Había transcurrido un año ya, desde aquella inicial noche en la que tuvimos relaciones sexuales por primera vez.
Desde ese día casi nunca hubo un momento en que mi papá y yo no tuviéramos relaciones sexuales cuando estaba en su casa, incluso en los momentos más riesgosos de mis ciclos menstruales.
Hasta lo hicimos cuando había compañía en la casa, visitas que se quedaban a dormir.
Pero, después de que ellos se fueran a descansar.
Yo me colaba en la habitación de mi papá.
Aunque en una de esas ocasiones todo se hizo trizas, la sensación de seguridad,y por no ser lo suficientemente discretos.
Su amigo, que de hecho es mi padrino, vino y se quedó unos días porque le estaban reemplazando las tuberías de agua en su hogar.
Su apariencia era sorprendentemente parecida a la de mi papá.
La única diferencia es, que era un poco más delgado en tamaño y masa.
Por lo demás, muy similar en todos los otros aspectos.
Avanzó rápido esa primera noche y él se fue a la cama con el sonido del reloj dando las 10 PM, mi papá y yo igualmente esperamos aproximadamente una hora, hasta que fuera a su habitación para ser devastada por su deliciosa poronga.
Pensamos que estábamos inmunes, tranquilos, como de costumbre, se aseguró de alejar un poco la cama de la pared, para que no golpeara el respaldar, pero no fue por eso que nos atraparon.
Estábamos embriagados de placer.
Los besos, la sensación de los cuerpos del otro y sentir la enorme pija de mi papá llenando mi concha/ tabú.
Era jodidamente profundo y lento por detrás, tanto para no hacer mucho ruido como para hacerme sentir cada centímetro de él.
"¿¡Qué demonios!?" dijo una voz sorprendida.
Nuestras cabezas se dirigieron hacia atrás, donde la puerta se encontraba ahora abierta.
Ambos estábamos congelados mirando a mi padrino parado, cansado pero concentrado. “José…” comenzó mi papá, pero no pudo terminar.
"¿¡Que está pasando aqui!?" continuó mi padrino.
Me arrastré hacia adelante para separarme de la chota de mi papá y levantarme de una sola vez de la cama. "Por favor, sólo escucha". Exclamé.
"Pero tu papá simplemente te estaba cojiendo". Dijo, como si esa razón fuera a detenerme.
“Sí, lo estaba. Éso es lo que hacemos." Admití con un profundo suspiro.
"Pensé que estaba soñando", dijo, "pero no puedo creerlo".
Mi papá apareció rápidamente detrás de mí, con su pesada verga todavía de alguna manera dura y empujando mi trasero. “Tómatelo con calma, hombre”, comenzó, “no pensamos que esto sucedería alguna vez. Pero así fue”.
Mi padrino se quedó mirando mientras mi papá envolvía su brazo alrededor de mis pechos y me presionaba contra él. Su pedazo descansaba entre mis piernas mientras su eje estaba metido en mi raja y la cabeza salía por el frente.
"Los amo a los dos, pero esto está mal". -protestó. "Se supone que ustedes no deben hacer esto".
"Lo sabemos, pero no nos importa". Dije yo. "Sé que no hay manera de hacerte entender o de justificar esto".
Me miró fijamente tratando de digerir lo que mecionaba.
Sus ojos avanzaron hacia el cuerpo desnudo, es decir, mis pechos descansando sobre el antebrazo de mi padre y su pito acurrucado entre mi vulva. "Esto no está bien". repitió, completamente inseguro de cómo reaccionar. "No puedo soportar esto".
"Oye, oye", mi padre trató de calmarlo cuando mi padrino casi se daba la vuelta, "déjanos mostrarte por qué".
Tanto mi padrino como yo nos volvimos hacia él en estado de shock.
Mi papá aprovechó la oportunidad para darme un beso apasionado y aprisionarme protectoramente contra él. Me giró nuevamente para mirar a mi padrino mientras él estaba como una estatua y mientras hacía eso mi papá también me insertaba dos dedos en mi vagina.
