Que diferentes son las cosas ahora. Antes yo era el estereotipado nerd de la clase: no muy hábil socialmente pero con notas sobresalientes, usaba lentes de medida gruesa, era bajito para mi edad y con brazos aún más delgados que los de las chicas. Era el blanco fácil de las burlas y las bromas pesadas de los chicos, y ni si quiera podía quejarme porque me tenían totalmente amenazado. Las chicas me ignoraban, no me querían como un amigo mucho menos como una pareja, solo las más descaradas e interesadas me buscaban únicamente para pedirme ayuda en alguna terea o examen y yo de tonto aceptaba para sentirme integrado en un grupo. Toda mi vida era así de patética, hasta la llegada de ese virus.
Al principio todos creímos que era una broma, eso es lo que cualquiera pensaría si le dicen que existe un virus que transforma a hombres en mujeres. Sin embargo, luego de que el virus se empezara a expandirse por todo el globo y los casos comenzarán a intensificarse, recién nos lo tomamos enserio. Afectaba a solo sexo el masculino y se trasmitía a través del contacto de fluidos como saliva, sangre, jugos vaginales, etc. Por ello todos los gobiernos establecieron cuarentena obligatoria para los hombres, solo las mujeres, que eran totalmente inmunes, podían salir a la calle.
Al no tener una mujer en casa, quien pueda ir a hacer las compras o trabajar para obtener algo de dinero, mi papá se vio forzado a tomar el riesgo de salir. Siempre se iba bien protegido, obviamente no quería terminar infectándose, y al regresar se desinfectaba completamente para no infectarme a mí. Pero solo basto un pequeño descuido, un alimento mal lavado, para mandar todo esa prevención al carajo.
Mi padre empezó a tener una leve gripe, gripe que en cuestión de horas se hizo mucho más crónica haciéndolo estornudar, sudar y vomitar intensamente. Obviamente intente ayudarlo como pude, pero era inevitable que al acercarme a él unas gotas de su saliva tuvieran contacto con mi piel, haciendo que en cuestión de minutos sufra de los mismos síntomas. Fue la peor sensación de mi vida, sentía mis músculos contraerse y aplastar mis huesos, mi cara y mi pecho ardían, pero lo peor era mis testículos que me dolían como nunca antes, como si estuviesen pateando ahí una y otra vez. Sentía que iba morir, prácticamente agonizaba en mi cama, lo último que recuerdo antes de desmallarme es ver unos mechones largos de cabello tapar mi rostro.
Desperté sintiéndome ya mucho mejor en la camilla de un hospital, había una señorita muy bonita a mi lado, la cual sujetaba mi mano y veía con una sonrisa como lentamente abría los ojos. Nunca había visto a esa mujer, pero había algo en ella que me resultaba familiar. Cuando recuperé la conciencia por completo, me enteré que esa mujer era mi papá, quien había completado su metamorfosis. Pero ni si quiera tuve tiempo para asimilar y sorprenderme por esa noticia, pues ni bien baje la mirada me di cuenta de que ahora yo también era una.
Mi cabello corto y desalineado creció exponencialmente, aclarándose un poco y volviéndose mucho más suave al tacto. Irónicamente mis brazos eran ligeramente más gruesos, pero no eran nada en comparación con mis muslos, los cuales eran triple de grades de los que tenía como un chico. Ahora también tenía senos, senos de una adolescente y que no competían en lo absoluto con el dotado busto copa D que ahora poseía mi padre, pero eran senos pegados a mi pecho al fin y al cabo. Es extraño y vergonzoso decir que las primeras tetas que toqué en mi vida hayan sido las mías. Pero sin duda lo que más había desarrollado eran mis caderas y mi trasero, que ya eran grandes para "una chica" de mi edad, creo que incluso eran más grandes que lo de las chicas populares de mi escuela.
Tanto mi papá como yo pasamos unos días internados en el hospital, días en donde nos hicieron un montón de pruebas y nos sacaron varias muestras, solo para llegar a una conclusión: éramos mujeres completamente funcionales, es decir, con la capacidad de ovular, menstruar y hasta quedar embarazadas.
Al regresar a casa tanto mi papá como yo tratamos de adecuarnos a nuestra nueva condición femenina nuestra familia comprendió en esta situación y nos apoyó en todo lo que necesitábamos una tía y unas primas se acercaban a mí a ofrecerme ropa y accesorios para mujeres y me enseñaron a cómo me debía de comportar. Ahora me sentía muy femenina al lado de ellas mi padre por otro lado regresó a trabajar se la pasaba la mayor parte del tiempo trabajando, casi no estaba en casa, pero al fin y al cabo pudimos adaptarnos a esta nueva etapa
Meses después
la pandemia del virus había acabado, habían vacunas y yo tenía que volver a la escuela, pero estos meses que me la pasé encerrada en mi casa, habían pasado cosas muy raras con mi cuerpo, las únicas que me habían visto eran mis primas y mis tías, así como también mi hora madre.
