. 
- Escuchá, estoy con unos amigos tendrás alguna amiga para venir.
- Ah... con amigos. 
- ¿Qué no te animas?
- Obvio por plata qué no hago.

En ese tiempo no lo entendí, pero esa charla fue una decepción para ella. Se dio cuenta que lo mio era solo sexual, que no había amor, que mi amabilidad la confundió con oportunidad. 

- Bueno, espérame un rato que estoy en un asado, veo si caigo con alguien o les caigo solita.. 


Sigue en Yesabell ll 

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