Se retiró de mí y me puso de rodillas con su mano en mi hombro.
Miro a mi padrino y él me miró en estado de shock por lo que estaba presenciando.
Mi papá también se agachó y pronto volvió a penetrarme como estaba antes de que mi padrino nos detuviera.
Mi padrino, todavía como una estatua, observó cada movimiento de las caderas de mi padre rebotando contra mi trasero como un halcón.
Levanté la mano y la puse sobre el bulto de mi padrino y sentí su enorme aún flácida poronga debajo. Me agarró mi muñeca, pero igual la manosee.
Nos miramos a los ojos mientras mi mano frotaba su chota.
Sentí que se volvía un poco más dura y, a través de su culpa, agarró mi brazo un poco más fuerte. "Está bien." Susurré.
Se aflojó un poco cuando mis dedos agarraron sus pantalones cortos de gimnasia sueltos y los guiaron hacia abajo.
Su pistola era gemela a la de mi padre cuando se balanceaba libremente.
Lentamente se puso de rodillas y la agarró con la mano.
Al principio la apartó de mí, su última resistencia desapareció, antes de introducir el glande en mi boca abierta y expectante.
Su cuerpo se estremeció con un fuerte gemido cuando mi boca húmeda y caliente se aferró a su pija. Agarró mi cabello y lentamente la metió y sacó.
Mi papá disminuyó la velocidad e imitó los golpes, el ritmo de mi padrino.
Mi padrino perforó cada vez más fuerte dentro de mí mientras su pene se deslizaba dentro y fuera de mi boca, al igual que su cadencia. Casi me ahogaba cuando él se metió hasta el fondo de mi garganta.
Mi papá pronto me dejó y mi padrino también lo hizo en respuesta.
Mi papá nos indicó que nos acercáramos a la cama.
Mi papá me obligó a tumbarme boca arriba con las piernas abiertas.
Descansó de rodillas sobre mi cabeza con su pija junto a mi oreja. Frotó y jugó con mis pezones mientras observaba a mi padrino pelear consigo mismo si aceptar o no la invitación de mi conchita.
Mi padrino se arrastró lentamente encima de mí y frotó la punta de su gran choto entre mis rajas. "No debería estar haciendo esto". dijo con los ojos cerrados. "Eres mi ahijada".
"Por favor", le rogué, "por favor, padrino José, cojeme con tu poronga.
Me miró directamente a los ojos mientras se deslizaba hasta la mitad dentro de mí y dejaba escapar un gemido animal de puro placer.
Miró a mi papá cuando terminó de empujarla hasta el fondo de mí. "Acabo de poner mi pija a tu hija”. dijo con incredulidad.
"Bien." mi papá respondió: "Ahora cójela".
No necesitó más convencimiento cuando comenzó a deslizar su pene dentro y fuera de mí. "¡Mierda!" exclamó mientras se deslizaba fácilmente con la ayuda del presemen de mi papá como lubricante.
Mi papá continuó jugando con mi pecho mientras mi padrino me cogía cada vez más fuerte. “¿Te gusta tu padrino dentro tuyo? ¿Te gusta como te gusta con papá? Papá nos susurró duramente al oído.
"¡Sí!" Exclamé: "¡Me encantan las dos porongas!"
“Démosle lo que quiere”. le dijo mi papá a mi padrino. Él sonrió y asintió con la cabeza.
Mi padrino se colocó debajo de mí y nos dio la vuelta. Se soltó para que yo pudiera posicionarme con mis brazos y mi papá pudiera ponerse detrás de mí.
Sentí su dura cabeza moviéndose alrededor de la de mi padrino. Lentamente se deslizó junto a la verga de su amigo mientras ambos llenaban mi vagina.