El miedo a enfrentarme a mi familia con esta revelación me invadió, asi que decidi dejar que descubrieran mi evolución por sí mismos.
Decidí que no había manera de explicarle esto a mi familia y que tendría que dejar que me encontraran por la mañana y me pregunté qué esperaba todas las mujeres de mi familia tenían senos muy grandes y ahora yo no era la excepción.
Mirándome en el espejo, la realidad de mi transformación se hizo aún más evidente. Mis ojos se llenaron de asombro al ver mis senos, mucho más grandes de lo que había anticipado. Era como si mi cuerpo hubiera sido remodelado por completo, cada detalle meticulosamente diseñado para la máxima feminidad.
Me encontré atrapado en un choque de emociones, una mezcla de alegría abrumadora, miedo y una profunda sensación de autodescubrimiento.
Mientras trataba de procesar esta nueva realidad, un suave golpe en la puerta de mi habitación me sacó de mi ensimismamiento Eran mis tías y me habían dicho que me cambiara para ir a la escuela porque se retomaron la clases presenciales, lo cual me llenó de terror. En todo ese tiempo me había acostumbrado a tener el cabello largo, usar bragas y sostenes, menstruar, ir al baño sentado e incluso maquillarme y pintarme las uñas junto a mi papá, pero no estaba listo para que los pesados de mis compañeros me vean en esta forma. Para empeorar las cosas tenía que usar ahora el uniforme de las chicas, por lo que me esperaba los insultos de marica u homosexual.
Llegue con las piernas temblorosas, tratando de bajar lo más posible mi falda, caminando con la cabeza gacha y repitiendo en mi mente "si tú no los ves ellos no te ven, si tú no los ves ellos no te ven". Sentía todas las miradas en mí, estaba totalmente avergonzado, solo quería correr y regresar a casa. Entré a mi salón, y solo era cuestión de tiempo para que la profesora de historia, antes profesor, llamé mi nombre por la lista y tenga que decir presente.
Mi apellido era de los últimos así que la espera fue mucho más agónica, pero llegó el momento, -Víctor Andrés, Zambrano Espinoza-, me puse de pie, con las mejillas sonrojadas y dije con mi voz ahora de mujer -presente, profesora aunque ahora es Victoria-.
Todos se quedaron boquiabiertos, no era el único infectado del salón, pero supongo que mi transformación si era la más drástica, felizmente de momento contaba con la protección de la profesora, pero sabía se acabaría en el receso.
Tocó la campana rápidamente a esconderme en la biblioteca, pero Ethan, uno de los chicos que más me molestaban, me impidió el paso. Pensé que ese sería el inicio de mi tortura, pero para mi sorpresa él ahora parecía tímido y dócil ante mi, y dijo mirando al suelo -te ves... muy bonita-. Yo, sin saber cómo responder a un halago del que era mi bully, asentí y me fui rápido igualmente, no confiaba en él, podía tratarse de una trampa para humillarme.
Me quedé en la biblioteca hasta que me entraron ganas de ir al baño. Obviamente ahora tenía que ir al de las niñas, así entre e hice mis necesidades sentada como ya era costumbre. Cuando salí a lavarme las manos, Asley, la chica más popular del grado, se me acercó junto con su selecto grupo de amigas. Estaba bastante intimidado, no obstante, ellas no parecían tener intenciones oscuras, es más me invitaron a comer algo con ellas. Era la primera vez que una chica tenía ese gesto conmigo, así que acepte, me uní a su grupo y aunque al inició estaba algo incomodo, poco a poco me sentí confianza. Para el final de las clases me quedé a su lado, me sentía protegido por ellas, salimos en grupo de la escuela y antes de despedirme Ashley me invitó a una pijamada en su casa. No lo podía creer, por fin era parte de un grupo y todo en menos de un día.
Papá aprovecho de que ahora, al ser una mujer, continuó con su trabajo, aunque sorprendentemente sus servicios eran más solicitados que antes, me imagino que era debido a las dos grandes razones que colgaban de su pecho.
