Un día, después de que Julia y su hermana se fueran al gimnasio, llegué a su casa para quedarme un rato, pero decidí no ir antes como acostumbraba ya que su hija, Nely, estaba sola en casa. Aunque tenía cierta confianza con ella, preferí que me avisará, pues me quedé tomando un refresco en un parque cercano.
Cuando llegamos juntos, Lizbeth entró con un aspecto algo apenado, Julia y yo entramos al mismo tiempo. Tanto Lizbeth como Julia olían mucho a sudor, pero Lizbeth se secaba más con una toalla mientras que Julia estaba sin terminar de hacerlo. Julia sugirió que se cambiaran y entraron al cuarto juntas. Lizbeth salió bastante rápido, sólo había cambiado, mientras que Julia tardó un poco más en salir pues se cambió por completa.
Julia me pidió que revisara el cuarto para recoger el caos que había dejado Lizbeth. Ella se rio, algo apenada, y me pidió amablemente que ordenara la ropa y la guardara. Julia me dio un beso cerca del labio y se marcharon. Me dirigí entonces a la habitación y ordene las cosas, cerca de la puerta del baño de cuarto estaba la blusa de Lizbeth era inconfundible el olor a sudor, la tomé para meterla al baño en el cesto de ropa sucia y vi que ahi en el suelo habían mas prendas.. honestamente estaba muy exitado pues rápidamente imaginé a ellas con la ropa puesta y minutos antes estaban en su cuerpo. Levanté las faldas mojadas, la ropa de Lizbeth casi goteaba y no pude evitar olerlas.
El olor a sudor y humedad era fuerte y algo embriagador a la vez, y no podía resistir el impulso de acercarme a las prendas para olerlas más de cerca. Tomé las prendas y las acerqué a mi cara y nariz, sumergiéndome en su fragancia a sudor y humedad, tratando de capturar su esencia y guardarla en mi memoria. La culpa me invadió y quise dejarlas en el cesto, pero cuando levanté la tapa me encontré con una sorpresa: la falda de Julia (esa falda tenia una especie de short de licra corto, se que le llaman "faldashort") estaba ahí. Me entregué de inmediato al impulso y la llevé a mi cara, inhalando grandes bocanadas de su aroma. Era un aroma tan característico de ella, impregnado de su perfume y un toque de sudor. Disfruté mucho ese momento y desesperado la fui girando y desdoblando hasta buscar la parte de la entrepierna y me sumergí de inmediato ahí. Ahhhhh no podía dejar de oler esa parte mas húmeda que todo. El olor estaba en mi nariz, realmente en toda mi cara, solo recordaba aquellas veces que habíamos fajado en agasajos (toqueteos eróticos) y mi mano terminaba caliente y algo húmeda cuando recorría su entrepierna y me apretaba fuerte con sus piernas mientras vibraba su cadera, esa vez que discretamente al abrazarla olí mi mano y ufff tenía impregnado su olor femenino en mis dedos. Jale otra bocanada y aspire profundamente y mi verga se comenzó a erectar a más no poder. No podía con tanta exitación.
Disfruté inhalando el fuerte olor de la falda de Julia, dejando que me envolviera y llenara mis sentidos de su esencia única. Era un olor femenino, tenue y muy suyo, mezclado con su fragancia favorita y el ligerísimo aroma a sudor. Cerré los ojos y dejé que mi nariz se perdiera en su aroma, dejando que el placer de su olor me inundara. No sé pasó por mi mente fetichista hacer más, solo estaba disfrutando. Cuando abrí bien los ojos y mire la prenda, mi miraba fue hacia algo más poderoso: la ropa interiores de ella, la que tenía debajo del short que era otra especie de licra pero se miraba mas pequeña, negra, del mismo color. Quise tomarla de inmediato pero justo cuando la iba a tomar me percaté de otra prenda aún más pequeña: Un calzoncito amarillo con dibujos rosas, igual del mismo material, ssimilar a la licra.
¡Temblé, sucumbí ante todo, exploté!
