Soy la hija putita tetona, y mi padre lo sabe

Todo empezó cuando salí con mi novia, se llama Georgina es una preciosura de mujer, tiene unas tetas enormes y un culo que parece un durazno ese día la llevé a cenar todo, transcurrió muy bien y tenía planeado llevarla a mi departamento para poder cogérmela a pesar de qué muchos amigos me habían advertido de qué mi novia me era infiel, no le creí. Decidí confiar en ella pues la verdad estaba muy enamorado de ella, y en transcurso a mi departamento caminamos por una calle un poco solitaria, cuando de repente salieron unos tipos que eran evidentemente una pandilla y nos empezaron a acosar, ellos eran mucho más grandes que yo me empecé a preocupar, pero lo curioso fue que reconocieron a mi novia ella les saludó y ellos la correspondieron yo estaba completamente confundido,


y cuando empezó hablar con ellos, dijo que yo era su amigo y los tipos simplemente no dejaban de verme y procedieron a reírse de mí y me molestó mucho que dijera esas cosas frente a esos tipos y poco después los tipos empezaban a burlarse de mí ella se rio también con ellos y les empezo decir que tenía la verga chica, lo cual los tipos empezaron a acercar. Sus vergas quieran completamente enormes y se empezaron a burlar de mí y mi novia les empezaba abrazar y me empezó a decir que no apartara la vista por lo que iba pasar, y según después los tipos empezaban a cogerla en la calle sus tetas eran enormes y los tipos no paraban de manosearles las estaban penetrando, la tenían como una completa perra, y yo no sabía qué hacer cuando decidí marcharme varios tipos, me sujetaron y me dijeron que esto no había terminado y que tenía que seguir mirando a mi novia coger con esos tipos yo me defendí, y en eso recibí varios golpes, mientras que Georgina recibía múltiples penetradas en su enorme culo y gemía como toda una puta, yo estaba muy enojado, no comprendía cómo es que una mujer podría caer en esos instintos, estaban en un dilema moral de cómo ese comportamiento en las mujeres era tan normalizado. Yo seguiré defendiéndome hasta que golpee a dos de ellos, pero ellos se defendieron bien sacando navajas y me enterraron varias de ellas cuando se dieron cuenta de lo que me habían hecho yo estaba en el suelo en un charco de sangre. En ese momento ella ni siquiera me defendió. Simplemente se fue con ellos, pues se la llevaron a otro lado, seguramente a terminar de cogérsela como la puta que era.




Y yo seguía en el suelo en un charco de sangre perdiendo poco a poco la conciencia sabía que iba morir, no sabía por qué había recibido tanto sufrimiento y era una buena persona leal y honesta vi pasar mi vida en mis recuerdos. Sentía tanta tristeza hasta que al final morí.
Cuando abrí mis ojos todo estaba muy distorsionado, no se podía ver nada, sólo podía haber brevemente unas luces que se desvanecían a mi alrededor. Estaba confundido hasta que después se apareció una entidad y me empezó hablar era un ángel y empezó a decirme que yo era una persona muy buena y bondadosa y que no merecía lo que me había pasado, por lo tanto me iba a dar una segunda oportunidad de tener una vida que podría aprovechar muy bien, y antes de que pudiera hablar para preguntarle qué era este lugar y qué tipo de vida me iba a dar porque era tanta la información que me abrume y seguía confundido pero la entidad no me dio respuesta. Al contrario, empecé a sentir que me desvanecía hasta que perdí la conciencia.
Tiempo, después desperté, no sabía qué es lo que estaba pasando hasta que me di cuenta que era bebé. Lo curioso es que tenía conciencia, tenía mis recuerdos de mi anterior vida y recordé aquella entidad lo que me había dicho, y comprendí lo que se trataba




