Me impresionaba la velocidad con la que pasaban las cosas, de golpe había estado viendo a mi mujer hacerlo con Pedro y ahora, casi al rato de haberlo visto, otra vez generaba la posibilidad que él volviera a gozarla, sentí que estaba entrando en una zona de la que no iba a poder salir, que todo se me iba a ir de las manos. En realidad, todo se había ido al carajo hacía un tiempo y yo había sido uno de los principales colaboradores y generadores de esta situación, conociéndolo a Pedro y habiendo compartido lo que compartimos, debí haber tomado otra actitud desde el momento en que él trataba de quedarse a solas con Ruth y se hacía el simpático y comprensivo con ella, todo el tiempo fui permitiendo que él fuera preparando el terreno para esto que estaba por pasar ahora. Encerrado en mi adolescente habitación escuché el timbre, me pareció oir que se besaban en el living un largo rato, le dijo algo de una ropa que había comprado para ella, y que tenía que ponerse a la altura de su suegra, no entendí de que hablaban, pero me pareció que habían arreglado algo entre ellos cuando quedaron solos luego de que yo me fuera, esa misma mañana. Después de un rato sentí un suave golpe en mi puerta, espere unos segundos, estaba tan nervioso, no sabía con qué había pensado Pedro sorprenderme. Mire hacia la pieza, mi esposa en cuatro en la cama, acariciándose la cola, tenía puesto un body que le quedaba realmente delicioso.
-Este es el body que se pone tu suegra cuando quiere jugar ese jueguito especial que te conté… vos no vas a ser menos que tu suegra… -le dijo, ella no decía nada. Ella corrió la tira dejando su culito y conchitas al aire, movio su culito al aire, estaba cada vez más caliente. Se acariciaba la conchita, él había tomado un frasco con una especie de gel lubricante.
-Me da vergüenza… -dijo ella mientras se seguía acariciando. Le tiró una generosa cantidad de ese aceite por todas sus nalgas, ella gimió fuerte, sorprendida al sentirlo caer. Le tiró un poco más en la raja de su culito y todavía gimió más fuerte, con una mano le acarició el culito desparramando bien el aceite, el culazo de mi esposa así ofrecida acariciándose la conchita, el brillo de su culazo, fue como una suma de estímulos y sentí como acababa manchándome todo, no podía pararlo, igual seguía al palo, no podía parar de mirar, era hipnótico, ella sacudía el culito al aire de a ratos, y se reía casi tímidamente diría, Pedro prolongaba el momento, no tenía ningún apuro, se notaba que también estaba disfrutando esto que era algo nuevo para él también. Ella se metió dos dedos suavemente, cada vez más excitada, se pajeaba y gemía cada vez más, la espera la ponía cada vez más caliente. Él apoyó la mano en su culito y metió el dedo gordo lentamente por su agujerito posterior, ella gimió un par de veces más fuerte todavía,
-Asi… muy bien… despacito… igual que tu suegra… -le dijo- que cerradito lo tenes… -tomó una especie de consolador de vidrio, se notaba que era para el culito, era fino, se lo pasó un par de veces por la rajita del culo.
-Esta frio… -dijo ella y el asintió. Estuvo jugando un largo rato paseándolo solo por su rajita, apoyando la puntita en su culito, ella lo movía al aire, se notaba que cada vez se ponía más caliente con la espera. Metió la puntita, que era como una cabecita, si bien mas chica que un pene normal, y un poco más.
-Como lo sentís…?
-Se siente muy bien…
Se lo fue metiendo de a poco, jugando con él, no tenía ningún apuro. Ella estaba encantada con el juego, yo tenía que parar de mirar de a ratos, era muy caliente todo, no me parecía que esa persona fuera mi esposa, no conocía ese costado de ella, estaba realmente impresionado. Se lo fue metiendo de a poco hasta que lo tuvo todo adentro
-Ay si… que bien se siente… -dejó solo un poco metido y ella sacudió el culito al aire. Lo sacó del todo y ella se quejó sonoramente, como decepcionada. El agarró un plug anal, había visto varios y este era de un tamaño bastante grande, jugo con él por su culito y ella sonrió divertida,
-Lo queres adentro…?
-Siiiii…
-Mira que es tamaño grande…
-Grande… -repitió ella con gusto. Acomodó la punta, presionaba suavemente y ella movía el culito, lo sacudía, como queriendo sentir de a poco la penetración, se lo fue metiendo de a poco, ella se empezó a mover y acariciarse los pechos, estaba tan caliente.
-Soy tan puta como mi suegra ahora…? –sacudía el culito en el aire y gemía, estaba tan caliente.- se acarició con su mano el culo, se dio un suave cachetazo- ahhh… que puta soy… -se giró en la cama, sacó sus pechos sobre el body, él le tiro aceite y ella solita empezó a acariciarlos y amasarlos. Él se arrodilló en la cama, delante de ella, totalmente desnudo, le acarició un poco su pija y volvió a sus pechos, se la frotó un poco por sus labios, le dio un par de suaves golpecitos y la empezó a penetrar, el plug todavía en su culazo obvio.
