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Mi padrastro y mi esposa 9

Y como dije, supe e imagine, la relación cambió para siempre, Ruth estaba más ocupada estudiando la carrera, había empezado también un trabajo de tiempo completo, no tenía tanto tiempo para verse con él. Pedro enseguida buscó la forma de solucionarlo, me llamó un día y me dijo que tenía que ir a cenar con mi madre, así él la visitaba a Ruth y podían estar tranquilos, yo no lo iba a poder ver me dijo pero bueno no todo era posible. Obvio que tenía las cámaras, pero después de los espectáculos que había visto en vivo, me daba bronca perdermelo. Así arreglamos entonces, fui a comer con mi madre, la pase bastante bien con sus anécdotas de sus viajes, pero a la vez la miraba de otra manera ahora, lo que había escuchado de Pedro me hacía difícil el volverla a mirar igual que antes, Pedro le había dicho que tenía una guardia que hacer, claro que primero iba a pasar por casa. Me mandó un mensaje cuando podía ir para casa, eran cerca de las once de la noche, cuando llegué a casa Ruth dormía plácidamente, como si nada hubiera pasado, tenía puesto un pijama con ositos, parecía una joven inocente.
Tuve que esperar un par de días para poder ver el video, primero vi un rato el sillón vacío, después entro Ruth, tenía una falda corta unas medias a medio muslo, una remerita corta. Pedro entró y se sentó a su lado en el living.
-Pasas demasiado tiempo sin verme… eso no esta bien… -le dijo, la atrajo encima de él y levantándole la pollera empezó a darle chirlos en la cola. – te estas portando muy mal…
-No papi… yo también te extraño… te necesito… -ese te necesito me pego duro.- se bajó de encima de él, se arrodillo entre sus piernas, la pollera quedó levantada se veía una tanga negra incrustada en su culazo mientras ella iba liberando el miembro de él y empezando a chuparlo, la agarraba fuerte de la nuca guiando la cogida.
-Necesito verte más seguido… me aburre hacerlo con mi marido… -paró de chuparlo, se sacó la remera y la pollera y se acomodó sobre el sillón con la tanga corrida a un costado, se acomodó detrás de ella y jugó un rato con su herramienta, pasándola por toda su rajita.
-Porque no hablas con tu marido…? Decile que no te resulta suficiente hacerlo solo con él… -empezó a jugar con su dedito.
-Te gusta esto…?
-Si papi…
Lo hicieron en todas las posiciones posibles, en un momento ella le dijo
-Pero yo no quiero abrir la pareja… no quiero que él esté con nadie más… y tampoco quiero hacerlo con otro… quiero que vos me cojas…
Desaparecieron un rato en el baño, cuando reaparecieron él estaba totalmente desnudo, ella solo con las medias puestas, se sentó él en el sillón, ella lo montó de espaldas a él, sus pechos desafiantes se veían deliciosos. Empezó a cabalgarlo frenéticamente, estaba cada vez más caliente,
-Me encanta ser tu puta… toda tuya… no quiero ser de nadie más…
Yo tenía miedo que él le contara algo de lo que había pasado entre nosotros, de nuestra complicidad, que había estado espiándolos, pero Pedro era ese tipo de personas que era incapaz de revelar ese tipo de cosas, igual estaba pendiente.
-Lo que tenés que hacer es hacer el amor con él… tenerlo bien caliente… para eso podes pensar en que estás abriendo la posibilidad de que cojamos con el consentimiento de tu marido… digo para que estés bien caliente…
-Ahhh que guacho sos… y que le digo…? –decía mientras seguía cabalgando de espaldas a él. Estuvieron un largo rato en silencio, haciéndolo bien duro, en un momento la levantó y se la fue acomodando en el culito, se la fue metiendo de a poco y después empezó a subir y bajar sobre su herramienta, se veía su conchita bien abierta, llena de sus jugos y ella subiendo y bajando, la cabeza tirada hacia atrás, su melena suelta.
-Cuando lo estés haciendo… y él este bien caliente… decile que tuviste un par de sueños en que hacías el amor conmigo…
-Ahhhh… que hijo de puta… se va a enojar…
-Porque… no… es solo un sueño…
Ella empezó a acelerar sus movimientos sobre él, en un momento se notaba que él estaba acabando, se notaban las sacudidas del miembro al acabar, como se tensaban sus huevos, estuvieron un rato más así hasta que ella se salió.
El viernes a la noche cuando llegué a casa ella estaba vestida solo con un body muy sensual, zapatos de taco alto. Me besó y me llevó directo al cuarto, no sé si estaría pensando en él, pero la notaba bien caliente, me desnudo me tiró en la cama y me montó.
-Que caliente estás… -le dije mientras ella se movía duro sobre mi.
-Si… es que no estuvimos cogiendo muy bien últimamente… y estoy teniendo sueños muy calientes todo el tiempo… -que guacha pensé, era obvio que yo ya sabía por dónde iba el juego, pero tarde en preguntar, quería disfrutar de una buena cogida, de tenerla bien caliente aunque solo fuera esa vez.
-Y que soñas…? –dije después de un largo rato.
-Nada particular… pero que lo hago con alguien más… y es muy caliente… me encanta como me lo hace…
-Y es alguien conocido…?
Ella gime caliente, tampoco habla ahora, creo que no se anima a decirlo, no está preparada para hacerlo me parece.
-Eh… es conocido… te da vergüenza…?
Empieza a tener un orgasmo increíble, nunca había acabado así haciéndolo conmigo, cuando está acabando me viene a besar, me da mucha lengua, como cuando lo hace con él, se queda clavada sobre mí y me acaricia el pecho, después siento que está llorando, yo todavía no llegué, se sale de encima mío, se acuesta de su lado de espaldas a mí y sigue llorando. Me pongo detrás de ella y la acarició suavemente, ella sigue llorando un largo rato, finalmente se relaja, y se queda dormida, me levantó a preparar la cena, la despierto para cenar, tiene una cara triste, comemos en silencio, no quiero preguntarle nada, ella es la que cayó en una trampa también, no sabe cómo decir algo que todos sabemos, y no puede decirlo. En los días siguiente lo estuvo evitando a Pedro, el me llamó para arreglar, pero ella no quiso verlo a él, cuando la llamaba diciéndole que yo iba a ir a comer con mi madre que podían verse, ella le decía que no iba a estar, que salía a estudiar, lo evitaba todo el tiempo.

1 comentarios - Mi padrastro y mi esposa 9

leloir2010 +1
Sera que se siente culpable por hacérte cornudito y por eso llora con remordimiento?. Aunque vos sabes muy bien que te encanta que se cojan a tu esposa tu padrastro. Van punto. Esta interesante la saga