Después de la bronca que me aventó mi hermano por el relato anterior y como el wey se calentó, pues va la segunda parte...
Días después de encremar la concha de mi cuñada los juegos solo se repetían cuando estaba mi hermano presente y aún así yo le metía mano por todos lados, sabía que le gustaba pero no sé animaba a dar el siguiente paso, pero soy paciente y que me dejara tocar su cuerpo entre juego y juego hacia que mis esperanzas crecieran al mismo ritmo que me crecía la verga bajo el short, tarde o temprano mi hermano se ausentaría el tiempo suficiente para llenar de leche a la zorrita de nuevo y así fue, una de tantas noches en pleno juego, mi hermano atendió otra llamada yo estaba prácticamente sobre mi cuñada que tenía las piernas juntas entre las mías y yo trataba de sujetar sus manos para declarar mi victoria pero apenas salió él de la habitación y cambie de estrategia, mi objetivo era levantar sus piernas y restregar descaradamente mi erección por toda su concha, en poco tiempo sus dos piernas descansaban sobre uno de sus hombros y recargue toda mi erección directamente en su panocha, ella se movía mucho para cambiar los papeles pero por ningún motivo dejaría que eso pasará, en cortos movimientos mi pene estaba casi por fuera de mi short, saliendo por el resorte de la cintura, haciendo que se pegara a mi ombligo y por ende, separaba de manera perversa los pliegues de su concha, haciendo que la perrita tragara trapo, seguíamos forcejeando pero yo estaba empeñado en lograr vaciar mis huevos en su entrepierna, como no queriendo la cosa aventuré una mano a la hendidura y rápidamente saque su short de la raja, lo suficiente para que entrara mi verga desnuda en contacto directo, baje la cadera y mi glande pego en su perineo, no detuve el movimiento ascendente y logre deslizar mi verga en el canal abriendo los jugosos labios en su paso, me detuve cuando la carita de la zorra me indico que habia hecho presión en su clítoris, dándome la pauta para continuar el roce, el cuerpo de ella acuso deseo y sucumbia ante él, las piernas perdieron fuerza y su cadera correspondía mi movimiento, la putita se mordio el labio inferior y un profundo gemido fue ahogado, ahí abajo, chorros de squirt bañaban mi instrumento asi que lejos de detenerme, aceleré los roces arriba y abajo, ella temblaba y seguia soltando jugos, separe sus piernas y las abrí lo mas que pude, recargue mi verga por completo y baje la cara hasta sus tetas, ya había localizado sus pezones erectos y sin más hinque los dientes en uno de ellos, la perrita gimió más y su cadera se elevó acrecentando mi placer derramando el contenido de mis huevos sobre su panocha, pero no me quité, seguia frotando mi verga semi flacida, hicimos silencio para saber si mi hermano aún no regresaba a la habitación, incluso la deje despatarrada sobre la cama y me asomé, él seguía sentado en un sillón con cigarro en mano y un trago en la mesa de centro, por lo visto era un asunto delicado, en el cenicero habia al menos dos colillas, regrese rápido a su habitación y lo que ví, hizo que mi verga recuperará su dureza máxima, Lucia estaba abierta de patas acariciando su concha llena de leche, mi leche y metía dos dedos en ella a un ritmo alucinante, el colmo fue cuando me vio parado en medio de su habitación jalando mi verga como mandril ante tal espectáculo, la muy puta dejo en paz su concha, levantó ambas piernas en clara invitación y llevo sus dedos embarrados de mis mocos a su boca, mmmmm rica leche, me lance sobre ella, la agarré de ambas piernas y le hice bajar de la cama, le pedi enérgicamente que se pusiera en cuatro sobre la alfombra y le metí la verga con saña, auchhh hijo de puta, me lastimaste... Baja la voz y aguanta que aún tengo leche para ti, tú marido está muy ocupado y te voy a coger bien, seguí metiendo mi verga una y otra vez hasta que con toda la malicia del mundo le dije que estaba por correrme, salte, salte, dentro nooooo, muy tarde zorrita, toma todos mis niños y le dejé ir la leche bien pegado a su pelvis, sentía que mis mocos no dejaban de salir, la sensación de usar como vil perra a mi querida cuñada con mi hermano a unos pasos de la habitación me sabían a gloria, sin sacar mi verga de su interior, busque en la cómoda junto a su cama su ropa interior, saque un tanga minúsculo y lo metí en su panocha, está noche duermes con mi simiente dentro, es tú