¡¡¡Me encanta el somno!!! Exclama mi hermana
¡El "somno" es una buena experiencia! A mí también me encanta, especialmente cuando una persona no se da cuenta en absoluto! Respondí a la conversación que ella inició
Mi hermana me cuenta a modo de confesión que, desde muy chica, desde muy joven se ha estado masturbando en sus bragas y luego colándose en la habitación de nuestros padres, todas las noches para poner la tanga mojada justo al lado de la cara de nuestro padre.
Asegurándose de retirarla antes de que papá se despierte por la mañana.
Nuestro padre, hombre mayor ni siquiera se da cuenta de que el maravilloso olor en sus sueños es el del pubis de su hija.
Tal vez ella busque como excusa morbosa, que siendo aún una joven mujer pero sin experiencia, haya comenzado a acariciar la pija de su padre todas las noches, poniéndola dura mientras respira el aroma de sus bragas empapadas.
Haciendo que papá se vuelva adicto al olor de la conchita de su hija, para conseguir que el hombre no pueda correrse sin ella.
Una noche, mi hermana decidió ser un poco más arriesgada y darle a nuestro padre una forma más directa de oler la concha que él hizo. Su vagina flotando sobre la cara del hombre dormido, ya mojada e hinchada. Su cara sobre la entrepierna de su hija, el bulto debajo de las sábanas iba ya subiendo y temblando.
Bajó sus caderas, los labios de su padre besan su vulva empapada.
En su sueño, papá huele ese maravilloso aroma, y es aún más fuerte. Lame el maravilloso sabor, tan almizclado, sabroso y cálido, que cada vez necesita más...
Papá lame el coño de su hija, la lengua recorriendo su conchita, enviando escalofríos por su columna vertebral.
Ella reprime sus gemidos, permitiendo solo pequeños gemidos y jadeos silenciosos.
Le da palmadas a su papá a través de la tela.
El hombre mayor obviamente está duro como una piedra.
Siente un punto húmedo en la cabeza, el hombre está tan excitado que estaba goteando pre-semen.
Su hija jura en voz baja y hace todo lo que puede para evitar frotar su coño contra la cara de su papá.
El borde llega rápido, los dedos de los pies se curvan, la mano izquierda agarra las sábanas, la poronga palpita y la concha se aprieta.
Se pone la mano derecha sobre la boca para amortiguar su voz mientras se corre por todo el rostro y la lengua de su papá.
Su cuerpo se estremece, resistiendo el impulso de aflojarse.
Su papá sigue lamiendo, lamiendo la grasa de su hija, ordeñando sin saberlo el orgasmo de su hija.
La chica jadea mientras mira fijamente el bulto masivo de su papá.
Una mano temblorosa mueve las sábanas lo suficiente para dejar que su papá se libere.
La luz de la luna desde la ventana hace que su pre-semen goteante brille.
Ella mira hacia atrás, el hombre mayor todavía dormido y lamiendo lentamente su concha.
Papá la ayudó, es justo devolverle el favor...
Se posiciona lentamente, su concha hinchada flotando sobre la pija palpitante de su papá.
Se baja lentamente, su vagina ávida tragando ansiosamente cada centímetro.
Una vez que llega a la empuñadura, apenas retiene un gemido.
Sus paredes se aprietan alrededor de su papá, y puede decir que el hombre no está durmiendo tan profundamente. Será mejor que lo haga rápido.
Mueve sus caderas, rebotando sobre su papá, asegurándose de evitar que sus caderas golpeen el cuerpo del hombre. para reducir el empujón que podría despertar al hombre mayor.
Su vulva abraza cada parte de la poronga que la hizo, como si estuviera hecho a medida para ello.
Siente a su papá contraerse dentro de ella y gemidos escapan de sus labios.
La chica toma otro riesgo y se inclina para besar a su padre mientras lo monta.
Lamiendo la mancha que queda en los labios y la cara de su padre.
El hombre se estremece y mueve los brazos. Ya está medio despierto.
La hija sigue cabalgando, no quiere que la atrapen, pero tampoco quiere darle más dolores de cabeza a su querido padre.
Las manos del hombre acarician la piel de la chica y agarran suavemente sus muslos.
Ella su hija gime suavemente, la sensación del toque de su padre en sus caderas es increíble.
Llega al borde de nuevo, su concha se aprieta con fuerza sobre la pija de su padre, mientras el orgasmo la invadía.
Apenas consigue cubrir su gemido gutural, la verga de su padre palpita dentro de ella mientras sigue cabalgando, rogando en silencio que su padre se corra.
No pasa mucho tiempo, el hombre se estremece y deja escapar un gemido ronco.
El calor inunda su vagina palpitante, y la chica no puede evitar dar otro gemido ahogado mientras su padre vacía sus bolas dentro de ella.
Jadea y espera pacientemente a que la respiración de su padre se tranquilice. Siente que la enorme chota que lleva dentro se ablanda mientras baja del orgasmo.
La hija se levanta lentamente de su padre.
Le tiemblan las piernas mientras sale de la habitación, queriendo irse lo antes posible para evitar que la atrapen.
A la mañana siguiente, su padre se despierta renovado y rápidamente descubre que tiene un caso grave de erección matutina. ¡Incluso las sábanas están manchadas con su líquido preseminal!
Nunca se había despertado así antes.
Aunque no puede culparse a sí mismo, no por el increíble sueño que tuvo anoche...
