Pasó una semana y una noche, todo cambio. Ya había empezado a rozarme contra ella , como casi todas las noches, cuando de forma inesperada, ella se baja un poco los pantalones de su pijama , diciéndome que así era mejor, ya que no le quedaban pijamas limpios, aparte que Mariza, ya estaba sospechando algo , al ver que lavaba tan seguidos sus pijamas. Pensé que estaba soñando al escucharla y verla hacer lo que hizo. Sentir que ella estaba desnuda de la cintura para abajo era increíble lo que me causo una calentura aun mayor.
Sin preguntarle nada, hice luego de unos minutos hice lo mismo que ella. Baje mis boker un poco y libere de su presión a mi verga. Pensé que me diría algo, pero nada. Seguramente abra pensado que yo tampoco quería manchar mi ropa o ¿quizás a ella también le estaba comenzado a gustar? Mi contacto con ella era por lo general contra sus nalgas, pero esta vez, luego de un rato de estar refregándoselo, quedo apretado entre sus piernas, lo que era un sensación divina! Ella en un momento, separó un poco las piernas e inevitablemente mi verga subió y rozo su vagina, mi hermana reaccionó inmediatamente y me dijo que ahí no. Me detuve y bajé un poco volviendo a meterlo a sus piernas, pero nuevamente se soltó y fue a parar al comienzo de su zona genital. Sentí nuevamente su reacción nerviosa, alterada al sentir mi cosa, en su sexo. Antes que me digiera nada, me la agarre y la volví a bajar, pero nuevamente se soltó con el movimiento y fue a parar ahí por tercera vez, ahora no la retire y ella al ver que no lo hacía, escuche que me dijo que ahí no, pero hice oídos sordos, menos cuando en un movimiento, sentí que mi verga se rozo con su sexo. Fue solo un segundo, pero alcance a sentir la humedad de su concha.
Mi hermana mete su mano entre sus piernas y por primera vez me toma la verga, solo con la punta de sus dedos y la baja para que vuelva a quedar entre sus piernas, esta vez más apretadas. Mis movimientos no cesaban y mi verga se salía una y otra vez de ese lugar llegando a rozas su sexo. Mi hermana la tomo en dos ocasiones mas y ya en la tercera dejó su mano ahí, como impidiendo que se fuese hacia su sexo. Sin embargo sentir el roce de sus dedos era igual o más exquisito y ya entregado al placer, le pedí directamente si me la podía tomar con su mano. Lo pensó un minuto, y luego siento su mano agarrándomela tímidamente.
El placer era mucho mayor al sentir la mano de mi hermana apretándome la verga, y ahí me descontrolé, la tome por detrás y le apreté las tetas. Ella no dijo nada solo se mantuvo con mi verga firmemente agarrada con su mano y yo deleitándome con sus tiernos pecho ya directamente en mis manos.
Ella no decía nada, trataba de mantener la calma, mientras su hermano como un pulpo le amasaba las tetas y se restregaba contra ella, hasta que la di vuelta y busque sus pechos. Quiso detenerme , pero ya era tarde , su camisa de dormir levantada y mi boca sobre uno de sus pechos.
- Para ... para un poco
- No puedo ..
- Ya .. basta …
- No quiero Mari .. te deseo
- Ahhhh no hagas eso … que me descontrolas a mi
- Solo déjame besártelos .. mmm que ricos
- Ahhhh .. ya .. suficiente .. para por favor …
- Mmmm que ricos .. solo un poco mas …
- No … no mas … por favor
- ¿ no te gusta?
- Ufff claro que si … pero no podemos
- Mari , son solo besos …
- Mmmmm ahhhh …. Por favor no sigas …
- ¿Por que no …?
- Porque me calientas a mi también…
- vamos … te toca disfrutar a ti también .. relájate …
- No puedo
- Y como me pedias a mi .. ahora es tu turno .. relájate … deja que te los chupe ..
- No se … ahhh … bueno … pero solo eso…
- Tranquila hermanita .. solo te los quiero chupar … mmmm
- Ahhh que rico se siente … me gusta …
- ¿Déjame tocarte aca …?
- No abajo no …
- Déjame …
- No .. ahí no …
- Mmmm tenia ganas de tocarte entera ….
- Ahhhh .. ¡no!.. ¡saca tu mano! .. no me toques ahí …
- mmmmm tienes un cuerpo muy lindo , hermoso ¿como quieres que no me caliente todas las noches?
- Ahhhh … me haces sentir muy bien hermanito .. ahh .. nunca me habían tocado así ….mmmm que rico …
- Que rica la tienes .. deja que te masturbe yo ahora …
- No … no esta bien .. cálmate … cálmate un poco …
- No puedo .. no quiero … me tienes muy caliente
- No podemos hacer nada … somos hermanos
- Si no te la voy a meter , pero quiero que nos toquemos , démonos placer mutuamente … déjate llevar … no tiene nada de malo
- Ahhha … ahora comprendo lo que sentías .. es difícil dejarse llevar …
- Vamos hazlo … déjate llevar … dime si no te gusta eso ,,, dime si no te gusta que te acaricie entre las piernas …
- Ahhhhh .. ya … basta por favor .. me tienes muy excitada .. me vas hacer acabar ….
