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6. Trio con mi mejor amiga y su novio

Hola compañeros de Poringa, soy su anónimo preferido trayéndoles un nuevo relato. En estas semanas he notado que el relato que publique de Daniela les encanto a muchos por lo que he decidido traer más relatos. En esta ocasión no se trata de Daniela (porque están bien ches largos), pero eh calma, que pronto volveré a traerles más relatos de ella, ya que son muchos y son de verdad muy buenos.


Este relato me lo encontré navegando en internet hace un tiempo, me llamo mucho la atención, pero la verdad, tenía errores ortográficos a rompe madres xd, así que decidí “arreglarlo” un poco; ya saben, corrigiendo errores de ortografía, agregando cosas y quitándole otras que sobraban y así. Tampoco es que tenga una bonita ortografía yo verdad, pero mejor que el original si esta jaja. Espero les guste.



6. Trio con mi mejor amiga y su novio




Hola amigos, les voy a contar una experiencia de mi tiempo en el colegio de cuando tenía 18 años y fue para mí el mejor encuentro sexual que he tenido hasta ahora y que lo repetiría sin pensarlo dos veces.


Durante la mayoría de los años en el colegio siempre estuve acompañada de mi mejor amiga Fernanda, tenía mi misma edad y éramos inseparables, nos contábamos todo, éramos muy íntimas. Ella había conseguido novio desde hace ya 3 años y estaba enamoradísima, el tipo no me caía bien, sin embargo, acepto que era muy guapo al igual que Fernanda; ella tenía un cuerpo de envidia y era muy popular en el colegio. A mí la verdad no me gustaba la idea de tener novio, me gustaba pasarla bien y ya. Cierto día de camino a casa íbamos juntas como siempre, entonces ella me comentó algo que lo cambiaría todo.


Fernanda: Sabes… José (su novio) me está pidiendo hacer un trío con otra mujer.


Yo: ¡¿Qué?! ¿y que le dijiste? –Respondí mientras me reía.


Fernanda: Me quedé fría, pero me pica la curiosidad jaja.


Yo: ¡Estás loca! ¡¿Vas a permitir que él este con otra?! –Respondí algo molesta y sorprendida.


Fernanda: No sé, lo tengo que pensar.


Después de despedirnos y yo al llegar a mi casa no pude evitar imaginar ese trío, escenas de eso me rondaban la cabeza y la verdad también me entró la curiosidad de saber que se sentía. Varios días pasaron con total normalidad y no volvimos a tocar ese tema hasta un viernes que ella llegó a mi casa para quedarse a dormir y aquella noche en mi habitación paso lo impensable.


Fernanda: Sabes, me sigue fregando con eso del trío, me dice que eso quiere de regalo para su cumpleaños. –Me dijo mientras me abrazaba por detrás en la cama.


Yo: Si no te importa verlo con otra hazlo, chance y te guste jaja.


Fernanda: Si me estoy animando, pero quiero que me ayudes con algo.


Yo: Lo que sea menos dinero jaja.


Fernanda: Quiero que el trío sea contigo.


¿Recuerdan que dije que esto iba a cambiarlo todo? Pues así empezaba. Esa propuesta me petrifico, sin embargo, debo aceptar que dentro de lo que imaginaba sobre ese trío no podía evitar participar en aquellas alucinaciones, pero igual estaba sorprendida y sin saber que responder.


Yo: ¿Y por qué yo? No seas loca.


Fernanda: Por dos cosas; la primera sólo en ti confío y la segunda a él también le gustaría.


Yo: ¿Cómo que a él también le gustaría?  ¿Cómo es eso? –Respondí mirando hacía la pared de mi cuarto mientras Fernanda aún me tenía abrazada.


Fernanda: Varias veces él me ha dicho que le pareces linda y atractiva y cuando me propuso el trío yo puse de condición que sea contigo y él acepto encantado.


Yo: ¡¿Por qué me haces esto?! No sé qué decirte.


Fernanda: Di que sí. –Me dijo abrazándome más fuerte.


Termine aceptando después de varios ruegos por parte de ella y promesas de que eso no iba a dañar nuestra amistad. Aquella noche finalizó sin hablar más sobre el tema y yo no hacía más que imaginarnos a los tres desnudos teniendo sexo, sentía un vacío en el estómago, pero no ese vacío incómodo sino ese vacío de té provoca el placer de saber que vas a hacer algo tan excitante y prohibido.