A él no le importaba mientras tuviera más dinero, de hecho, ahora usaba ropa más reveladora como faldas blusas que dejaban su escote expuesto Así como también, Jeans y vestidos que resaltara mucho más sus pronunciadas curvas femeninas. Yo mi parte seguí en mis clases
lo que sí, me costó adaptarme esa misión, unas tetas eran pesadas y molestas la ropa que me ponía no las ocultaba. Estaba forzada a usar escotes, y siempre que salía a la calle todos los hombres me quedaban mirando como mis enormes tetas, se balanceaban y rebotaban a cada paso quedaba por un lado me gustaba, me sentía deseada y por otro lado me incomodaba porque no sólo tenían buen culo sino que también tenía un buen par de melones, a pesar de qué eran muy enormes, no rivalizaban con mi madre que por cierto ella a veces llegaba muy tarde a la casa con unas copas demás un día que llegó tarde, me escondí en su armario y vi que cuando se quitó su ropa, tenía toda su vagina, bañada en semen, y era evidente que se estaban cogiendo y cuando se metió a bañar, yo salí hacia mi habitación, conforme pasaron unos días. Era más que obvio que a mi madre se estaban cogiendo, seguramente por dinero y sus jefes no iban a dar en tomar como suyas esas enormes tetas
Las cosas solo fueron para mejor desde ese primer día. Me había vuelto parte del grupo más popular de chicas de las escuela, cosa que antes solo sería un sueño para mí.
No me gustaban del todo sus conversaciones superficiales de moda y de chicos, pero supongo que era mejor que nada, al menos al estar con ellas aprendí a combinar mejor mi ropa y maquillarme más profesionalmente. Aquellos, que antes me molestaban y golpeaban ahora me trataban con cuidado, me decían cosas bonitas, me invitaban comida y bebida en el refrigerio e incluso Ethan me había invitado a salir. Era lo que siempre desee, que me dejara de molestar sólo que ahora con nuevo aspecto de chica bonita
Un día estaba sola en mi casa sábado por la tarde mi tía había ido al supermercado y mi padre en el trabajo, obviamente sabía que se la estaban cogiendo en el trabajo, pero yo no decía nada, y pues pasé en la tarde tarde mirando un maratón de series cuando de repente alguien toca la puerta y cuando fui a abrirla me di cuenta que era mi tío Eduardo, buscaba a su esposa, yo dije que estaba sola y que nadie estaba aquí cuando le decía eso me di cuenta que él no despegaba su mirada de mi escote yo educadamente le dije que pasara y esperar a mi tío en la sala, ya estando ahí yo le serví un vaso con agua y me senté a su lado a mirar la televisión, pasando un rato me di cuenta que no dejaba de ver mis tetas. Era más alto que yo, así que desde su visión podía haber claramente mis tetas desde arriba y cuando me voltee él se hacía el que no vio nada y fui directo con él y le dije por qué estás mirando mis tetas y él se guardó nada y me dijo son muy grandes Victoria las más grandes de todas las mujeres de la familia, incluso de las de tu difunta madre yo en vez de sentirme ofendida me sentía halagada y le dije que muchas gracias estas enormes tetas, me daban confianza porque no era fácil adaptarme esta nueva etapa de mi vida
En ese momento, él dijo que si las podía ver así de directo fue, yo me quedé en shock y le dije que eso no era correcto que soy su sobrina, a lo que él cambió de actitud y se volvió más prepotente y dijo no digas mamadas. Puta chichona muestrame esas enormes ubres y procede a arrancarme la blusa, dejando mis tetas expuestas y se va encima de mí Parecía un bebé, comiendo en mis tetas, y las hacía también que me excito, y él fue subiendo el nivel poco a poco bajando hasta mi entrepierna yo le dije que se esperara y que si quería cogerme tendría que ser en la cama, así que él me cargó y me llevó mi habitación donde terminó de penetrarme sentía tan rico, era la primera vez que sentía una verga y mi vagina. Ahí comprendí lo que me ahora madre hacía y no podía dejarlo. Era tan adictivo y placentero. Yo gritaba como una puta y mis tetas saltaban de un lado a otro, hasta que sentí que se corría dentro de mi coño y después de eso el macho satisfecho sacó su verga mientras que de mi vagina escurría el gran cantidad de semen. Yo me asusté. Pensé que iba a quedar embarazada, pero él sacó de su bolsa un par de pastillas anticonceptivas y me las dio, luego de eso se fue dejando en claro que él llegó a mi casa con una sola intención
Pasar una semanas y se acercaba una reunión familiar donde todos mis tíos, tías, primos y primas iban a llegar yo ese día me puse un vestido súper apretado que dejabas escotada mis enormes tetas y mi enorme culo parecía un corazón
Mi padre nos dio la sorpresa de qué llegó con su novio que era su jefe de su trabajo, y me sorprendió la forma en la que llegó muy diva y empoderada Yo sabía que ese hombre que se había traído se la cogía todos los días
A lo largo del día, vi que muchos mis primos no apartaban su mirada de mi culo y de mis pechos, aunque me la pasé platicando con mis primas, una que otro primo se me acercaba para sacarme a bailar o ofrecerme alguna bebida, era muy servicial conmigo, incluso mis primas se pusieron un poco celosos y me dijeron que la razón por la cual eran tan serviciales, eran por mis evidentes curvas tan lacivas cuándo vi a mi tío Eduardo, a lo lejos me excité, me guiñó el ojo desde lejos y yo les sonreí de una manera era evidente que queríamos un segundo round de sexo