-Ay papi… que delicia… -se acariciaba los pechos y gemía, la pija de él salía llena de los jugos de ella, era obvio el nivel de calentura que tenía.- me voy a enviciar… te voy a extrañar un montón después… -se bajó más el body y con un brazo debajo de sus pechos, se los mostraba bien ofrecidos, aceitados estaba deliciosa, mi nivel de calentura estaba por las nubes, a pesar de haber acabado, me sentía cerca de llegar de nuevo. Se salió de ella y la hizo poner en cuatro en la cama, empezó a darle así, era un concierto de gemidos de ella, no la había visto así de caliente nunca.
-Se siente tan bien como me coges… -ella parecía estar acabando todo el tiempo, el ruido de la pelvis de él contra el culazo de ella invadía la habitación, se salió de ella y empezó a tirar del plug suavemente.
-Despacito porfa… -y un suave quejido cuando se salió. Su culo estaba bastante abierto, él jugo un poco con su dedo gordo, la acercó al borde de la cama, puso un pie en el piso y el otro sobre la cama, ella gemía todo el tiempo, la acomodó en la puerta de su culito, ella hizo silencio, esperando,
-Suave papi por favor… es la primera vez… -le puso solo la cabecita y se la sacó, ella se quejo un poco cuando salió, volvió a metérsela y le entró un poco más, así fue de a poco hasta que la tuvo casi toda adentro, le dio un suave toque en las nalgas, flojita ponet… le dijo.
-Te vas a acostumbrando…?
-Si, se siente bien… -tiene una herramienta bastante grande y se la metía casi toda, empezó a cogerla suavemente y luego fue aumentando el ritmo, enseguida ya la estaba cogiendo a ritmo diría normal, estaba encantada pidiéndole más y que no parara. No paraba de gemir y de decirle que si, que le encantaba, que él era muy tierno, que loco pensé mientras le partía el culo le decía que era muy tierno.
-Te gusta hacerme el culo eh… -dijo ella afirmando más que preguntando- soy tan puta como mi suegra ahora...
Tuve que dejar de mirar un par de veces, incluso taparme los oídos, era todo tan intenso. La taladraba sin parar, seguramente iba a estar dolorida un tiempo, para una primera vez me pareció demasiado. Ella estaba fascinada con el trato, le encantaba sentir el dominio de él. Ella sacudía un poco los brazos, parecía que un poco le molestaba, en un momento se salió accidentalmente pero enseguida él volvió a clavarla. Ella volvió a decir
-Se siente tan bien… -yo estaba seguro que debía dolerle, pero se ve que la calentura era mucho mayor. En un momento le dijo.
-Llename el culo por favor… -aceleró sus embestidas, la sacó, el culo de ella quedó totalmente abierto y los chorros de leche que salían se iban metiendo en su culito que había quedado bien abierto, también parte caía en sus nalgas. Ella se quedó en la posición dejando que el contemplara su obra, se reía divertida, me metí en el cuarto, pasaron al baño, escuche que él le decía, llevale esta plata a tu marido, después de un rato ella se fue, me dijo que podía salir.
No sabía que decirle, obviamente que algo había cambiado para siempre.
-Este es el body que se pone tu suegra cuando quiere jugar ese jueguito especial que te conté… vos no vas a ser menos que tu suegra… -le dijo, ella no decía nada. Ella corrió la tira dejando su culito y conchitas al aire, movio su culito al aire, estaba cada vez más caliente. Se acariciaba la conchita, él había tomado un frasco con una especie de gel lubricante.
-Me da vergüenza… -dijo ella mientras se seguía acariciando. Le tiró una generosa cantidad de ese aceite por todas sus nalgas, ella gimió fuerte, sorprendida al sentirlo caer. Le tiró un poco más en la raja de su culito y todavía gimió más fuerte, con una mano le acarició el culito desparramando bien el aceite, el culazo de mi esposa así ofrecida acariciándose la conchita, el brillo de su culazo, fue como una suma de estímulos y sentí como acababa manchándome todo, no podía pararlo, igual seguía al palo, no podía parar de mirar, era hipnótico, ella sacudía el culito al aire de a ratos, y se reía casi tímidamente diría, Pedro prolongaba el momento, no tenía ningún apuro, se notaba que también estaba disfrutando esto que era algo nuevo para él también. Ella se metió dos dedos suavemente, cada vez más excitada, se pajeaba y gemía cada vez más, la espera la ponía cada vez más caliente. Él apoyó la mano en su culito y metió el dedo gordo lentamente por su agujerito posterior, ella gimió un par de veces más fuerte todavía,
-Asi… muy bien… despacito… igual que tu suegra… -le dijo- que cerradito lo tenes… -tomó una especie de consolador de vidrio, se notaba que era para el culito, era fino, se lo pasó un par de veces por la rajita del culo.
