Mi mamá Silvina 13

Primera parte-----> Mi mamá Silvina - Adiós Belén



Serie anterior que engancha con esta saga------> Mi hermana Belén




Me había chupado la pija mi mamá ¿qué más se podía pedir?
Ahora mi madre me estaba besando y su concha desnuda hacía contacto con mi pija. No pude evitar recordar el “panchito” con mi hermana Belén y me sonreí.
-        ¿De qué te reís ahora? – me preguntó mi mamá
-        De nada, de nada – le dije
-        Tenés que decirme
-        No puedo
-        ¿Por qué?
-        Ya te dije que no te voy a contar nada de lo que hice con Belén
-        Mmmmm, pero si te acordás ahora ya me imagino por donde viene la cosa
-        No te imaginas – le dije
Eso pareció despertar en ella la curiosidad y quiso insistir en preguntar
-        Me imagino que te la chupó – me dijo intentando sacarme de mentira a verdad
-        No, mami, no voy a hablarte de eso
-        Bueno, te respeto – me dijo haciendo un pucherito
No sé por qué me tentó tanto esa cara y volví a besarla en la boca. Ella correspondió el beso y se relajó sobre mí. Esa relajación hizo que su mojada concha sintiera mi pija aún bastante dura y se sobresaltó retirándose de mí.
Lo advertí y quise que se tranquilice diciéndole
-        Tranquila mami que ya ahora tiene que descansar un ratito, jajaja
-        Si, jajaja
-        Vení arriba de mí – le pedí
-        ¿Te gusta tenerme encima? – me preguntó ella
-        Si, mami
-        Bueno…
-        Aunque no estamos muy cómodos acá – le dije con una clara intención
-        Vos queres que vayamos a la cama, ¿no?  – me dijo sonriendo
-        Si – me sinceré
-        No vamos a coger – me sentenció rápidamente
-        Nooo, mami, ya estar desnudos y abrazados me gusta mucho
-        Está bien, pero antes ayudame con los platos y todo
Los dos completamente desnudos comenzamos a levantar las cosas. Ella dobló la manta y yo llevé el plato sucio a la pileta y me volví a buscar otras cosas.
Cuando me giré para volver a la cocina, la vi. Mi madre, completamente desnuda, lavando los platos. Eso me recordó a la vez que la había apoyado desde atrás mientras cocinaba y una morbosa idea se apoderó de mí.
No dudé y me fui tras ella. La agarré desde atrás tomándola de la cintura. La apoyé con mi pija muerta y le dije al oído
-        Que buen culo que tenés, mami
-        Ayyy me asustaste, tonto! – me dijo riendo
Me quedé detrás de ella apoyándola y bajé mi boca para besar su cuello. Al principio, ella seguía lavando y hacía como que no se daba cuenta. Luego, mis besos en el cuello ya se fueron haciendo más intensos.
Mi madre giró la cabeza para susurrarme
-        Mmmmm
No dudé y me sinceré. No sabía si me estaba excediendo en lo que iba a decirle, pero me salió de adentro y mis palabras se alborotaban para hacerle saber lo que sentía:
-        Desde que te veía cocinar en calzas con este culo hermoso que tenía ganas de tenerte así
-        Mmmmm, siiii? ¿Me mirabas el culo degenerado?  – decía ella con una risita hermosa
-        Siiii, te veía desde la mesa y pensaba lo lindo que sería tenerte, así como te tengo ahora
-        Siiii?
Mi madre movía su culo de una manera muy provocativa y mi pija comenzaba a despertarse.
Mis manos que estaban en su cintura ahora se fueron para adelante y agarraron sus pechos. Se sentía hermoso levantarlos y sopesarlos. Comencé a acariciarlos con mucha pasión levantándolos y jugando con mis dedos en sus pezones.
-        Mmmmm, mami – le dije
-        A mí también me gusta tenerte así – se confesó
-        Me calentás mucho, ma – le solté
-        Sos un degenerado, eh! Mirarle el culo a tu madre… ¿y ahora? Mirá lo que me estás haciendo…
-        Jaja, es que estás tan buena, mami
Mis manos jugaban con sus pechos mientras mi pija se paraba nuevamente de una manera que yo mismo no podía creer.
Una idea se me cruzó nuevamente por la cabeza y fue recordarle a mi mamá que mi pija estaba nuevamente muy dura a diferencia de la herramienta de su anciano novio. Fue entonces que se me ocurrió decirle.
-        Me pones la pija durísima, mami
La apoyé en el culo y le hice sentir toda mi dureza mientras con una mano bajaba a su concha que estaba empapada. Metí un dedo en su concha mientras no dejaba de apoyarle la dura pija en la cola.
-        Mmmmm, otra vez? ¿Dura otra vez?
-        Siii, mami, así me la ponés
-        Aghhhhh
Ahora mi madre se movía para poder sentirla. Sus dos manos apoyadas en la mesada y su culo moviéndose en círculos me decían que ella estaba para más, pero debía tener cuidado.