Así que le envié una indirecta con mis ojos y me dirigí hacia una de las habitaciones. Apague la luz y me quité el vestido, dejándome en lencería y y me acosté en la cama esperando ansiosamente aquí mi macho, me reclamaron y cuando escuché que alguien abría la puerta y cerraba con seguro. Mi piel se puso como de gallina, y cuando sentí que alguien estaba encima de mí, asimilé que era mi tío Eduardo. En ese momento él empezó a comerme mis pechos, y luego me enterró sin aviso. Su pene en mi vagina y ahí estábamos cogiendo él, al mismo tiempo, me disparó su semen dentro de mi útero y yo gemía como una zorra, y cuando llegué al clímax y me corrí prendí la luz de la mesa de cama, y ahí me di cuenta que el que me estaba cogiendo no era mi tío Eduardo, si no su hermano mi tío Alberto y yo le dije qué es lo que le pasaba porque me había hecho eso, y él respondió, no te hagas putita. Sé que te gustó y yo no me negué y seguimos cogiendo un buen rato hasta que descansamos y regresamos a la fiesta, ya casi en la noche. Me quedé solas con mi tío Eduardo, y le dije por qué no me había seguido la habitación y me respondió que no había captado mis indirectas y lo entendí. En ese momento. Quería cogerme pero yo me hice la difícil y me fui con mis primas.
Poco después estaba en la cocina lavando los platos sucios, pues mi tía me había dicho que tenía que ayudar en la cocina. Ahora que era mujer tenía que adaptarme a los trabajos femeninos y eso hice. Me llevo un buen rato, lavarlos todos y estaba un poco distraída. Cuando de repente sentí una nalgada en mi trasero y cuando voltee era mi primo Javier, y me dijo que buen culo te cargas Victoria, me gustaría ponerte en cuatro y yo le dije que se fuera y que me dejara en paz o le diría a su papá, él se enojó y me tomó a la fuerza poniéndome en cuatro y ahí en la cocina mi penetro, y ahí estaba yo siendo cogida nuevamente como una puta chichona mis tetas, se balanceaban, se salieron solas del vestido y cuando sentí que se corría dentro de mi útero con mis brazos, lo alejé de mí no quería de quedar embarazada, y en ese momento entró alguien a la cocina era mi tío Raúl, el papá de Javier, yo en ese momento me quejé con él, pero él no me dirigió la palabra y se fue encima de Javier diciéndole bien hecho así se trata de las putas hembras. Ahora hay que darle los dos al mismo tiempo, y cuando dijeron eso, yo me quedé en la cinco minutos, después me tenían penetrando en mis agujeros mientras que yo gemía como una puta y cuando se corrieron dentro de mí me dejaron tirada en el suelo como un trapo sucio que no vale nada
Días, después estaba un poco depresiva porque me habían cogido varios hombres de mi familia Yo no podía hacer nada. Ahora mis enormes tetas eran una maldición empecé a llorar y me fui a desahogarme con mis primas y mis tías, pero ella me respondieron que era completamente normal en la familia. Todas las mujeres estamos para servirle a los hombres y las más guapas y con cuerpos exuberantes eran las que más se las cogían, cuando me dijeron eso quede en shock y les pregunté directamente a mis primas y ya se las habían cogido y me respondieron que si todas mis primas eran chichonas pero sus pechos no eran tan grandes como como las mías ya ya entendí mi función como mujer en mi familia
Un día mi padre llegó a la casa y nos dijo que estaba embarazada y que en unos meses se iba a casar con su Jefe y la verdad es que su estómago se veía un poco grande, tal vez unos dos meses de embarazo y sus pechos estaban llenos de leche Todos nos emocionamos y la felicitamos, pero no iba a ser la única embarazada en la familia , yo subo ahora ahora hija también estaba preñada
Un par de semanas después me sentía mareada vomitaba todo el tiempo y mis tías me hicieron una prueba de embarazo en el cual resultó positivo toda la familia, cuando se enteró de esto enloqueció querían saber quién era el padre, y la verdad es que ni yo sabía y los que me habían cogido se presentaron ante todos, y como los hombres que eran decidieron pagar por todos los gastos futuros por el bebé como si fueran suyos con la condición de qué yo sería su mujer, yo acepté pero No también cuenta que sería la mujer de cada uno de ellos, es decir que me iban a coger todo el tiempo y lejos de desagradarme, me gustó
Al principio todos creímos que era una broma, eso es lo que cualquiera pensaría si le dicen que existe un virus que transforma a hombres en mujeres. Sin embargo, luego de que el virus se empezara a expandirse por todo el globo y los casos comenzarán a intensificarse, recién nos lo tomamos enserio. Afectaba a solo sexo el masculino y se trasmitía a través del contacto de fluidos como saliva, sangre, jugos vaginales, etc. Por ello todos los gobiernos establecieron cuarentena obligatoria para los hombres, solo las mujeres, que eran totalmente inmunes, podían salir a la calle.
