Volví a la universidad, los únicos que seguían en mi clase conmigo eran Luján y Rodri, el resto de compañeros habían dejado o cambiado a otra facultad.
La primera semana de este segundo año fue bien, muchos profesores interesantes y materias que despertaban mi ilusión. Aunque en mi cabeza sólo podía pensar en el fin de semana otra vez. No voy a mentir, estaba como una tonta enamorada. La única cuestión que en los márgenes de mi cuaderno, no solo escribía un nombre, sino dos. "Nadia" / "Gon".
Era una adolescente idiota, por ambos sentía cosas muy fuertes.
Curiosamente ese finde iba a ver a ambos. Ese mismo viernes tenía planes con Nadia, la idea era encontrarnos en un bar a picar algo y de ahí irnos a una fiesta.
Me fuí con un shorcito de cuerina negro y una remerita suelta escotada también negra. Estaba sencilla pero entre el escote, lo corto del short y mis zapatos, estaba bastante provocadora.
En el barcito nos tomamos un vino blanco y ya íbamos bastante entonadas. Estábamos en ese mood de reírnos de todo. Ella tenía un vestidito negro bastante ajustado que le quedaba hermoso. En cada esquina parabamos a matarnos a besos.
Llegamos al boliche/bar donde era la fiesta, había una fila interminable, parecía que no íbamos a entrar más!
Ya resignadas, nos pusimos a esperar y los chicos que estaban adelante lógicamente nos vieron como prezas fáciles y nos empezaron a hablar...
Los que tomaron la palabra fueron dos bastante idiotas la verdad, que ni recuerdo su nombre. Típicos soberbios insoportables. Nos presentaron a los otros dos del grupo que la verdad no parecían tan tontos pero la belleza no los acompañaba mucho. Uno de ellos era Manuel, algo rellenito, de cara simpática y muy arreglado con su camisita y pantalón combinado. Daba ternura cuando lo veías!
Empezamos a preguntarle cosas a Manu para ignorar a los otros (cosa que notoriamente los irritó) y nos fué contando mil cosas de su vida, se fué soltando y hasta nos regaló un viajero (Fernet) que tenía él para nosotras! Genuinamente nos estábamos divirtiendo hasta que un señor de seguridad nos hace seña y nos invita a pasar (privilegios de ser dos mujeres).
Ya adentro seguimos tomando Fernet para no mezclar aún más... Estábamos súper eufóricas y pasándola súper, bailando, apretando, ni los pajeros que nos iban apoyando nos importaban, nosotras estábamos en nuestro mundo a puro beso.
Realmente había volado la hora, incluso nos habían saludado los chicos, Manuel incluído una vez que pasaron.
Entre ideas idiotas si las hay, se me ocurrió en la euforia comprar unos shots para ambas. Cuestión que el chico de la barra ni nos dejó pagar y encima nos regaló 2 a cada una...
Ya íbamos súper borrachas, muy. Nadia para peor no dejaba de acariciarme la entrepierna por encima del short y me traía loca. Estaba a nada de pedirle de irnos urgente a casa por la calentura que tenía, salvo que antes de que pueda decir nada, ella me señala con preocupación para que mire y veo a Manu solo en un rincón del boliche.
Nos acercamos como dos idiotas a chusmear.
"Manu qué te pasó??"
Manu: "Nada tranquilas, es que mis amigos se fueron a encarar y yo quedé acá"
Nadia: "Pero vos tenés novia o porque no fuiste?"
Manu: "Me da vergüenza, siempre me ignoran o me sacan cagando"
"Ayyy nooo, no digas eso"
Nadia: "Ceci te gusta??"
Ambos quedamos helados! La miramos sin entender nada. Ninguno atinó a responder...
Nadia: "A ver Manu, puede no gustarte, tranqui- "No no, si obvio que me encanta" replicó él sin dejar terninar la frase a ella.
Las dos nos pusimos a reír y Nadia me miró pícara...
Nadia: "Ce, para mí que con esa confesión Manu se ganó un beso!"
