Serie anterior que engancha con esta-----> Mi mamá Silvina - Adiós Belén
El comienzo de toda esta saga------> Mi hermana Belén
Lo había logrado, me había cogido a mi tía y a mi madre juntas.
Ambas se tiraron desnudas sobre mí. Yo las abracé conteniéndolas a ambas en un abrazo muy tierno. De sexo y amor.
- Que hermoso que sos, Kevin – dijo mi tía para romper el hielo
- Ustedes son hermosas – dije yo
- Y perversas – dijo mi mamá
- Fue hermoso – dijo mi tía
- Sé que está muy mal, pero me encantó – dijo mi madre
- Volvería a hacerlo – dije yo
- Una y mil veces – dijo mi tía
- Somos tres degenerados – dijo mi mamá con una sonrisa
Todo parecía una locura hermosa. Lo había logrado, me había cogido a mi madre y a mi tía juntas. Lo mejor de todo era que ellas lo habían disfrutado tanto como yo.
Todo me hacía pensar que no sería la última vez que lo haríamos.
Lentamente mi madre y mi tía comenzaban a vestirse. Yo las contemplaba y no podía creer que esto había sido real.
Al otro día me desperté por los llantos del bebé y me fui para la cocina. Al llegar estaba mi madre preparando unas tostadas, mi tía sentada a la mesa y mi hermana llegaba con el bebé en brazos.
- Hola ¿cómo dormiste Kevin? – me preguntó mi tía con una pícara sonrisa
- Bien, tía, muy bien ¿y vos? - le respondí
Mi madre no se volteaba a vernos, pero podía asegurar que se estaba sonriendo.
- Anoche me pareció escuchar unos ruidos en tu piza, Kevin, ¿que estabas haciendo? – preguntó mi hermana
- Nada, no sé, será la computadora o el teléfono, no se
- Ah puede ser – dijo mi tía
- Yo no sé porque llegué tarde – dijo mi madre
Era hermoso verlas actuar como si nada.
Al rato mi madre fue a cambiarse a su habitación. Salió muy bien vestida y sonriente. Nos dio un beso a cada uno y al bebé y se fue.
Nos quedamos en la mesa los cuatro: mi hermana Belén, dándole la teta al bebé, mi tía y yo.
Nos miramos con mi tía y nos sonreímos.
- ¿De qué se ríen ustedes? – pregunta mi madre
- De nada
- Estuvieron cogiendo anoche, ¿no? – mi hermana nos increpaba
- No, bueno… - dije yo
- ¿Estás celosa? – le dijo mi tía sin ningún tipo de pudor
- Si estoy celosa es mi problema – dijo Belén y se fue
- No te enojes, lo decía en chiste – alcanzó a decir mi tía
Mi hermana acostó a mi sobrino y volvió hecha un demonio de bronca. Lo más curioso es que tanto mi tía como yo no podíamos concentrarnos en lo que decía mi enojada hermana porque tenía una remera sin corpiño y se le movían las tetas duras y erguidas cada vez que hablaba.
Ella lo notó y nos miró a los dos diciendo
- ¿Que pasa que me miran las tetas así? ¿Me manché?
- No, Belén, lo que pasa es que tenés unas tetas perfectas – dijo mi tía sin ruborizarse siquiera
- ¡Tía! ¿Como me vas a decir eso? Además, ¡está mi hermano delante!
- Tu hermano ya te las vio y te las chupó también así que no te hagas la ofendida conmigo – reía mi tía
A mí se me estaba parando la pija con la conversación de mi tía y la visión de las tetas de mi hermana. No lo podía evitar.
Me sorprendió que mi hermana se de media vuelta y se vuelva a ir masticando bronca.
Mi tía y yo nos miramos sorprendidos. Ella se puso de pie y me dijo
- Dejame a mí, algo le pasa a esta
- ¿Te parece?
- Si, ahora voy a averiguar.
