Lo que voy a contar acá sucedió cuando ya llevaba casi un año siendo cojido por mi novio, ya había cumplido los 14 años hacia unos días atrás y él me dijo si podía conseguir permiso para pasar el próximo finde en su casa; no era la primera vez que lo hacíamos así que no tuve problemas en conseguir el permiso de mi viejo, salía el viernes a la tarde después de hacer las tareas y volvía recién el domingo por la tarde noche, así que imaginen cómo volvía mi cola (bien llena) después de pasar dos días con el a solas en su casa; además íbamos a festejar mi cumpleaños.
Llegué a su casa, obviamente estaba el solo, y después de cerrar la puerta nos besamos y me apretó la cola, esa cola que era solo suya desde el primer día y que ya venía llenando de leche hacía como un año, cenamos algo liviano, no es bueno cargarse el estómago antes de cojer, en este caso ser cojido; me hizo sentarme en su falda y acomode mi cola sobre su bragueta para sentir la dureza de su pija entre mis nalgas y brindamos por mis 14 años, luego de eso me miró y me dijo “ya sabes que tenés que hacer, pero está vez hay algo más; tenés que vendarte los ojos para disfrutar la sorpresa” asentí con gusto y me dirgi a la habitación que estaba en el primer piso junto al baño. Hice lo de siempre, me vesti con el uniforme escolar de la hija compuesto por medias, pollera tableada, remera, corpiño y bombacha, algo que veníamos repitiendo cada vez que teníamos un finde para nosotros, además era su estudiante favorita porque me daba clases particulares, después de vestirme me puse la venda, lo llamé (no veía absolutamente nada, estaba a ciegas) y me acosté en la cama boca abajo parando la cola y mostrando parte de mi cola y la bombacha como a él le gustaba verme.
Escuché que entró y se coloco a mi lado y comenzó a acariciarme las piernas, la espalda y la cola, sentía sus manos sobre mi piel; cada vez sus caricias eran con más fruición y más profundas; no decía nada, absolutamente nada eran solo caricias, besos y el paso de su lengua suavemente sobre mi piel, algo que en cierto modo llamaba mi atención. Cuando se acabaron las caricias tomo mis piernas y me corrió hasta el borde de la cama y me acomodó arrodillada con el vientre sobre la cama, siguió acariciándome la cola apretando mis nalgas, me bajo un poco la bombacha y pasó a entretenerse con mi agujerito con su boca, su lengua y sus dedos sin meterlos y ahí empecé a ponerme en éxtasis, el sabía cómo llevarme a ese estado.
Ya excitada acomodo mi cola para entregársela a su placer (obviamente también el mío) hundía su lengua en mi ano abriendo mis nalgas dejándolo bien mojado y cada vez la metía más, después siguieron sus dedos que no se cuántos metió solo sentía que entraban y salían alternando con su lengua para ir dilatando mi agujero cada vez más y yo estaba que no daba más de excitacion y queria ser suya, que me comiera de una vez
De repente siento que me agarra de las nalgas con las 2 manos acomoda su cabeza en la puertita de mi ano y empujó hasta el fondo de una sola vez y eso que había entrado era algo más grande a lo que yo estaba acostumbrada; ahí se despejaron todas mis dudas no era él el que estaba cojiendome era otro hombre, alguien que no conocía; sentí la voz de mi novio diciéndome eras una nena y ahora sos una nena putita porque te está cojiendo otro que no soy yo, te ví disfrutar sus caricias así que soltate y seguí disfrutando; ya suelta y liberada para cojer me entregué al.placer y seguí cojiendo y le entregaba mi cola a su gusto, moviendola y acomodándola para que ambos sintamos mucho placer, estuvo un buen rato moviéndose dentro mío, sacando su pija de mi cola y volviendo a meterla hasta el fondo, algo que siempre me encanta y me da mucho placer, sentir como se abre mi ano para que entre la pija y el choque de mis nalgas con su cuerpo al llegar al fondo; hasta que me agarró fuerte de las caderas y empujó bien al fondo una y otra vez que me inundó la cola con su leche, ya le pertenecía a otro hombre; mi cuerpo, mi cola y mi placer habian sido suyo, todo siendo observada por mi novio.
