Pasaron un par de días, miré la cocina, realmente necesitaba que le diéramos una mano de pintura, le dije a Toni que le preguntara a Carlos si el hacía trabajos de pintura, y que le preguntara cuanto nos cobraba. Le pareció una buena idea, así que así quedamos, iba a venir a hacer el trabajo, el jueves de la semana siguiente empezó a trabajar, Toni había arreglado para quedarse con él mientras trabajaba desde la mañana, cuando yo vine a la tarde del trabajo, le dije a Toni si tenía cosas que hacer, que aprovechara, que me podía quedar yo así recuperaba un poco del tiempo que perdió, le pareció una buena idea, Carlos estaba trabajando en la cocina pintando, Toni fue a la cocina.
-Carlos me voy… queda Daniela… si necesita algo le pide a ella por favor…
-Vaya tranquilo don Toni, yo me arreglo, igual por hoy trabajo un poco más y me voy… que tengo que hacer las cosas del edificio también… -yo estaba en el cuarto, Toni salió, cerré la puerta con traba, prefería explicarle porque había trabado la puerta que me sorprendiera si llegara a volver si se olvidaba algo, fui al cuarto y me puse un conjunto de ropa interior negro que había comprado para usar con Carlos, la tanga era re chica, una tirita en el culo, Carlos se estaba lavando en la cocina, salí hacia el living, solo con la ropa interior puesta, me miró y sonrió. Fui caminando hacia el espejo del living, tenía un aceite corporal en la mano, de espaldas a Carlos, mirándome de costado en el espejo del living, movi mi culito, me acomodé el tanga, revolee mi melena rubia, giré la cabeza, Carlos se apretaba su bulto sobre el pantalón. Junté mi pelo hacia delante, me saque el sujetador, seguía de espaldas a Carlos, como si no estuviera, mi mirada en el espejo, tomé el aceite y me empecé a aceitar uno de mis glúteos, lo acariciaba suavemente mientras lo aceitaba mirándome todo el tiempo en el espejo, él se acercó seguía mirándome, me incliné un poco más mientras terminaba con esa nalga y lo mire sonriéndole, empecé a aceitarme el otro glúteo, ahora lo miraba directamente a él, que se había bajado el pantalón, tenía su miembro bien duro en su mano, de a ratos lo sacudía al aire, estuve un largo rato aceitándome, Carlos seguía a la espera, me acomodaba la tanga de a ratos, calentándolo todavía más. Dejé el aceite y seguí de nuevo acariciándome, mirándome de nuevo en el espejo mientras seguía masajeándome, jugando con el tanga, agachándome. Se había desnudado de la cintura para abajo, se sentó en el sillón de dos cuerpos, me giré hacia él, la vista de mis pechos le encantó, agarré el aceite, me arrodille delante de él y sonriéndole empecé a aceitar su miembro, pajeandolo suavemente, me puse de pie, me giré de espaldas a él, corri la tira del tanga y me aceite ahora mi culito, me fui acomodando sobre él, tomé su herramienta y empecé a acomodarla en mi culito, quede sentada sobre él, tenía un montón de su verga enterrada en mi culito, apoyé mis manos en sus muslos y me empecé a mover sobre él suavemente, me encantaba sentir su grosor, me sentía adaptada ya a su miembro, siempre me había gustado el sexo anal, aunque no era el preferido de Toni, siempre me había encantado hacerlo por ahí, Carlos también emitía suaves quejidos. Lo estuve cogiendo un largo rato así, subiendo y bajando sobre su pija, el me acariciaba el culo de a ratos, jugaba con la tanga, metiendo de nuevo el hilo en mi culito, al costado de su miembro, mientras seguía moviéndome giré mi cabeza y lo miré sonriente,
-Que bueno que viniste a pintar… -tenía un primer plano de mi culo y estaba encantado.-
-Que fuerte estás Daniela… que culazo tenes… es increíble… como me ajusta la verga…
Me salí de encima de él, me acomodé el tanga de nuevo en mi culito, lo miré divertida, lo sentía tan rendido ante mi, me sentía poderosa, me estuve moviendo sensualmente delante de él, me agache y me saque el tanga, tomé el aceite de nuevo y de frente a él, sonriéndole volví a aceitar su pija, puse ambos pies en el sillón a los costados de él y volví a sentarme sobre su pija, otra vez volví a moverme sobre él, sentía como la metía hasta el fondo y salía, lo llevé al cuarto, se desnudo del todo, se tiró en la cama y lo monté de nuevo de espaldas a él, me la metí de nuevo en la misma posición, me movía todo el tiempo sobre él.
-Te pagan bien por pintar eh…?
Me salí de él, me quedé en cuatro mostrándole como estaba mi culito, todavía acomodada entre sus piernas, me acomodé bien hacia él y jugué con su pija pasándola por mi culo, el gemía todo el tiempo, se quejaba, me levanté de nuevo y volví a metérmela. Otra vez lo estuve cogiendo un montón, aguantaba un montón sin acabar y eso me encantaba, no podía parar de cogerlo, me movía cada vez más duro sobre él, sentía que él estaba cerca de llegar, su respiración era cada vez más agitada, gemía cada vez más fuerte y sentí en un momento que estaba llegando, sentía como me estaba llenando y me seguía moviendo ahora más suave sobre él que me acariciaba mis nalgas, finalmente la sacó y sus goterones de leche empezaron a caer, con ese sonido que suelen hacer algunas veces, me calentó que saliera su leche cayendo sobres sus huevos, su semen chorreaba hacia mi conchita también, me quede dándole un primer plano de como salía su corrida,
-Me pintaste el culito también…
-Me podré bañar aca…? –preguntó Carlos, trayéndome de nuevo a la realidad.
