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Finalmente me cuenta como la enculo el entrenador...

Finalmente, Martín, el entrenador se había convertido en su amante oficial, se veían todo el tiempo, la mayoría de las veces a solas, a mi solía masturbarme contándome sus encuentros, algunas veces teníamos relaciones. Yo estaba pendiente todo el tiempo de ella, cada día la amaba más, me parecía más sensual, la notaba en la plenitud. Ella disfrutaba mucho que fuéramos a buscar a nuestro hijo juntos a fútbol, no lo trataba demasiado a Martín cuando íbamos, como si lo ignorara o le resultara indiferente. Martín hablaba conmigo sobre Fede, como estaba jugando y demás. Una de las últimas veces en que los había visto era en la que él había intentado tener sexo anal con ella y no lo había logrado, me moría de ganas de preguntarle a ella si lo habían hecho, pero no encontraba la forma para hacerlo sin que le molestase.
Cuando ellos iban a la casa de él o salían solos, pensaba bastante hasta cuando prolongaríamos esta relación, además de pensar si realmente yo podía hacer que se dejaran de ver, me torturaba con esos pensamientos, si le dijera a mi esposa que no quería que lo viera más, que haría. Un día mientras cenábamos, Fede había ido a una piyamada en casa de unos amigos, le dije en un momento.
-No sé si está tan bueno que siempre te veas con él… quizás sería hora de cortar la relación… no te parece…
-Ay amor… no me parece que la pases mal… yo te veo siempre con un entusiasmo por tener relaciones conmigo que antes no tenías… me parece que ha potenciado nuestra relación… -ante mi silencio no dijo más nada.
Estábamos en la cama a obscuras ella me empezó a acariciar, me acariciaba suavemente, se acercó a besarme.
-Yo te amo amor… pero Martín ya es parte de nuestra vida… no me parece que se vaya a cortar muy pronto la relación… -me apretó el bulto sobre el bóxer.- mira como estás… desde que empecé mi relación con él estás siempre excitado…
-Pero estoy muy celoso… no puedo dejar de pensar en todo el tiempo que pasan juntos…
-Es lógico que estés celoso… vos querías jugar a este juego… yo te dije que si te veía con otra, no me veías más… no comparto a mi marido… -la estuve besando un montón, me dijo que me pusiera un preservativo para que aguantara un poco más y me montó, casi en un susurro le pregunté.
-Amor… no se como preguntarte esto… -hice una larga pausa- tuvieron sexo anal…?
-Hay amor… que fijación con el tema… que cambia si lo hicimos así o no… crees que soy más o menos de él por eso… ustedes los hombres… parece que fuera una competencia… -se inclinó a besarme y me estuvo montando hasta que me vine llenando abundantemente el preservativo, se quedó recostada sobre mi pecho, dándome suaves besos, se desmontó y se durmió apoyada sobre mí, le acariciaba la cara, la sentía un poco mía por un rato.