La entendí de inmediato. A ella le gustaba dominarme, ésto era parte. Poder decidir con quién estaba. No desafié su orden, sólo me acerque a él y le pregunté si aceptaba el regalo. Ni respondió que ya lo tenía dándome un torpe beso al cuál respondí como se merecía Nadia que lo haga.
Tenía su lengua dando vueltas con la mía, sentía su fuerte erección casi inmediata, si bien intentaba alejarse para ocultarla, yo me acercaba a él para que pueda sentir mis tetas contra su pecho y de paso rozarlo.
Quise subir la apuesta, me separé un poco la cara, lo miré como gata y me giré. Dejé mi cola haciendo presión contra él. Empecé a menear y traje a Nadia conmigo para besarnos frente a Manu mientras su pija estaba disfrutando de mis caderas.
En ese momento escuchamos aplausos y gritos. Eran los imbéciles de sus amigos vitoriando. Se quisieron acercar para "sumarse" pero Nadia los echó poco más a las patadas.
"Perdón Ceci, son unos idiotas" me atinó a decir Manu por la escena.
Nadia: "qué te parece si nos vamos?"
"Buenoo, dale!"
Nadia: "Venís Manu?"
Su cara se iluminó instantáneamente. Había creído que por culpa de sus amistades nos íbamos y su sueño se terminaba ahí. Ahora con un rumbo incierto, tanto él como yo seguimos a nuestra "dueña" en ese momento de la noche.
Ya afuera buscamos un taxi y Nadia sugirió ir a seguirla en su casa.
Pobrecito él iba callado, tenía miedo de decir algo que rompa el hechizo.
Ya en el auto fuimos charlando como hace unas horas. Obviamente con mucho más alcohol, de hecho ni recuerdo lo que hablábamos, pero sí que tanto Nadia como yo íbamos repartiendo caricias para todos lados...
Fue súper cortito el viaje, apenas subimos, nos fuimos los 3 al sillón. Y Nadia no se hizo esperar:
"Manu, te gusta entonces cómo vino vestida Ceci?"
Manu: "Es hermosa, te juro que no entiendo cómo llegué acá"
"Porque fuiste un dulce con nosotras! Lo mínimo que podíamos hacer era devolvertelo!!"
"Ceci, por qué no traes algo para que tomemos los 3?"
Sin hablar, me levanté y pude sentir como las miradas iban a mi cola por parte de ambos. La cocina de Nadia es a la vista, por lo que estaba a unos pocos pasos de ellos.
"Manu, decime la verdad, te molesta si le pido a Ceci que se quede sólo con la tanga?"
Estaba sirviendo unas cervezas y volqué la mitad al escuchar eso... Pero seguí sin hablar. Obedeciendo.
Manu: "eehh...!? Es que... Ehm..."
Nadia: "Sino la dejo así! Es lo que vos quieras"
Manu: "Pero Ceci querrá?"
Nadia: "Manu, Ceci va a hacer lo que yo le diga. O en este caso, lo que vos le pidas"
Ahí volví con las cervezas para los 3, pude notar como Manu aprovechó el momento torpemente para mirarme el escote al inclinarme. Le dí el gusto, pobre.
Me arrodillé frente a él, apoyé mis codos en sus rodillas y le dije:
"Manu, si no estás cómodo no te preocupes, pero a mí me encanta hacer lo que Nadia me pida, disfruto mucho de eso"
Manu: "Ehm... Siento que estoy soñando. De verdad. Pero sí, me encantaría verte desnuda"
Nadia: "En tanga dije!"
Manu: "Si si, eso perdón"
Inmediatamente me paré, frente a él me saqué la remerita y dejé mis tetas al aire. Pude ver su pre infarto al verme. Su erección era indisimulable en ese punto.
Me giré, apunté mi cola a él y bajé el short dejando mi tanga blanca frente a sus ojos. Yo estaba empapada, no sé si él lo notó o no, pero realmente disfrutaba de ese juego que no sabía hasta dónde llegaría.
