Del apetito anal al polvo por el culo sin condón:
Mis primeras exploraciones anales comenzaron con mi temprana adolescencia. Recuerdo que descubrí el placer de tocarme el ano mientras me masturbaba antes de ducharme. Me mojaba el dedo con saliva y me lo pasaba por la raya. Cuando llegaba al orificio presionaba hacia adentro hasta que entraba un poquito.
Volviendo a la escena seguía fogosa la chupada, disfrutaba como loca bien profundo y saboreaba. La sacaba de mi boca para lamerla toda. Desde los huevos pasando por todo el tronco, el mástil, el prepucio y la cabeza también. Ya estaba dura, caliente y sabrosa así que empecé a acelerar la chupada. Para calentarlo más.
Muy agitado y sin parar de bombear me dijo:
- ¿Querés que te la meta por el culo? Sin dejar de darle placer contesté asintiendo con mi cabeza
- Date vuelta y ponete en cuatro.- Yo sólo obedecí mientras me abría las nalgas para él.
Pasaba su poronga bien erecta y mojada por mi ano.. Me apoyaba la piel suave de los huevos mientras yo me moría porque me la metiera en ese mismo instante.
- ¡Metela papu!! Le imploraba como gata mimosa. ¡Apoyámela rico así mi amor! Y le paraba el culo a propósito presionando contra su paquete. Acto seguido se mojó los dedos para masajearme y lubricarme. Yo quebraba más la cintura para facilitarle la tarea. Estaba entregadísima. Se agachó y comenzó a abrir mis nalgas con la punta de sus dedos. ¡Uy para qué!!. Metemela porfis papucho!!! Metemela por el culo!!!! Metemela please!!!!
Me empezó a lengüetear y a chupar el culo, en la raya sentía una electricidad que me recorría toda la espalda. Yo me sentía reina de todas, elegida. Sentía que mi ano se abría sólo con total naturalidad. Deseaba mucho ser penetrada para gozar completamente de ser mujer. Él, ni lerdo ni perezoso se llenó los dedos de lubricante y me metió el primero. Uy cómo entró por favor, qué delicia sin dolor. Yo recordaba mis tempranas dedeadas en el baño. Luego el segundo y yo extasiada temblando de la excitación aunque con un poco más de dolor...
Mis primeras exploraciones anales comenzaron con mi temprana adolescencia. Recuerdo que descubrí el placer de tocarme el ano mientras me masturbaba antes de ducharme. Me mojaba el dedo con saliva y me lo pasaba por la raya. Cuando llegaba al orificio presionaba hacia adentro hasta que entraba un poquito.
Volviendo a la escena seguía fogosa la chupada, disfrutaba como loca bien profundo y saboreaba. La sacaba de mi boca para lamerla toda. Desde los huevos pasando por todo el tronco, el mástil, el prepucio y la cabeza también. Ya estaba dura, caliente y sabrosa así que empecé a acelerar la chupada. Para calentarlo más.
Muy agitado y sin parar de bombear me dijo:
- ¿Querés que te la meta por el culo? Sin dejar de darle placer contesté asintiendo con mi cabeza
- Date vuelta y ponete en cuatro.- Yo sólo obedecí mientras me abría las nalgas para él.
Pasaba su poronga bien erecta y mojada por mi ano.. Me apoyaba la piel suave de los huevos mientras yo me moría porque me la metiera en ese mismo instante.
- ¡Metela papu!! Le imploraba como gata mimosa. ¡Apoyámela rico así mi amor! Y le paraba el culo a propósito presionando contra su paquete. Acto seguido se mojó los dedos para masajearme y lubricarme. Yo quebraba más la cintura para facilitarle la tarea. Estaba entregadísima. Se agachó y comenzó a abrir mis nalgas con la punta de sus dedos. ¡Uy para qué!!. Metemela porfis papucho!!! Metemela por el culo!!!! Metemela please!!!!
Me empezó a lengüetear y a chupar el culo, en la raya sentía una electricidad que me recorría toda la espalda. Yo me sentía reina de todas, elegida. Sentía que mi ano se abría sólo con total naturalidad. Deseaba mucho ser penetrada para gozar completamente de ser mujer. Él, ni lerdo ni perezoso se llenó los dedos de lubricante y me metió el primero. Uy cómo entró por favor, qué delicia sin dolor. Yo recordaba mis tempranas dedeadas en el baño. Luego el segundo y yo extasiada temblando de la excitación aunque con un poco más de dolor...
0 comentarios - Mi Novela Sissy: El Arte de chupar pinchilas (Cap V)