Al no tener una mujer en casa, quien pueda ir a hacer las compras o trabajar para obtener algo de dinero, mi papá se vio forzado a tomar el riesgo de salir. Siempre se iba bien protegido, obviamente no quería terminar infectándose, y al regresar se desinfectaba completamente para no infectarme a mí. Pero solo basto un pequeño descuido, un alimento mal lavado, para mandar todo esa prevención al carajo.
Mi padre empezó a tener una leve gripe, gripe que en cuestión de horas se hizo mucho más crónica haciéndolo estornudar, sudar y vomitar intensamente. Obviamente intente ayudarlo como pude, pero era inevitable que al acercarme a él unas gotas de su saliva tuvieran contacto con mi piel, haciendo que en cuestión de minutos sufra de los mismos síntomas. Fue la peor sensación de mi vida, sentía mis músculos contraerse y aplastar mis huesos, mi cara y mi pecho ardían, pero lo peor era mis testículos que me dolían como nunca antes, como si estuviesen pateando ahí una y otra vez. Sentía que iba morir, prácticamente agonizaba en mi cama, lo último que recuerdo antes de desmallarme es ver unos mechones largos de cabello tapar mi rostro.
Desperté sintiéndome ya mucho mejor en la camilla de un hospital, había una señorita muy bonita a mi lado, la cual sujetaba mi mano y veía con una sonrisa como lentamente abría los ojos. Nunca había visto a esa mujer, pero había algo en ella que me resultaba familiar. Cuando recuperé la conciencia por completo, me enteré que esa mujer era mi papá, quien había completado su metamorfosis. Pero ni si quiera tuve tiempo para asimilar y sorprenderme por esa noticia, pues ni bien baje la mirada me di cuenta de que ahora yo también era una.
Mi cabello corto y desalineado creció exponencialmente, aclarándose un poco y volviéndose mucho más suave al tacto. Irónicamente mis brazos eran ligeramente más gruesos, pero no eran nada en comparación con mis muslos, los cuales eran triple de grades de los que tenía como un chico. Ahora también tenía senos, senos de una adolescente y que no competían en lo absoluto con el dotado busto copa D que ahora poseía mi padre, pero eran senos pegados a mi pecho al fin y al cabo. Es extraño y vergonzoso decir que las primeras tetas que toqué en mi vida hayan sido las mías. Pero sin duda lo que más había desarrollado eran mis caderas y mi trasero, que ya eran grandes para "una chica" de mi edad, creo que incluso eran más grandes que lo de las chicas populares de mi escuela.
Tanto mi papá como yo pasamos unos días internados en el hospital, días en donde nos hicieron un montón de pruebas y nos sacaron varias muestras, solo para llegar a una conclusión: éramos mujeres completamente funcionales, es decir, con la capacidad de ovular, menstruar y hasta quedar embarazadas.
Al regresar a casa tanto mi papá como yo tratamos de adecuarnos a nuestra nueva condición femenina nuestra familia comprendió en esta situación y nos apoyó en todo lo que necesitábamos una tía y unas primas se acercaban a mí a ofrecerme ropa y accesorios para mujeres y me enseñaron a cómo me debía de comportar. Ahora me sentía muy femenina al lado de ellas mi padre por otro lado regresó a trabajar se la pasaba la mayor parte del tiempo trabajando, casi no estaba en casa, pero al fin y al cabo pudimos adaptarnos a esta nueva etapa
Meses después
la pandemia del virus había acabado, habían vacunas y yo tenía que volver a la escuela, pero estos meses que me la pasé encerrada en mi casa, habían pasado cosas muy raras con mi cuerpo, las únicas que me habían visto eran mis primas y mis tías, así como también mi hora madre.