cuando pasó el tiempo, yo crecí mis padres me querían mucho, era algo indescriptible, volver a vivir la infancia y quise vivir al máximo ya que esta tapa es una de las más hermosas porque depende completamente de tus padres, porque cuando llegas a la edad adulta es lo peor que te puede ocurrir así que fui creciendo y me di cuenta que en realidad era una mujer y mi nombre era Paulina, no comprendía por que había terminado si y asumí que había quedado en este cuerpo al azar conforme fui creciendo entre la primaria, empecé a tener amigas todo lo normal, aunque me di cuenta que el comportamiento femenino y el ambiente en el que crecía era muy competitivo, las mujeres competían literalmente por todo desde las calificaciones hasta quién era la más bonita y así llegué a la secundaria lo curioso es que a mis cortos 10 años, mis pechos empezaron a crecer y yo me sentía muy incómoda porque era la única de mi generación de chicas que tenía pechos, mi madre, me dijo que ella también tiene pechos grandes y que su abuela igual por lo tanto ellas me heredado esos genes que no debería de preocuparme ya que muchos hombres les gusta y que cuando pase la pubertad me daré cuenta de los beneficios que tiene mientras tanto me costó adaptarme a ponerme brassieres y sostenes, era muy difícil encontrar algunos de mi talla








además que no me gustaba que me dejaba marcada la espalda era muy incómodo y pues la verdad es que el paso del tiempo cuando mis amigas también empezaban a desarrollarse, nos llegó la regla a todas, prácticamente era un indicativo de qué nos podríamos embarazar y pues algunas les empecé a dar envidia ya que yo en plena adolescencia parecía mucho más grande y cuando empecé a ir a fiestas muchos chicos y me acercaban incluso chicos que eran mucho más grandes que yo, pero con mis conocimientos de mi vida anterior, sabía lo que debía y lo que no debía hacer estaba consciente que muchos se acercaba a mí, porque querían llevarme a la cama y ya cuando entré a la preparatoria decidí ir al gimnasio donde increíblemente a los cuatro meses. Empecé a ver resultados mi culo y mis caderas estaban creciendo. Demasiado eso agregaba puntos extras a mi cuerpo y estaba más que seguro que volvía locos a los chicos y mataba de envidia a las chicas en la preparatoria me desenvolví más socialmente, era una de las chicas más populares, y mis amigas también no se quedaban atrás, casi cada fin de semana. Nos la pasábamos de fiesta en fiesta y siempre. Los chicos trataban de coquetearnos una que otra amiga cayó en sus encantos, se las terminaron cogiendo o simplemente manoseando en una de esas fiestas
Por mucho tiempo pasé mucho tiempo reflexionando y llegar a conclusión de qué el comportamiento femenino es muy emocional. Las mujeres seguían por lo que sienten en ese momento y lo verifiqué cuando estaba en las distintas fiestas con mis amigas, muchas chicas alrededor puteaban o se dejaban seducir por los hombres, porque así funciona las mujeres sólo se mantienen ahí y los hombres llegan, y mientras más pasaba el tiempo más comprendía la manera en la que debería de comportarme a pesar de qué era una chica muy reservada en cuanto parejas, quise darme Chance de experimentar un poco y en una de las fiestas en las que fui con mis amigas un chico universitario no dejaba de coquetearme y decidí darle una oportunidad y cuando me di cuenta estaba en una esquina con él, besándome mientras él manoseaba mi enorme culo y trataba de sacarme una de mis tetas para poder apreciarlas bien, pero no me deje tiempo después tuve un novio en el cual duramos poco tiempo, porque mi padre no me dejaba tener y la verdad es que las experiencias de mi antigua vida como hombre me ayudaron a desenvolverme en esta nueva, sabía las intenciones de los hombres hacia las mujeres y era algo de que me cuidaba mucho, pero recordando como mi antigua ex novia me engañó, empecé a cuestionarme que fue la que la llevo a cometer la infidelidad, y pues descubrí que ya siendo mujer, mis emociones son muy intensas, y a veces no me deja pensar con claridad y empezaba a comprender mejor a mi ex novia, porque mi mentalidad masculina era mucho más racional y cuando entrábamos en depresión por cualquier cosa, como por ejemplo al terminar una relación al principio como hombre no pasa nada, pero al pasar el tiempo te cae el 20 y duele demasiado cosa contraria con las mujeres que al principio es cuando duele más una ruptura y después se va desvaneciendo esa emoción, por lo tanto como mujeres todas las emociones que tenemos son pasajeras, pero muy intensas, por lo cual puede modificar nuestra percepción y decisiones en el momento
A pesar de qué mis padres me educaron muy bien a diferencia de otras chicas que veía que tenían muchas libertad, yo era la típica niña perfecta de buenas calificaciones, bonita de buen cuerpo y que no se dejaba seducir por cualquier idiota y estaba bien pero por ser mujer automáticamente las emociones que sentía en cada momento de mi vida eran distintas las hormonas, me iban a inclinar a un momento de mi vida sumamente sexual ya que mi feminidad me obligaba a reproducirme, era algo inconsciente, pero ahora era mujer y tenía una intensa necesidad de encontrar al macho más apto para mí y reproducirme con él prácticamente hipergamia