Lo siguiente fue sentarme en el sillón, dejé a él en el medio de ambas y crucé mis dos piernas sobre una de las suyas.
Nadia: "Contento?"
Manu: "Muchísimo, gracias Nadia"
Nadia: "Qué te gustaría ahora?"
Manu: "Me gustaría que ella me la chupe"
La sonrisa de Nadia fue de oreja a oreja. Había hecho que el inocente chico se suelte y encima eso implicaba verme a mí peteandolo.
Una mirada bastó para saber que tenía que cumplir.
Me bajé de ese sillón y lentamente le fui besando el cuello mientras desabrochaba su camisa.
Con cada botón, iba bajando por su pecho, panza y hasta llegar al cinturón.
Lo saqué con algo de torpeza por la borrachera y empecé a bajar su pantalón.
Pude notar cierta vergüenza por desnudarse frente a nosotras, sabía que su cuerpo no era atlético ni nada parecido. Su pancita era bastante prominente pero yo estaba decidida a que en ese momento solamente era su puta y tenía que dejarlo contento.
"Estoy muy caliente Manu, me muero de ganas de ver esa pija que tenés guardada para mí"
Como si fuera una actriz porno, le dije la primer guarrada que se me ocurrió. Se notó que lo ayudó a agarrar confianza. Se lo veía más relajado.
Fui masajeando su pija por sobre el bóxer. Dejé que sienta el calor de mi boca pero aún no revelaba la sorpresa. Algo se podía intuir..
Cuando me decidí a bajarle la última pieza de tela que me separaba, me encontré con una linda verga que tenía un buen tamaño. Muy pulcro se lo veía, depilado, no era tan larga pero sí bastante ancha para ser sincera.
Miré a Nadia buscando su aprobación, estaba con cada de sorprendida. No esperó que Manu vaya tan bien de ahí abajo.
Como no tuve su atención, empecé a recorrer su tronco con mi lengua. Escuchaba como se le escapaban gemidos involuntarios, especialmente cuando decidía bajar a su bolas. Le gustaba mucho que lo pajee y juegue con ellas. Eso le dí. Al final, estaba ahí para complacerlo por orden de Nadia.
Alterné ese jueguito con unos fuertes chupones en dónde me fuí tragando toda su pija. Gracias a Gon había mejorado muchísimo y eso estaba lejos de ser un desafío. Si era increíble que lo ancho de su tronco me llenaba completamente la boca. Estaba empezando a disfrutar de ser la puta de ambos.
Cuando volví a prestar atención a mi entorno, pude ver a Nadia con el vestido levantado y su tanga corrida. Se estaba tocando viéndome. Evidentemente estaba dejando contentos a ambos.
Los ojitos de Manu iban para todos lados, gemía muy fuerte con cada chupón. No hablaba, ya no sabía si por timidez o por placer.
"Me voy a acabar, me acabo, me acabo..." Empezó a gritar él y yo con una sonrisa lo masturbé y dejé que unos gruesos chorros de leche caigan en mis tetas.
Dejó caer su cabeza rendida al sillón. Me había enlechado toda y Nadia se acababa a la par con esa escena.
Le limpié con mi mano los restos que habían quedado en su pija y me acaricié las tetas. Pobrecito ni hablaba, seguía sin creer todo ésto.
Nadia: "Bueno Manu, creo que quedaste contento. Ahora con Ceci nos vamos a quedar solas"
Manu: "Si, no puedo creer lo que pasó, son lo más"
Se vistió con la pija todavía dura y con algunas gotitas de leche en sus piernas. Salió apurado como si tenía miedo de que nos convirtamos en monstruos. Quizás sí, un poco lo éramos.
Apenas se cerró la puerta, Nadia se tiró encima mío sobre el sillón y ambas quedamos impregnadas de la leche de Manuel.
Nos dimos unos besos y cogimos como locas después de esa experiencia. Realmente ni sé cuántas veces acabé recordando todo lo que pasó. Solo sé que me había encantado ser su sumisa.