Me fui detrás de mi tía y en el pasillo mientras caminábamos la agarré desde atrás y la apoyé haciéndole sentir mi pija.
- Shhh pará – reía mi tía
- Tengo ganas de cogerte, tía – le susurré
- Esperá que hablo con tu hermana, no entres dejame a mi sola
Mi tía abrió la puerta y entró. Mi hermana estaba acostada boca abajo y su culo se le veía hermoso. A su lado en un catre, dormía mi sobrino Noah.
Sin pedirle permiso mi tía se sentó en la cama y le preguntó sin rodeos
- ¿Qué te pasa, Belén?
- Nada tía
- A mí no, Belén, decime la verdad
- Es que sí, como dijiste, estoy un poco celosa de que cojas con Kevin
Mi tía la hizo sentarse en la cama y le acarició la mejilla con ternura mientras continuaba diciéndole.
- ¿Pero sos tonta? ¿Como vas a estar celosa de mí?
- Es que ayer escuché tus gemidos y me imaginé lo que hacían
- No tenés que tener celos, ¡mirá las tetas y el culo que tenés!
Mi tía ahora le sopesó las tetas con las manos y se las acarició más tiempo de lo normal, mientras continuaba
- Encima todas duras y paradas, unas tetas hermosas
- ¡Tía! ¿Que haces? - reía ahora mi hermana
- ¿Que tiene? ¿No puedo apreciar las tetas de mi sobrina preferida?
- No sabía que te gustaban las minas, tía
- No me gustan las minas – aclaró – pero se apreciar un par de tetas como las tuyas
Mi hermana se puso de pie y se giró diciéndole a mi tía
- ¿Y mi culo también te gusta, tía?
- Claro, mi amor, estás buenísima, no podés estar celosa de mí – le decía
- No es que solo esté celosa, tía – decía mi hermana
- ¿Que pasa?
- Pasa que estaba pensando que ahora con un hijo no me va a ser fácil salir, conocer chicos, divertirme y pasarla bien
A todo esto, yo miraba por la puerta la caliente escena de mi hermana beboteandole a mi tía y me imaginaba entrando a repartir pija.
- Ahhhh ya me parecía que no era solo eso…
- Aparte Kevin no me da más bola…
- Kevin, con la edad que tiene, puede atender perfectamente a las tres
- ¿Como a las tres?
- Si, a vos, a mí y a tu mamá
- ¿A mi mamá? ¿Que decís, tía?
- Bueno, no sé, pero seguro que tu mamá debe haberlo visto y debe estar caliente con la pija de tu hermano
Yo quería matar a mi tía, pero era tan caliente la conversación que se me pasó enseguida.
- Siiii, es que tiene una pija – decía Belén
- Hermosa – dijo mi tía
- Si, tal cual, hermosa…
- Bueno, hagamos un trato – dijo mi tía mirando hacia la puerta entornada
Yo escuchaba y miraba por el pequeño resquicio esperando la señal de mi tía, pero parecía no llegar
- Yo le dijo a Kevin que venga y te desquites un poco
- ¿A cambio de qué?
- De que me dejen mirar lo que hacen – dijo mi tía
- No se…me da cosa delante de vos – dudaba mi hermana
- Bueno, qué lástima, porque seguro tu hermano está detrás de la puerta y con ganas – dice mirando en mi dirección
Lo tomé como una señal y entré en el cuarto. Mi hermana me miraba como no creyendo la situación en la que se encontraba.
Me fui acercando a ella y traté de besarla en la boca, pero se separó de mi
- No pará, delante de la tía no sé si puedo
- No hay problema, me voy y me quedo detrás de la puerta – decía mi tía
- ¿Esto lo planearon ustedes dos? – desconfiaba mi hermana
- No, te juro, que no – decía mi tía
Yo me acerqué e intenté besar nuevamente a mi hermana, mientras mi tía reía y hacía como que se tapaba los ojos. Esto hizo que Belén se aflojara un poco y cediera ante mi beso.
