No tuve mucho tiempo para escribir. Y hay muchas historias por contar. Pero hoy seré breve con lo de algunas primas. Ya les conté un poco de lo que sucedió con Sandra. Fue la primera prima que follé. Ella era 5 años mayor que yo y era virgen. Fue un escándalo en la familia, aunque en realidad no éramos primos de sangre, porque Sandra solo era ahijada de mi tía Lurdes.
Pero las primas con quienes más jugué fueron las hijas de mi tía Andrea, Raquel y Rebeca. Mi historia con ellas se pierde en la infancia, cuando Sandra nos hacía besar como en las telenovelas. Pero después de la pubertad la cosa retornó gracias a otra prima, Lorena, la hija de mi tía Mónica, gemela idéntica de mi mamá. De hecho supe de un chisme que esa prima en realidad es mi hermana paterna, nos parecemos demasiado, pero eso nunca se confirmó (y mi tía lo niega).
Bueno, volviendo a la historia, resulta que en la navidad, Lorena sugirió que juguemos “salada mixta”, un juego que en Brasil consiste en escoger a alguien para abrazar o besar. Normalmente es algo inocente y al principio así empezamos pero poco a poco fuimos más allá. Éramos todos primos, dos varones (mi primo Diogo, hermano de Sandra, que hoy es una mujer trans y yo) y tres chicas, Lorena, Raquel y Rebeca. La mayor era Lorena, que me lleva dos años, luego venían Diogo y Raquel, que me llevan uno y por último Rebeca que es un año menor que yo.
El juego empezó inocente y terminó conmigo chupándole los senos a Raquel delante de los demás, entonces Lorena dijo que ya no más. Pero después de ese día yo ya no paré de hacer cosas con ellas. Me acuerdo que un día fuimos a la playa y mientras los adultos charlaban, yo mamaba a Raquel detrás de unas rocas con la vigilancia de Rebeca, que no tardó en entrar en el juego también.
Eso fue antes de lo de mi madre. Al principio yo solo les chupaba las tetas, pero no tardamos en entrar en el sexo oral, tanto yo haciendo en ellas como ellas en mí. Cuándo yo estaba con una la otra vigilaba. Mientras sucedía lo de mi madre yo seguía haciendo con ellas, fue solo después de lo de Sandra que paramos un poco.
Mi tía Andrea se hacía la opa, pero sabía lo que pasaba y a veces nos daba consejos e indirectas. Nunca me voy a olvidar de una tarde en que nos habló a mí y a Diogo, como debíamos hacer para dejar una mujer mojada y no lastimarla, y fue bien explícita, que debía chuparle los senos y tocar suavito allá abajo. Obviamente mi abuela y las otras tías se molestaron.
Después de lo sucedido con mi abuela yo volví a acercarme a mis primas. Yo no follaba siempre con mi abuela, era solo a veces cuándo me atrevía a buscarla y ella se calentaba y cedía, no sucedía a menudo, pero tampoco era muy raro, y ese fue uno de los motivos por el cuál ella se fue a vivir en la quinta.
Rebeca fue la segunda prima que desvirgué después de Sandra. Le dolió bastante porqué estábamos apurados y le asustó, pero después de unas cuántas ya le empezó a gustar. Raquel fue la tercera pero al principio solo me daba el culo, la típica para no perder la virginidad, como había pasado con Rebeca, pero le encantaba. Fue la primera chica que ví tener orgasmo con sexo anal, la segunda fue su madre. A Rebeca no le gustaba dar el culo, pero sí chupaba y solía tragar mi semen sin problemas cuándo yo le pedía, al contrario de Raquel que escupía.
Me costó encontrar actrices parecidas a ellas, porque ya no se ven así, están gorditas, pero Kerry Marie de joven es idéntica a como me acuerdo de Raquel, con su pelo negro y su piel morena clara, sus tetas grandes y su sonrisa pícara, incluso el calzón blanco de la foto es igual a los que ella usaba y yo solía quitar . Lo único es que Raquel tiene rasgos más típicos del norte de Brasil.