La primera semana de este segundo año fue bien, muchos profesores interesantes y materias que despertaban mi ilusión. Aunque en mi cabeza sólo podía pensar en el fin de semana otra vez. No voy a mentir, estaba como una tonta enamorada. La única cuestión que en los márgenes de mi cuaderno, no solo escribía un nombre, sino dos. "Nadia" / "Gon".
Era una adolescente idiota, por ambos sentía cosas muy fuertes.
Curiosamente ese finde iba a ver a ambos. Ese mismo viernes tenía planes con Nadia, la idea era encontrarnos en un bar a picar algo y de ahí irnos a una fiesta.
Me fuí con un shorcito de cuerina negro y una remerita suelta escotada también negra. Estaba sencilla pero entre el escote, lo corto del short y mis zapatos, estaba bastante provocadora.
En el barcito nos tomamos un vino blanco y ya íbamos bastante entonadas. Estábamos en ese mood de reírnos de todo. Ella tenía un vestidito negro bastante ajustado que le quedaba hermoso. En cada esquina parabamos a matarnos a besos.
Llegamos al boliche/bar donde era la fiesta, había una fila interminable, parecía que no íbamos a entrar más!
Ya resignadas, nos pusimos a esperar y los chicos que estaban adelante lógicamente nos vieron como prezas fáciles y nos empezaron a hablar...
Los que tomaron la palabra fueron dos bastante idiotas la verdad, que ni recuerdo su nombre. Típicos soberbios insoportables. Nos presentaron a los otros dos del grupo que la verdad no parecían tan tontos pero la belleza no los acompañaba mucho. Uno de ellos era Manuel, algo rellenito, de cara simpática y muy arreglado con su camisita y pantalón combinado. Daba ternura cuando lo veías!
Empezamos a preguntarle cosas a Manu para ignorar a los otros (cosa que notoriamente los irritó) y nos fué contando mil cosas de su vida, se fué soltando y hasta nos regaló un viajero (Fernet) que tenía él para nosotras! Genuinamente nos estábamos divirtiendo hasta que un señor de seguridad nos hace seña y nos invita a pasar (privilegios de ser dos mujeres).
Ya adentro seguimos tomando Fernet para no mezclar aún más... Estábamos súper eufóricas y pasándola súper, bailando, apretando, ni los pajeros que nos iban apoyando nos importaban, nosotras estábamos en nuestro mundo a puro beso.
Realmente había volado la hora, incluso nos habían saludado los chicos, Manuel incluído una vez que pasaron.
Entre ideas idiotas si las hay, se me ocurrió en la euforia comprar unos shots para ambas. Cuestión que el chico de la barra ni nos dejó pagar y encima nos regaló 2 a cada una...
Ya íbamos súper borrachas, muy. Nadia para peor no dejaba de acariciarme la entrepierna por encima del short y me traía loca. Estaba a nada de pedirle de irnos urgente a casa por la calentura que tenía, salvo que antes de que pueda decir nada, ella me señala con preocupación para que mire y veo a Manu solo en un rincón del boliche.
Nos acercamos como dos idiotas a chusmear.
"Manu qué te pasó??"
Manu: "Nada tranquilas, es que mis amigos se fueron a encarar y yo quedé acá"
Nadia: "Pero vos tenés novia o porque no fuiste?"
Manu: "Me da vergüenza, siempre me ignoran o me sacan cagando"
"Ayyy nooo, no digas eso"
Nadia: "Ceci te gusta??"
Ambos quedamos helados! La miramos sin entender nada. Ninguno atinó a responder...
Nadia: "A ver Manu, puede no gustarte, tranqui- "No no, si obvio que me encanta" replicó él sin dejar terninar la frase a ella.
Las dos nos pusimos a reír y Nadia me miró pícara...
Nadia: "Ce, para mí que con esa confesión Manu se ganó un beso!"