- Dale .. acaba con en la mano de tu hermano…
- ¡no me digas eso que mas me calientas! …
- mmmm que rico ..
- chúpame las tetas … chúpamelas por favor …
- Mmm .. . que cuerpo mas rico tienes Mari …
- Ahhhhh .. ahhhh .. .no tan rápido .. me vas hacer acabar … ahhhh apara un poco .. ahhh para… me vas hacer acabar … ohhhhhhhh que placer … no sigas .. basta … basta ….
- Mmmmm
- Ahhhhhaggggggggg
- Dale Mari .. acaba ..
- ¡Ahhh eso hago!. ahh …que ricoooo … uffff que placer .. ahhhhgggg me estoy corriendo ahhh me estoy corriendo … no me sueltes .. por favor no me sueltes!!!
- Dale .. dale dale .. sigue asi
- Ahhhhh no me sueltes …. Asi … ahhhhhh
Mi hermana logro por primera vez, un ahogado, pero placentero orgasmo , quedando con su respiración muy agitada, revolcándose en la cama , con mi mano metida entre sus piernas y sus tetas al aire. Fue un momento mágico, excitante, caliente. Habíamos traspasado una barrera que ya veía venir en cualquier momento.
La dejé descansar, se dio vuelta, dándome la espalda, diciéndome lo mucho que me quería y yo cariñosamente seguí acariciándole las tetas por un rato, yo aun sin acabar, pero preferí quedarme así , para no saturarla. Se quedo dormida con mis manos en sus pechos y las de ellas sobre mis manos. No dijimos nada, al otro día, todo fue tan normal como siempre.
Sin embargo todo el día estuve esperando que fuera la hora de acostarnos nuevamente. Estaba ansioso de volver a tocar el cuerpo de mi hermana, besarle sus ricas tetas. Tenía todo pensado lo que le diría , lo que le haría etc, hasta que al fin llego la hora. Yo ya acostado hace rato y mi hermana dándose mil vueltas por la casa antes de irse a acostar. Al fin lo hizo, entró al cuarto con su pantalón de pijama y una delgada solerita que hacía ver exquisitos sus pechos. Se acostó a mi lado, ninguno hablo, apagó la luz y se dio vuelta para dormir. Espere un rato a que hiciera algo, que me obligara a abrazarla, pero no lo hizo. A sí que fui yo el que tomo la iniciativa esta vez.
La abrace por detrás como de costumbre, empecé a jugar con mis dedos en su estómago, con movimientos suaves y circulares, acariciándola, apegando mi cuerpo contra el de ella. Luego lentamente fui subiendo, muy despacio, cada vez más, hasta que mis manos casi le llegaban a sus pechos, cuando su mano detiene mi avance. Pero eso no me detuvo, con mi verga ya despierta, comencé a puntearla muy suavemente, sintiendo su rica cola contra esta, haciendo que mi verga creciera cada vez más. La notaba nerviosa, y cada vez que podía trataba de soltar mis manos y ella lo impedía. Ya mis movimientos genitales era mucho más notorios, claramente mi hermana debe haber estado sintiendo como la verga de su hermano se rozaba contra sus nalgas.
- Quédate tranquilo, duérmete
- No quiero
- Por favor , no …
- Tranquila …
- Duérmete mejor, tranquilo …
- Shuuuuu tranquila … déjame acariciarte.
Conseguí liberar una de mis manos y se la coloque en la cadera. Con esta empujaba su cuerpo hacia atrás, sintiendo un pequeño rechazo de su parte. Pero continué, cada vez más y más fuerte, hasta que nuevamente busqué sus pecho encontrando el camino libre hacia ellos. Comencé a rozarme con mi hermanita, con sus ricos pechos en mis manos, y ya ella dejándose tocar. Se los acariciaba suavemente, jugando con sus pezones cada vez más duros, hasta que busque su cuello y se lo besé. Ahí mi hermana comete un error y se da vuelta, quedando de boca sobre la cama, como para evitar que yo siguiera acariciando sus pechos. Sin embargo, ahí yo, me monté descaradamente sobre ella y comencé a follarle el culo aun con ropa obviamente, ya con movimientos completamente descarados. Ella no decía nada, solo detuvo su ropa cuando traté de bajársela, pero al cuarto o quinto intento, dejó que su hermano le bajara los pantalones , dejándoselos a la altura de la rodilla.