En esa foto mirando hacía abajo es totalmente ella.
Rebeca está más para Brook A, y la verdad es que está bien parecida a la última vez que cogimos, antes de su tercer hijo. Ella es una cantora evangélica bastante conocida y obviamente Rebeca no es su nombre real.
Rebeca siempre fue más flaca, menos voluptuosa y menos putita que Raquel.
Con las chicas nos arriesgamos bastante. Hacíamos en mi casa, que era la de mi abuela, y hacíamos en la de ellas a veces con sus padres tirando una siesta. Un día su papá, que era policía, se quejó con mi tía Andrea, su esposa, que yo andaba muy cerca de las chicas y mi tía nos alejó.
Alejó a las hijas, pero empezó lo de ella. Aún me acuerdo de ese día. Mi tía me llamó para ayudarle con un mueble que había que mover y estaba sola. Estaba con un vestido corto y se agachaba para que vea su bombacha. Fue la primera vez que actuó así, porque pese a las cosas que nos decía a mí y a mis primos, ella siempre se había hecho respetar, pero ese día estaba caliente mi tía. Me dió su cola luego de cara, antes de darme su concha y me dejó enviciado. Pero el relato de mi tía Andrea yo les cuento después.
Estuve con otras primas además de Sandra, Raquel y Rebeca, yo tuve una fase muy loca donde ponía la verga en todo lo que usaba falda. Lorena fue una de ellas, pero les contaré después, así como el de las otras que eran pequeñas, pero que pronto crecieron y se hicieron tremendas hembras como Tayná.
Con Raquel y con Rebeca tuvimos otras historias, pero no muchas, y estuvimos un buen rato sin hablar por algo que les voy a contar después.
Para terminar con lo de Sandra, la volví a coger años después, a mis 25. Ella ya tenía 30 y un par de hijos. Necesitaba dinero y fue a mi departamento. La verdad no fue difícil. Me impresionó que aún tenía el culo virgen, porque el marido es pastor y contra sexo anal. Yo me aproveché y la partí en dos. El que cogió una vez tiene gran posibilidad de coger después, es un hecho. Hace poco la vi predicando en una iglesia grande y me vino a la mente la imagen de ella en cuatro con mí verga clavada en el culo. Como son las cosas…
Pero las primas con quienes más jugué fueron las hijas de mi tía Andrea, Raquel y Rebeca. Mi historia con ellas se pierde en la infancia, cuando Sandra nos hacía besar como en las telenovelas. Pero después de la pubertad la cosa retornó gracias a otra prima, Lorena, la hija de mi tía Mónica, gemela idéntica de mi mamá. De hecho supe de un chisme que esa prima en realidad es mi hermana paterna, nos parecemos demasiado, pero eso nunca se confirmó (y mi tía lo niega).
Bueno, volviendo a la historia, resulta que en la navidad, Lorena sugirió que juguemos “salada mixta”, un juego que en Brasil consiste en escoger a alguien para abrazar o besar. Normalmente es algo inocente y al principio así empezamos pero poco a poco fuimos más allá. Éramos todos primos, dos varones (mi primo Diogo, hermano de Sandra, que hoy es una mujer trans y yo) y tres chicas, Lorena, Raquel y Rebeca. La mayor era Lorena, que me lleva dos años, luego venían Diogo y Raquel, que me llevan uno y por último Rebeca que es un año menor que yo.
El juego empezó inocente y terminó conmigo chupándole los senos a Raquel delante de los demás, entonces Lorena dijo que ya no más. Pero después de ese día yo ya no paré de hacer cosas con ellas. Me acuerdo que un día fuimos a la playa y mientras los adultos charlaban, yo mamaba a Raquel detrás de unas rocas con la vigilancia de Rebeca, que no tardó en entrar en el juego también.
Eso fue antes de lo de mi madre. Al principio yo solo les chupaba las tetas, pero no tardamos en entrar en el sexo oral, tanto yo haciendo en ellas como ellas en mí. Cuándo yo estaba con una la otra vigilaba. Mientras sucedía lo de mi madre yo seguía haciendo con ellas, fue solo después de lo de Sandra que paramos un poco.