A todo esto, mi sobrino dormía plácidamente mientras yo besaba con mucha pasión a su madre.
Mis manos que estaban en la cintura de mi hermana, se metieron dentro de su remera y comenzaron a acariciar sus turgentes tetas. Eran hermosas. Pesadas, duras, tersas.
- Mmmmm – suspiró mi hermana llevando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.
Yo volví a besarla en la boca. En el camino a su boca me crucé con la mirada de mi tía que me sonreía y se separaba de nosotros.
Mi hermana me besaba con pasión y parecía haberse olvidado de la presencia de mi tía. Yo aproveché el momento y le levanté la remera para comenzar a chuparle las tetas.
- Mmmmm – me apoderé de su pezón derecho y comencé a chupar con desesperación
Mi hermana ahora me agarraba de la cabeza y me acariciaba el pelo. Levanté la mirada buscando a mi tía. La encontré mirándonos expectante.
- Sigan, sigan, por mi no paren – decía mi tía
- Aghmmmm – mi hermana se dejaba chupar las tetas por mi
- Mmmmm – yo chupaba con fuera su pezón mientras sentía que empezaba a brotar la leche materna
- Aghhh, Kevin, necesitaba que me chupes las tetas
Le agarré la mano a mi hermana y la llevé a mi pija que ya estaba mas que dura. Ella no dudó y me la acarició para rápidamente meterme su manito dentro de mi pantalón
- Aghhhjjj nene, que pija que tenes – decía mi hermana
- Viste? – decía mi tía
- Chupámela, Belén – le pedí a mi hermana
Como si lo estuviera esperando, mi hermana se dejó caer arrodillándose en el piso y comenzó a chuparme la pija.
Mi tía nos miraba atenta y no se animaba a intervenir. La noche anterior se había animado, pero fue mi madre la que le insistió. Sin embargo, ahora algo la detenía.
Continuará…
Pueden dejarme sus comentarios en reybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
El comienzo de toda esta saga------> Mi hermana Belén
Lo había logrado, me había cogido a mi tía y a mi madre juntas.
Ambas se tiraron desnudas sobre mí. Yo las abracé conteniéndolas a ambas en un abrazo muy tierno. De sexo y amor.
- Que hermoso que sos, Kevin – dijo mi tía para romper el hielo
- Ustedes son hermosas – dije yo
- Y perversas – dijo mi mamá
- Fue hermoso – dijo mi tía
- Sé que está muy mal, pero me encantó – dijo mi madre
- Volvería a hacerlo – dije yo
- Una y mil veces – dijo mi tía
- Somos tres degenerados – dijo mi mamá con una sonrisa
Todo parecía una locura hermosa. Lo había logrado, me había cogido a mi madre y a mi tía juntas. Lo mejor de todo era que ellas lo habían disfrutado tanto como yo.
Todo me hacía pensar que no sería la última vez que lo haríamos.
Lentamente mi madre y mi tía comenzaban a vestirse. Yo las contemplaba y no podía creer que esto había sido real.
Al otro día me desperté por los llantos del bebé y me fui para la cocina. Al llegar estaba mi madre preparando unas tostadas, mi tía sentada a la mesa y mi hermana llegaba con el bebé en brazos.
- Hola ¿cómo dormiste Kevin? – me preguntó mi tía con una pícara sonrisa
- Bien, tía, muy bien ¿y vos? - le respondí
Mi madre no se volteaba a vernos, pero podía asegurar que se estaba sonriendo.
- Anoche me pareció escuchar unos ruidos en tu piza, Kevin, ¿que estabas haciendo? – preguntó mi hermana
- Nada, no sé, será la computadora o el teléfono, no se
- Ah puede ser – dijo mi tía
- Yo no sé porque llegué tarde – dijo mi madre
Era hermoso verlas actuar como si nada.
