mi mujer dormida, tranquila, relajada, de costado, culito apuntando hacia mi, veía la tanga cómo se perdía en ese culazo. la acaricié suavemente un largo rato,intenté dormir pero me costó un montón, estuve dando vueltas hasta temprano en la mañana en que me quedé dormido. Me desperté cerca de las 11, ella jugaba con la nena en el comedor, me acerqué la saludé con un beso profundo, me dijo que a la tarde podríamos ir a la plaza. Era un hermoso día soleado Así que comimos tranquilos, ella se fue a cambiar, se puso una pollera ajustada tipo tubo, una tanguita muy chiquita, la pollera esa se retransparenta con el sol. Giro para mi:
-Estoy linda…?
-Hermosa… deliciosa…
-Me parece que se trasparenta mucho no…? digo… cuando le pega el sol…
-Ay amor… vamos a pasear con la nena, no pasa nada…
Ya me sentía excitado de nuevo. Salimos a la calle, ella caminaba empujando el cochecito de la nena, parecía que el culo se le marcaba más como lo movía. La cadencia de su culo cuando va empujando el cochecito. De a ratos me quedaba un poquito más atrás, la miraba caminar poniendome recaliente, que culazo mi Dios, el vaquero ayudaba a ocultar mi terrible erección. Yo llevaba el equipo del mate, algunas galletitas. Cuando entramos a los juegos me senté, ella se sentó a mi lado, después se fue con la nena a la hamaca, me distraje mirando los otros chicos que jugaban, cuando miré hacia las hamacas, había un muchacho joven, de nuestra edad,treinta y pocos. Charlaban animadamente con ella , que se movía exageradamente sensual al hamacar a Jazmín, él no perdía detalle, yo la miraba desde lejos, en otra en otra época hubiera salido corriendo, me hubiera acercado, pero esta vez permanecí a la distancia observándola. En un momento ella miró hacia donde yo estaba y simplemente levante la mano saludandola y en ese gesto, sentí que les estaba diciendo que estaba todo bien a los dos, les estaba diciendo si soy el marido que mira de lejos y no pienso meterme en nada de lo que está pasando. Me calentaba toda la situación, mi actitud sumisa, consentidora. De nuevo tenía una erección que iba a romper mi pantalón en cualquier momento. Necesitaba parar, pensar en otra cosa, así que me puse a preparar el mate, mirando para otro lado, al rato sentí que marce se sentaba a mi lado, empecé a cebar mate. Tomamos charlando un poco de todo, ella me contó algunos problemas de su trabajo. Volvimos a casa, ella se iba a encargar de bañar a la nena. Me encargué de empezar a preparar la comida. Después de bañarla Jazmín se quedo profundamente dormida. marce vino a la cocina y me abrazo desde atrás. Empezó a jugar con su mano derecha apretaba mi bulto, con la izquierda acariciaba mi pecho. Se puso de rodillas, me giró hacia ella, desabotono mi pantalón bajo el cierre y bajo todo junto el pantalón y el boxer.
-Mmmm… que tenemos acá? que durito que estás últimamente… parece que está calentito mi amor… todo esto es para mí?
-Sí, es todo tuyo mi amor…
-Qué bueno…
No habló más, empezó a jugar con su lengua, esas mamadas de campeonato que suele dar, siguió. le pedí que parara porque no quería llegar, pero no tuvo piedad, siguió chupando y chupando, cuando sintió que estaba por llegar la sacó de su boca, empezó a pajearme y escupí chorros de leche por toda la cocina, ella sonrió satisfecha,se puso de pie. Se fue desnudándo sensualmente caminando hacia el baño, me dijo me voy a bañar mi amor, aunque no lo podía creer seguía excitado. En estos días habíamos cogido más que en los últimos dos meses. Abrí la heladera, destapé una cerveza, me serví un vaso, me senté a descansar un ratito. Fui al baño, me desnudé y metí en la bañera con ella. Enseguida vio mi erección y sonrío.
– Qué le pasa al Señor que anda tan caliente últimamente…? -volvió a reírse. Le levanté una pierna, la puse sobre el borde de la bañera y la penetre, mientras le comía la boca y le magreaba los pechos.
-Qué lindo papi que caliente que estas…
-Te gusta perra…?
-Vos me gustas…
-Yo y Jorge también…
-Si!!! ese pibe me encanta!!! tiene una verga deliciosa… y como me llena… es regruesa… pero vos sos muy tierno mi amor… -dijo toreandome.
