You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

1. La gótica y el tímido.

¡Hola amigos de Poringa! ¿Cómo están? Espero que estén bien y más ahora ¡Qué su anónimo favorito está de regreso! En esta ocasión me notaran muy feliz y con más ánimos que de costumbre y es que la verdad estoy muy emocionado porque al fin puedo traerles un proyecto personal en el que llevo rato trabajando (basado en hechos reales) y por fin he terminado el capítulo uno y puedo finalmente compartirlo con todos ustedes.

Antes de comenzar les advierto, este no es como los relatos eróticos a los que les he acostumbrado a mirar, como los de Daniela o las confesiones anónimas (próximamente), ya que más que una historia de puro sexo es más una novela romántica con cierto toque de picardía. Pero ojo, no me malinterpreten, también tendrá sus escenas de sexo desenfrenado entre los dos protagonistas, pero obvio, todo a su debido tiempo, no siempre se trata de sexo Spider Man xd.

En fin, en esta historia conoceremos a un José de otro multiverso (hago una breve pausa aquí para aclarar que en efecto, mi nombre real es José y esa es la razón por la que la mayoría de los personajes masculinos de los relatos que les traigo se llaman José, es una manera de meterme a la fuerza en esas historias xd) y a una chica gótica de nombre Aurora.

Dos jóvenes estudiantes que casi ni se conocían hasta que por azares del destino les toco un proyecto escolar juntos donde entablan una peculiar amistad seguida de un todavía más peculiar noviazgo debido a sus personalidades tan diferentes, pero que de alguna manera se las ingenian para que su amor perdure pese a todos los obstáculos que la vida les puso en frente.

Muy bien, suficiente de introducción, es hora de que la novela comience, espero y les guste ya que invertí mucho de mi valioso tiempo en ella jeje.

Pero antes pido unas disculpas si ven que hay algunas letras pegadas en el relato, no se que tiene esta pagina mal echa que hace que se peguen algunas palabras, les prometo que en el transcurso de los días iré corrigiendo el relato para dejarlo listo, igual con los demás que vaya subiendo. También quiero aclarar que tanto José como Aurora tienen 18 años para que no piensen mal. Gracias por su atención.

Cap. 1: El proyecto escolar.

José cursaba el quinto semestre de la preparatoria, para él el solo hecho de ir a la escuela ya era todo un desafío pues sufría de burlas y de bullyng debido a su timidez y apariencia. Pese a que no era alguien considerablemente feo, sí que no cuidaba mucho su apariencia, siempre iba al colegio con el cabello alborotado, sin oler a "masculinidad" y una mirada seria que transmitía inocencia, negatividad y denotaba su baja autoestima debido a las constantes burlas que sufría por cualquier cosa que hacía o decía, esto obviamente lo hacía reticente a participar en clases, razón por la que esta ausencia de puntos le bajan mucho sus calificaciones debido a la poca participación.

Sin embargo, no era su culpa, algunas ocasiones que fue forzado a hablar sus compañeros se burlaban pese a que muchas veces si daba las respuestas correctas. Debido a que su vista no era del todo buena debía sentarse justo al frente, lo cual también lo hacía blanco fácil de sus bullís, quienes le lanzaban bolas de papel a la cabeza o a veces tiraban sus libretas cuando pasaban por su pupitre ¿Cómo aguantaba estos maltratos? Simple ¡no los aguantaba! Claro que reporto estas molestias a sus profesores, pero como estamos hablando de una escuela en México la verdad los docentes poco o nada ayudan a controlar estas situaciones.

José sufría de bullyng y aislamiento social por parte de sus compañeros de escuela prácticamente desde que era un niño, razón por la que ahora de joven adulto le costaba mucho socializar, literalmente no tenía amigos y era el típico chico que siempre comía solo en el receso, pero no fue sino hasta el quinto semestre de la prepa que la vida se apiado de él y decidió enviarle su propio ángel guardián y es que en ese año entro una chica nueva a la escuela que cambiaría la vida de José por completo.

Su nombre era Aurora, una joven gótica que hacía notar bastante bien que era gótica. Debido a que estudiaban en una preparatoria donde a los alumnos se les permitía llevar ropa casual en lugar de esos feos uniformes ella siempre iba vestida de negro, tenía un montón de cadenas y collares en su ropa, aretes y usaba frecuentemente unas botas de cuero. A veces llevaba falda con esas medias de red que a muchas góticas les gusta usar o a veces pantalones de vinil algo ajustados.