asunto que él no te descubra y más noche, prepárate porque vendré a visitarte, me fui a duchar y baje a la cocina, no sé encontraba nadie, destapé una cerveza y me llegó un mensaje de ella, tú hermanito duerme como bebé, casualmente se tomó dos pastillas para el insomnio, puedes venir, mi cuñadita era igual de perversa que yo, también se calentaba con el riesgo y no desaprovecharía esa oportunidad, apuré mi cerveza y entre desnudo a su cuarto, la perra estaba acostada de lado con las nalgas apuntando fuera del colchón, pensé para mis adentros que era el momento indicado para encular a esa perra, ella tendría que aguantar el dolor y no haría un escándalo para que su maridito la descubriera, separe ambas nalgas, metí mi verga en su concha aún con la tanga dentro y le dí un par de embestidas, luego, escupí en su ano y puse mi enorme glande en la entrada, ella volteo y con cara sería me hacia señas de que por ahi no, pero solo empuje más y más, con esfuerzo entro el glande y lo apretado de su culo estaba haciendo que me corriera, busque una de sus tetas y la apreté con bastante fuerza, haciendo que su ano apretará mucho mejor, contuve mis ganas de eyacular y empuje más, logré meter la mitad en medio de los lastimeros sollozos de mi cuñada, volví a empujar y tres cuartos de verga habían ganado espacio, en un último empujón estaba completamente dentro de su estrecho agujero, que rico culito tienes putita, te lo voy a romper seguido, logré también, controlar el instinto de darle todo lo duro que quería, pero mis estocadas eran firmes, sacaba casi toda mi verga para meterla de una, sin dejar de estrujar sus tetas en un vano intento por escuchar sus lamentos más fuerte, quiero pensar que disfruté su culo una media hora hasta llenar su intestino, pero no era suficiente para mi, la quería sumisa y humillada, saque el miembro de su ano y lo metí en su panocha, leche fresca damita, deje que bajara mi erección en su interior al tiempo que esperaba que saliera mi carga por su culo, cuando salió la junte con mi mano y así bien pringada, sobe sus tetas, esparciendo toda la lefa en su superficie, junte los restos que aún salían y está vez los lleve hasta su boca, prueba tu culo putita, nos vemos en un rato.
Días después de encremar la concha de mi cuñada los juegos solo se repetían cuando estaba mi hermano presente y aún así yo le metía mano por todos lados, sabía que le gustaba pero no sé animaba a dar el siguiente paso, pero soy paciente y que me dejara tocar su cuerpo entre juego y juego hacia que mis esperanzas crecieran al mismo ritmo que me crecía la verga bajo el short, tarde o temprano mi hermano se ausentaría el tiempo suficiente para llenar de leche a la zorrita de nuevo y así fue, una de tantas noches en pleno juego, mi hermano atendió otra llamada yo estaba prácticamente sobre mi cuñada que tenía las piernas juntas entre las mías y yo trataba de sujetar sus manos para declarar mi victoria pero apenas salió él de la habitación y cambie de estrategia, mi objetivo era levantar sus piernas y restregar descaradamente mi erección por toda su concha, en poco tiempo sus dos piernas descansaban sobre uno de sus hombros y recargue toda mi erección directamente en su panocha, ella se movía mucho para cambiar los papeles pero por ningún motivo dejaría que eso pasará, en cortos movimientos mi pene estaba casi por fuera de mi short, saliendo por el resorte de la cintura, haciendo que se pegara a mi ombligo y por ende, separaba de manera perversa los pliegues de su concha, haciendo que la perrita tragara trapo, seguíamos forcejeando pero yo estaba empeñado en lograr vaciar mis huevos en su entrepierna, como no queriendo la cosa aventuré una mano a la hendidura y rápidamente saque su short de la raja, lo suficiente para que entrara mi verga desnuda en contacto directo, baje la cadera y mi glande pego en su perineo, no detuve el movimiento ascendente y logre deslizar mi verga en el canal abriendo los jugosos labios en su paso, me detuve cuando la carita de la zorra me indico que habia hecho presión en su clítoris, dándome la pauta para continuar el roce, el cuerpo de ella acuso deseo y sucumbia ante él, las piernas perdieron fuerza y su cadera correspondía mi movimiento, la putita se mordio el labio inferior y un profundo gemido fue ahogado, ahí abajo, chorros de squirt bañaban mi instrumento asi que lejos de detenerme, aceleré