Ambos empezaron a cojerme. No podía dejar de gemir mientras cada una de sus pijas chocaba entre sí dentro de mí con dos ritmos diferentes y adormecedores. Ambos gruñian intensamente mientras las chotas se apretaban más dentro de mí.
"¡Joder, me voy a correr!" gritó mi padrino.
"¡Dentro de ella!" Mi papá exigió. Mi padrino asintió afirmativamente. "Yo también."
Ambos me estaban cojiendo como animales salvajes hasta que ambos se forzaron tan dentro de mí como pudieron.
Las explosiones de sus dos pijas bombardearon mi cuello uterino y sentí que me costaba contener la gran cantidad de semen invasor.
Temblé incontrolablemente en mi propio orgasmo sintiendo que cada verga sufrían fuertes espasmos dentro mío, mientras descargan su simiente caliente dentro de mí.
A todos nos costó recuperar el aliento. "Ahora entiendo... por qué ustedes dos lo hacen". mi padrino dijo entre respiraciones: "Está mal, pero no tan mal, por eso".
"Finalmente lo ves". mi papá lo felicita felizmente.
Todos nos separamos unos de otros y reunimos fuerzas.
Finalmente, mi padrino recoge sus pantalones cortos y se va con una expresión relajada en el rostro. Continúo acostada boca arriba junto a mi papá mientras él se quedaba dormido disfrutando del calor de cada una de sus cargas nadando dentro de mí.
A la mañana siguiente, mi padrino estaba despierto en el sofá viendo la televisión cuando me vio entrar desnuda. "No fue un sueño". dijo con una sonrisa en su rostro.
Sacudí la cabeza, "no". Sin dudarlo, él mismo se quitó los pantalones cortos para que yo pudiera subirme encima y montarlo mientras él chupaba mis tetas hasta que papá bajó para reunirse con nosotros.
Mi padrino es el único en nuestra familia que sabe el sucio secreto de mi papá y yo. Y la única forma en que aceptó mantenerlo en secreto es si tenemos tríos regulares, lo cual, honestamente, es más una ganancia que una pérdida.
Desde ese día casi nunca hubo un momento en que mi papá y yo no tuviéramos relaciones sexuales cuando estaba en su casa, incluso en los momentos más riesgosos de mis ciclos menstruales.
Hasta lo hicimos cuando había compañía en la casa, visitas que se quedaban a dormir.
Pero, después de que ellos se fueran a descansar.
Yo me colaba en la habitación de mi papá.
Aunque en una de esas ocasiones todo se hizo trizas, la sensación de seguridad,y por no ser lo suficientemente discretos.
Su amigo, que de hecho es mi padrino, vino y se quedó unos días porque le estaban reemplazando las tuberías de agua en su hogar.
Su apariencia era sorprendentemente parecida a la de mi papá.
La única diferencia es, que era un poco más delgado en tamaño y masa.
Por lo demás, muy similar en todos los otros aspectos.
Avanzó rápido esa primera noche y él se fue a la cama con el sonido del reloj dando las 10 PM, mi papá y yo igualmente esperamos aproximadamente una hora, hasta que fuera a su habitación para ser devastada por su deliciosa poronga.
Pensamos que estábamos inmunes, tranquilos, como de costumbre, se aseguró de alejar un poco la cama de la pared, para que no golpeara el respaldar, pero no fue por eso que nos atraparon.
Estábamos embriagados de placer.
Los besos, la sensación de los cuerpos del otro y sentir la enorme pija de mi papá llenando mi concha/ tabú.
Era jodidamente profundo y lento por detrás, tanto para no hacer mucho ruido como para hacerme sentir cada centímetro de él.
"¿¡Qué demonios!?" dijo una voz sorprendida.
Nuestras cabezas se dirigieron hacia atrás, donde la puerta se encontraba ahora abierta.
Ambos estábamos congelados mirando a mi padrino parado, cansado pero concentrado. “José…” comenzó mi papá, pero no pudo terminar.