Hija de puta que calentura por favor, perra,después seguimos en silencio, ella se salió y se puso de espaldas a mi, la enjaboné un rato y después me fui a chuparle el culo, arrodillado detrás de ella con el agua salpicandome la cara. Le separé los cachetes de la cola y empecé a chupar. Como me gusta chuparle el ojete, qué delicia por favor, separaba bien las nalgas y le metía la lengua lo más que podía. marce empezó a pajearse mientras yo la chupaba, empezó a gemir.
-Si… que lengua hábil tenes…
Dejé de chupar y le dije que tenía ganas de hacerle la cola.
-No, sos muy bruto… siempre me haces doler… y después no disfrutó nada… cógeme por la conchita si querés…
Me puse de pie y la penetre despacio la agarre fuerte desde atrás y la cogía bien duro.
-Toma pija puta barata… -no suelo hablar así- culona puta…!!!!
-Si soy una puta… Jorge me decía lo mismo el otro día en el oído…
Más me calenté seguí bombeando bien duro, no podía aguantar mucho más, así que apure mi cogida y en un momento sentí que me vaciaba creí que me volvía loco acabé como un desesperado. Ella giro su cabeza y me besó. Nos fuimos calmando, se dio vuelta nos acariciamos, nos secamos mutuamente besandonos y fuimos a la cama a dormir. El lunes no hubo novedad los dos estábamos muy cansados, así que dormimos temprano. Los martes suelo ir a jugar al fútbol con mis amigos, como siempre nos quedamos a comer algo después de jugar. Antes de empezar el partido sonó mi celular, era una fotito de marce con una tanguita nueva, sacando culito, una selfie, y decía.
-Me encantaría estrenarla esta noche con vos, sino te quedas a cenar hay postre en casa… si no venís la puedo estrenar con alguien más….
Todo el partido estuve nervioso, inquieto. A la hora de comer me disculpe con los chicos, me están esperando en casa, la nena tiene un poquito de fiebre y bueno no la quiero dejar a marce sola, me gastaron tratandome de dominado, pollerudo, etc. Salí de raje con el auto, parecía un loco cómo manejaba, no me había duchado, así todo sucio entre, pase por el cuarto de la nena que dormía plácidamente. Seguí a nuestro cuarto sobre la cama estaba marce culito arriba, la tanguita nueva bien metida en la cola, era de color blanca, le quedaba deliciosa. Con sus manos empezó a acariciarse la conchita, movía sus caderas mientras se pajeaba.
-No te quedaste a comer con los chicos… que lástima!!! – dijo girando la cara estaba deliciosa mirandome con cara perversa, esos labios deliciosos que tiene. Me desnude y me zambullí en la cama, le corri la tanga a un costado, la penetre y empece a cogerla salvajemente, la tomé de los pelos, le giré la cabeza y le comí la boca, nos besamos, jugando con lenguas y dientes. estábamos como desesperados, como si hiciera meses que no cogiamos.
-Qué lindo papi… cojeme así… que caliente que estás últimamente… parece que te hizo bien que estuviera con un muchachito…
-Callate perra… -la agarré de la cintura, poniendola de perrito, empecé a bombearla bien duro, sentía que iba a aguantar un montón, que no iba a acabar por un largo rato asi que me fui calmando y jugando, la sacaba dejando solo la cabeza y de nuevo a fondo, bien lento, disfrutándolo, hasta la cabeza y de nuevo a fondo, ella acompañaba moviendo las caderas. Empecé a cachetearle la cola.
-Si perra move el culo… puta… move el culo dale… cómo te gustó que te cogiera el guachito ese…
-Si… me cogió re lindo tiene una verga deliciosa…
-Que puta que sos…
Seguimos cogiendo en silencio, sentí que ella estaba llegando, llegó muy profundo. Con mi dedo gordo empecé a jugar en el agujerito de su ojete, la escupí y le metí el dedo gordo, su orgasmo parecía no tener fin. Yo sentía que ahora sí estaba cerca de llegar la bombié más fuerte, saqué mi dedo de su ojete, sentí un quejido, una molestia, como que no quería que sacará el dedo de ahí, pero yo estaba desbocado necesitaba agarrarla de las caderas y bombearla bien fuerte clavarla bien a fondo.
-Si perra… te voy a llenar de leche…
La agarré fuerte de la cintura, la apreté contra mi descargando en lo profundo de su conchita, después nos dormimos abrazados.
