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Mi madre en el metro Pt. 2

Mi madre se llama Bety, ella es una mujer de 45 años, robusta pero con curvas, es blanca y tetona, ese es su mayor atributo, sus deliciosas tetotas.

Mi madre en el metro Pt. 2


Pasaron unas semanas desde la primera vez que la seguí a su trabajo, por diversas cuestiones no había tenido tiempo de seguirla, hasta que un día logré desocuparme temprano, no alcance a seguirla de camino al trabajo pero me daba tiempo de seguir a mi mamá de regreso a casa, ese día ella salía a las 9 PM, así que fui rápido a mi habitación, tomé una sudadera con capucha, un cubre bocas y unos lentes de color claro que tenía, ya que por las noches el metro está más vacío y había más posibilidad de que me descubriera.

Espere en la esquina del trabajo de mi madre, hasta que la vi salir, ese día ella traía puesto un vestido negro entallado de la cintura y el torso y olgado de abajo, para variar, ese vestido tenía un escote pronunciado y no sé que fue lo que hizo mi madre pero sus tetas resaltaban más y se veían más grandes, me imagino que por lo entallado del vestido y el color que contrastaba con sus tetotas blancas.

Me subí en el mismo vagón que ella pero del lado contrario, y ella me vio, sin embargo por la chapucha, los lentes y el cubre bocas no me reconoció el vagón iba casi vacío, a expecion de un grupo de hombres que iban sentados juntos, ellos eran hombres de unos 50 años aproximadamente y parecian ser trabajadores de alguna construcción, tenían barriga y de aspecto algo descuidado, mi madre me preguntó la hora, sin embargo yo la ignoré, así que me vió con mala cara y se dirigió al grupo de hombres para hacerles la misma pregunta.

Ellos en seguida notaron el exuberante pecho de mi madre y le dieron la hora sonriéndole, mi madre comenzó a hacerles la plática, ellos se escuchaban ebrios y siguieron hablando con ella, hasta que de pronto uno de ellos le dijo "pareces disfrutar siendo el centro de atención" ella solo se rió y se acercó a ellos para sentarse en un huequito que quedaba entre los asientos, ella puso la mano en la pierna del hombre que le había hablado antes y le respondió "me encanta"

Su cercanía provocó una reacción en cadena, los demás hombres intercambiaron miradas cómplices, ella estaba rodeada, con un movimiento deliberado, mi madre desabotonó su blusa, revelando la lencería de encaje que apenas contenía sus senos. Los hombres exhalaron con ansias, uno de ellos no pudo resistir la tentación, acariciando la piel expuesta. "¿Estás lista para nosotros?"
"Más que lista", respondió ella con un gemido, de pronto ella comenzó a tocarles la verga a todos sobre el pantalon. El ambiente se llenó de suspiros y jadeos mientras Beatriz se entregaba a la multitud, sus manos y bocas moviéndose frenéticamente. Los hombres se turnaban para chuparle las tetas, besarla y tocarle el culo, uno de ellos dijo "y si invitamos a aquel tipo" refiriéndose a mi, mi madre dijo "no, por ser descortés ahora no podrá disfrutar de mis melones" de cualquier modo no planeaba unirme, ya que eso revelaría quien era.

Cada uno quería su parte de ella, y mi madre los complacía a todos, disfrutando el ser manoseada por aquellas manos grandes y requemadas por el sol.

Uno de los hombres deslizó su mano por debajo de su vestido, acariciando su coño de mi madre, ella arqueó la espalda, su cuerpo temblando del placer. Con un movimiento rápido otro hombre bajó su ropa interior y le quitó el vestido por completo, exponiéndola completamente a la vista del grupo.

Los hombres se turnaban para cogerse a mi mamá, ella gemía y gemía mientras las estaciones del metro pasaban, por la hora y como estábamos en uno de los vagones más alejados de la entrada, nadie subió.
Mi madre se aferraba a ellos, moviéndose en un ritmo frenético, cada uno de ellos estaba tocándole alguna parte del cuerpo a mi madre, Ella se veía muy excitada, hasta que llegó al orgasmo y nos estábamos acercando a la estación cercana a la casa, de pronto ella se aleja de los hombres y le dice "muchas gracias por el viaje, yo bajo aquí" ella está a acostumbrada a esas prácticas con el metro lleno de gente y con una sola persona, pero no contaba que las cosas serían diferentes con un grupo de hombres y el metro vacío, mi madre se sentó en un lugar alejado de los hombres y comenzó a vestirse, el grupo se acercó a ella y la tomaron de nuevo, arrancandole la ropa que ya se había puesto, ella les gritó "les dije que no, ya me tengo que bajar" ellos hicieron caso omiso y continuaron cogiendosela, ahora la cara de mi madre ya no era de picardía, era de miedo y sumisión, la tenían de pie, un hombre estaba recargado en una puerta, con mi mamá de frente a el,  mientras la besaba de una manera cerda, otro hombre por de tras penetrándola y apretándole las tetas y los otros dos masturbándose y tocando cualquier parte del cuerpo de mi madre, uno de ellos dijo "ese tipo de allá sigue aquí" igualmente refierndose a mi, y otro le respondió "no ha hecho nada, seguro le gusta mirar" se turnaban para cogerse a mi madre, era una sensación muy excitante ver a mi madre siendo usada por ese grupo de hombres y como era suya, pasamos la estación cercana a la casa y ellos continuaban con mi madre, de pronto la arrojan al piso, uno de los hombres la levanta del pelo y le mete la verga en la boca mientras los demás se masturban y le daban nalgadas y apretaban sus tetas, el grupo de hombres terminaron soltando toda la leche sobre mi madre, a excepción de uno, el continúaba masturbándose y cuando iba a soltar la leche, le mete la verga de nuevo a mi madre en su coño, rellenando la por completo, ellos se bajaron en la siguiente estación y yo me bajé detrás de ellos, mi madre se quedó ahí desnuda y llena de semen, tomé un taxi a mi casa y finjí haber estado ahí todo el tiempo, mi madre llegó unas horas después, ella creía que estaba dormido, pero por la puerta entreabierta de mi aviación vi que llegó despeinada y con todo el maquillaje corrido, ella jamás comentó nada pero quiero volver a seguirla para ver si sigue siendo esa putita tetona que le encanta seducir hombres 

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