"¿¡Que está pasando aqui!?" continuó mi padrino.
Me arrastré hacia adelante para separarme de la chota de mi papá y levantarme de una sola vez de la cama. "Por favor, sólo escucha". Exclamé.
"Pero tu papá simplemente te estaba cojiendo". Dijo, como si esa razón fuera a detenerme.
“Sí, lo estaba. Éso es lo que hacemos." Admití con un profundo suspiro.
"Pensé que estaba soñando", dijo, "pero no puedo creerlo".
Mi papá apareció rápidamente detrás de mí, con su pesada verga todavía de alguna manera dura y empujando mi trasero. “Tómatelo con calma, hombre”, comenzó, “no pensamos que esto sucedería alguna vez. Pero así fue”.
Mi padrino se quedó mirando mientras mi papá envolvía su brazo alrededor de mis pechos y me presionaba contra él. Su pedazo descansaba entre mis piernas mientras su eje estaba metido en mi raja y la cabeza salía por el frente.
"Los amo a los dos, pero esto está mal". -protestó. "Se supone que ustedes no deben hacer esto".
"Lo sabemos, pero no nos importa". Dije yo. "Sé que no hay manera de hacerte entender o de justificar esto".
Me miró fijamente tratando de digerir lo que mecionaba.
Sus ojos avanzaron hacia el cuerpo desnudo, es decir, mis pechos descansando sobre el antebrazo de mi padre y su pito acurrucado entre mi vulva. "Esto no está bien". repitió, completamente inseguro de cómo reaccionar. "No puedo soportar esto".
"Oye, oye", mi padre trató de calmarlo cuando mi padrino casi se daba la vuelta, "déjanos mostrarte por qué".
Tanto mi padrino como yo nos volvimos hacia él en estado de shock.
Mi papá aprovechó la oportunidad para darme un beso apasionado y aprisionarme protectoramente contra él. Me giró nuevamente para mirar a mi padrino mientras él estaba como una estatua y mientras hacía eso mi papá también me insertaba dos dedos en mi vagina.
Se retiró de mí y me puso de rodillas con su mano en mi hombro.
Miro a mi padrino y él me miró en estado de shock por lo que estaba presenciando.
Mi papá también se agachó y pronto volvió a penetrarme como estaba antes de que mi padrino nos detuviera.
Mi padrino, todavía como una estatua, observó cada movimiento de las caderas de mi padre rebotando contra mi trasero como un halcón.
Levanté la mano y la puse sobre el bulto de mi padrino y sentí su enorme aún flácida poronga debajo. Me agarró mi muñeca, pero igual la manosee.
Nos miramos a los ojos mientras mi mano frotaba su chota.
Sentí que se volvía un poco más dura y, a través de su culpa, agarró mi brazo un poco más fuerte. "Está bien." Susurré.
Se aflojó un poco cuando mis dedos agarraron sus pantalones cortos de gimnasia sueltos y los guiaron hacia abajo.
Su pistola era gemela a la de mi padre cuando se balanceaba libremente.
Lentamente se puso de rodillas y la agarró con la mano.
Al principio la apartó de mí, su última resistencia desapareció, antes de introducir el glande en mi boca abierta y expectante.
Su cuerpo se estremeció con un fuerte gemido cuando mi boca húmeda y caliente se aferró a su pija. Agarró mi cabello y lentamente la metió y sacó.
Mi papá disminuyó la velocidad e imitó los golpes, el ritmo de mi padrino.
Mi padrino perforó cada vez más fuerte dentro de mí mientras su pene se deslizaba dentro y fuera de mi boca, al igual que su cadencia. Casi me ahogaba cuando él se metió hasta el fondo de mi garganta.
Mi papá pronto me dejó y mi padrino también lo hizo en respuesta.
Mi papá nos indicó que nos acercáramos a la cama.
Mi papá me obligó a tumbarme boca arriba con las piernas abiertas.