El miedo a enfrentarme a mi familia con esta revelación me invadió, asi que decidi dejar que descubrieran mi evolución por sí mismos.
Decidí que no había manera de explicarle esto a mi familia y que tendría que dejar que me encontraran por la mañana y me pregunté qué esperaba todas las mujeres de mi familia tenían senos muy grandes y ahora yo no era la excepción.
Mirándome en el espejo, la realidad de mi transformación se hizo aún más evidente. Mis ojos se llenaron de asombro al ver mis senos, mucho más grandes de lo que había anticipado. Era como si mi cuerpo hubiera sido remodelado por completo, cada detalle meticulosamente diseñado para la máxima feminidad.
Me encontré atrapado en un choque de emociones, una mezcla de alegría abrumadora, miedo y una profunda sensación de autodescubrimiento.
Mientras trataba de procesar esta nueva realidad, un suave golpe en la puerta de mi habitación me sacó de mi ensimismamiento Eran mis tías y me habían dicho que me cambiara para ir a la escuela porque se retomaron la clases presenciales, lo cual me llenó de terror. En todo ese tiempo me había acostumbrado a tener el cabello largo, usar bragas y sostenes, menstruar, ir al baño sentado e incluso maquillarme y pintarme las uñas junto a mi papá, pero no estaba listo para que los pesados de mis compañeros me vean en esta forma. Para empeorar las cosas tenía que usar ahora el uniforme de las chicas, por lo que me esperaba los insultos de marica u homosexual.
Llegue con las piernas temblorosas, tratando de bajar lo más posible mi falda, caminando con la cabeza gacha y repitiendo en mi mente "si tú no los ves ellos no te ven, si tú no los ves ellos no te ven". Sentía todas las miradas en mí, estaba totalmente avergonzado, solo quería correr y regresar a casa. Entré a mi salón, y solo era cuestión de tiempo para que la profesora de historia, antes profesor, llamé mi nombre por la lista y tenga que decir presente.
Mi apellido era de los últimos así que la espera fue mucho más agónica, pero llegó el momento, -Víctor Andrés, Zambrano Espinoza-, me puse de pie, con las mejillas sonrojadas y dije con mi voz ahora de mujer -presente, profesora aunque ahora es Victoria-.
Todos se quedaron boquiabiertos, no era el único infectado del salón, pero supongo que mi transformación si era la más drástica, felizmente de momento contaba con la protección de la profesora, pero sabía se acabaría en el receso.
Tocó la campana rápidamente a esconderme en la biblioteca, pero Ethan, uno de los chicos que más me molestaban, me impidió el paso. Pensé que ese sería el inicio de mi tortura, pero para mi sorpresa él ahora parecía tímido y dócil ante mi, y dijo mirando al suelo -te ves... muy bonita-. Yo, sin saber cómo responder a un halago del que era mi bully, asentí y me fui rápido igualmente, no confiaba en él, podía tratarse de una trampa para humillarme.
Me quedé en la biblioteca hasta que me entraron ganas de ir al baño. Obviamente ahora tenía que ir al de las niñas, así entre e hice mis necesidades sentada como ya era costumbre. Cuando salí a lavarme las manos, Asley, la chica más popular del grado, se me acercó junto con su selecto grupo de amigas. Estaba bastante intimidado, no obstante, ellas no parecían tener intenciones oscuras, es más me invitaron a comer algo con ellas. Era la primera vez que una chica tenía ese gesto conmigo, así que acepte, me uní a su grupo y aunque al inició estaba algo incomodo, poco a poco me sentí confianza. Para el final de las clases me quedé a su lado, me sentía protegido por ellas, salimos en grupo de la escuela y antes de despedirme Ashley me invitó a una pijamada en su casa. No lo podía creer, por fin era parte de un grupo y todo en menos de un día.
Papá aprovecho de que ahora, al ser una mujer, continuó con su trabajo, aunque sorprendentemente sus servicios eran más solicitados que antes, me imagino que era debido a las dos grandes razones que colgaban de su pecho.
