Desde el día de mi cumpleaños (primera vez que cogimos con lu y lo que dió comienzo formal a un noviazgo. Digo comienzo formal porque desde ese último sábado de noviembre de 2014 con Lu ya salíamos pero a todos les decíamos que éramos amigos. Y en gran parte fue así porque recién nos empezábamos a conocer. Recién después de lo de mi abuelo el vínculo creció más y pasábamos más tiempo juntos y a partir de mi cumpleaños se empezó a quedar a dormir en casa)
A partir de ahí todos los fines de semana Lu se quedaba en mi casa. Mis viejos jamás me hicieron drama en que se quedara, todo lo contrario, si no la veían la llamaban preguntándole si nos habiamos peleado. Porque como dije como yo soy medio raro, en mi casa sabían que no me gustaba que me rompan las bolas entonces ni me preguntaban, directamente la llamaban a ella.
Desde ese día todo empezó a hacer más intenso ya que nos veíamos muchísimo, hablábamos todo el día, salíamos, los fines de semana Lu se quedaba en mi casa. Salíamos a comer, a pasear, dormíamos juntos, garchabamos a full, nos cagamos de risa, todo diez puntos.
En cuanto el sexo también la cosa empezó a fluir. De apoco nos íbamos soltando los dos y nos íbamos animando un poco más. En principio arrancamos con las tres posiciones básicas: yo arriba, ella arriba y en 4 y de a poco nos fuimos soltando y empezamos a incorporar nuevas posiciones: cucharita de espalda, cucharita de frente, ella arriba pero de espalda hacia mi, de parado, patitas al hombro.
También fuimos variando lugares. En mi habitación, en la cama, en la cajonera, en living, en el sofá, en la cocina, en la mesa, en el piso, en la cama de mi viejos, en el baño, en la ducha, en hoteles, etc.
Y en principio tratamos de hacer el menor ruido posible y después a medida que pasaba el tiempo íbamos un poco más alla y no nos importaba nada.
Varias veces Lu no quería salir de la habitación por vergüenza de que nos hayan escuchado. Yo en el momento en que estábamos cogiendo, me encantaba verla gozar y quería que se escuche todo, aunque también sabía que no daba que se escuchará nada, pero en el momento la calentura me ganaba y ella me paraba muchas veces para no hacer tanto ruido.
Todo fue fluyendo normal y a medida que pasaban los días, las semanas, los meses nos soltamos más con respecto al sexo y muchas veces terminamos jugando al límite: me tocaba la chota en el colectivo, garchabamos fuerte con mis viejos en la otra habitación, nos tocamos en lugares con gente, en fin. Cada día nos íbamos animando a más.
Incluso al principio era garchar sin hablar y con mucho amor y romanticismo de por medio y a medida que transcurre el tiempo ya era un sexo más primitivo y no tan amoroso. Aunque obviamente había ocasiones para todo. Pero, al menos a mi, me encantaba cuando llegábamos al nivel de descontrol que no nos importaba nada.
Y así empezamos a charlar más mientras garchabamos. Los gemidos de ella eran más fuerte. Comenzaron a aparecer la expresiones de "te gusta" "me encanta" "cojerme" dame fuerte" "despacito" "HDP" y así cada vez más intenso todo.
Durante todo el primer año de noviazgo la cosa fue así. Cada vez aumentamos más el nivel en lo que nos decíamos y hacíamos a la hora de cojer. Cada vez en lugares más peligrosos de ser descubiertos y eso nos encantaba, al menos a mi. Todo el 2015 y diría que también el 2016 fue así.
Mucho amor, muchas risas ,muchas salidas, mucho compartir juntos, muchas locuras, mucha adrenalina, mucho sexo. Todo diez puntos
A partir de ahí todos los fines de semana Lu se quedaba en mi casa. Mis viejos jamás me hicieron drama en que se quedara, todo lo contrario, si no la veían la llamaban preguntándole si nos habiamos peleado. Porque como dije como yo soy medio raro, en mi casa sabían que no me gustaba que me rompan las bolas entonces ni me preguntaban, directamente la llamaban a ella.
Desde ese día todo empezó a hacer más intenso ya que nos veíamos muchísimo, hablábamos todo el día, salíamos, los fines de semana Lu se quedaba en mi casa. Salíamos a comer, a pasear, dormíamos juntos, garchabamos a full, nos cagamos de risa, todo diez puntos.
En cuanto el sexo también la cosa empezó a fluir. De apoco nos íbamos soltando los dos y nos íbamos animando un poco más. En principio arrancamos con las tres posiciones básicas: yo arriba, ella arriba y en 4 y de a poco nos fuimos soltando y empezamos a incorporar nuevas posiciones: cucharita de espalda, cucharita de frente, ella arriba pero de espalda hacia mi, de parado, patitas al hombro.
También fuimos variando lugares. En mi habitación, en la cama, en la cajonera, en living, en el sofá, en la cocina, en la mesa, en el piso, en la cama de mi viejos, en el baño, en la ducha, en hoteles, etc.
Y en principio tratamos de hacer el menor ruido posible y después a medida que pasaba el tiempo íbamos un poco más alla y no nos importaba nada.
Varias veces Lu no quería salir de la habitación por vergüenza de que nos hayan escuchado. Yo en el momento en que estábamos cogiendo, me encantaba verla gozar y quería que se escuche todo, aunque también sabía que no daba que se escuchará nada, pero en el momento la calentura me ganaba y ella me paraba muchas veces para no hacer tanto ruido.
Todo fue fluyendo normal y a medida que pasaban los días, las semanas, los meses nos soltamos más con respecto al sexo y muchas veces terminamos jugando al límite: me tocaba la chota en el colectivo, garchabamos fuerte con mis viejos en la otra habitación, nos tocamos en lugares con gente, en fin. Cada día nos íbamos animando a más.
Incluso al principio era garchar sin hablar y con mucho amor y romanticismo de por medio y a medida que transcurre el tiempo ya era un sexo más primitivo y no tan amoroso. Aunque obviamente había ocasiones para todo. Pero, al menos a mi, me encantaba cuando llegábamos al nivel de descontrol que no nos importaba nada.
Y así empezamos a charlar más mientras garchabamos. Los gemidos de ella eran más fuerte. Comenzaron a aparecer la expresiones de "te gusta" "me encanta" "cojerme" dame fuerte" "despacito" "HDP" y así cada vez más intenso todo.
Durante todo el primer año de noviazgo la cosa fue así. Cada vez aumentamos más el nivel en lo que nos decíamos y hacíamos a la hora de cojer. Cada vez en lugares más peligrosos de ser descubiertos y eso nos encantaba, al menos a mi. Todo el 2015 y diría que también el 2016 fue así.
Mucho amor, muchas risas ,muchas salidas, mucho compartir juntos, muchas locuras, mucha adrenalina, mucho sexo. Todo diez puntos
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