A la hora de elegir su asiento ella prefirió estar lo más aislada posible del resto, así que se sentó hasta el fondo del salón en una esquina. Uno pensaría que por su peculiar forma de vestir y de comportarse sería también un blanco de burlas, pero la realidad es que no, de hecho, apenas llego se convirtió en una de las chicas más populares y deseadas de la escuela, no por ser simpática o sociable, sino por el tremendo cuerpo que se cargaba amen de su gran belleza y es que Aurora parecía un ángel, un ángel oscuro al que cualquiera le rendiría tributo.

Aurora era una chica extremadamente blanca; su piel era como la leche, era muy alta; de 1.75 aproximadamente, sus ojos eran de un color verde claro, su cabello era negro y semi cortó, además, el maquillaje oscuro que usaba en sus ojos y en sus labios la hacían lucir aún más bella.

Obviamente, no podía faltar lo que hacía babear a muchos adolescentes calenturientos de toda la escuela, tenía un cuerpo de modelo. Lo más llamativo de ella era su enorme par de senos de talla 40 doble DD, que pese a ser gigantescos los tenía muy bien ubicados. También el blanco de muchas miradas era su enorme trasero y sus largas piernas que cuando usaba falda ¡Cuidado! Le provocaba un infarto a más de uno.


1. La gótica y el tímido.


Con todas esas características a su favor, no es de extrañar que Aurora tenía varios pretendientes o chicos que se la querían echar, sin embargo, Aurora los rechazaba a todos; a veces simplemente ignorándolos y otras mandándolos al diablo directamente, incluso rechazo a los que molestaban a José y es que ella prefería permanecer sola y concentrarse en sus estudios ¿Olvide mencionar que era la más lista de su clase? Pues lo era, Aurora siempre mantenía un promedio de no menos de 9.5 y era muy puntual. José por el contrario también era muy inteligente, pero obviamente su miedo a ser participativo en clases le restaba muchos puntos, pero esto último fue crucial para que estos dos se conocieran y formasen una amistad.

José a veces saludaba a Aurora con un simple “Hola” el cual ella regresaba amablemente, esa era la única charla que tenía con ella, no se animaba a dar un siguiente paso y es que con su baja autoestima pensaba que como alguien como Aurora estaría con alguien como él; 1.80 de estatura, piel morena, de complexión delgada y siempre menospreciando su apariencia al compararse con los demás, en su mundo todos eran guapos menos él. Lo único que le quedaba era verla pasar por breves instantes junto a él, dejando por pocos segundos el aroma de su perfume que deleitaba sus fosas nasales.

A mitad del ciclo escolar, la profesora de física tomo la decisión de cambiar el examen por un proyecto sobre la electricidad, menciono que el trabajo sería en parejas y que les convenía a los de calificaciones más bajas pues se encargaría de poner a los de mayor promedio con los de menor promedio. La profesora era estricta y exigía que el trabajo fuera muy bueno para ganarse puntos extras así que les dio suficiente tiempo para que entregaran un trabajo competente.

Mientras la maestra nombraba a los alumnos por parejas, José divagaba en su mente, después de todo, él ya sabía que o le tocaría con un inútil o con una chica con aires de grandeza. Cualquiera fuera el caso, el terminaría haciendo todo el trabajo por lo que no estaba entusiasmado de saber quién le tocaría de compañero. Pero no fue sino hasta que escucho su nombre y el de su pareja que regreso de golpe a la realidad.

Prof. Física: José… tu harás pareja con… Aurora.

Al escuchar eso José abrió los ojos como platos y trago saliva muy nervioso.

Compañero de clases: Que ironía, los dos raritos hacen pareja.

No podía faltar el “don comedias” haciendo sus chistes malos que solo le dan risa a su bolita de retrasados igual que él, que solo fueron silenciados por su profesora.

La clase de física era la última materia que tenían los días viernes, por lo que una vez que el timbre sonó, todos recogieron sus cosas y se marcharon, pero José se quedó sentado pensativo en que la chica más hermosa del salón sería su compañera de trabajo, por lo que podía acercarse más a ella y conocerla.