Faltando 15 días para el cumpleaños de José, un viernes que ella llego a dormir a mi casa como hacíamos a menudo decidimos planear las cosas, llegamos a la conclusión de que si lo íbamos a hacer lo haríamos de la forma más deliciosa que se pudiera. Planeamos todo con detalle, nos dimos cuenta que íbamos a tener interactuar sexualmente entre nosotras así que decidimos “entrenar”. Solas en mi habitación con las luces apagadas, la tele encendida y la puerta asegurada empezamos a besarnos, al principio fue muy incómodo, pero poco a poco empezaba a sentir el placer de sus besos, ella parecía tener experiencia, me excité mucho y sentí que ella iba por el mismo camino.


Empezamos a acariciarnos sentadas en el suelo arrimadas al filo de mi cama, nuestras manos comenzaban a subir y bajar acariciándonos desde las piernas hasta los pies, ella subió sus manos a mis senos y empezó a apretarlos mientras yo me retorcía del placer y chupaba su lengua, jadeábamos mucho y empecé a notar que mi panty se estaba humedeciendo, entonces nos separamos y nos quedamos viendo fijamente para luego soltar una carcajada.


Fernanda: ¡Wow! siempre supe queme tenías ganas jaja.


Yo: Cállate estúpida, me hiciste lesbiana por culpa de tu novio.


Entre risas y dos que tres besos más terminamos aquella noche dispuestas a iniciar al siguiente día con nuestro plan. Decidimos torturar a José los días previos a su cumpleaños, teníamos que volverlo loco para que el día de nuestro encuentro él nos cogiera bien rico. Enel receso inició nuestro plan, como es costumbre en todo colegio, hay un lugar al que todas las parejas llegan a besuquearse y todo lo demás, en mi colegio había muchos lugares así y bastante escondidos, ya que era un colegio agropecuario, era una granja bastante grande y tenía muchísimas construcciones en sus alrededores lo cual la hacía perfecta para los enamorados lujuriosos.


Teníamos sólo 45 minutos de receso así que había que hacerlo rápido, Fernanda se encontró con José y como de costumbre iban a buscar uno de estos lugares, Fernanda escogió uno bastante alejado y yo los seguí muy de cerca sin que José se diera cuenta, ellos entraron al mencionado lugar y yo me quedé afuera unos minutos, empecé a entrar despacio y a escondidas para que él no se diera cuenta de mi presencia. Una pequeña pared me escondía de ellos, yo muy cuidadosa sacaba mi cabeza para verlos en acción y allí estaban ellos besándose apasionadamente. Él con sus dos manos apretaba su trasero y la acariciaba mientras rozaba su pelvis con la de ella y Fernanda gemía bajito mientras sus manos acariciaban su pecho.


Yo miraba y me mordía el labio muy excitada también, entonces decidí entrar al juego, di un paso al costado de la pared que me escondía y quede frente a ellos, José me vio y soltó a Fernanda, ella me regresó a ver, dio dos pasos alejándose de José, yo camine hacia Fernanda, la tomé de la mano y él se quedó totalmente perplejo, no entendía que pasaba, entonces ella y yo empezamos a besarnos frente a él, nos tomamos de la cintura y gemíamos mientras nuestras lenguas se enfrentaban, Fernanda se detuvo para ver a José.


Fernanda: Amor, saca tu pene. –Le dijo mientras me sujetaba de la cintura.


Él inmediatamente abrió su cremallera, hizo un par de movimientos con la mano y lo sacó, yo estaba extasiada por Fernanda, pero decepcionada de José jaja, su pene no era muy grande, estaba grueso, pero tampoco tanto, muy mal ahí jaja, pero bueno, si lo sabía usar lo valdría todo. Se notaban sus venas por la fuerte erección que tenía, Fernanda y yo continuamos besándonos y el empezó a masturbarse viéndonos, nos separamos de nuevo y nos acercamos a él, cada una acercando una mano a su pene, lo acariciamos con la punta de los dedos, nos alejamos y salimos de aquel lugar, corrimos riéndonos como locas en dirección a los salones. Llegamos al edificio de las aulas con dirección a los baños y nos encerramos en una cabina, estábamos cansadas de haber corrido y no podíamos ni reírnos bien.