los roces arriba y abajo, ella temblaba y seguia soltando jugos, separe sus piernas y las abrí lo mas que pude, recargue mi verga por completo y baje la cara hasta sus tetas, ya había localizado sus pezones erectos y sin más hinque los dientes en uno de ellos, la perrita gimió más y su cadera se elevó acrecentando mi placer derramando el contenido de mis huevos sobre su panocha, pero no me quité, seguia frotando mi verga semi flacida, hicimos silencio para saber si mi hermano aún no regresaba a la habitación, incluso la deje despatarrada sobre la cama y me asomé, él seguía sentado en un sillón con cigarro en mano y un trago en la mesa de centro, por lo visto era un asunto delicado, en el cenicero habia al menos dos colillas, regrese rápido a su habitación y lo que ví, hizo que mi verga recuperará su dureza máxima, Lucia estaba abierta de patas acariciando su concha llena de leche, mi leche y metía dos dedos en ella a un ritmo alucinante, el colmo fue cuando me vio parado en medio de su habitación jalando mi verga como mandril ante tal espectáculo, la muy puta dejo en paz su concha, levantó ambas piernas en clara invitación y llevo sus dedos embarrados de mis mocos a su boca, mmmmm rica leche, me lance sobre ella, la agarré de ambas piernas y le hice bajar de la cama, le pedi enérgicamente que se pusiera en cuatro sobre la alfombra y le metí la verga con saña, auchhh hijo de puta, me lastimaste... Baja la voz y aguanta que aún tengo leche para ti, tú marido está muy ocupado y te voy a coger bien, seguí metiendo mi verga una y otra vez hasta que con toda la malicia del mundo le dije que estaba por correrme, salte, salte, dentro nooooo, muy tarde zorrita, toma todos mis niños y le dejé ir la leche bien pegado a su pelvis, sentía que mis mocos no dejaban de salir, la sensación de usar como vil perra a mi querida cuñada con mi hermano a unos pasos de la habitación me sabían a gloria, sin sacar mi verga de su interior, busque en la cómoda junto a su cama su ropa interior, saque un tanga minúsculo y lo metí en su panocha, está noche duermes con mi simiente dentro, es tú asunto que él no te descubra y más noche, prepárate porque vendré a visitarte, me fui a duchar y baje a la cocina, no sé encontraba nadie, destapé una cerveza y me llegó un mensaje de ella, tú hermanito duerme como bebé, casualmente se tomó dos pastillas para el insomnio, puedes venir, mi cuñadita era igual de perversa que yo, también se calentaba con el riesgo y no desaprovecharía esa oportunidad, apuré mi cerveza y entre desnudo a su cuarto, la perra estaba acostada de lado con las nalgas apuntando fuera del colchón, pensé para mis adentros que era el momento indicado para encular a esa perra, ella tendría que aguantar el dolor y no haría un escándalo para que su maridito la descubriera, separe ambas nalgas, metí mi verga en su concha aún con la tanga dentro y le dí un par de embestidas, luego, escupí en su ano y puse mi enorme glande en la entrada, ella volteo y con cara sería me hacia señas de que por ahi no, pero solo empuje más y más, con esfuerzo entro el glande y lo apretado de su culo estaba haciendo que me corriera, busque una de sus tetas y la apreté con bastante fuerza, haciendo que su ano apretará mucho mejor, contuve mis ganas de eyacular y empuje más, logré meter la mitad en medio de los lastimeros sollozos de mi cuñada, volví a empujar y tres cuartos de verga habían ganado espacio, en un último empujón estaba completamente dentro de su estrecho agujero, que rico culito tienes putita, te lo voy a romper seguido, logré también, controlar el instinto de darle todo lo duro que quería, pero mis estocadas eran firmes, sacaba casi toda mi verga para meterla de una, sin dejar de estrujar sus tetas en un vano intento por escuchar sus lamentos más fuerte, quiero pensar que disfruté su culo una media hora hasta llenar su intestino, pero no era suficiente para mi, la quería sumisa y humillada, saque el miembro de su ano y lo metí en su panocha, leche fresca damita, deje que bajara mi erección en su interior al tiempo que esperaba que saliera mi carga por su culo, cuando salió la junte con mi mano y así bien pringada, sobe sus tetas, esparciendo toda la lefa en su superficie, junte los restos que aún salían y está vez los lleve hasta su boca, prueba tu culo putita, nos vemos en un rato.
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