You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

La tentación no llega sola, uno la escoge Capitulo 2

El Hombre quiere lo que tiene otro Hombre.



Fue con el descubrimiento del fuego que un hombre vio a otro con una antorcha y luchó por quitárselo. En sí, en cientos momentos de la historia el hombre deseó lo que tiene el otro. Hasta el inventor más original envidió alguna vez la creación de otro inventor. 

Luego de eliminar el contacto de Kendra de mi celular, me tomé unos días para disfrutar mi tiempo a solas. En aquel tiempo aún estaba con exámenes y no queria distraerme. Lo poco que hacia era tocar la guitarra y cocinar algunos platillos exóticos con mis hermanos.

Llegó el fin de semana, y como siempre esos dos días siempre traen extrañas sensaciones de nostalgia. No sabía si ese extraño sentimiento se debía a mi ruptura amorosa o bien, me recordaba los días felices juntos a mis amigos. 

Los hombres, por lo general, tenemos tendencia a romper con nuestro circulo de amistad, por una mujer. El resto de la manada siempre trata de hacerte dar cuenta del error que estás cometiendo, pero como siempre dijo mi viejo "dos pelos de concha, tira más fuerte que un carro tirado por bueyes". 

En mi agenda tenía un sin fin de números de teléfonos, entre ellos el de mi amigo al cual tendré que cambiar su nombre, para protegerlo nada más... lo vamos a llamar Magno. 
Magno tenía una gran obsesión desde muy pequeño con los senos. No importaba si su presa era hermosa, fea, o como quieras describirla, a él le obsesionaban los pechos gigantes. 

Le encantaba describir la forma de sus pezones, el color, el sabor. Después de seis años de no verlo, me preguntaba si seguía siendo el mismo lujurioso. De cualquier modos, inconscientemente, estaba buscando sexo. 

- Magno mi buen amigo! en que estas tanto tiempo...
- ah! pero mira quien decidió aparecer, no me digas ¿terminaste?- haciendo una pausa 
- Para que voy a mentirte, si pero por decisión propia - después de haber llorado dos meses seguidos. 
- Y que contas, hay que vernos! mira que tengo la data de un par de minitas que a vos te van a gustar. 
- No sé si estoy preparado todavía para conocer gente nueva - patrañas, te llamo para que me presentes mujeres. 

Se lo que opinarás, pero ustedes no saben lo que una relación de seis años puede afectar a una persona. En esa larga temporada podrías sentir que tu vida va sobre el riel, pero cuando ese sueño se acaba, te encuentras con un montón de anhelos postergados. 

- Te propongo ir a "Happens", comemos unas hamburguesas, me contas un poco de que va tu vida. Y después vemos si las llamamos - esto si fue con sinceridad.
- Dale en media hora estoy por ahí.

La noche estaba excitante, era sábado y las personas que recorrían la calle lo hacían sentir. Las mujeres con sus minifaldas y los caballeros en las peluquerías, típico ritual argento. 

Llegando a la Hamburguesería veo a Magno sentado, quien inmediatamente levanta la mirada y sonríe con esa  risa picaresca que siempre lo caracterizó. 

- Kevincito!!!! como estas papá!! - literal él habla así - Así que estas solter, vení mamita, atendenos... 

Siempre me desagradó su forma de tratar a los mozos como si fuesen siervos. Es algo que desde chico llevo, que no acepto esa falta de respeto.

- Magno, por favor no la llames asi... Divi! como estas amiga? - le pregunté a la moza. 
- Kevin!! amigo!! decime que te trae acá. 
- Venimos a tomar unos tragos, a ponernos al corriente con nuestras vidas - mientra la observo, su figura descomunal como cuando eramos adolescentes, algunas personas no cambian. Su peo enrulado a lo afro, su tez morena y los ojos achinados. 
- Bueno entonces, les traigo dos tragos. Yo los invito... y en la próxima me invitas vos. 

Era fácil confundirse con Divina, porque tal cual como se llama, así era su personalidad. No existían indirectas en su conversación, simplemente ella era buena onda. 

- Ah! esta mina quiere pija - dijo mi amigo, siempre con su lenguaje tan despectivo.
- Nah! olvídate, ella es así.
- ¿Putita?
- Magno! no empieces, contame de vos.
- Yo bien, pelotudo, vos como estas? gil de goma que todos preguntan que fue de tu vida. El tipo mas fiestero que conocí se engomó con una pendeja y ahora después de seis años apareces.
- Por favor, sin reproches, hoy quiero divertirme. Contame y vos no has conocido a nadie? 
- Si te cuento te morís Pero vos sos re boca floja prefiero que me cuentes vos.
- No! ya tiraste la primera piedra, asi que por favor empieza a escupir. 