Fernanda: ¿Qué tal estuvo? –Me dijo jadeando de lo cansada que estaba por correr.


Yo: Me encantó, estamos bien locas. –Dije riendo.


Lucía: Vamos al aula ya mismo acaba el receso.


Dos días después lo volvimos a hacer, en esos días ellos no se habían visto pues ese era nuestro plan. Volvimos los tres a ese mismo lugar, pero esta vez lo haríamos diferente, nos turnábamos entre Fernanda y yo para besarlo mientras acariciábamos su pene sobre su pantalón, él nos manoseaba intentando meter su mano bajo nuestra falda, pero nosotras no lo permitíamos. Entonces quise hacer algo atrevido, me di la vuelta para darle la espalda a José, hice un arco con mis espalda y empecé a rozar mi trasero sobre su pene mientras Fernanda parada junto a él lo besaba, yo movía mi trasero de arriba hacia abajo y en movimientos circulares sintiendo su erección, sentía perfectamente su pene cruzado hacia un lado y yo intentaba acomodarme con mis movimientos para sentirlo en medio de mis nalgas, sabía que eso haría que él termine más rápido y a mí me haría volar de excitación.


Él me tomó con sus dos manos dela cintura y empezó a moverse a la par y a presionar más su pene, empecé a gemir, estaba tan mojada que no quería que pare pero sabía que estaba cerca de eyacular, sus movimientos se hicieron más rápidos y empezaron sus contracciones bruscas para demostrar que había terminado, pese a que él se detuvo yo aún sentía su erección, no quería parar y me seguía moviendo despacio mientras él besaba a Fernanda. Nos detuvimos cuando el receso finalizaba, arreglamos nuestros uniformes y Fernanda y yo salimos corriendo del lugar a los baños delas aulas como siempre, pero esta vez más excitadas.


Llegado el día tan esperado, sábado por la mañana ya no contenía los nervios, me invadía la angustia de no saber cómo comportarme con José, sin embargo, me mataban las ganas. Encontrar un lugar fue terriblemente difícil, ninguno de los tres podíamos usar nuestras casas así que la única opción era un motel, José pediría el auto a sus padres con pretexto dé llevar a Fernanda al centro comercial a las 7 de la noche. Ese día en la mañana planee con Fernanda como empezar el acto, incluso recurrimos a buscar pornografía en el Internet para instruirnos, aunque no ayudo mucho.


Decidimos que iríamos vestidas iguales, de la forma más sexy y provocadora posible, guardamos todo lo necesario en una maleta y sólo quedaba esperar. Llegada la noche Fernanda y yo nos encontramos en un lugar intermedio a su casa y la mía en donde José nos recogería. Pasaron varios minutos hasta que nos recogió y emprendimos el camino al motel, un silencio incómodo invadía el auto ¿De qué conversas cuando vas en un auto con tu mejor amiga y su novio en camino a un motel para hacer un trío? Ya casi llegábamos y decidimos que una de las dos debía esconderse para que no se viera tan “RARO” ver llegar a tres personas a una misma habitación. Me escondieron entre el asiento del conductor y el asiento trasero entre abrigos y demás.


Ingresamos después de varios minutos tras el protocolo respectivo y listo, estábamos en la habitación. Fernanda dio instrucciones a José de que se siente en la cama y no se moviera mientras nos cambiábamos en el baño, entramos al mismo y rápidamente sacamos lo que habíamos preparado. Fernanda me había comentado que él se volvía loco con la lencería de encaje negro así que compramos unos tipos tanga de ese color, acá bien divinos jeje, usaríamos también licras blancas súper ceñidas y algo transparentes para que se notara la tanga, un top también blanco bastante transparente y sin brasear para se nos vieran los pezones, jeje nos veíamos como un par de diosas bien putonas.



relatos




Antes de salir respiramos tres veces, las dos estábamos muy nerviosas, pero la excitación era mayor. Nos tomamos de la mano, abrimos la puerta y nos paramos frente a él, su expresión era única, perpleja y lujuriosa, sonreía feliz, se mordía el labio inferior como saboreaba lo que estaba por pasar aún sin comenzar y una erección se hizo presente claramente sobre su pantalón y se intentó levantar.


Fernanda: No te mueves, quédate ahí. –Le dijo después de empujarlo para que se volviera a sentar.