Compañeros de clase: “¿Le vas a mostrar tu colección de comics nerd?”, “Oye José ¿Cambiamos de pareja?”, “Más te vale que no intentes nada raro”, “Te toco la más buena rarito, aprovecha”, “Que envidia te tengo”. –Conforme iban saliendo los compañeros de clase le fueron soltando toda clase de comentarios y burlas a José por su tremenda suerte de que Aurora fuese su compañera.

El joven solo soltó un suspiro de alivio de que por fin otra pesadilla se terminaba y cuando se disponía a recoger sus cosas para irse se llevó la grata sorpresa de que Aurora se encontraba parada justo al lado de su banca, mirándolo.

José: ¡Ay! –José pego un grito ridículo. –Que susto, nunca me hagas eso.

Aurora solo hizo una mueca de gracia por la reacción de José.

Aurora: Lo siento, no fue mi intención asustarte. –Le dijo soltándole una ligera sonrisa blanca a José. –Entonces… ¿Dónde quieres que hagamos el proyecto?

José: ¿Tú... quieres empezar el proyecto hoy? –Respondió con cierto nerviosismo, la voz de Aurora era tan suave que masajeaba sus tímpanos y era la primera vez en mucho tiempo que entablaba una conversación con una mujer.

Aurora: Claro, entre más pronto empecemos más rápido terminaremos y mejor nos va a quedar ¿No crees?

José: Es un buen punto jeje, bueno… si quieres podemos hacerlo en mi casa, mis padres no están así que nadie podrá interrumpirnos cuando estemos solos. –José se dio cuenta rápidamente que su frase se malinterpreto cuando Aurora levanto una ceja haciendo una mueca de extrañeza. -¡No!... no me refería a eso, yo hablaba del proyecto, no a lo que uno hace cuando está a solas con una mujer en su cuarto… yo me refería a… olvídalo, ya metí la pata.

Aurora se empezó a reír tapándose la boca con una de sus delicadas manos, lo que hizo que José se pusiera rojo de la vergüenza.

Aurora: Eres simpático, que curioso, en menos de 5 minutos ya me agradaste más que todos los patanes de aquí que se me acercan para intentar ligarme. –Dijo Aurora mientras José se levantaba de su pupitre.

José: Si... a menudo hablan de ti.

Aurora: ¿Ah sí? ¿Y qué dicen?

José: No quieres saberlo, créeme.

Aurora: Anda dime, no me enojare, te lo prometo. –Respondió Aurora acercándose más a José, haciendo que este último se pusiera más nervioso.

José: Bueno… dicen que tienes un buen cuerpo, que te harían un millón de cosas en la cama y lo mucho que desean hacerte su novia y un sinfín de sandeces más. Sonara a cliché, pero yo no prefiero fijarme solo en eso, pero ellos solo ven el físico.

Aurora: Jaja. –Soltó una ligera risa. –Esos idiotas sueñan con hacérmelo, no creas que no lo sé, pero nunca lo van a conseguir, jamás saldría con uno de ellos ni aunque me pagaran, ni como amigos los quiero.

José: Haces bien, no vale la pena estar con gente así… que solo te quiere por tu cuerpo y no por tu valor como persona. –Respondió José colocando su mochila en su espalda.

Aurora: Si, he visto como muchas veces te molestan, tu paciencia es infinita seguramente.

José: Jaja... no es tanto eso, los maestros no me ayudan mucho que digamos, solo prefiero evitar la violencia antes que responder con un mal golpe es todo.

Aurora: Estaría bien que pusieras tus limites, tal vez te pueda ayudar con eso después.

José: ¡Me encantaría eso! Bueno, entonces… ¿Quieres hacerlo en mi casa? ¡El proyecto obviamente jaja! No vivo muy lejos de aquí, caminando hacemos solo 10 minutos, si te cansas me avisas y te llevo cargando.

Aurora: Jaja, no te preocupes, me gusta caminar y si, estaría mejor hacerlo en un lugar callado y tranquilo, en mi casa mi madre no nos dejaría hacer el proyecto en paz.