A él no le importaba mientras tuviera más dinero, de hecho, ahora usaba ropa más reveladora como faldas blusas que dejaban su escote expuesto Así como también, Jeans y vestidos que resaltara mucho más sus pronunciadas curvas femeninas. Yo mi parte seguí en mis clases
lo que sí, me costó adaptarme esa misión, unas tetas eran pesadas y molestas la ropa que me ponía no las ocultaba. Estaba forzada a usar escotes, y siempre que salía a la calle todos los hombres me quedaban mirando como mis enormes tetas, se balanceaban y rebotaban a cada paso quedaba por un lado me gustaba, me sentía deseada y por otro lado me incomodaba porque no sólo tenían buen culo sino que también tenía un buen par de melones, a pesar de qué eran muy enormes, no rivalizaban con mi madre que por cierto ella a veces llegaba muy tarde a la casa con unas copas demás un día que llegó tarde, me escondí en su armario y vi que cuando se quitó su ropa, tenía toda su vagina, bañada en semen, y era evidente que se estaban cogiendo y cuando se metió a bañar, yo salí hacia mi habitación, conforme pasaron unos días. Era más que obvio que a mi madre se estaban cogiendo, seguramente por dinero y sus jefes no iban a dar en tomar como suyas esas enormes tetas
Las cosas solo fueron para mejor desde ese primer día. Me había vuelto parte del grupo más popular de chicas de las escuela, cosa que antes solo sería un sueño para mí.
No me gustaban del todo sus conversaciones superficiales de moda y de chicos, pero supongo que era mejor que nada, al menos al estar con ellas aprendí a combinar mejor mi ropa y maquillarme más profesionalmente. Aquellos, que antes me molestaban y golpeaban ahora me trataban con cuidado, me decían cosas bonitas, me invitaban comida y bebida en el refrigerio e incluso Ethan me había invitado a salir. Era lo que siempre desee, que me dejara de molestar sólo que ahora con nuevo aspecto de chica bonita
Un día estaba sola en mi casa sábado por la tarde mi tía había ido al supermercado y mi padre en el trabajo, obviamente sabía que se la estaban cogiendo en el trabajo, pero yo no decía nada, y pues pasé en la tarde tarde mirando un maratón de series cuando de repente alguien toca la puerta y cuando fui a abrirla me di cuenta que era mi tío Eduardo, buscaba a su esposa, yo dije que estaba sola y que nadie estaba aquí cuando le decía eso me di cuenta que él no despegaba su mirada de mi escote yo educadamente le dije que pasara y esperar a mi tío en la sala, ya estando ahí yo le serví un vaso con agua y me senté a su lado a mirar la televisión, pasando un rato me di cuenta que no dejaba de ver mis tetas. Era más alto que yo, así que desde su visión podía haber claramente mis tetas desde arriba y cuando me voltee él se hacía el que no vio nada y fui directo con él y le dije por qué estás mirando mis tetas y él se guardó nada y me dijo son muy grandes Victoria las más grandes de todas las mujeres de la familia, incluso de las de tu difunta madre yo en vez de sentirme ofendida me sentía halagada y le dije que muchas gracias estas enormes tetas, me daban confianza porque no era fácil adaptarme esta nueva etapa de mi vida
En ese momento, él dijo que si las podía ver así de directo fue, yo me quedé en shock y le dije que eso no era correcto que soy su sobrina, a lo que él cambió de actitud y se volvió más prepotente y dijo no digas mamadas. Puta chichona muestrame esas enormes ubres y procede a arrancarme la blusa, dejando mis tetas expuestas y se va encima de mí Parecía un bebé, comiendo en mis tetas, y las hacía también que me excito, y él fue subiendo el nivel poco a poco bajando hasta mi entrepierna yo le dije que se esperara y que si quería cogerme tendría que ser en la cama, así que él me cargó y me llevó mi habitación donde terminó de penetrarme sentía tan rico, era la primera vez que sentía una verga y mi vagina. Ahí comprendí lo que me ahora madre hacía y no podía dejarlo. Era tan adictivo y placentero. Yo gritaba como una puta y mis tetas saltaban de un lado a otro, hasta que sentí que se corría dentro de mi coño y después de eso el macho satisfecho sacó su verga mientras que de mi vagina escurría el gran cantidad de semen. Yo me asusté. Pensé que iba a quedar embarazada, pero él sacó de su bolsa un par de pastillas anticonceptivas y me las dio, luego de eso se fue dejando en claro que él llegó a mi casa con una sola intención
Pasar una semanas y se acercaba una reunión familiar donde todos mis tíos, tías, primos y primas iban a llegar yo ese día me puse un vestido súper apretado que dejabas escotada mis enormes tetas y mi enorme culo parecía un corazón
Mi padre nos dio la sorpresa de qué llegó con su novio que era su jefe de su trabajo, y me sorprendió la forma en la que llegó muy diva y empoderada Yo sabía que ese hombre que se había traído se la cogía todos los días