Él obedeció, Fernanda me tomó dela cintura y me empezó a besar despacio y con sensualidad, bajaba sus manos hacia mi trasero y me acariciaba suavemente mientras yo subía hacia sus senos, ambas gemíamos y exhalábamos fuerte mientras José acariciaba su pene, nuestros pezones empezaron a notarse más sobre los tops que llevábamos, yo apretaba los suyos y hacia movimientos circulares con mis dedos, nos separamos por un momento para acércanos a José.


Fernanda: Sácate el pantalón amor quédate en bóxer. –Le susurro a José al oído mientras me abrazaba.


Él inmediatamente y sin dudar selo quito, se volvió a sentar y en ese momento Fernanda y yo nos sentamos cada una en una pierna de él, Fernanda empezó a besarlo mientras yo aproveché para acariciar su disqué grueso pene jaja, frotaba mi mano sobre él y sentía que hervía, moría por sentirlo dentro de mí. Él con una de sus manos intentó sacarlo de su bóxer, pero Fernanda no se lo permitió.


Fernanda: Aún no nene, recién empezamos. –Le susurró al oído.


Él sonrió y siguió besándola mientras yo seguía jugando con su pene y besaba su cuello. José con sus manos también jugaba, acariciaba uno de los senos de Fernanda con una mano y con la otra me abrazaba por la cintura, Fernanda se separó de él y se levantó, tomó mi mano, hizo que me levantara también y me dio la vuelta para mostrarle mi trasero a José.


Fernanda: ¿Te gusta los que nos pusimos para ti? -Le pregunto mientras apretaba mis nalgas.


José: Me encanta amor.


Tomo una de sus manos y la puso en mi trasero y empezó a acariciarme, sentía su pulgar pasar por en medio de mis nalgas haciendo presión y yo me movía suavemente al ritmo de su dedo. Fernanda también se dio la vuelta y José empezó a hacerle lo mismo, él se levantó de la cama y mientras jugaba con nuestros traseros me empezó a besar, Fernanda se puso frente a él y le besaba el cuello, de pronto ella decide sacar el pene de José al bajarle el bóxer completamente, en el momento que sintió la mano de Fernanda sobre su pene sin obstáculos hizo que soltara un gemido mientras me besaba y empezó a hundir aún más su dedo en medio de mis nalgas, haciendo que la licra se me metiera más. Yo sin aguantarme más las ganas de sentir su erección llevé mi mano hacia sus testículos y empecé a apretarlos suavemente mientras Fernanda lo masturbaba. Nuestras manos se paseaban sobre su pene.


Fernanda: Que rica verga nene quiero que me la metas. –Dijo Fernanda mientras lo masturbaba más fuerte.


José dejó de besarme por un instante para llevar su mirada hacia su pene y deleitarse viendo como lo masturbábamos, de pronto Fernanda se puso de rodillas y empezó a chupárselo como loca, él se movía como penetrándola por la boca y gemía, aprovechó para meter su mano bajo mi tanga, sentir sus cálidas manos sobre mi cuerpo desnudo me calentó más.


José: Que rico culito tienes.


Yo: ¿Te gusta? Hoy es todo tuyo.


Escuchar eso lo excito mucho y empezó a meter su dedo más y más en medio de mis nalgas, la tanga no le permitía llegar a los pliegues de mi ano, así que me baje un poco la licra y con la mano hice a un lado mi tanga para que él disfrutara. Fernanda chupaba su pene frenéticamente y mientras él disfrutaba de mi colita sus dedos empezaron allegar a mi vagina que estaba súper mojada. José aprovechó eso para llevar parte de ese flujo a mi ano y lubricarlo para que sus dedos resbalaran más sobre él, yo movía mi cintura al ritmo de su mano para excitarlo aún más.


Fernanda dejó de chupársela y se levantó. Yo inmediatamente me di cuenta que ella dejo su pene bastante lubricado con su saliva así que quería aprovechar, retire la mano de José de mí trasero y lo empuje a la cama, me acomode la tanga, me quite los tacones y baje mi licra hasta las rodillas y de espaldas a él me senté sobre su pene dispuesta a masturbarlo un poco. José se hizo para atrás apoyándose sobre sus manos en el colchón, yo puse mis manos sobre sus piernas y empecé a moverme de arriba hacia abajo y en movimientos circulares, me encantaba sentir su pene. Fernanda se sentó frente a nosotros y observaba.