Me tomé mi tiempo irónicamente para preguntarme de quién era, pero sabía que pertenecía a Lizbeth. Entonces deje toda la ropa un lado, simulando (extasiado en mi) que la ordenada y saqué el calzoncito del cesto. Estaba muy húmedo, tan sudado y si me pregunté exitado cómo podía duda tanto esa mujer. Me dejé llevar por la tentación de acercarla a mi cara, fue inevitable, disfrutando de su aroma cada vez que lo hacía, cada parte, fui dandole la vuelta hasta que.... noté que en el puente de algodón, como era de color blanco casi no se veían pero algo era muy brillante y exploté de nuevo.. ahhhh eran todos sus fluidos en ella!!! cuando la acerqué a mis labios, sentí una especie de crema que tocaba a mi piel. Fue un momento que me dejó completamente abrumado por el aroma y la sorpresa de encontrar esa rica crema. No dudé ni un segundo y pasé mi lengua por ese pequeño y sexi calzocito saboreando la deliciosa crema pegajosa que se había impregnado en ella. Su sabor era ligeramente salado y muy fuerte, era evidente que ella aseaba mucho su bellisima vagina, alguna shampoo íntimo especial, como lo hacia julia pero no tanto. Pensaba en su vagina, en la forma de su clitoris y sus labios de acuerdo a las arrugas notables de su ropa interior. Esa vulva que aunque no la conocía, estaba teniendo uno de los mejores acercamientos a ella de una manera increible. Cada lengüetazo era perfecto, disfrutaba la textura, el sabor, saboreaba, olfateaba, tragaba mi saliva. Después de meter la lengua a mi boca me permitía fantasear con esa vagina: su esencia. Fue un momento de puro deseo y placer, saboreando cada gota de ese fluido divino.
No podía resistirlo, así que seguí lamiendo ese rico calzon, sumergiéndome por completo en el sabor y el aroma de la crema corporal de Lizbeth. Cada vez que pasaba mi lengua por la línea blanquecina, sentía cómo su esencia llenaba mis sentidos y cómo mi deseo crecía con cada lamido. No podía parar, ni quería hacerlo. Era una mezcla de necesidad y fascinación por el sabor único de su piel. No me preocupaba que ella notará que su fluido se había disipado, eso lo dejaría talvez a la suerte..
Me tragué todo y en mi cara y nariz estaba su aroma.
.... Comenten para parte 3 dejen puntos a ver si les gustó
Hice un esfuerzo por narrar todo, de sólo recordarlo ufff
Cuando llegamos juntos, Lizbeth entró con un aspecto algo apenado, Julia y yo entramos al mismo tiempo. Tanto Lizbeth como Julia olían mucho a sudor, pero Lizbeth se secaba más con una toalla mientras que Julia estaba sin terminar de hacerlo. Julia sugirió que se cambiaran y entraron al cuarto juntas. Lizbeth salió bastante rápido, sólo había cambiado, mientras que Julia tardó un poco más en salir pues se cambió por completa.
Julia me pidió que revisara el cuarto para recoger el caos que había dejado Lizbeth. Ella se rio, algo apenada, y me pidió amablemente que ordenara la ropa y la guardara. Julia me dio un beso cerca del labio y se marcharon. Me dirigí entonces a la habitación y ordene las cosas, cerca de la puerta del baño de cuarto estaba la blusa de Lizbeth era inconfundible el olor a sudor, la tomé para meterla al baño en el cesto de ropa sucia y vi que ahi en el suelo habían mas prendas.. honestamente estaba muy exitado pues rápidamente imaginé a ellas con la ropa puesta y minutos antes estaban en su cuerpo. Levanté las faldas mojadas, la ropa de Lizbeth casi goteaba y no pude evitar olerlas.
