Esta historia esta narrada por ella en primera persona
Iba a ser un día normal, mi amo estaba en cumpleaños y yo iba a casa a relajarme, pero de la nada me llego un mensaje de Mariano, uno de los bull a los que mi amo me obliga a satisfacer que cambió los planes de mi día.
Me pregunto si pasaba a saludarlo ya que tenía una reunión cerca de mi trabajo. Le comente del mensaje a mi amo que me ordenó pasar a satisfacer los deseos de Mariano.
Pensé que me haria chuparsela en el baño de la oficina o en el auto en la cochera pero solo me saludo asi que para no contradecir a mi amo tuve que ofrecerme como una puta y preguntarle si solo me había escrito para eso a lo que me contestó “es que te haces la estrella para darme turno” lo cual me hizo sentir bien puta y por eso le respondí “te espero en mi departamento cuando salis”
Fui caminando a casa mientras le comunicaba a mi amo que no había podido satisfacer a Mariano ahí mismo así que lo había citado en el departamento y mi amo estuvo de acuerdo
A los cinco minutos de llegar a casa, Mariano me avisó que estaba llegando y baje a abrirle sin tener tiempo de prepararme.
Cómo es de rutina, entró sin mucho diálogo, una vez adentro empezó a desvestirse dándome a entender que tenía que hacer lo mismo.
Se sentó en el sillón, y mientras con una mano se sacaba el cinturón, con la otra me hizo un gesto para que se la empiece a chupar.
Arrodillada, empecé desde la cabeza hasta los huevos llenandola de saliva para metermela entera en la boca, y ahí sentí el primer cintazo en mi espalda, el segundo no tardó en llegar, pero yo no paraba de chupar, cuando quiso darme el tercero puse la mano por el dolor y serio e dijo: "que pones la manito"
Ante mi queja y su disgusto, me ordenó que fuera a la cama y comenzará a tocarme en 4, obedecí. Mientras me tocaba sentía sus pasos acercándose, de pronto, otro azote en mi culo, caí con el pecho en la cama y aprovechó para agarrarme del culo y empezar a cojerme bien duro
No dejaba de pegarme con el cinturon en la espalda mientras me penetraba y yo no dejaba de gritar de placer y dolor.
La saco de adentro mio, me empujo para que cayera de costado, se acostó, y me indico que lo montará, siempre de espaldas, si al fin y al cabo, las caras no estaban para verse,
Saltaba con mi culo encima de su pija que entraba entera mientras el me cacheteaba hasta que me empecé a cansar y agarrándome del culo me reto: "quien te dijo que pararás"
medio de disgusto después de que me la metió unas veces más me tiró a la cama y me levanto las piernas, yo ya sabía que se venía, no se iba a ir sin romperme el culo, me lo escupió y empezo a metermela en el culo con furia y violencia, como se disfrutara de mi cara de dolor mientras me ahorcaba, con cara de placer de estar usando a la puta que más le gusta.
Después de unos minutos se paró y se fue, yo quedé desconcertada, parado en el medio de la habitacion me ordeno que me arrodillara, yo obedecí y con su pija a milímetros de mi cara saque la lengua con ganas de chupar.
Me agarró del pelo y empezó a cogerme la boca con violencia hasta que no aguanto más, se alejó y me llenó toda la cara de leche. Con una sonrisa como quien termina de hacer una maldad, me vio arrodillada y con leche en la cara, sin dirigirme la palabra se fue al baño a limpiarse, se vistió y se fue.
Iba a ser un día normal, mi amo estaba en cumpleaños y yo iba a casa a relajarme, pero de la nada me llego un mensaje de Mariano, uno de los bull a los que mi amo me obliga a satisfacer que cambió los planes de mi día.
Me pregunto si pasaba a saludarlo ya que tenía una reunión cerca de mi trabajo. Le comente del mensaje a mi amo que me ordenó pasar a satisfacer los deseos de Mariano.
Pensé que me haria chuparsela en el baño de la oficina o en el auto en la cochera pero solo me saludo asi que para no contradecir a mi amo tuve que ofrecerme como una puta y preguntarle si solo me había escrito para eso a lo que me contestó “es que te haces la estrella para darme turno” lo cual me hizo sentir bien puta y por eso le respondí “te espero en mi departamento cuando salis”
Fui caminando a casa mientras le comunicaba a mi amo que no había podido satisfacer a Mariano ahí mismo así que lo había citado en el departamento y mi amo estuvo de acuerdo
A los cinco minutos de llegar a casa, Mariano me avisó que estaba llegando y baje a abrirle sin tener tiempo de prepararme.
Cómo es de rutina, entró sin mucho diálogo, una vez adentro empezó a desvestirse dándome a entender que tenía que hacer lo mismo.
Se sentó en el sillón, y mientras con una mano se sacaba el cinturón, con la otra me hizo un gesto para que se la empiece a chupar.
Arrodillada, empecé desde la cabeza hasta los huevos llenandola de saliva para metermela entera en la boca, y ahí sentí el primer cintazo en mi espalda, el segundo no tardó en llegar, pero yo no paraba de chupar, cuando quiso darme el tercero puse la mano por el dolor y serio e dijo: "que pones la manito"
Ante mi queja y su disgusto, me ordenó que fuera a la cama y comenzará a tocarme en 4, obedecí. Mientras me tocaba sentía sus pasos acercándose, de pronto, otro azote en mi culo, caí con el pecho en la cama y aprovechó para agarrarme del culo y empezar a cojerme bien duro
No dejaba de pegarme con el cinturon en la espalda mientras me penetraba y yo no dejaba de gritar de placer y dolor.
La saco de adentro mio, me empujo para que cayera de costado, se acostó, y me indico que lo montará, siempre de espaldas, si al fin y al cabo, las caras no estaban para verse,
Saltaba con mi culo encima de su pija que entraba entera mientras el me cacheteaba hasta que me empecé a cansar y agarrándome del culo me reto: "quien te dijo que pararás"
medio de disgusto después de que me la metió unas veces más me tiró a la cama y me levanto las piernas, yo ya sabía que se venía, no se iba a ir sin romperme el culo, me lo escupió y empezo a metermela en el culo con furia y violencia, como se disfrutara de mi cara de dolor mientras me ahorcaba, con cara de placer de estar usando a la puta que más le gusta.
Después de unos minutos se paró y se fue, yo quedé desconcertada, parado en el medio de la habitacion me ordeno que me arrodillara, yo obedecí y con su pija a milímetros de mi cara saque la lengua con ganas de chupar.
Me agarró del pelo y empezó a cogerme la boca con violencia hasta que no aguanto más, se alejó y me llenó toda la cara de leche. Con una sonrisa como quien termina de hacer una maldad, me vio arrodillada y con leche en la cara, sin dirigirme la palabra se fue al baño a limpiarse, se vistió y se fue.
1 comentarios - Mi mujer y su amante