La entendí de inmediato. A ella le gustaba dominarme, ésto era parte. Poder decidir con quién estaba. No desafié su orden, sólo me acerque a él y le pregunté si aceptaba el regalo. Ni respondió que ya lo tenía dándome un torpe beso al cuál respondí como se merecía Nadia que lo haga.
Tenía su lengua dando vueltas con la mía, sentía su fuerte erección casi inmediata, si bien intentaba alejarse para ocultarla, yo me acercaba a él para que pueda sentir mis tetas contra su pecho y de paso rozarlo.
Quise subir la apuesta, me separé un poco la cara, lo miré como gata y me giré. Dejé mi cola haciendo presión contra él. Empecé a menear y traje a Nadia conmigo para besarnos frente a Manu mientras su pija estaba disfrutando de mis caderas.
En ese momento escuchamos aplausos y gritos. Eran los imbéciles de sus amigos vitoriando. Se quisieron acercar para "sumarse" pero Nadia los echó poco más a las patadas.
"Perdón Ceci, son unos idiotas" me atinó a decir Manu por la escena.
Nadia: "qué te parece si nos vamos?"
"Buenoo, dale!"
Nadia: "Venís Manu?"
Su cara se iluminó instantáneamente. Había creído que por culpa de sus amistades nos íbamos y su sueño se terminaba ahí. Ahora con un rumbo incierto, tanto él como yo seguimos a nuestra "dueña" en ese momento de la noche.
Ya afuera buscamos un taxi y Nadia sugirió ir a seguirla en su casa.
Pobrecito él iba callado, tenía miedo de decir algo que rompa el hechizo.
Ya en el auto fuimos charlando como hace unas horas. Obviamente con mucho más alcohol, de hecho ni recuerdo lo que hablábamos, pero sí que tanto Nadia como yo íbamos repartiendo caricias para todos lados...
Fue súper cortito el viaje, apenas subimos, nos fuimos los 3 al sillón. Y Nadia no se hizo esperar:
"Manu, te gusta entonces cómo vino vestida Ceci?"
Manu: "Es hermosa, te juro que no entiendo cómo llegué acá"
"Porque fuiste un dulce con nosotras! Lo mínimo que podíamos hacer era devolvertelo!!"
"Ceci, por qué no traes algo para que tomemos los 3?"
Sin hablar, me levanté y pude sentir como las miradas iban a mi cola por parte de ambos. La cocina de Nadia es a la vista, por lo que estaba a unos pocos pasos de ellos.
"Manu, decime la verdad, te molesta si le pido a Ceci que se quede sólo con la tanga?"
Estaba sirviendo unas cervezas y volqué la mitad al escuchar eso... Pero seguí sin hablar. Obedeciendo.
Manu: "eehh...!? Es que... Ehm..."
Nadia: "Sino la dejo así! Es lo que vos quieras"
Manu: "Pero Ceci querrá?"
Nadia: "Manu, Ceci va a hacer lo que yo le diga. O en este caso, lo que vos le pidas"
Ahí volví con las cervezas para los 3, pude notar como Manu aprovechó el momento torpemente para mirarme el escote al inclinarme. Le dí el gusto, pobre.
Me arrodillé frente a él, apoyé mis codos en sus rodillas y le dije:
"Manu, si no estás cómodo no te preocupes, pero a mí me encanta hacer lo que Nadia me pida, disfruto mucho de eso"
Manu: "Ehm... Siento que estoy soñando. De verdad. Pero sí, me encantaría verte desnuda"
Nadia: "En tanga dije!"
Manu: "Si si, eso perdón"
Inmediatamente me paré, frente a él me saqué la remerita y dejé mis tetas al aire. Pude ver su pre infarto al verme. Su erección era indisimulable en ese punto.
Me giré, apunté mi cola a él y bajé el short dejando mi tanga blanca frente a sus ojos. Yo estaba empapada, no sé si él lo notó o no, pero realmente disfrutaba de ese juego que no sabía hasta dónde llegaría.