-Claro que si… te ayudo si queres…
Limpié la cama de restos de su corrida, abrí la ventana del cuarto para que se ventilara, tiré un poco de desodorante de ambiente, junté la ropa de Carlos y se la llevé hasta el baño, le llevé un toallón también, la situación sin saber muy bien porque me excitaba de una manera increíble. Lo enjaboné, le fui lavando todo el cuerpo, me sentía caliente de nuevo, era panzon, pelado, pero me generaba una calentura increíble.
El sábado podía volver a trabajar, me pidió que le comentara a Toni. Yo pensaba como podía hacer para que me quedara yo a solas con él, algo se me tenía que ocurrir. Estaba tan excitada con toda la situación que no caía en la cuenta de lo que estaba haciendo, lo amaba a Toni, entonces, como podía comportarme así, realmente no pensaba demasiado en eso en esos momentos.
En la cena le dije a Toni que Carlos no podía trabajar el viernes, tenía cosas que hacer en el edificio podía venir el sábado.
-Que joda, justo el sábado que podemos salir…
-No tenemos por qué quedarnos los dos… yo tengo un montón que estudiar de la facu… aprovecho y estudio… vos podes aprovechar y salir…
-Miguel justo nos había invitado a embarcarnos… quería que conozcamos el botecito que se compró… pero solo…
-Hay amor… no seas tonto… aprovecha…
Finalmente Miguel estaba complicado, no podía a la mañana, si quería podía ir un rato a la tarde, Toni no estaba muy seguro, se iba a hacer tarde. Otra vez preocupada por él insistí en que fuera.
Cuando Toni se fue, Carlos estaba pintando todavía en la cocina, otra vez se acercó y le dijo
-Carlos, yo me estoy yendo… cualquier cosa está Daniela…
-Vaya tranquilo don Toni… yo me arreglo…
Al rato que Toni se fue, pasé caminando sensualmente hacia la puerta a trabarla, me había puesto una calza super ajustada del gimnasio con un top rosa, haciendo juego, giré la cabeza y le sonreí a Carlos mientras trababa la puerta. Me fui hacia el sillón, de espladas a Carlos que ya había salido de la cocina, me subía la calza cada vez más mientras revoleaba el pelo a un lado y a otro, me agache sacando culo y lo mire, se estaba desnudando de la cintura para abajo, me arrodillé en el borde del sillón y apoyé mi pecho sobre el sillón, mi culo quedaba super expuesto, tenía mis brazos estirados hacia adelante, Carlos se acercó, me dio un par de suaves cachetazos y algunos golpecitos con su miembro sobre la calza, empezó a tirar de la calza hacia abajo, se le escapó un sonido de admiración cuando quedó mi culo expuesto con la tanga también rosa que me había puesto, con la tanga todavía puesta, separé mis cachetes, el tomó la tira del tanga y dejó mi culo al descubierto, y así, de una y sin lubricación metió su cabecita en mi culito, entraba con facilidad, yo separaba mis cachetes, me encantaba sentirlo en mi culo, el jugaba suave, de a ratos la sacaba y contemplaba el agujero de mi culo, así estuvo un montón de tiempo, a los dos nos encantaba el sexo anal, se notaba, sacó mis manos y siguió dándome bien duro, ahora me apoyaba de nuevo con los brazos por encima de mi cabeza en el sillón mientras él me cogía a gusto, esta vez era él, el que marcaba el ritmo de la cogida, en un momento se salió, me hizo poner de pie, de espaldas a él moví sensualmente mi culito, ahora de pie, me acomodé la tanga, moviéndome sensualmente, sabiendo que eso lo calienta, me saqué la calza del todo y caminé sensualmente por el living, para él, se sentó en el sillón, quedé de espaldas a él, giré la cabeza y le sonreí, me agaché moviendo mi culito delante de él, de a ratos lo miraba, él tenía agarrada su pija y jugaba con ella, otra vez como la vez anterior, me acerqué hacia él, dándole la espalda, corrí la tira del tanga a un lado, tomé su miembro y me fui acomodando sobre él, apoyé ambas manos sobre sus muslos y otra vez era yo la que guiaba la cogida, arriba abajo… giré a mirarlo
-Me encanta como me haces el culo… -aceleré mis movimientos sentía que estaba cerca, no tuve compasión, lo exprimí con mi culazo, otra vez escuché sus quejidos y sentí como se estaba vaciando en mi culo, me salí de él, inclinada de pie delante de él, separé mis cachetes mostrándole como me había dejado, no salieron restos de su corrida, había acabado profundamente en mi.
2 comentarios - Me caliento con el encargado del edificio, señor mayor 3
Ahora el encargado del edificio, tambièn se va a encargar de mantener bien atendido a èse culito comilòn.