Mi tía Andrea se hacía la opa, pero sabía lo que pasaba y a veces nos daba consejos e indirectas. Nunca me voy a olvidar de una tarde en que nos habló a mí y a Diogo, como debíamos hacer para dejar una mujer mojada y no lastimarla, y fue bien explícita, que debía chuparle los senos y tocar suavito allá abajo. Obviamente mi abuela y las otras tías se molestaron.
Después de lo sucedido con mi abuela yo volví a acercarme a mis primas. Yo no follaba siempre con mi abuela, era solo a veces cuándo me atrevía a buscarla y ella se calentaba y cedía, no sucedía a menudo, pero tampoco era muy raro, y ese fue uno de los motivos por el cuál ella se fue a vivir en la quinta.
Rebeca fue la segunda prima que desvirgué después de Sandra. Le dolió bastante porqué estábamos apurados y le asustó, pero después de unas cuántas ya le empezó a gustar. Raquel fue la tercera pero al principio solo me daba el culo, la típica para no perder la virginidad, como había pasado con Rebeca, pero le encantaba. Fue la primera chica que ví tener orgasmo con sexo anal, la segunda fue su madre. A Rebeca no le gustaba dar el culo, pero sí chupaba y solía tragar mi semen sin problemas cuándo yo le pedía, al contrario de Raquel que escupía.
Me costó encontrar actrices parecidas a ellas, porque ya no se ven así, están gorditas, pero Kerry Marie de joven es idéntica a como me acuerdo de Raquel, con su pelo negro y su piel morena clara, sus tetas grandes y su sonrisa pícara, incluso el calzón blanco de la foto es igual a los que ella usaba y yo solía quitar . Lo único es que Raquel tiene rasgos más típicos del norte de Brasil.
En esa foto mirando hacía abajo es totalmente ella.
Rebeca está más para Brook A, y la verdad es que está bien parecida a la última vez que cogimos, antes de su tercer hijo. Ella es una cantora evangélica bastante conocida y obviamente Rebeca no es su nombre real.
Rebeca siempre fue más flaca, menos voluptuosa y menos putita que Raquel.
Con las chicas nos arriesgamos bastante. Hacíamos en mi casa, que era la de mi abuela, y hacíamos en la de ellas a veces con sus padres tirando una siesta. Un día su papá, que era policía, se quejó con mi tía Andrea, su esposa, que yo andaba muy cerca de las chicas y mi tía nos alejó.
Alejó a las hijas, pero empezó lo de ella. Aún me acuerdo de ese día. Mi tía me llamó para ayudarle con un mueble que había que mover y estaba sola. Estaba con un vestido corto y se agachaba para que vea su bombacha. Fue la primera vez que actuó así, porque pese a las cosas que nos decía a mí y a mis primos, ella siempre se había hecho respetar, pero ese día estaba caliente mi tía. Me dió su cola luego de cara, antes de darme su concha y me dejó enviciado. Pero el relato de mi tía Andrea yo les cuento después.
Estuve con otras primas además de Sandra, Raquel y Rebeca, yo tuve una fase muy loca donde ponía la verga en todo lo que usaba falda. Lorena fue una de ellas, pero les contaré después, así como el de las otras que eran pequeñas, pero que pronto crecieron y se hicieron tremendas hembras como Tayná.
Con Raquel y con Rebeca tuvimos otras historias, pero no muchas, y estuvimos un buen rato sin hablar por algo que les voy a contar después.
Para terminar con lo de Sandra, la volví a coger años después, a mis 25. Ella ya tenía 30 y un par de hijos. Necesitaba dinero y fue a mi departamento. La verdad no fue difícil. Me impresionó que aún tenía el culo virgen, porque el marido es pastor y contra sexo anal. Yo me aproveché y la partí en dos. El que cogió una vez tiene gran posibilidad de coger después, es un hecho. Hace poco la vi predicando en una iglesia grande y me vino a la mente la imagen de ella en cuatro con mí verga clavada en el culo. Como son las cosas…
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