Al rato mi madre fue a cambiarse a su habitación. Salió muy bien vestida y sonriente. Nos dio un beso a cada uno y al bebé y se fue.
Nos quedamos en la mesa los cuatro: mi hermana Belén, dándole la teta al bebé, mi tía y yo.
Nos miramos con mi tía y nos sonreímos.
- ¿De qué se ríen ustedes? – pregunta mi madre
- De nada
- Estuvieron cogiendo anoche, ¿no? – mi hermana nos increpaba
- No, bueno… - dije yo
- ¿Estás celosa? – le dijo mi tía sin ningún tipo de pudor
- Si estoy celosa es mi problema – dijo Belén y se fue
- No te enojes, lo decía en chiste – alcanzó a decir mi tía
Mi hermana acostó a mi sobrino y volvió hecha un demonio de bronca. Lo más curioso es que tanto mi tía como yo no podíamos concentrarnos en lo que decía mi enojada hermana porque tenía una remera sin corpiño y se le movían las tetas duras y erguidas cada vez que hablaba.
Ella lo notó y nos miró a los dos diciendo
- ¿Que pasa que me miran las tetas así? ¿Me manché?
- No, Belén, lo que pasa es que tenés unas tetas perfectas – dijo mi tía sin ruborizarse siquiera
- ¡Tía! ¿Como me vas a decir eso? Además, ¡está mi hermano delante!
- Tu hermano ya te las vio y te las chupó también así que no te hagas la ofendida conmigo – reía mi tía
A mí se me estaba parando la pija con la conversación de mi tía y la visión de las tetas de mi hermana. No lo podía evitar.
Me sorprendió que mi hermana se de media vuelta y se vuelva a ir masticando bronca.
Mi tía y yo nos miramos sorprendidos. Ella se puso de pie y me dijo
- Dejame a mí, algo le pasa a esta
- ¿Te parece?
- Si, ahora voy a averiguar.
Me fui detrás de mi tía y en el pasillo mientras caminábamos la agarré desde atrás y la apoyé haciéndole sentir mi pija.
- Shhh pará – reía mi tía
- Tengo ganas de cogerte, tía – le susurré
- Esperá que hablo con tu hermana, no entres dejame a mi sola
Mi tía abrió la puerta y entró. Mi hermana estaba acostada boca abajo y su culo se le veía hermoso. A su lado en un catre, dormía mi sobrino Noah.
Sin pedirle permiso mi tía se sentó en la cama y le preguntó sin rodeos
- ¿Qué te pasa, Belén?
- Nada tía
- A mí no, Belén, decime la verdad
- Es que sí, como dijiste, estoy un poco celosa de que cojas con Kevin
Mi tía la hizo sentarse en la cama y le acarició la mejilla con ternura mientras continuaba diciéndole.
- ¿Pero sos tonta? ¿Como vas a estar celosa de mí?
- Es que ayer escuché tus gemidos y me imaginé lo que hacían
- No tenés que tener celos, ¡mirá las tetas y el culo que tenés!
Mi tía ahora le sopesó las tetas con las manos y se las acarició más tiempo de lo normal, mientras continuaba
- Encima todas duras y paradas, unas tetas hermosas
- ¡Tía! ¿Que haces? - reía ahora mi hermana
- ¿Que tiene? ¿No puedo apreciar las tetas de mi sobrina preferida?
- No sabía que te gustaban las minas, tía
- No me gustan las minas – aclaró – pero se apreciar un par de tetas como las tuyas
Mi hermana se puso de pie y se giró diciéndole a mi tía
- ¿Y mi culo también te gusta, tía?
- Claro, mi amor, estás buenísima, no podés estar celosa de mí – le decía
- No es que solo esté celosa, tía – decía mi hermana
- ¿Que pasa?