Descansó de rodillas sobre mi cabeza con su pija junto a mi oreja. Frotó y jugó con mis pezones mientras observaba a mi padrino pelear consigo mismo si aceptar o no la invitación de mi conchita.
Mi padrino se arrastró lentamente encima de mí y frotó la punta de su gran choto entre mis rajas. "No debería estar haciendo esto". dijo con los ojos cerrados. "Eres mi ahijada".
"Por favor", le rogué, "por favor, padrino José, cojeme con tu poronga.
Me miró directamente a los ojos mientras se deslizaba hasta la mitad dentro de mí y dejaba escapar un gemido animal de puro placer.
Miró a mi papá cuando terminó de empujarla hasta el fondo de mí. "Acabo de poner mi pija a tu hija”. dijo con incredulidad.
"Bien." mi papá respondió: "Ahora cójela".
No necesitó más convencimiento cuando comenzó a deslizar su pene dentro y fuera de mí. "¡Mierda!" exclamó mientras se deslizaba fácilmente con la ayuda del presemen de mi papá como lubricante.
Mi papá continuó jugando con mi pecho mientras mi padrino me cogía cada vez más fuerte. “¿Te gusta tu padrino dentro tuyo? ¿Te gusta como te gusta con papá? Papá nos susurró duramente al oído.
"¡Sí!" Exclamé: "¡Me encantan las dos porongas!"
“Démosle lo que quiere”. le dijo mi papá a mi padrino. Él sonrió y asintió con la cabeza.
Mi padrino se colocó debajo de mí y nos dio la vuelta. Se soltó para que yo pudiera posicionarme con mis brazos y mi papá pudiera ponerse detrás de mí.
Sentí su dura cabeza moviéndose alrededor de la de mi padrino. Lentamente se deslizó junto a la verga de su amigo mientras ambos llenaban mi vagina.
Ambos empezaron a cojerme. No podía dejar de gemir mientras cada una de sus pijas chocaba entre sí dentro de mí con dos ritmos diferentes y adormecedores. Ambos gruñian intensamente mientras las chotas se apretaban más dentro de mí.
"¡Joder, me voy a correr!" gritó mi padrino.
"¡Dentro de ella!" Mi papá exigió. Mi padrino asintió afirmativamente. "Yo también."
Ambos me estaban cojiendo como animales salvajes hasta que ambos se forzaron tan dentro de mí como pudieron.
Las explosiones de sus dos pijas bombardearon mi cuello uterino y sentí que me costaba contener la gran cantidad de semen invasor.
Temblé incontrolablemente en mi propio orgasmo sintiendo que cada verga sufrían fuertes espasmos dentro mío, mientras descargan su simiente caliente dentro de mí.
A todos nos costó recuperar el aliento. "Ahora entiendo... por qué ustedes dos lo hacen". mi padrino dijo entre respiraciones: "Está mal, pero no tan mal, por eso".
"Finalmente lo ves". mi papá lo felicita felizmente.
Todos nos separamos unos de otros y reunimos fuerzas.
Finalmente, mi padrino recoge sus pantalones cortos y se va con una expresión relajada en el rostro. Continúo acostada boca arriba junto a mi papá mientras él se quedaba dormido disfrutando del calor de cada una de sus cargas nadando dentro de mí.
A la mañana siguiente, mi padrino estaba despierto en el sofá viendo la televisión cuando me vio entrar desnuda. "No fue un sueño". dijo con una sonrisa en su rostro.
Sacudí la cabeza, "no". Sin dudarlo, él mismo se quitó los pantalones cortos para que yo pudiera subirme encima y montarlo mientras él chupaba mis tetas hasta que papá bajó para reunirse con nosotros.
Mi padrino es el único en nuestra familia que sabe el sucio secreto de mi papá y yo. Y la única forma en que aceptó mantenerlo en secreto es si tenemos tríos regulares, lo cual, honestamente, es más una ganancia que una pérdida.
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