Una vez listos salieron del salón para dirigirse a la casa de José, tuvieron que pasar por el patio de la escuela donde aún había varios estudiantes esperando a que sus padres llegaran, por fortuna, los que molestaban a José se habían ido y eso lo alivio profundamente, ya que ahora que caminaba junto a una de las chicas más deseadas del colegio eso lo haría potencialmente más propenso a recibir burlas, pero lo único que recibió mientras caminaba con Aurora eran ciertas miradas de celo y envidia por parte de los varones.

Después de caminar un rato charlando sobre el proyecto a José le sorprendió que pudo mantener a Aurora entretenida todo ese tiempo, ya que no hubo ni un minuto en donde ambos se quedasen callados y eso fue un gran paso para el tímido muchacho. 

Finalmente llegaron a la morada de José, la cual era bastante grande, elegante y bien cuidada a comparación con las demás del barrio. José abrió la puerta y le cedió el paso a Aurora para que ella entrase primero.

José: Bienvenida a mi cabaña jeje.

Aurora: Wow… Tu casa es muy elegante. –Dijo Aurora girando la cabeza para ver todos los adornos que la casa tenía tan solo en la cochera.

José: Gracias, a mi mamá le gusta decorar todo, también una señora viene a limpiar por las mañanas para que no quede polvo. Ven, mi habitación está en el segundo piso.

José se adelantó para guiar a Aurora, pero la chica era curiosa por naturaleza así que se quedó viendo todos los cuadros de pintura que había por todo el pasillo principal.

José: ¿Aurora? –José se percató que su compañera no lo seguía porque se quedó mirando los cuadros y regreso a donde estaba ella. -¿Te... te gustan?

Aurora: Si, son muy bellas.

José: No sabía que te gustaba el arte.

Aurora: No es que sea muy fanática, simplemente me parecen muy bonitos los cuadros que tienes en tu casa y me intriga el significado de cada una de ellas.

José: Gracias… tenemos unos cuantos que se asemejan mucho al arte gótico.

Aurora: ¿En serio?

José: Si, ven, sígueme y te los mostrare.

José se dirigía a la sala de estar con Aurora detrás de él.

José: Tata… aquí están.

Eran un total de 4 pinturas con temática oscura, no del todo gótico pero si se asemejaba mucho.

Aurora: Que raro, todos los cuadros tienen esta firma, pero no reconozco al artista.

José: Es porque no son de ningún artista famoso... son de mi madre.

Aurora: ¿En serio? ¿Tu mamá pinta?

José: Pintaba, estos cuadros son de hace muchos años, creo que son desde antes de que yo naciera, ahora con el trabajo y las responsabilidades ya no le queda tiempo, supongo que mi talento para el dibujo lo saque de ella... jeje...

Aurora: ¿Dibujas?

José: Bastante, en mis tiempos libres lo hago ¿quieres... verlos?

Aurora: Si, me encantaría.

José: En ese caso sígueme, pero ya no te me pierdas jaja.

Aurora: Jaja, no lo hare, tranquilo.

José volvió a abrir otra puerta que estaba cerrada con llave y de nueva cuenta como todo un caballero, le cedió el paso a Aurora para que entrase primero. El cuarto de José estaba muy limpio y ordenado, era bastante grande y tenía de todo para que un solitario no se aburriera en su habitación; estaba su cama en una esquina del cuarto, delante de ella un mueble donde se encontraba una pantalla bastante grande acompañada de varias consolas de videojuego. Al otro lado se encontraba un escritorio con una computadora gamer donde el chico hacía sus tareas y también jugaba. Justo al lado estaba su ropero y en la otra esquina la mesa donde dibujaba.

José: Aquí es mi refugio anti bullyng. –Dijo soltando una pequeña risa.

Aurora: Santo Dios, pero si es un palacio jaja, si pensabas secuestrarme no te preocupes por si intentaba escapar porque no lo haría jaja.

José: ¡Cómo crees! Jamás me atrevería a ponerte una mano encima.

Aurora: Solo bromeaba amargado. –Dijo riéndose. –Tienes de todo aquí, creo que empiezo a sentir envidia de la mala… ¡Wow! ¿Esos son tus dibujos? –Pregunto Aurora dirigiéndose a la mesa donde José practicaba diferentes técnicas de dibujo, incluyendo el realismo.