-Esta frio… -dijo ella y el asintió. Estuvo jugando un largo rato paseándolo solo por su rajita, apoyando la puntita en su culito, ella lo movía al aire, se notaba que cada vez se ponía más caliente con la espera. Metió la puntita, que era como una cabecita, si bien mas chica que un pene normal, y un poco más.
-Como lo sentís…?
-Se siente muy bien…
Se lo fue metiendo de a poco, jugando con él, no tenía ningún apuro. Ella estaba encantada con el juego, yo tenía que parar de mirar de a ratos, era muy caliente todo, no me parecía que esa persona fuera mi esposa, no conocía ese costado de ella, estaba realmente impresionado. Se lo fue metiendo de a poco hasta que lo tuvo todo adentro
-Ay si… que bien se siente… -dejó solo un poco metido y ella sacudió el culito al aire. Lo sacó del todo y ella se quejó sonoramente, como decepcionada. El agarró un plug anal, había visto varios y este era de un tamaño bastante grande, jugo con él por su culito y ella sonrió divertida,
-Lo queres adentro…?
-Siiiii…
-Mira que es tamaño grande…
-Grande… -repitió ella con gusto. Acomodó la punta, presionaba suavemente y ella movía el culito, lo sacudía, como queriendo sentir de a poco la penetración, se lo fue metiendo de a poco, ella se empezó a mover y acariciarse los pechos, estaba tan caliente.
-Soy tan puta como mi suegra ahora…? –sacudía el culito en el aire y gemía, estaba tan caliente.- se acarició con su mano el culo, se dio un suave cachetazo- ahhh… que puta soy… -se giró en la cama, sacó sus pechos sobre el body, él le tiro aceite y ella solita empezó a acariciarlos y amasarlos. Él se arrodilló en la cama, delante de ella, totalmente desnudo, le acarició un poco su pija y volvió a sus pechos, se la frotó un poco por sus labios, le dio un par de suaves golpecitos y la empezó a penetrar, el plug todavía en su culazo obvio.
-Ay papi… que delicia… -se acariciaba los pechos y gemía, la pija de él salía llena de los jugos de ella, era obvio el nivel de calentura que tenía.- me voy a enviciar… te voy a extrañar un montón después… -se bajó más el body y con un brazo debajo de sus pechos, se los mostraba bien ofrecidos, aceitados estaba deliciosa, mi nivel de calentura estaba por las nubes, a pesar de haber acabado, me sentía cerca de llegar de nuevo. Se salió de ella y la hizo poner en cuatro en la cama, empezó a darle así, era un concierto de gemidos de ella, no la había visto así de caliente nunca.
-Se siente tan bien como me coges… -ella parecía estar acabando todo el tiempo, el ruido de la pelvis de él contra el culazo de ella invadía la habitación, se salió de ella y empezó a tirar del plug suavemente.
-Despacito porfa… -y un suave quejido cuando se salió. Su culo estaba bastante abierto, él jugo un poco con su dedo gordo, la acercó al borde de la cama, puso un pie en el piso y el otro sobre la cama, ella gemía todo el tiempo, la acomodó en la puerta de su culito, ella hizo silencio, esperando,
-Suave papi por favor… es la primera vez… -le puso solo la cabecita y se la sacó, ella se quejo un poco cuando salió, volvió a metérsela y le entró un poco más, así fue de a poco hasta que la tuvo casi toda adentro, le dio un suave toque en las nalgas, flojita ponet… le dijo.
-Te vas a acostumbrando…?
-Si, se siente bien… -tiene una herramienta bastante grande y se la metía casi toda, empezó a cogerla suavemente y luego fue aumentando el ritmo, enseguida ya la estaba cogiendo a ritmo diría normal, estaba encantada pidiéndole más y que no parara. No paraba de gemir y de decirle que si, que le encantaba, que él era muy tierno, que loco pensé mientras le partía el culo le decía que era muy tierno.
-Te gusta hacerme el culo eh… -dijo ella afirmando más que preguntando- soy tan puta como mi suegra ahora...
Tuve que dejar de mirar un par de veces, incluso taparme los oídos, era todo tan intenso. La taladraba sin parar, seguramente iba a estar dolorida un tiempo, para una primera vez me pareció demasiado. Ella estaba fascinada con el trato, le encantaba sentir el dominio de él. Ella sacudía un poco los brazos, parecía que un poco le molestaba, en un momento se salió accidentalmente pero enseguida él volvió a clavarla. Ella volvió a decir
-Se siente tan bien… -yo estaba seguro que debía dolerle, pero se ve que la calentura era mucho mayor. En un momento le dijo.
-Llename el culo por favor… -aceleró sus embestidas, la sacó, el culo de ella quedó totalmente abierto y los chorros de leche que salían se iban metiendo en su culito que había quedado bien abierto, también parte caía en sus nalgas. Ella se quedó en la posición dejando que el contemplara su obra, se reía divertida, me metí en el cuarto, pasaron al baño, escuche que él le decía, llevale esta plata a tu marido, después de un rato ella se fue, me dijo que podía salir.
No sabía que decirle, obviamente que algo había cambiado para siempre.
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