¡El "somno" es una buena experiencia! A mí también me encanta, especialmente cuando una persona no se da cuenta en absoluto! Respondí a la conversación que ella inició
Mi hermana me cuenta a modo de confesión que, desde muy chica, desde muy joven se ha estado masturbando en sus bragas y luego colándose en la habitación de nuestros padres, todas las noches para poner la tanga mojada justo al lado de la cara de nuestro padre.
Asegurándose de retirarla antes de que papá se despierte por la mañana.
Nuestro padre, hombre mayor ni siquiera se da cuenta de que el maravilloso olor en sus sueños es el del pubis de su hija.
Tal vez ella busque como excusa morbosa, que siendo aún una joven mujer pero sin experiencia, haya comenzado a acariciar la pija de su padre todas las noches, poniéndola dura mientras respira el aroma de sus bragas empapadas.
Haciendo que papá se vuelva adicto al olor de la conchita de su hija, para conseguir que el hombre no pueda correrse sin ella.
Una noche, mi hermana decidió ser un poco más arriesgada y darle a nuestro padre una forma más directa de oler la concha que él hizo. Su vagina flotando sobre la cara del hombre dormido, ya mojada e hinchada. Su cara sobre la entrepierna de su hija, el bulto debajo de las sábanas iba ya subiendo y temblando.
Bajó sus caderas, los labios de su padre besan su vulva empapada.
En su sueño, papá huele ese maravilloso aroma, y es aún más fuerte. Lame el maravilloso sabor, tan almizclado, sabroso y cálido, que cada vez necesita más...
Papá lame el coño de su hija, la lengua recorriendo su conchita, enviando escalofríos por su columna vertebral.
Ella reprime sus gemidos, permitiendo solo pequeños gemidos y jadeos silenciosos.
Le da palmadas a su papá a través de la tela.
El hombre mayor obviamente está duro como una piedra.
Siente un punto húmedo en la cabeza, el hombre está tan excitado que estaba goteando pre-semen.
Su hija jura en voz baja y hace todo lo que puede para evitar frotar su coño contra la cara de su papá.
El borde llega rápido, los dedos de los pies se curvan, la mano izquierda agarra las sábanas, la poronga palpita y la concha se aprieta.
Se pone la mano derecha sobre la boca para amortiguar su voz mientras se corre por todo el rostro y la lengua de su papá.
Su cuerpo se estremece, resistiendo el impulso de aflojarse.
Su papá sigue lamiendo, lamiendo la grasa de su hija, ordeñando sin saberlo el orgasmo de su hija.
La chica jadea mientras mira fijamente el bulto masivo de su papá.
Una mano temblorosa mueve las sábanas lo suficiente para dejar que su papá se libere.
La luz de la luna desde la ventana hace que su pre-semen goteante brille.
Ella mira hacia atrás, el hombre mayor todavía dormido y lamiendo lentamente su concha.
Papá la ayudó, es justo devolverle el favor...
Se posiciona lentamente, su concha hinchada flotando sobre la pija palpitante de su papá.
Se baja lentamente, su vagina ávida tragando ansiosamente cada centímetro.
Una vez que llega a la empuñadura, apenas retiene un gemido.
Sus paredes se aprietan alrededor de su papá, y puede decir que el hombre no está durmiendo tan profundamente. Será mejor que lo haga rápido.
Mueve sus caderas, rebotando sobre su papá, asegurándose de evitar que sus caderas golpeen el cuerpo del hombre. para reducir el empujón que podría despertar al hombre mayor.
Su vulva abraza cada parte de la poronga que la hizo, como si estuviera hecho a medida para ello.
Siente a su papá contraerse dentro de ella y gemidos escapan de sus labios.
La chica toma otro riesgo y se inclina para besar a su padre mientras lo monta.
Lamiendo la mancha que queda en los labios y la cara de su padre.
El hombre se estremece y mueve los brazos. Ya está medio despierto.
La hija sigue cabalgando, no quiere que la atrapen, pero tampoco quiere darle más dolores de cabeza a su querido padre.
Las manos del hombre acarician la piel de la chica y agarran suavemente sus muslos.
Ella su hija gime suavemente, la sensación del toque de su padre en sus caderas es increíble.
Llega al borde de nuevo, su concha se aprieta con fuerza sobre la pija de su padre, mientras el orgasmo la invadía.
Apenas consigue cubrir su gemido gutural, la verga de su padre palpita dentro de ella mientras sigue cabalgando, rogando en silencio que su padre se corra.
No pasa mucho tiempo, el hombre se estremece y deja escapar un gemido ronco.
El calor inunda su vagina palpitante, y la chica no puede evitar dar otro gemido ahogado mientras su padre vacía sus bolas dentro de ella.
Jadea y espera pacientemente a que la respiración de su padre se tranquilice. Siente que la enorme chota que lleva dentro se ablanda mientras baja del orgasmo.
La hija se levanta lentamente de su padre.
Le tiemblan las piernas mientras sale de la habitación, queriendo irse lo antes posible para evitar que la atrapen.
A la mañana siguiente, su padre se despierta renovado y rápidamente descubre que tiene un caso grave de erección matutina. ¡Incluso las sábanas están manchadas con su líquido preseminal!
Nunca se había despertado así antes.
Aunque no puede culparse a sí mismo, no por el increíble sueño que tuvo anoche...
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