Lo siguiente fue sentarme en el sillón, dejé a él en el medio de ambas y crucé mis dos piernas sobre una de las suyas.
Nadia: "Contento?"
Manu: "Muchísimo, gracias Nadia"
Nadia: "Qué te gustaría ahora?"
Manu: "Me gustaría que ella me la chupe"
La sonrisa de Nadia fue de oreja a oreja. Había hecho que el inocente chico se suelte y encima eso implicaba verme a mí peteandolo.
Una mirada bastó para saber que tenía que cumplir.
Me bajé de ese sillón y lentamente le fui besando el cuello mientras desabrochaba su camisa.
Con cada botón, iba bajando por su pecho, panza y hasta llegar al cinturón.
Lo saqué con algo de torpeza por la borrachera y empecé a bajar su pantalón.
Pude notar cierta vergüenza por desnudarse frente a nosotras, sabía que su cuerpo no era atlético ni nada parecido. Su pancita era bastante prominente pero yo estaba decidida a que en ese momento solamente era su puta y tenía que dejarlo contento.
"Estoy muy caliente Manu, me muero de ganas de ver esa pija que tenés guardada para mí"
Como si fuera una actriz porno, le dije la primer guarrada que se me ocurrió. Se notó que lo ayudó a agarrar confianza. Se lo veía más relajado.
Fui masajeando su pija por sobre el bóxer. Dejé que sienta el calor de mi boca pero aún no revelaba la sorpresa. Algo se podía intuir..
Cuando me decidí a bajarle la última pieza de tela que me separaba, me encontré con una linda verga que tenía un buen tamaño. Muy pulcro se lo veía, depilado, no era tan larga pero sí bastante ancha para ser sincera.
Miré a Nadia buscando su aprobación, estaba con cada de sorprendida. No esperó que Manu vaya tan bien de ahí abajo.
Como no tuve su atención, empecé a recorrer su tronco con mi lengua. Escuchaba como se le escapaban gemidos involuntarios, especialmente cuando decidía bajar a su bolas. Le gustaba mucho que lo pajee y juegue con ellas. Eso le dí. Al final, estaba ahí para complacerlo por orden de Nadia.
Alterné ese jueguito con unos fuertes chupones en dónde me fuí tragando toda su pija. Gracias a Gon había mejorado muchísimo y eso estaba lejos de ser un desafío. Si era increíble que lo ancho de su tronco me llenaba completamente la boca. Estaba empezando a disfrutar de ser la puta de ambos.
Cuando volví a prestar atención a mi entorno, pude ver a Nadia con el vestido levantado y su tanga corrida. Se estaba tocando viéndome. Evidentemente estaba dejando contentos a ambos.
Los ojitos de Manu iban para todos lados, gemía muy fuerte con cada chupón. No hablaba, ya no sabía si por timidez o por placer.
"Me voy a acabar, me acabo, me acabo..." Empezó a gritar él y yo con una sonrisa lo masturbé y dejé que unos gruesos chorros de leche caigan en mis tetas.
Dejó caer su cabeza rendida al sillón. Me había enlechado toda y Nadia se acababa a la par con esa escena.
Le limpié con mi mano los restos que habían quedado en su pija y me acaricié las tetas. Pobrecito ni hablaba, seguía sin creer todo ésto.
Nadia: "Bueno Manu, creo que quedaste contento. Ahora con Ceci nos vamos a quedar solas"
Manu: "Si, no puedo creer lo que pasó, son lo más"
Se vistió con la pija todavía dura y con algunas gotitas de leche en sus piernas. Salió apurado como si tenía miedo de que nos convirtamos en monstruos. Quizás sí, un poco lo éramos.
Apenas se cerró la puerta, Nadia se tiró encima mío sobre el sillón y ambas quedamos impregnadas de la leche de Manuel.
Nos dimos unos besos y cogimos como locas después de esa experiencia. Realmente ni sé cuántas veces acabé recordando todo lo que pasó. Solo sé que me había encantado ser su sumisa.
5 comentarios - Una chica sencilla (18)