El miércoles ella venía tarde de inglés, hace un curso que le paga la clinica donde trabaja Cuando llegó yo ya estaba acostado dormitando muy cansado, ella venía muerta. Me levanté a acompañarla mientras se calentaba algo de comer. Despues fuimos a dormir, me dio un beso muy suave, muy dulce, me dijo que me amaba y nos dormimos abrazados.
-Estoy linda…?
-Hermosa… deliciosa…
-Me parece que se trasparenta mucho no…? digo… cuando le pega el sol…
-Ay amor… vamos a pasear con la nena, no pasa nada…
Ya me sentía excitado de nuevo. Salimos a la calle, ella caminaba empujando el cochecito de la nena, parecía que el culo se le marcaba más como lo movía. La cadencia de su culo cuando va empujando el cochecito. De a ratos me quedaba un poquito más atrás, la miraba caminar poniendome recaliente, que culazo mi Dios, el vaquero ayudaba a ocultar mi terrible erección. Yo llevaba el equipo del mate, algunas galletitas. Cuando entramos a los juegos me senté, ella se sentó a mi lado, después se fue con la nena a la hamaca, me distraje mirando los otros chicos que jugaban, cuando miré hacia las hamacas, había un muchacho joven, de nuestra edad,treinta y pocos. Charlaban animadamente con ella , que se movía exageradamente sensual al hamacar a Jazmín, él no perdía detalle, yo la miraba desde lejos, en otra en otra época hubiera salido corriendo, me hubiera acercado, pero esta vez permanecí a la distancia observándola. En un momento ella miró hacia donde yo estaba y simplemente levante la mano saludandola y en ese gesto, sentí que les estaba diciendo que estaba todo bien a los dos, les estaba diciendo si soy el marido que mira de lejos y no pienso meterme en nada de lo que está pasando. Me calentaba toda la situación, mi actitud sumisa, consentidora. De nuevo tenía una erección que iba a romper mi pantalón en cualquier momento. Necesitaba parar, pensar en otra cosa, así que me puse a preparar el mate, mirando para otro lado, al rato sentí que marce se sentaba a mi lado, empecé a cebar mate. Tomamos charlando un poco de todo, ella me contó algunos problemas de su trabajo. Volvimos a casa, ella se iba a encargar de bañar a la nena. Me encargué de empezar a preparar la comida. Después de bañarla Jazmín se quedo profundamente dormida. marce vino a la cocina y me abrazo desde atrás. Empezó a jugar con su mano derecha apretaba mi bulto, con la izquierda acariciaba mi pecho. Se puso de rodillas, me giró hacia ella, desabotono mi pantalón bajo el cierre y bajo todo junto el pantalón y el boxer.
-Mmmm… que tenemos acá? que durito que estás últimamente… parece que está calentito mi amor… todo esto es para mí?
-Sí, es todo tuyo mi amor…
-Qué bueno…
No habló más, empezó a jugar con su lengua, esas mamadas de campeonato que suele dar, siguió. le pedí que parara porque no quería llegar, pero no tuvo piedad, siguió chupando y chupando, cuando sintió que estaba por llegar la sacó de su boca, empezó a pajearme y escupí chorros de leche por toda la cocina, ella sonrió satisfecha,se puso de pie. Se fue desnudándo sensualmente caminando hacia el baño, me dijo me voy a bañar mi amor, aunque no lo podía creer seguía excitado. En estos días habíamos cogido más que en los últimos dos meses. Abrí la heladera, destapé una cerveza, me serví un vaso, me senté a descansar un ratito. Fui al baño, me desnudé y metí en la bañera con ella. Enseguida vio mi erección y sonrío.
– Qué le pasa al Señor que anda tan caliente últimamente…? -volvió a reírse. Le levanté una pierna, la puse sobre el borde de la bañera y la penetre, mientras le comía la boca y le magreaba los pechos.
-Qué lindo papi que caliente que estas…
-Te gusta perra…?
-Vos me gustas…
-Yo y Jorge también…
-Si!!! ese pibe me encanta!!! tiene una verga deliciosa… y como me llena… es regruesa… pero vos sos muy tierno mi amor… -dijo toreandome.
Hija de puta que calentura por favor, perra,después seguimos en silencio, ella se salió y se puso de espaldas a mi, la enjaboné un rato y después me fui a chuparle el culo, arrodillado detrás de ella con el agua salpicandome la cara. Le separé los cachetes de la cola y empecé a chupar. Como me gusta chuparle el ojete, qué delicia por favor, separaba bien las nalgas y le metía la lengua lo más que podía. marce empezó a pajearse mientras yo la chupaba, empezó a gemir.