José se reincorporó hacia mí y con sus manos apretaba mis senos, después, con un movimiento brusco me quito el top y me manoseo sin ningún tipo de respeto, él besaba mis hombros y yo lleve mi cabeza hacia atrás disfrutando el roce de su pene en mi trasero.


Yo: Quiero que me lo metas ya. –Le susurre al oído suspirando.


José: Ponte en cuatro mamí, ya no aguanto.


Inmediatamente me levanté y empecé a sacarme la licra y la tanga mientras Fernanda aprovechó para besarlo y masturbarlo más. Él también levantó el top de Fernanda y le chupaba los senos, cuando acabé de desvestirme me acerqué hacia ellos y el rápidamente se levantó y me llevó hacia la posición que quería. Me puse en cuatro sobre la cama con las piernas abiertas y él hizo que las cerrara, quería que sintiera 100% como me penetraba.


De repente empecé a sentir la cabeza de su pene rozar las entradas de mi vagina, llenándose de mis flujos, empezó a metérmelo suavemente, pero empecé a sentir dolor por lo grueso que era, al parecer si estaba lo suficientemente grueso como para lastimarme. Lleve mi mano hacia su pelvis para que se detuviera, el reconoció el gesto y se detuvo un momento, después de unos minutos continuo sin parar hasta penetrarme completamente. Me dolió mucho al principio, pero conforme lo metía y lo sacaba mis flujos empezaron a ayudar a lubricarlo lo suficiente para que disfrutara sus embestidas, empezó a metérmelo más rápido mientras Fernanda observaba y se besaban.


Yo empecé a moverme hacia atrás ya delante siguiendo el ritmo de él para sentir más su pene dentro de mí, comencé a escuchar que gemía de forma entrecortada y detecté que estaba por terminar, de pronto sacó su pene y unos segundos después sentí su chorro de semen mojar mis nalgas y parte de mi espalda, él se quedó jadeando por un momento y escuché que Fernanda se reía un poco. Yo me recosté sobre la cama satisfecha y cansada, me di un poco la vuelta y los vi abrazados besándose y sonriéndose.


Una nueva erección empezó a nacer de él e inmediatamente tomó a Fernanda, la puso en cuatro, bajo su licra, hizo su tanga a un lado y le empezó a lamer la vagina mientras ella con su vista hacia mi sonreía y disfrutaba. Ahora que lo pienso, era la única que estaba desnuda, tal vez de los tres era la más puta jaja.


José tomo su pene y empezó a penetrarla fuertemente mientras ella gemía y le repetía intensamente que no parara, yo me acerqué un poco hacia ella y la empecé a besar, de pronto él sintiendo que iba a terminar de nuevo hizo que Fernanda se levantara y pusiera su boca abierta cerca de su pene y dejó salir todo su semen el cual mancho sus mejillas y su cuello. Fernanda se levantó inmediatamente y fue al baño a limpiarse.


Yo aún me encontraba tendida boca abajo sobre la cama, viendo a José de reojo, levante un poco mi culo y recogí mis piernas haciéndole saber que quería su pene de nuevo, él me sonrió se acercó y empezó a rozármelo aprovechando que aún estaba mojada con su semen y entonces me volvió a penetrar, esta vez con más salvajismo que antes, siguió así hasta que sentí que su pene se volvía flácido y perdía su dureza, él se tiró en la cama exhausto. Yo me levanté y fui al baño a encontrarme con Fernanda, ella estaba frente al espejo limpiándose, le di una nalgada y le bese en la mejilla.


Fernanda: ¿Qué pasó? –Dijo sonriendo.


Yo: Hay que repetirlo.


Jaja nunca se repitió, pero bueno, al menos me dio rienda suelta a experimentar en más tríos con otra mujer o con dos hombres. En serio, si tienen la posibilidad de hacer un trío…¡Háganlo! La experiencia es fenomenal.


Y bueno amigos de Poringa, el post ha llegado a su fin, sé que tal vez duro mucho tiempo ausente, pero es para tomar ciertas precauciones, de todos modos, cada semana de manera ininterrumpida les estaré trayendo relatos, posts y demás cosas, para estar al pendiente solo tienen que seguirme, no les cuesta nada, tacaños xd, su anónimo favorito se va. Que tengan una caliente semana bola de vírgenes xd.

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