La noche no terminó ahí, pero eso lo cuento después. Besos
Llegué a su casa, obviamente estaba el solo, y después de cerrar la puerta nos besamos y me apretó la cola, esa cola que era solo suya desde el primer día y que ya venía llenando de leche hacía como un año, cenamos algo liviano, no es bueno cargarse el estómago antes de cojer, en este caso ser cojido; me hizo sentarme en su falda y acomode mi cola sobre su bragueta para sentir la dureza de su pija entre mis nalgas y brindamos por mis 14 años, luego de eso me miró y me dijo “ya sabes que tenés que hacer, pero está vez hay algo más; tenés que vendarte los ojos para disfrutar la sorpresa” asentí con gusto y me dirgi a la habitación que estaba en el primer piso junto al baño. Hice lo de siempre, me vesti con el uniforme escolar de la hija compuesto por medias, pollera tableada, remera, corpiño y bombacha, algo que veníamos repitiendo cada vez que teníamos un finde para nosotros, además era su estudiante favorita porque me daba clases particulares, después de vestirme me puse la venda, lo llamé (no veía absolutamente nada, estaba a ciegas) y me acosté en la cama boca abajo parando la cola y mostrando parte de mi cola y la bombacha como a él le gustaba verme.
Escuché que entró y se coloco a mi lado y comenzó a acariciarme las piernas, la espalda y la cola, sentía sus manos sobre mi piel; cada vez sus caricias eran con más fruición y más profundas; no decía nada, absolutamente nada eran solo caricias, besos y el paso de su lengua suavemente sobre mi piel, algo que en cierto modo llamaba mi atención. Cuando se acabaron las caricias tomo mis piernas y me corrió hasta el borde de la cama y me acomodó arrodillada con el vientre sobre la cama, siguió acariciándome la cola apretando mis nalgas, me bajo un poco la bombacha y pasó a entretenerse con mi agujerito con su boca, su lengua y sus dedos sin meterlos y ahí empecé a ponerme en éxtasis, el sabía cómo llevarme a ese estado.
Ya excitada acomodo mi cola para entregársela a su placer (obviamente también el mío) hundía su lengua en mi ano abriendo mis nalgas dejándolo bien mojado y cada vez la metía más, después siguieron sus dedos que no se cuántos metió solo sentía que entraban y salían alternando con su lengua para ir dilatando mi agujero cada vez más y yo estaba que no daba más de excitacion y queria ser suya, que me comiera de una vez
De repente siento que me agarra de las nalgas con las 2 manos acomoda su cabeza en la puertita de mi ano y empujó hasta el fondo de una sola vez y eso que había entrado era algo más grande a lo que yo estaba acostumbrada; ahí se despejaron todas mis dudas no era él el que estaba cojiendome era otro hombre, alguien que no conocía; sentí la voz de mi novio diciéndome eras una nena y ahora sos una nena putita porque te está cojiendo otro que no soy yo, te ví disfrutar sus caricias así que soltate y seguí disfrutando; ya suelta y liberada para cojer me entregué al.placer y seguí cojiendo y le entregaba mi cola a su gusto, moviendola y acomodándola para que ambos sintamos mucho placer, estuvo un buen rato moviéndose dentro mío, sacando su pija de mi cola y volviendo a meterla hasta el fondo, algo que siempre me encanta y me da mucho placer, sentir como se abre mi ano para que entre la pija y el choque de mis nalgas con su cuerpo al llegar al fondo; hasta que me agarró fuerte de las caderas y empujó bien al fondo una y otra vez que me inundó la cola con su leche, ya le pertenecía a otro hombre; mi cuerpo, mi cola y mi placer habian sido suyo, todo siendo observada por mi novio.
La noche no terminó ahí, pero eso lo cuento después. Besos
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