A lo largo del día, vi que muchos mis primos no apartaban su mirada de mi culo y de mis pechos, aunque me la pasé platicando con mis primas, una que otro primo se me acercaba para sacarme a bailar o ofrecerme alguna bebida, era muy servicial conmigo, incluso mis primas se pusieron un poco celosos y me dijeron que la razón por la cual eran tan serviciales, eran por mis evidentes curvas tan lacivas cuándo vi a mi tío Eduardo, a lo lejos me excité, me guiñó el ojo desde lejos y yo les sonreí de una manera era evidente que queríamos un segundo round de sexo
Así que le envié una indirecta con mis ojos y me dirigí hacia una de las habitaciones. Apague la luz y me quité el vestido, dejándome en lencería y y me acosté en la cama esperando ansiosamente aquí mi macho, me reclamaron y cuando escuché que alguien abría la puerta y cerraba con seguro. Mi piel se puso como de gallina, y cuando sentí que alguien estaba encima de mí, asimilé que era mi tío Eduardo. En ese momento él empezó a comerme mis pechos, y luego me enterró sin aviso. Su pene en mi vagina y ahí estábamos cogiendo él, al mismo tiempo, me disparó su semen dentro de mi útero y yo gemía como una zorra, y cuando llegué al clímax y me corrí prendí la luz de la mesa de cama, y ahí me di cuenta que el que me estaba cogiendo no era mi tío Eduardo, si no su hermano mi tío Alberto y yo le dije qué es lo que le pasaba porque me había hecho eso, y él respondió, no te hagas putita. Sé que te gustó y yo no me negué y seguimos cogiendo un buen rato hasta que descansamos y regresamos a la fiesta, ya casi en la noche. Me quedé solas con mi tío Eduardo, y le dije por qué no me había seguido la habitación y me respondió que no había captado mis indirectas y lo entendí. En ese momento. Quería cogerme pero yo me hice la difícil y me fui con mis primas.
Poco después estaba en la cocina lavando los platos sucios, pues mi tía me había dicho que tenía que ayudar en la cocina. Ahora que era mujer tenía que adaptarme a los trabajos femeninos y eso hice. Me llevo un buen rato, lavarlos todos y estaba un poco distraída. Cuando de repente sentí una nalgada en mi trasero y cuando voltee era mi primo Javier, y me dijo que buen culo te cargas Victoria, me gustaría ponerte en cuatro y yo le dije que se fuera y que me dejara en paz o le diría a su papá, él se enojó y me tomó a la fuerza poniéndome en cuatro y ahí en la cocina mi penetro, y ahí estaba yo siendo cogida nuevamente como una puta chichona mis tetas, se balanceaban, se salieron solas del vestido y cuando sentí que se corría dentro de mi útero con mis brazos, lo alejé de mí no quería de quedar embarazada, y en ese momento entró alguien a la cocina era mi tío Raúl, el papá de Javier, yo en ese momento me quejé con él, pero él no me dirigió la palabra y se fue encima de Javier diciéndole bien hecho así se trata de las putas hembras. Ahora hay que darle los dos al mismo tiempo, y cuando dijeron eso, yo me quedé en la cinco minutos, después me tenían penetrando en mis agujeros mientras que yo gemía como una puta y cuando se corrieron dentro de mí me dejaron tirada en el suelo como un trapo sucio que no vale nada
Días, después estaba un poco depresiva porque me habían cogido varios hombres de mi familia Yo no podía hacer nada. Ahora mis enormes tetas eran una maldición empecé a llorar y me fui a desahogarme con mis primas y mis tías, pero ella me respondieron que era completamente normal en la familia. Todas las mujeres estamos para servirle a los hombres y las más guapas y con cuerpos exuberantes eran las que más se las cogían, cuando me dijeron eso quede en shock y les pregunté directamente a mis primas y ya se las habían cogido y me respondieron que si todas mis primas eran chichonas pero sus pechos no eran tan grandes como como las mías ya ya entendí mi función como mujer en mi familia
Un día mi padre llegó a la casa y nos dijo que estaba embarazada y que en unos meses se iba a casar con su Jefe y la verdad es que su estómago se veía un poco grande, tal vez unos dos meses de embarazo y sus pechos estaban llenos de leche Todos nos emocionamos y la felicitamos, pero no iba a ser la única embarazada en la familia , yo subo ahora ahora hija también estaba preñada
Un par de semanas después me sentía mareada vomitaba todo el tiempo y mis tías me hicieron una prueba de embarazo en el cual resultó positivo toda la familia, cuando se enteró de esto enloqueció querían saber quién era el padre, y la verdad es que ni yo sabía y los que me habían cogido se presentaron ante todos, y como los hombres que eran decidieron pagar por todos los gastos futuros por el bebé como si fueran suyos con la condición de qué yo sería su mujer, yo acepté pero No también cuenta que sería la mujer de cada uno de ellos, es decir que me iban a coger todo el tiempo y lejos de desagradarme, me gustó
0 comentarios - Chichona, culona y putita por accidente🍒🍑