En ese entonces yo tenía 19 años y papá 48, mis padres habían decidido separarse y como quedaron en buenos términos ambos decidieron vivir cerca uno del otro, prácticamente solo había que caminar unos metros y cruzar la avenida para llegar a la casa del otro, así que yo tenía la facilidad de estar con los dos en un mismo día.
El asunto es que cuando convivía con papá me daba cuenta que ya no solo me veía con amor paternal, su mirada se volvió invasiva y descarada, escaneaba mi cuerpo de arriba abajo con toda la intención sin ningún pudor, en ese momento, mi feminidad sumado con la intensa necesidad de la hipergamia se activó no necesite mucho tiempo para entender que tarde o temprano eso pasaría a otro nivel y lejos de sentirme molesta o incomoda, me provoco tantas sensaciones lindas el pensar en ser tocada por él.
Entonces empecé a vestir ropa más reveladora frente a él, mini shorts, faldas cortitas, blusas de tirantes y escotes pronunciados para que él pudiera contemplarme a gusto, mis nalgas paraditas y aún más mis grandes tetas.
Que dicho sea de paso son mi orgullo, desde la pubertad y al día de hoy uso un 36 HH, unos 146 centímetros de pechuga que resaltan a primera vista, voy por ahí con un par de sandias rebotando a cada paso que doy, lo que resulta en miradas, comentarios, manoseos y demás situaciones a causa de ellas.
No había mucho que pudiera hacer para evitar tal situación, él estaba en todo su derecho como hombre de ver y tocar mi cuerpo y siendo mi padre en su derecho de ejercer su autoridad sobre mí y eso incluía profanar mi cuerpo a su placer de la forma que quisiera y sé que socialmente se ve mal, pero realmente sabía cómo excitarme, no sé cómo explicarlo, pero ahora simplemente éramos macho y hembra





Así, un viernes en la tarde, mi plan de salir a dar una vuelta con mis amigas se vio totalmente modificado, me había arreglado con un mini vestido negro de escote apretado y tacones azules, íbamos solo a llamar la atención por ahí, sin llegar a más.
Una vez lista me despedí de mamá y me coloque una gabardina a sugerencia de ella, estando afuera camine algunos metros logrando visualizar el auto de papá que venía en dirección contraria a donde yo iba, le hice señas y aproveche para pedirle que me llevara, ya en el auto noté que regresaba de trabajar, estaba tenso y estresado.
Consciente de su estado decidí entretenerlo un poco como venía haciéndolo desde hace tiempo, pues resulta que cuando mis padres se separaron, yo me puse un poco triste, pero quien a más le dolió fue a mi padre, por alguna razón, noté que a mi madre casi no le dolió, por lo tanto decidí consolar a mi padre un tiempo siempre estaba para él para lo que necesitara hasta que un día cuando yo estaba lavando los platos, él acababa de llegar de su trabajo y sin previo aviso, me empezó agarrar las tetas, yo me excité automáticamente porque me empezó hablar muy sucio y así poco a poco fui subiendo el nivel hasta que termine chupándole la verga y se había vuelto costumbre hasta ahora , procedí abrirle la gabardina y jalando un poco el escote del vestido de manera que se asomara el inicio de mis pezones, no tardo en voltear y escuche que aclaro su garganta, me hice la desentendida y siguió conduciendo sin decir nada, hasta que llegamos a una pequeña zona de topes bajos y continuos, puse mis brazos a los lados, así él podría ver mejor cómo me rebotaban, al primer tope mis pezones se asomaran por completo, paso los demás con movimientos bruscos y mis tetas saltaron fuera del apretado escote quedando totalmente expuestas para él y aunque yo lo había provocado no pude evitar sonrojarme y sonreír por los nervios, adelantó su mano aprisionando mi pezón izquierdo con los dedos.