-Si… que lengua hábil tenes…
Dejé de chupar y le dije que tenía ganas de hacerle la cola.
-No, sos muy bruto… siempre me haces doler… y después no disfrutó nada… cógeme por la conchita si querés…
Me puse de pie y la penetre despacio la agarre fuerte desde atrás y la cogía bien duro.
-Toma pija puta barata… -no suelo hablar así- culona puta…!!!!
-Si soy una puta… Jorge me decía lo mismo el otro día en el oído…
Más me calenté seguí bombeando bien duro, no podía aguantar mucho más, así que apure mi cogida y en un momento sentí que me vaciaba creí que me volvía loco acabé como un desesperado. Ella giro su cabeza y me besó. Nos fuimos calmando, se dio vuelta nos acariciamos, nos secamos mutuamente besandonos y fuimos a la cama a dormir. El lunes no hubo novedad los dos estábamos muy cansados, así que dormimos temprano. Los martes suelo ir a jugar al fútbol con mis amigos, como siempre nos quedamos a comer algo después de jugar. Antes de empezar el partido sonó mi celular, era una fotito de marce con una tanguita nueva, sacando culito, una selfie, y decía.
-Me encantaría estrenarla esta noche con vos, sino te quedas a cenar hay postre en casa… si no venís la puedo estrenar con alguien más….
Todo el partido estuve nervioso, inquieto. A la hora de comer me disculpe con los chicos, me están esperando en casa, la nena tiene un poquito de fiebre y bueno no la quiero dejar a marce sola, me gastaron tratandome de dominado, pollerudo, etc. Salí de raje con el auto, parecía un loco cómo manejaba, no me había duchado, así todo sucio entre, pase por el cuarto de la nena que dormía plácidamente. Seguí a nuestro cuarto sobre la cama estaba marce culito arriba, la tanguita nueva bien metida en la cola, era de color blanca, le quedaba deliciosa. Con sus manos empezó a acariciarse la conchita, movía sus caderas mientras se pajeaba.
-No te quedaste a comer con los chicos… que lástima!!! – dijo girando la cara estaba deliciosa mirandome con cara perversa, esos labios deliciosos que tiene. Me desnude y me zambullí en la cama, le corri la tanga a un costado, la penetre y empece a cogerla salvajemente, la tomé de los pelos, le giré la cabeza y le comí la boca, nos besamos, jugando con lenguas y dientes. estábamos como desesperados, como si hiciera meses que no cogiamos.
-Qué lindo papi… cojeme así… que caliente que estás últimamente… parece que te hizo bien que estuviera con un muchachito…
-Callate perra… -la agarré de la cintura, poniendola de perrito, empecé a bombearla bien duro, sentía que iba a aguantar un montón, que no iba a acabar por un largo rato asi que me fui calmando y jugando, la sacaba dejando solo la cabeza y de nuevo a fondo, bien lento, disfrutándolo, hasta la cabeza y de nuevo a fondo, ella acompañaba moviendo las caderas. Empecé a cachetearle la cola.
-Si perra move el culo… puta… move el culo dale… cómo te gustó que te cogiera el guachito ese…
-Si… me cogió re lindo tiene una verga deliciosa…
-Que puta que sos…
Seguimos cogiendo en silencio, sentí que ella estaba llegando, llegó muy profundo. Con mi dedo gordo empecé a jugar en el agujerito de su ojete, la escupí y le metí el dedo gordo, su orgasmo parecía no tener fin. Yo sentía que ahora sí estaba cerca de llegar la bombié más fuerte, saqué mi dedo de su ojete, sentí un quejido, una molestia, como que no quería que sacará el dedo de ahí, pero yo estaba desbocado necesitaba agarrarla de las caderas y bombearla bien fuerte clavarla bien a fondo.
-Si perra… te voy a llenar de leche…
La agarré fuerte de la cintura, la apreté contra mi descargando en lo profundo de su conchita, después nos dormimos abrazados.
El miércoles ella venía tarde de inglés, hace un curso que le paga la clinica donde trabaja Cuando llegó yo ya estaba acostado dormitando muy cansado, ella venía muerta. Me levanté a acompañarla mientras se calentaba algo de comer. Despues fuimos a dormir, me dio un beso muy suave, muy dulce, me dijo que me amaba y nos dormimos abrazados.
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