José: Sipi, cuando estoy estresado dibujar me ayuda a despejar mi mente.

Aurora: Increíble, dibujas muy bien.

José: Gracias… creo que deberíamos…

Aurora: Oye, ¡dibujaste a Nirvana! –Dijo Aurora emocionada interrumpiendo sin querer a José.

José: Ah sí, me gusta su música un poco.

Aurora: A mí también, oye, ¿crees que puedas hacerme un dibujo de la banda Slipknot? Es mi banda favorita –Pregunto Aurora emocionada.


tetas


José: Ah… claro, cuando pueda lo haré y te lo entrego.

Aurora: Eso sería un gran detalle de tu parte. –Aurora se dio cuenta que estaba actuando como una niña así que tosió un poco y se calmó. –Bueno… creo que deberíamos empezar a hacer el proyecto, tendremos más tiempo para conocernos después.

José: Claro, me caíste muy bien.

Aurora: Tú también me agradas. –Respondió Aura tratando de ocultar que se había ruborizado un poco tras el comentario de José.

Ambos se sentaron en la cama de José y comenzaron a planear ideas para el proyecto, descartaron muchas ideas hasta que finalmente se decidieron por hacer una especie de molino que funcionara con el jugo de los limones. Parecía ser el trabajo perfecto para la maestra, creativo y funcional. Tras decidirse, Aurora comenzó a programar los días en los que trabajarían en ese proyecto, cada día tendrían que avanzar en algo diferente para así no retrasarse y terminar a tiempo para que en los últimos días solo quedara descansar y conocerse mejor.

José se sorprendió por lo ordenada que era Aurora, pero lo que lo llenaba de alegría por dentro es que eso significaba que estaría varios días con ella y lo que hacía que su corazón golpeara aún más fuerte de emoción es que ella dijo que quería conocerlo mejor, significando que quería ser su amiga o cuando menos una conocida.

El día viernes tocaba escribir el ensayo sobre su proyecto, así que José encendió su computadora y empezó a escribir. Aurora tomo otra silla y se sentó justo al lado de él, apoyando su brazo derecho sobre el hombro izquierdo de José, lo que hizo que ese se pusiera nervioso, pero afortunadamente logro ocultar su nerviosismo y continuar escribiendo. Estuvieron así un buen rato, Aurora le dictaba todo lo que tenía que escribir y José lo pasaba a la computadora, fue aburrido pero terminaron una gran parte del proyecto en un solo día.

José lanzo un suspiro de alivio después de pasar más de una hora y media escribiendo.

Aurora: ¡Listo! ¡Terminamos al fin! –Dijo Aurora en tono de victoria y se acostó en la cama de José haciéndose la dormida.

José la volteo a ver con una sonrisa leve, era una chica verdaderamente hermosa y detrás de esa apariencia de chica gótica fría e indiferente se dio cuenta que era una mujer simpática y con un humor siempre positivo. José se levantó de su silla y se acostó  en el piso justo al lado de su cama.

Aurora: ¿Qué haces? –Pregunto Aurora tras sentir la presencia de José cerca de ella.

José: Me acuesto en el piso, una ladrona ya me gano mi cama.

Aurora: Jaja, no seas payaso, ven te dejo un espacio en MI cama.

José: ¿Tu cama? -José se levantó riendo y se sentó en la orilla del colchón viendo el televisor que estaba apagado.

Aurora lo observo y se levantó de la cama para dirigirse al mueble donde José tenía sus consolas de videojuego y se quedó boquiabierta al percatarse que tenía las consolas más nuevas y algunas consolas clásicas.

Aurora: Increíble, tenía años que no veía una GameCube y en tan buen estado, por favor dime que funciona.

José: Funciona jeje ¿te gustan los videojuegos?

Aurora: ¿Bromeas? La sola duda me ofende jaja ¡Claro que me gustan! No puede ser… ¡Tienes Super Smash Bros Melee!

José: Ah sí, lo tengo desde hace un tiempo y si, funciona jeje ¿quieres jugar o ya tienes que irte?

Aurora: Aun me puedo quedar otro rato más, pero te advierto… que te voy a hacer pedazos en este juego rarito. –Pronuncio Aurora lanzándole una sonrisa desafiante a su nuevo amigo.

