Sin duda que regrese la semana siguiente, mi instinto me decía que aquella mujer me iba a dar placer del bueno, cambié mi estrategia, me vestí más presentable, bien perfumado y agradable para ella, ya en la semana me había masturbado un par de veces pensando en aquel rostro angelical.
Le conté con lujo de detalle cómo me había acabado dos veces en mi casa, imaginándomela en mis sueños eróticos, siento que ella se calentó mucho, pero al final me agarró nuevamente mi pene por encima del pantalón y me dijo “— Lástima, mi novio está allí.”.
Todas las semanas volvía aunque sea a verla y cuando tenía suerte, me tocaba ver como la seguía follando en la disco “Ali”, su novio, detrás del escenario.
Al final fui entablando una amistad con ella, que ahora tenía nombre “Alicia” y con algunas amigas de su novio, que para mí lo más curioso, es que muchas mujeres a mi alrededor pero yo me la quería coger era a ella. Es como un morbo por la cara de inocencia que tenía.
En la casa del novio
Tuve la suerte de que un día me invitaron a la casa de Ali, un primer piso en el centro de la ciudad, llevamos suficientes provisiones de alcohol y marihuana, siempre me quedaba atrás, sobre todo para tener la oportunidad de verle esas nalgas tan ricas a Alicia, hoy en día creo que lo que tenía era una obsesión.
Alí vivía en un primer piso, curiosamente todos nos fuimos en el ascensor. Llegamos a aquella especie de fiesta y la verdad que era una locura, aquellas amigas de Ali se besaban se tocaban y a me ignoraban,
solamente estaba allí con mi pene erguido, fumando, tomando y siendo excluido. Alicia y Ali se levantan, ella se volteaba a verme con cara de morbo, como diciéndome “— Me toca, me van a coger.” y se van los dos hacia el cuarto.
Estoy incómodo y excitado, entre el alcohol, la marihuana y mi pene tieso, siento que es momento de irme, aunque primero esperé que regresaran los anfitriones. Tardaron como apenas 10 minutos, ella como siempre con su cara angelical, como si fuese virgen todavía y venía de que se la follaran intensamente.
Me despedí, le agradecía a Alí por la invitación, también le debí agradecer por haberse follado a Alicia en el la disco, pero no lo hice. Ella me dice que me acompaña para abrir la puerta de la entrada, nos vamos los dos solos, en el pasillo la trato de besar y ella me quita la cara sin decir nada.
Se descubrió solita
Lo intento nuevamente en el ascensor, el cual tomamos a pesar de ser un piso y me volvió a correr la cara, sin embargo soy insistente y cuando llegamos a la entrada del edificio lo intenté, me rechazó por tercera vez, pero me empezó a tocar desesperadamente el pene, le daba con ganas sobre el pantalón, viéndomelo fijamente con esa cara angelical, le digo en mi desespero “— Vamos a follar.”, me dijo que no con la cara.
De repente se fue agachando, me bajo la cremallera, saco mi pene, le paso la lengua al glande varias veces como si estuviera saboreando una barquilla, hasta que entró en acción y me empezó a dar una mamada demasiado rica y buena. Nunca le importó que la puerta de la calle del edificio fuese transparente, quienes pasaron por allí vieron todo, una chica con cara de santa, dando tremenda mamada.
Alguien pasó y gritó algo pero yo en mi desespero emocional no lo escucho, solo venia a mi mente las veces que la vi follando . Siento el semen que corre por los ductos ya a punto de estallar, le digo que me acabo y ella en vez de retirarse le dio con más ganas, hasta que me acabe en su boca y se lo tragó todo.
Nunca más la vi en el bar, nunca supe más de ella.
PARTE 1 : Sexo en la Discoteca con Chica que Apenas Conozco - Poringa!
Le conté con lujo de detalle cómo me había acabado dos veces en mi casa, imaginándomela en mis sueños eróticos, siento que ella se calentó mucho, pero al final me agarró nuevamente mi pene por encima del pantalón y me dijo “— Lástima, mi novio está allí.”.
Todas las semanas volvía aunque sea a verla y cuando tenía suerte, me tocaba ver como la seguía follando en la disco “Ali”, su novio, detrás del escenario.
Al final fui entablando una amistad con ella, que ahora tenía nombre “Alicia” y con algunas amigas de su novio, que para mí lo más curioso, es que muchas mujeres a mi alrededor pero yo me la quería coger era a ella. Es como un morbo por la cara de inocencia que tenía.
En la casa del novio
Tuve la suerte de que un día me invitaron a la casa de Ali, un primer piso en el centro de la ciudad, llevamos suficientes provisiones de alcohol y marihuana, siempre me quedaba atrás, sobre todo para tener la oportunidad de verle esas nalgas tan ricas a Alicia, hoy en día creo que lo que tenía era una obsesión.
Alí vivía en un primer piso, curiosamente todos nos fuimos en el ascensor. Llegamos a aquella especie de fiesta y la verdad que era una locura, aquellas amigas de Ali se besaban se tocaban y a me ignoraban,
solamente estaba allí con mi pene erguido, fumando, tomando y siendo excluido. Alicia y Ali se levantan, ella se volteaba a verme con cara de morbo, como diciéndome “— Me toca, me van a coger.” y se van los dos hacia el cuarto.
Estoy incómodo y excitado, entre el alcohol, la marihuana y mi pene tieso, siento que es momento de irme, aunque primero esperé que regresaran los anfitriones. Tardaron como apenas 10 minutos, ella como siempre con su cara angelical, como si fuese virgen todavía y venía de que se la follaran intensamente.
Me despedí, le agradecía a Alí por la invitación, también le debí agradecer por haberse follado a Alicia en el la disco, pero no lo hice. Ella me dice que me acompaña para abrir la puerta de la entrada, nos vamos los dos solos, en el pasillo la trato de besar y ella me quita la cara sin decir nada.
Se descubrió solita
Lo intento nuevamente en el ascensor, el cual tomamos a pesar de ser un piso y me volvió a correr la cara, sin embargo soy insistente y cuando llegamos a la entrada del edificio lo intenté, me rechazó por tercera vez, pero me empezó a tocar desesperadamente el pene, le daba con ganas sobre el pantalón, viéndomelo fijamente con esa cara angelical, le digo en mi desespero “— Vamos a follar.”, me dijo que no con la cara.
De repente se fue agachando, me bajo la cremallera, saco mi pene, le paso la lengua al glande varias veces como si estuviera saboreando una barquilla, hasta que entró en acción y me empezó a dar una mamada demasiado rica y buena. Nunca le importó que la puerta de la calle del edificio fuese transparente, quienes pasaron por allí vieron todo, una chica con cara de santa, dando tremenda mamada.
Alguien pasó y gritó algo pero yo en mi desespero emocional no lo escucho, solo venia a mi mente las veces que la vi follando . Siento el semen que corre por los ductos ya a punto de estallar, le digo que me acabo y ella en vez de retirarse le dio con más ganas, hasta que me acabe en su boca y se lo tragó todo.
Nunca más la vi en el bar, nunca supe más de ella.
PARTE 1 : Sexo en la Discoteca con Chica que Apenas Conozco - Poringa!
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