—Hoy definitivamente no terminará solo así nena, ordeñaré tus ubres hasta sacarles leche y luego voy a preñarte— terminó llevándome con él a su casa para hacer realidad esas palabras, no dije nada durante el trayecto, me encontraba emocionada y nerviosa.
En cuanto llegamos a casa papá me hizo quitarme la gabardina, se acercó y levanto mis brazos inhalando el aroma de ellos pasando por mis axilas hasta llegar al inicio de mi pecho que subía y bajaba notoriamente, de un solo movimiento me bajo el vestido junto con las bragas, observando ansiosamente mi cuerpo —Amamántame cariño— paso su lengua y cara por en medio de mis senos varias veces— Amamántame con tus ricas mamilotas— las apretó y juntando mis pezones los empezó a succionar al mismo tiempo a un ritmo apresurado, totalmente entretenido, yo lo veía con mi respiración acelerada sintiendo por primera vez cómo eran ordeñadas mis ubres, ambos pezones dentro de la boca de papá siendo lengüeteados, mordidos y succionados hasta dejarlos rojos e inflamados, mi rajita ya estaba totalmente mojada y apenas íbamos empezando, pasaron un par de minutos cuando dejo de magrear mis pechos para tomarme por la cintura guiándome de manera brusca para recostarme sobre las escaleras —






Mi nena tetona— dijo mientras se abría la bragueta sacando su miembro frente a mi cara, la cual no dejaba de estar sonrojada, golpeteo con la punta de su pene sobre mis labios y sin necesidad de que me lo ordenara se lo saboree poco a poco familiarizándome con esa tarea, anticipe que no me trataría con mucha ternura necesitaba eso desde hace tiempo, luego de un minuto se montó sobre mí posicionando su falo gordo entre mis tetas para hacerse una paja, observe como se le perdía entre mis masas, arqueando mi espalda en cuanto sentí que las apretaba y bombeaba con su verga, usó sus pulgares estimular aún más mis pezones, cerré los ojos un momento disfrutando cada movimiento que hacía, luego dirigí mi vista hacia su rostro, con sus pupilas dilatadas me veía de manera penetrante y un poco burlón— Está es tu posición, servir a los hombres deleitándonos con tus grandes tetas y ofreciendo tus hoyos para ser taladrados a placer de todos— comentó seriamente y fruncí el ceño ante sus palabras, estrujó con más fuerza mis senos aumentando la velocidad del bombeo y expulsando su leche sobre mis tetas, cayendo algunas gotas en mis mejillas y pelo— Pero sobre todo, sirves a papá para ensartarte— estaba totalmente de acuerdo con él.




—Hazlo, ensártame y lléname con tu lechita— se levantó y me hizo ponerme de pie para llevarme al comedor, me sentó en la mesa buscando mis labios para empezar una sesión de besos húmedos y acelerados, tan concentrada estaba sintiendo cómo mi boca era explorada por su legua que no me di cuenta en que momento había acercado su mano a mi rajita cuando sentí que era perforada de golpe por dos de sus dedos, los giro un par de veces y los saco.
—Quisiera meterte hasta los huevos en cada uno de tus hoyos— dijo entre besos dejando marcas en mi cuello y pecho, luego ordenó que me recostara, se inclinó para ver mi entrada y sentí que la cara se me puso roja, ya me había visto desnuda y se había hecho una paja con mis tetas, pero por alguna razón los nervios me invadieron e instintivamente me tape lo ojos, acaricio con sus dedos y abrió mis labios vaginales para ver mi agujero —Rico, para llenarlo con mi semilla— dijo para después dirigir su lengua directamente a mi hoyito lengüeteando ahí adentro por un rato, no pude más que deshacerme en jadeos desesperados, experimentando olas de calor placentero.