José: Ya veremos eso gótica. –Replico José con una mirada también desafiante y burlona.

Los dos jóvenes se sentaron en la cama de José y estuvieron varias horas jugando, habían perdido completamente la noción del tiempo y dicho y hecho, Aurora estaba barriendo el piso con José. Llego un momento en que Aurora se cansó de la vestimenta que traía puesta, era bonita, pero tantas cadenas y collares comenzaban a pesarle en su delicado cuerpo.

Aurora: Ya me hartaron estas cadenas ¿te importa si me las quito?

José: Claro que no, ponte cómoda, estás en tu casa.

Aurora procedió a quitarse todas las cadenas de su chamarra y algunas que tenía en la falda y las fue apilando en la cama, pero lo que no esperaba José es que se quitaría la chaqueta que llevaba encima, quedando solo en una blusa de manga corta que le permitió ver mejor a José el tremendo tamaño que tenía su busto, los pechos de Aurora no eran cocos, sino ya de plano melones o incluso sandias, eran gigantescos, tanto así que José accidentalmente cayo torpemente de su cama al piso y se golpeó la cabeza con la pared.

Aurora: ¡¿Estas bien?! –Pregunto alarmada porque el golpe si se escuchó fuerte y procedió a acercarse a él para tocar la parte de su cabeza donde José se golpeó.

José pudo ver de cerca a Aurora por espacio de unos segundos que para él se le hicieron eternos. Sus ojos eran verdes y preciosos, su cara blanca como la leche, sombras en los ojos de color negro y algo de rojo y sus labios pintados de negro, además de que su cabello brillaba pese a ser de color negro. José llego a preguntarse por un momento si esa chica era realmente humana o un ángel y si sería posible que ese ángel oscuro fuese su pareja.

José: Si… estoy bien, solo me resbale. –Dijo José volviendo en sí.

Aurora: Me sacaste un susto, ven, te ayudo a levantarte. –Aurora le extendió una mano a José y este la tomo, era una mano pequeña y de piel tan suave como la de un bebe, igual de pálida que el resto de su piel y con unas uñas semi largas y pintadas de negro.

Aurora levanto el cabello de José para cerciorarse que no tuviera un moretón o una herida, lo que sobresalto al chico que estaba de nuevo conservando la calma. Tras ver que no había nada preocupante propuso seguir jugando a lo que el torpe de José acepto, pero para él era casi imposible no voltear a ver a Aurora, desde su rostro hasta sus enormes amigas, pese a que era un chico respetuoso con las mujeres, también sus hormonas masculinas lo obligaban a bajar la mirada para ver los senos de Aurora aunque fuera de reojo y por unos segundos para que ella no se diera cuenta de sus miradas tan atrevidas.

Varias partidas después y victorias por parte de la gótica, al final ambos se terminaron aburriendo.

Aurora: Vaya, me sorprendiste, no eres nada de lo que los que se sientan justo atrás dicen sobre ti.

José: ¿Ya habías oído hablar de mí?

Aurora: Así es, pero solo hablan cosas malas de ti, incluso me dijeron que tuviera cuidado porque serias capaz de violarme jaja, que idiotas son.

José: Ah… si, no soy muy apreciado por ellos… y por nadie de la escuela creo, no me han dado la oportunidad de que me conozcan. –Dijo deslizándose de su cama al piso con un rostro triste y con ojos a punto de soltar lagrimas.

Aurora: Oye, oye… No dejes que esos malos comentarios te afecten ¿de acuerdo? Creo que fue mi culpa, no debí haber dicho algo así de hiriente… Pero mira lo positivo, me demostraste que no eres para nada lo que los demás dicen de ti, si esas alimañas se dieran cuenta la clase de persona que eres apuesto a que no querrían separarse de ti.

José: Vaya, no lo había imaginado así, pero... no creo que les interese a los del salón que sea su amigo.

Aurora: Pues a mí sí me interesa, ya tienes una amiga, ya me tienes a mí. Creo que no me pudo haber tocado mejor suerte de que hayas sido mi compañero de proyecto y eso me pone muy…

Aurora no pudo terminar su discurso porque su teléfono empezó a sonar, era su madre quien llamaba.