Luego de una pausa muy dubitativa, Magno comenzó a relatar lo que había sido su Mes con una conocida en común. La tipica chica que nadie saca a bailar. La amiga que queda sola mientras las demás aprietan contra la pared en el Boliche. 

- ¡Que estomago! - le dije.
- ¡Nooo! - vos no sabes de lo que estas hablando. 
- ¿Cuándo se dio?
- A principio de mes. Nos habíamos juntado con Sofia - historia que pienso contar sobre esa chica- con tu chica... - dijo sonriendo- y cayó Carlita. Viste como es ella, tímida, callada. Pero después de unos tragos se habia liberado completamente. 

- ¿Liberado?

- ¡Si man! así como te estoy diciendo. Mientras Sofia dormía porque estaba re fumada, yo me quedé con ella solo. Comenzamos a bailar, y por dentro pensaba soy un hijo de puta... pero tengo que admitirlo sabía donde tocar. Mientras bailaba me respiraba cerca de mi boca, y timidamente su mano me tocaba la pija... pero muy sutil, sin apretar ni nada, solo de vez en cuando me tocaba. 

- Ya me estoy calentando, no la tenía así. 

- Y si boludo, es una mujer, fea o linda cogen todas iguales, todas tiene concha, no se por qué le das tanta vueltas. De diez que se te pueden presentar una sola es Pamela David, las demás son Carlitas. Si te pones a elegir no coges nunca. 

- Capaz que prefiero coger una vez cada tanto y no con lo primero que se me cruce... - por dentro me comía la cabeza imaginarme a Carlita chupandome la pija. 

De pronto me invadió un sentimiento ajeno, por debajo de la mesa se me había puesto la pija dura. Mientras mi amigo me relataba su noche con Carlita yo más y más quería mandarle un mensaje a su celular. 

- Eso no es todo amigo, le di un poco de Vodka y al rato la tenia hablandome al oido.
- ¿Y qué te decía? - con mi mirada en celo y mi boca llena de baba. 
- "¿Me sacas las ganas?" eso me decía, yo por dentro decía por qué a mi... pero vos sabes como soy, le doy a todo. Hay que ponerla hasta que lleguemos a una edad que no quiera más... y después la levantamos con pastillas pero no es lo mismo. 

- ¿Te la cogiste?

- Te lo cuento detalle por detalle... Me siento en el sillón donde estaba durmiendo Sofia... me desabrocho el primer botón del jean claro que estaba usando...

- ¿Y que hizo?...

- Se agachó, se arrodilló, me sacó la pija del boxer, y empezó a chupar. No sabes como me bombeaba con las manos, Carlita tenía unas ganas de leche que no te das una idea. Yo tenía miedo que uno de los alambres de sus aparatos dentales se engancharan en mi pija, pero no... ella chupaba. Yo sin tocarla hundía su cara sola. Yo sentía que mi pija era mas grande que su boca pero se la enterraba hasta el fondo. 

- Uy! boludo, me diste unas ganas infernales. 

- No te das una idea lo que es Carlita. Posta... después empezó a jugar con su lengua a chuparme la cabecita... la tuve que sacar porque la iba a lechear toda. Entonces se levantó, se sacó la tanga y se dejó la pollera. Ahí no más, empezó a moverse arriba mio. 

Mientras imaginaba a Carla arriba de Magno, no veía la hora que la velada se termine. Quería y deseaba llegar a casa para escribirle a esa vieja amiga que no veía hace años. 

- En un momento - prosiguió Magno- se agarró al respaldo del sillón y se acomodó para darme saltos en la pija, ahí si que no aguanté más, aún así la estiré un poco más.... pero fue cuando destapó a Sofia, y le vi toda la cola de Sofia entangada. Carlita comenzó a tocarle la concha a Sofi... tenía una tanguita blanca que se le marcaba por la humedad, ella se reía. 

- ¿Se desperto sofi? jodeme que se sumó. 
- No... para nada dormía, la que sería era Carla. Sofi estaba en el quinto sueño. 
- Proseguí.
- Bueno... mientras ella Saltaba arriba mio, comenzó a hundir su mano en la concha de Sofia, eso me excito el doble del o que estaba - y a mi también- no pude contenerla más y la llené de leche. 

En ese momento, como un impulso provocado por una lujuria desatada me levanté y le dije a mi amigo.

- Magno, disculpá pero ya se me hizo muy tarde.
- Eh? ya te vas? naah, pero bueno dale, te libero suficiente con haberte visto. 
- ¿Nos vemos el próximo finde?
- Dale...

Viajando de regreso a mi casa, fui buscando el Instagram de Carlita... hasta dar con ella "agregar", en cuestión de segundos me llega su aprobación y que solicitaba seguirme también. 

Como un necesitado infernal le escribo.... 
- Carlita, Como estas?


Próximo capitulo esta misma semana.

0 comentarios - La tentación no llega sola, uno la escoge Capitulo 2