Luego intento nuevamente detenerme cuando intente bajarme los míos, quiso evitarlo, pero no pudo. Ahí quedo mi verga desnuda contra sus ricas nalgas , moviéndome de arriba abajo pasándole mi verga por su desnudo y carnoso culo. Comencé a besarle el cuello , respirando en su oído, dándome cuenta lo mucho que la excitaba , hasta que se comenzó a mover lentamente , haciendo que nuestros cuerpos se juntaran cada vez mas. Me costó trabajo conseguir que abriera sus piernas , pero apenas pude hacer que separara un poco sus piernas , coloqué entre ellas mi verga y comencé a moverme tal como si me la estuviera follando , suavemente , ella volviendo a cerrar sus piernas , dejando prisionera mi verga. El roce era exquisito y yo cada vez más, buscaba su sexo, hasta que en unos cuantos roces conseguí dar con el, haciendo que mi hermana se colocara muy nerviosa y tratara de detener mis movimientos.
Ya no podía negar que estaba disfrutando sentirse manoseada de esa manera por su hermano, ya no puedo aguantar más y comenzó a gemir muy suavemente. Tampoco puso reparo cuando al oído le dije que la quería tener completamente desnuda y comencé a sacarle la parte de arriba. Terminé de bajarle el pantalón por completo y terminar de sacarme los míos. Ya completamente desnudos, seguimos en esa posición, disfrutando de las caricias de nuestros cuerpos desnudos, hasta que bajándome de ella, la di vuelta.
Quedamos mirándonos de frente, nos abrazamos, sintiendo sus pechos sobre el mío, moviéndonos lentamente, hasta que por primera vez nuestros labios se encontraron. Nos besamos por unos cinco minutos en la oscuridad de nuestro cuarto, sin cortar el beso, solo cuando ella me dice que mejor cierre la puerta con llave. En un rápido movimiento me levanté y cerré la puerta del dormitorio. Con solo la luz de la calle que entraba por la ventana, divise el cuerpo desnudo de mi hermana esperándome en la cama. Me metí rápidamente y nos fundimos en un apasionado beso, el que luego llego a su cuello, mientras mis manos tocaba cada parte de su cuerpo. Mi hermana se dejaba tocar, gimiendo en silencio, tratando de no meter mucha bulla para que su compañera de cuarto no se enterara de lo que ahí estaba pasando. No puso reparo cuando le chupe las tetas fuertemente y menos cuando mi mano trajino su virgen sexo una y otra vez haciéndola estremecer. Esa noche tenía que ser mágica, tenía que hacerlo durar mucho rato. Sabía bien que si seguía acariciándola así, al poco rato la haría acabar. Me controlé un poco y le pedí que fuese ella la que me tocara. Acostado de espalda, con mi hermana a mi lado, con su cabeza en mi pecho, su mano me acaricio suavemente la verga y luego comenzó a masturbarme muy lentamente, como experimentando la sensación de tener una verga en su mano, muy suavemente me la movió por un buen rato.
Le pedí que me la besara pero, no quiso hacerlo, era demasiado para una mujer virgen y de poca experiencia como ella, por lo que no la presioné, pero cuando cambiamos de posición, ella de espalda, y yo besándole los pecho , comencé a bajar, besando su estomago, en busca de enseñarle los placeres del sexo oral. Pero tampoco me dejo hacerlo, me detenía y me pedía que volviera a subir, y yo volvía al ataque , hasta que nuevamente mis besos iban bajando , hasta que conseguí llegar a su pubis.
Mari estaba muy nerviosa, no sabía cómo reaccionar con su hermano buscando con sus besos su intimidad. Por lo que supe después, su novio solo le alcanzo agarrar el culo y las tetas, pero todo con ropa. Yo era el primero que tocaba su cuerpo desnudo con la boca y más aun el primero que había llegado tan cerca de su sexo. Le bese las piernas, le besé sus pelos, pero ella no sacaba sus manos de su concha, se ponía nerviosa y me hacia subir una y otra vez. A las finales solo alcance a darle unos besos cerca de ahí pero nada más.
Continuamos besándonos y tocándonos por largo rato, masturbándonos suavemente , tratando a acallar nuestros gemidos de placer , hasta que solo con caricias conseguí hacerla acabar y luego con su mano, ella me masturbó hasta hacerme acabar a mi. Eso paso dos veces más esa misma noche. Ambos ansiosos de tocar el cuerpo del otro
De día éramos los dos mismos hermanos de siempre, pero en la noche, apenas apagábamos la luz, nuestros pijamas terminaban en cualquier lado y nuestros cuerpos desnudos se encontraban bajo las sabanas tocándonos por todos lados hasta hacernos acabar.
Era algo de todas las noches, nos tocábamos a morir , yo chupaba las tetas de mi hermana por largo rato mientras ella me tocaba sin para mi verga.
Sin embargo no conseguía que ella me lo chupara o que me dejara hacerlo a mí. Siempre callados, siempre ocultos. Esperábamos con ansias ese fin de semana, donde Mariza viajaría a casa de sus padres y nos dejaría el departamento para nosotros solos.
4 comentarios - Por cosas del destino , termine viviendo con mi hermana II