Aurora: ¡En el momento menos oportuno! Disculpa… ¡pero si es tardísimo! –Exclamo Aurora viendo la hora, al parecer se divirtieron tanto que se les fue por completo la noción del tiempo, ya iban a ser las 8 p.m. –Discúlpame, pero me tengo que ir es tardísimo.

José: Claro no hay problema, te ayudo a recoger tus cosas ¿Dónde quieres que ponga todas tus cadenitas?

Aurora: ¿Me las puedes guardar por favor? Mañana que venga me las llevo con más calma… ¡Maldición! Olvidamos comprar los materiales para mañana.

José: No hay problema, yo puedo ir a comprarlas hoy, hay una papelería por aquí cerca.

Aurora: ¡Genial! Ahora si me tengo que ir.

José: Te acompaño a la parada del camión, quisiera decir que yo te llevaba, pero mis padres no me dejan conducir.

Aurora: Ah no ¿Cómo crees? Ya has hecho mucho por mi hoy, no quiero abusar.

José: Para nada, es aquí cerca y la papelería esta de camino, sirve que aprovecho para ir a comprar las cosas.

José y Aurora salieron de su casa casi corriendo por lo tarde que era y porque más aparte parecía que iba a llover pues empezaron a caer relámpagos, por suerte la estación del camión tenía techo y no había riesgo de mojarse. Una vez ahí, José se quedó esperando el camión con Aurora al percatarse que estaba casi vacío y temía dejarla sola en ese lugar, estuvieron charlando otro rato más hasta que vieron que el camión se aproximaba.

Aurora: Bueno, me tengo que ir, vendré mañana para continuar con el proyecto, por favor no se te olvide comprar las cosas.

José: Tranquila, no se me olvidara, voy a comprarlas cuando te vayas.

Aurora: Promételo.

José: Jaja, sí.

Aurora: Hablo en serio rarito, prométemelo, si se te olvidan te juro que te voy a ahorcar.

José: JAJA, tranquila... lo prometo.

Aurora se fue y en eso las pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer, por lo que José se fue corriendo a la papelería por las cosas que necesitaban para empezar el proyecto de física, tras finalizar sus compras la lluvia había empezado, así que José se fue corriendo de nuevo, mojándose toda la espalda con el fin de mantener los materiales secos. Llego a casa todo mojado y respirando agitadamente por haber corrido varias calles con la fría lluvia mojándole una zona tan sensible como lo es la espalda.

José: Como se nota que ya empezó la temporada de lluvias... jeje. –Se dijo a si mismo tras recobrar el aliento.

En seguida se metió a bañar para no enfermarse y tras finalizar su ducha, entro a su alcoba semi vestido. Sonrío al ver aun los controles de la GameCube tirados, recordando lo bien que se la paso y lo cerca que estuvo Aurora.

Se acercó a su escritorio de dibujos y se percató que en la hoja de papel donde él había escrito la palabra “Slipknot” para recordar el dibujo que le debía a su nueva amiga había un mensaje escrito con tinta morada que decía:

“Dibujas muy bien. –Aurora”

José sonrió de nuevo al ver que logro una buena primera impresión con la mujer más hermosa que él haya visto, guardo esa hoja en su carpeta de los mejores dibujos, aunque aún no había dibujado nada, era obvio que se esmeraría en que el dibujo quedara fenomenal para su nueva amiga.

Y bueno amigos, el capítulo uno se ha terminado, espero de verdad que les haya gustado, la verdad quiero seguir con esta historia, ya que los que mejor me conocen saben que a mí me encantan las góticas y es una pena que esa subcultura este al borde de la extinción.

Pero bueno, les juro que algún día conoceré a una gótica igual a Aurora y me voy a casar con ella jeje. Por mientras, deja tus 10 puntos y comenta que te pareció el primer capítulo de esta bonita historia de amor. 

También no se te olvide seguirme para estar atento a los siguientes capítulos.

3 comentarios - 1. La gótica y el tímido.

abigail7
Me gustó, espero que José no pierda esa inocencia y picardía que mostró en este capítulo! Van +10!
demonmx
Bien ganados los puntos. Espero el nuevo capitulo desbloqueaste recuerdos memorables. Nuevo seguidor.
Jeice-fp
Muy bueno, espero con ganas el capitulo 2