Minutos después se posiciono entre mis piernas, coloco una de ellas sobre su hombro y sujeto mis cadera de manera firme, frotó el largo de su pene en medio de mi entrada, provocándome un temblor en la piernas, pensando en que no me había lo suficiente, acerco la punta de su falo a mi hoyo, hizo presión y se alejó unos centímetros— Una cosita tan apretada y virginal debe ser reventada ASI— acto seguido como bestia la clavo de golpe, no entro por completo y lo saco tomando más impulso —¿Cómo que no? ¡Toma!— lo clavo de nuevo está vez topando con la pared de mi útero, grite por la impresión y también por el dolor que me provocó.






—Bestia— mi papá solo se burló y sin dejar que me acostumbrara a su pedazo de carne empezó a bombear desesperadamente, mis gemidos agudos retumbaban por toda la casa, por momentos me dolía, pero no quise detenerlo y ni podría.
En el tiempo que he tenido relaciones con papá nunca me ha penetrado suavemente, disfruta taladrar mi agujero hasta dejarlo bien abierto y repleto de su semilla para luego botarme por ahí como trapo viejo.
De esa manera, firme y rápido, estuvo perforándome un buen tiempo, mi pierna se movía al compás de él recargada en su pecho y el tacón sobre su hombro, mis tetas rebotaban como gelatinas golpeando una con otra, a la vez disfrutaba ese dolorcito cada que lo deslizaba y me perdía escuchando el sonido húmedo de las penetraciones provocado por nuestros fluidos.
—Que rico caldito—hizo movimientos circulares con su pene y se acercó para chuparme una teta, esa fricción me provoco varios estirones de piernas y gemidos ahogados, sintiendo mi primer orgasmo provocado por un hombre, saco su pene por completo y lo metió de una estocada, yo estaba tan feliz que ya no me importo como lo hundiera, elevó mis caderas para penetrar a su gusto y repitió el acto tantas veces hasta que empezó de nuevo a taladrar frenéticamente, mis tetas incluso chocaban con mis mejillas, las agarre y yo misma chupe mis pezones, en cuanto papá vio ese acto dejo salir toda su leche en mi interior, emitiendo un gruñido grave, me concentré sintiendo cómo se bañaban de esperma caliente mis paredes internas, al terminar suspiró satisfecho y sin sacar su pene descanso un rato usando mis senos de almohadas, yo estaba temblando y trataba de regular mi respiración.






De algún lado agarro fuerzas y 10 minutos después me volvió a follar, durante menos tiempo, pero vaciando de nuevo su semilla en mi interior, mi hueco ya se sentía llenito de fluido masculino—Leche de tres días solo para ti— se inclinó y me dio un beso largo.
—Gracias por tu lechita papá— dio un último lametón a mis ubres, saco su verga de mi agujero limpiándola en mis muslos, se la guardó y abrochó su pantalón, observando orgulloso la escena que dejaba sobre la mesa


— ¿Aún vas a querer que te lleve?— salió de la casa riendo, dejándome tirada en la mesa con la piernas aún abiertas y temblando, palpe mi entrada sintiendo cómo quedaba inflamada y derramando la leche de papá corriendo por el medio de mis nalgas, estuve un rato así en lo que me tranquilizaba.
Más tarde regresé a casa de mi mamá, quién ya dormía y recibí un mensaje de mis amigas preguntando por qué no había llegado “pensamos que te habían secuestrado para violarte”, pues algo parecido había pasado y recordando esa noche con papá caí en un profundo sueño hasta el mediodía.