El olor a sudor y humedad era fuerte y algo embriagador a la vez, y no podía resistir el impulso de acercarme a las prendas para olerlas más de cerca. Tomé las prendas y las acerqué a mi cara y nariz, sumergiéndome en su fragancia a sudor y humedad, tratando de capturar su esencia y guardarla en mi memoria. La culpa me invadió y quise dejarlas en el cesto, pero cuando levanté la tapa me encontré con una sorpresa: la falda de Julia (esa falda tenia una especie de short de licra corto, se que le llaman "faldashort") estaba ahí. Me entregué de inmediato al impulso y la llevé a mi cara, inhalando grandes bocanadas de su aroma. Era un aroma tan característico de ella, impregnado de su perfume y un toque de sudor. Disfruté mucho ese momento y desesperado la fui girando y desdoblando hasta buscar la parte de la entrepierna y me sumergí de inmediato ahí. Ahhhhh no podía dejar de oler esa parte mas húmeda que todo. El olor estaba en mi nariz, realmente en toda mi cara, solo recordaba aquellas veces que habíamos fajado en agasajos (toqueteos eróticos) y mi mano terminaba caliente y algo húmeda cuando recorría su entrepierna y me apretaba fuerte con sus piernas mientras vibraba su cadera, esa vez que discretamente al abrazarla olí mi mano y ufff tenía impregnado su olor femenino en mis dedos. Jale otra bocanada y aspire profundamente y mi verga se comenzó a erectar a más no poder. No podía con tanta exitación.
Disfruté inhalando el fuerte olor de la falda de Julia, dejando que me envolviera y llenara mis sentidos de su esencia única. Era un olor femenino, tenue y muy suyo, mezclado con su fragancia favorita y el ligerísimo aroma a sudor. Cerré los ojos y dejé que mi nariz se perdiera en su aroma, dejando que el placer de su olor me inundara. No sé pasó por mi mente fetichista hacer más, solo estaba disfrutando. Cuando abrí bien los ojos y mire la prenda, mi miraba fue hacia algo más poderoso: la ropa interiores de ella, la que tenía debajo del short que era otra especie de licra pero se miraba mas pequeña, negra, del mismo color. Quise tomarla de inmediato pero justo cuando la iba a tomar me percaté de otra prenda aún más pequeña: Un calzoncito amarillo con dibujos rosas, igual del mismo material, ssimilar a la licra.
¡Temblé, sucumbí ante todo, exploté!
Me tomé mi tiempo irónicamente para preguntarme de quién era, pero sabía que pertenecía a Lizbeth. Entonces deje toda la ropa un lado, simulando (extasiado en mi) que la ordenada y saqué el calzoncito del cesto. Estaba muy húmedo, tan sudado y si me pregunté exitado cómo podía duda tanto esa mujer. Me dejé llevar por la tentación de acercarla a mi cara, fue inevitable, disfrutando de su aroma cada vez que lo hacía, cada parte, fui dandole la vuelta hasta que.... noté que en el puente de algodón, como era de color blanco casi no se veían pero algo era muy brillante y exploté de nuevo.. ahhhh eran todos sus fluidos en ella!!! cuando la acerqué a mis labios, sentí una especie de crema que tocaba a mi piel. Fue un momento que me dejó completamente abrumado por el aroma y la sorpresa de encontrar esa rica crema. No dudé ni un segundo y pasé mi lengua por ese pequeño y sexi calzocito saboreando la deliciosa crema pegajosa que se había impregnado en ella. Su sabor era ligeramente salado y muy fuerte, era evidente que ella aseaba mucho su bellisima vagina, alguna shampoo íntimo especial, como lo hacia julia pero no tanto. Pensaba en su vagina, en la forma de su clitoris y sus labios de acuerdo a las arrugas notables de su ropa interior. Esa vulva que aunque no la conocía, estaba teniendo uno de los mejores acercamientos a ella de una manera increible. Cada lengüetazo era perfecto, disfrutaba la textura, el sabor, saboreaba, olfateaba, tragaba mi saliva. Después de meter la lengua a mi boca me permitía fantasear con esa vagina: su esencia. Fue un momento de puro deseo y placer, saboreando cada gota de ese fluido divino.
No podía resistirlo, así que seguí lamiendo ese rico calzon, sumergiéndome por completo en el sabor y el aroma de la crema corporal de Lizbeth. Cada vez que pasaba mi lengua por la línea blanquecina, sentía cómo su esencia llenaba mis sentidos y cómo mi deseo crecía con cada lamido. No podía parar, ni quería hacerlo. Era una mezcla de necesidad y fascinación por el sabor único de su piel. No me preocupaba que ella notará que su fluido se había disipado, eso lo dejaría talvez a la suerte..
Me tragué todo y en mi cara y nariz estaba su aroma.
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Hice un esfuerzo por narrar todo, de sólo recordarlo ufff
0 comentarios - Mi amiga fit, fetiche del gym (parte 2) Ropa sudada.