Fue entonces que flexioné las rodillas y puse mi pija en su concha por la parte exterior toda mojada. Recordé nuevamente el panchito con mi hermana
-        Ojo Kevin lo que haces – me decía ella con poco convencimiento
-        Solo quiero jugar un poco con mi pija dura acá
Reforzaba todo el tiempo el término “dura” cada vez que hablaba de mi pija. Quería romper ese muro que levantaba mi madre.
Ahora me adelantaba y volvía para atrás con mi pija a lo largo de toda la raja de su concha. Mi boca se pegaba a su oído. Se lo dije:
-        Que ganas de cogerte así, acá mismo
-        Mmmmm, Kevin
Yo hubiese imaginado que la palabra que saldría de su boca iba a ser un “no”, pero afortunadamente no fue así y eso me envalentonó
-        Mi pija dura se muere por entrar en tu concha, mami
-        Aghhhhh Kevin
-        Mirá, sentila un poquito
Ahí nomás flexioné nuevamente las rodillas, tomé con firmeza mi verga con la mano y acomodé la cabeza en la entrada de su concha y empujé suavemente
-        Aghhhhh Kevinnnnnnnnn – susurró
-        Mmmmm, mami – dije y seguí entrando en su cuerpo
-        Agmmmm, mi amor – me dijo ella
-        Agggggg – dije y empujé todo lo que pude
Había entrado en el cuerpo de mi madre y así me quedé. Quieto, sin moverme. Con mi pija dentro de su cuerpo.
Me aferré a sus caderas y salí un poco para volver a entrar, ahora con más profundidad y le solté al oído
-        Aghhhh mami, soñaba con cogerte así
Fue un instante en el que pensé que todo se iba a la mierda. Le había dicho, había puesto en palabras que estábamos cogiendo y eso era muy fuerte
Mi madre giró la cabeza. Sus ojos hicieron contacto con los míos y me dijo con un tono firme y seguro
-        Cogeme, mi amor, cogeme
-        Aghhhhh siii mami, te voy a coger siempre – le solté
Ahora si comencé un movimiento de entrada y salida con mi verga. Mientras tanto, mis manos no dejaban de recorrerla y una se fue a su clítoris inflamado
-        Aghhh así sí así – decía ella
-        Mmmmm quiero cogerte así siempre – decía yo como un loco
-        Aghhh Kevin sí si si – gemía ahora
En ese momento, sentí que el orgasmo se venía. No podía hacer nada por detenerlo y le estaba por acabar adentro a mi madre. Me vino de golpe, dándome muy poco tiempo para avisarle
Yo sabía que su orgasmo era inminente también, pero necesitaba respetar que no quisiera que le acabe adentro, así que le dije
-        Estoy por acabar, mami
-        No la saques ahora – me advirtió
-        Es que es ya mismo – le advertí
-        No importa, no la saques seguí cogiéndome así
-        Aghhh mami, es que
-        Cogeme, hijo, cogeme, no importa
Me vine dentro de mi madre. Me aferré a su cadera izquierda y mi mano buscó su clítoris para estimularlo y se encontró con la mano de ella que ya lo estaba haciendo
Los sacudones de mi pija dentro de la concha de mi madre lo decían todo. Los gemidos de ella, también
-        Aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh – se sacudió mi madre en un orgasmo
-        Aghhhhh ahhhhhhhhhhhhhhhh – yo acababa dentro de su concha
-        Mmmmm – mi madre se giró y me besó como nunca me había besado
-        Agmmmmm – correspondí su caliente beso
-        Ufffff – dijo y se giró
-        ¿Qué?  – la miré con preocupación
-        Vení – me soltó
Mi madre me agarró de la mano y me llevó al sillón. Me sentó en él y se acomodó arriba de mi pija que aún permanecía dura.
-        Necesito esta pija adentro un poco más – me soltó
Lo que siguieron fueron unos minutos de mi madre cabalgándome y soltando las mejores frases mientras me cogía como una diosa.
Me tuvo bajo su poder y terminó acabando al grito de “que pija hermosa que tiene mi hijo, la puta madre”
Yo no volví a acabar, pero la situación era tan caliente que mi pija no se bajó casi en nada.
En ese momento, justo en ese momento en que habíamos terminado, suena el teléfono de mi mamá. Era mi tía Marcela.
-        ¿Qué pasó? – atendió mi mamá aun desnuda y con mi pija recién saliendo de su concha y chorreando mi semen
-        Belén rompió bolsa, estamos yendo a la clínica – dijo mi tía
-        Nos vemos ahí – dijo mi mamá
Mi madre me miró con severidad y me dijo:
-        Me ducho rápido y nos vamos para la clínica, pedí un Uber
-        Dale – le respondí
 
Esta historia sigue, pero bajo el título ---> Belén regresa a casa con mi tía Marcela
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