Una semana después lo estábamos haciendo de nuevo, yo montado sobre ella, preservativo puesto, me apretó contra ella,
-No te muevas, quédate así… -me dio un beso. – Uno de los días en que fuimos a su casa, yo tenía el vestido verde que uso sin sujetador, que a vos te encanta… -es un vestido con generoso escote que le levanta los pechos y es muy corto, le marca bien su culazo.- Fuimos a su casa… enseguida me tenía como una perrita en su cama, el vestido levantado, la tanga corrida a un costado y dándome bien duro como él me da… -interrumpió su relato dándome varios besos, siguió con su relato.- Me fue aplastando contra la cama, gire mi cabeza y nos besamos un montón con mucha lengua… sentía como se me metía la tira de la tanga en el culo, rozando su herramienta… mis gemidos se oían bien fuerte… llevé mis manos a sus muslos… como si lo quisiera frenar… más despacio le pedí… estaba embrutecido… pero la verdad me encantaba… me giró y me dio de frente, mis pechos asomaban por el vestido y le encantaba como quedaban cada vez más expuestos con sus bombeos, me hizo desnudar del todo… mientras me desnudaba me dijo que le habían conseguido Popper… que yo no tenía ni idea que era… me dijo que se inhalaba… que aumentaba la circulación… relajaba los esfínteres… le dije que no me gustaba consumir ninguna substancia… me dijo… sólo un toque… para la primera vez… obviamente le di el gusto… quería probar… -le dí un par de bombeos, intuía claramente adónde iba el relato, ella me volvió a clavar contra ella –No te muevas… que te vas a a vaciar sino… me puso de perrito de nuevo, al borde de la cama y el parado me cogía desde atrás… jugaba con su dedo gordo en mi culito, primero haciendo círculos y luego metiéndolo un poco, escupió abundantemente en mi culo, la sacó y apunto…
-Es muy grande… me va a doler… -me estuvo chupando un montón por atrás y jugando con sus dedos… logró meterme un poco más que la cabeza y se quedó quieto besándome la espalda, y acariciándome, empecé a sentir todo más intensamente, a la vez que sentía como se relajaba mi culito, empujó fuerte y caímos los dos en la cama, seguía con un poco de su verga enterrada en mi culo… me empecé a acariciar y a mover el culo en círculos, solita la iba haciendo entrar… me sentía muy llena… es inmensa esa verga… pero solo sentía placer… no dolor… así estuvimos un rato… se salió un poco para que descansara. Trajo cerveza, brindamos… me moría de excitación… quería sentirlo de nuevo por atrás… me acomodé en cuatro en la cama mirándolo sobre el hombro… terminaste la cerveza… porque hay algo que no terminaste… le dije… sentí como la apoyaba en la puerta, sentía diferente con eso que había inhalado… otra vez empecé a moverme en círculos y enterrármela de a poco… es demasiado grande… le dije…
La sacaba de a ratos y se quedaba mirando como quedaba mi culito dilatado... me la metía y la sacaba del todo, ya estaba cogiéndome bien duro… gire la cabeza para besarlo… estaba empezando a tener un orgasmo… pero sentía todo muy raro… ..
-La siento tan profundo y me encanta... le dije… por Dios me encanta… Martín estaba recaliente… no creí poder tenerla toda adentro… le dije… me daba bien duro… estaba como sacado… me dio varios cachetazos muy fuertes que me dejaron todo el culo marcado… pero cada vez me calentaba más… en un momento le pedí que me diera más duro… pero no se podía… me tiré bien hacia atrás clavándome solita, me agarró del pelo en una colita.
-Me encanta ser tu hembra… cogete a tu hembra… -su relato me excitaba un montón y me enfermaba de celos al mismo tiepo. -se salió y me empezó a chupar el culo de nuevo… también me chupaba por adelante… volví a llegar mientras me chupaba… me apretaba los pechos bien fuerte…
-Quiero sentirla de nuevo… -me puse de costado en la cama, era su hembra… quería sentirlo de nuevo… estaba en un estado de éxtasis constante… se acomodó detrás de mí y la fue metiendo de a poco, iba hasta el fondo y salía, me dio un montón, estuvo dándome no se cuánto tiempo… ninguno de los dos teníamos mucha noción de tiempo hasta que lo sentí quedarse clavado a fondo y sentí como latía su verga, como se vaciaba… una corrida abundante… nunca me habían acabado en la cola… seguía duro todavía… se quedó un rato más… se salió.. me giró y nos besamos… se la fui a limpiar… me sentía muy caliente… me fui a bañar sola… quería estar un rato sola… me sentía rara…
Cuando volví a la cama él se fue a lavar, cuando volvió me estuvo haciendo el amor un montón… todo el resto de la noche lo estuvimos haciendo…
Me miró a mi, estábamos en la penumbra del cuarto, un poco de luz entraba por la ventana.
-Movete y acaba… -me dijo- después lo hicimos otras veces por el culo… pero no me gusta consumir cosas raras… me encanta hacerlo sin tomar nada… no lo hacemos tan intenso… pero me va gustando cada vez más… -dijo y sentí explotar mi orgasmo, yendo a besarla a comerle la boca, a tratar de que de una vez, dejara de hablar.
Mi esposa y el entrenador de futbol de mi hijo

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