- Pasa que estaba pensando que ahora con un hijo no me va a ser fácil salir, conocer chicos, divertirme y pasarla bien
A todo esto, yo miraba por la puerta la caliente escena de mi hermana beboteandole a mi tía y me imaginaba entrando a repartir pija.
- Ahhhh ya me parecía que no era solo eso…
- Aparte Kevin no me da más bola…
- Kevin, con la edad que tiene, puede atender perfectamente a las tres
- ¿Como a las tres?
- Si, a vos, a mí y a tu mamá
- ¿A mi mamá? ¿Que decís, tía?
- Bueno, no sé, pero seguro que tu mamá debe haberlo visto y debe estar caliente con la pija de tu hermano
Yo quería matar a mi tía, pero era tan caliente la conversación que se me pasó enseguida.
- Siiii, es que tiene una pija – decía Belén
- Hermosa – dijo mi tía
- Si, tal cual, hermosa…
- Bueno, hagamos un trato – dijo mi tía mirando hacia la puerta entornada
Yo escuchaba y miraba por el pequeño resquicio esperando la señal de mi tía, pero parecía no llegar
- Yo le dijo a Kevin que venga y te desquites un poco
- ¿A cambio de qué?
- De que me dejen mirar lo que hacen – dijo mi tía
- No se…me da cosa delante de vos – dudaba mi hermana
- Bueno, qué lástima, porque seguro tu hermano está detrás de la puerta y con ganas – dice mirando en mi dirección
Lo tomé como una señal y entré en el cuarto. Mi hermana me miraba como no creyendo la situación en la que se encontraba.
Me fui acercando a ella y traté de besarla en la boca, pero se separó de mi
- No pará, delante de la tía no sé si puedo
- No hay problema, me voy y me quedo detrás de la puerta – decía mi tía
- ¿Esto lo planearon ustedes dos? – desconfiaba mi hermana
- No, te juro, que no – decía mi tía
Yo me acerqué e intenté besar nuevamente a mi hermana, mientras mi tía reía y hacía como que se tapaba los ojos. Esto hizo que Belén se aflojara un poco y cediera ante mi beso.
A todo esto, mi sobrino dormía plácidamente mientras yo besaba con mucha pasión a su madre.
Mis manos que estaban en la cintura de mi hermana, se metieron dentro de su remera y comenzaron a acariciar sus turgentes tetas. Eran hermosas. Pesadas, duras, tersas.
- Mmmmm – suspiró mi hermana llevando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.
Yo volví a besarla en la boca. En el camino a su boca me crucé con la mirada de mi tía que me sonreía y se separaba de nosotros.
Mi hermana me besaba con pasión y parecía haberse olvidado de la presencia de mi tía. Yo aproveché el momento y le levanté la remera para comenzar a chuparle las tetas.
- Mmmmm – me apoderé de su pezón derecho y comencé a chupar con desesperación
Mi hermana ahora me agarraba de la cabeza y me acariciaba el pelo. Levanté la mirada buscando a mi tía. La encontré mirándonos expectante.
- Sigan, sigan, por mi no paren – decía mi tía
- Aghmmmm – mi hermana se dejaba chupar las tetas por mi
- Mmmmm – yo chupaba con fuera su pezón mientras sentía que empezaba a brotar la leche materna
- Aghhh, Kevin, necesitaba que me chupes las tetas
Le agarré la mano a mi hermana y la llevé a mi pija que ya estaba mas que dura. Ella no dudó y me la acarició para rápidamente meterme su manito dentro de mi pantalón
- Aghhhjjj nene, que pija que tenes – decía mi hermana
- Viste? – decía mi tía
- Chupámela, Belén – le pedí a mi hermana
Como si lo estuviera esperando, mi hermana se dejó caer arrodillándose en el piso y comenzó a chuparme la pija.
Mi tía nos miraba atenta y no se animaba a intervenir. La noche anterior se había animado, pero fue mi madre la que le insistió. Sin embargo, ahora algo la detenía.
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ya está la parte 12